Cara 41
No se mueve, sólo me mira a los ojos como si estuviera paralizado, como si lo hubiera hechizado. O tal vez esté pensándose en una idea para mandarme a la mierda de una manera delicada.
Si lo hace no lo culpo, lo merezco.
Fui muy injusta con él, pero le ruego a dios que este silencio que nos envuelve ahora y esa mirada que me dedica sea un "no sabes la falta que me has hecho". Porque a mí sí me atrevo a romper el silencio ya que me está consumiendo necesito que hable, necesito oírlo decir lo que sea.
—Creo que esto te pertenece —cuando me escucha, sacude la cabeza saliendo de su trance mental.
—Disculpa, lo siento. Es que... no esperaba verte aquí.
Yo sí.
—Yo...vine con Bárbara y Nora de día de campo, ya sabes para disfrutar del sol y esas cosas —le mentí.
Oh bueno en parte porque si es verdad que vine con Bárbara y Nora de día de campo, pero para que yo pudiera acercarme a Denis y poder hablar con él, iba a hacerlo, pero vi cómo estaba divirtiéndose con sus amigos sin mí asi que decidí volver por donde vine. Sin embargo la pelota ahora conocida tenía otros planes para mí.
Denis mira el puño de árboles que tapan la luz del sol por un segundo volviendo su visita a la mía después. —El sol y tus amigas están por allá —apunta en el extremo donde puede apreciarse que están mis amigas charlando.
Sonrió como tonta porque al parecer mentir no se me da muy bien.
—Cierto... bueno es que también venía a ver los... arboles —sigo diciendo excusas para no tener que irme tan rápido, Denis cruza los brazos en su pecho sin dejar de mirarme.
—Que bien.
—Sí, ya me voy, iré a decirle a las chicas que encontré un árbol que da buena sombra —digo dándole la espalda y sintiéndome una reverenda tonta.
—Cara —lo oigo llamarme, me giro para verlo mejor.
— ¿Sí?
—La pelota, dámela —dice y me doy cuenta de que aun la tengo conmigo, me acerco a él colocando la pelota en sus manos.
—Aquí tienes... — comento con timidez.
—Gracias, ahora dime la verdad —me dice con el tono que solía utilizar para hacerme confesar cualquier cosa, yo lo miro a los ojos, no pensé que volvería a tenerlo así de cerca otra vez.
— ¿La verdad? —vuelvo a preguntarle sintiéndome algo atontada.
—Si.
Suspiro derrotada.
—Bueno la verdad es que yo vine aquí a pedirte perdón, por lo injusta que fui aun sabiendo la verdad del accidente, y es que no podía creer que el chico que amo estuviera involucrado, yo te he extrañado y estoy mal. Me haces mucha falta en verdad, pero entiendo si tú no quieres perdonarme tienes todo el derecho de mandarme a la mierda si quieres pero... —le hablé tan rápido que no sabía si me estaba entendiendo, no obstante no podía dejar de explicarle.
Siento que el aire se me va cuando lo escucho decir...
—Yo también te he extrañado como el infierno.
Mi corazón salta de felicidad pura cuando esas simples palabras son dichas, sin preguntarle si puedo me lanzo a sus brazos aferrándome a él tanto como me es posible, las lágrimas amenazan con mojar mis mejillas antes de que pueda decir nada. —Lo siento, lo siento de verdad. Voy a demostrarte que... — Denis me aleja de él para mirarme a los ojos.
—No necesito que me muestres nada, lo sé —arguye con confianza en sus palabras volviendo a encerrarme en sus brazos, nos quedamos así por otro rato más hasta que yo hablo esta vez.
—Cumplí la promesa —el ojiverde me mira sin entender lo que estoy diciendo entonces busco en la pequeña bolsa que traigo colgando a mi costado y saco la cadenita dorada en la que cuelga un pingüino. —Volví —su sonrisa se extiende al ver la cadena.
—La conservaste. —expresa entusiasmado.
—No podía deshacerme de ella —le devuelvo la sonrisa— ¿Me ayudas a ponérmela? —le pido girándome para que pueda abrocharla.
—Por supuesto —acepta apartando aún lado mi cabello, en el momento justo en el que sus dedos rosaban mi piel una sensación electrizante me recorrió el cuerpo, entero sentí como los bellos de mi piel se alzaron.
—Listo —me anuncia.
—Gracias —le dije estando frente a él con una sonrisa.
—De nada —responde mientras me quita los cabellos que se me habían pegado a la cara gracias a que me gire muy rápido, nos quedamos quietos mirándonos el uno al otro, Denis se moja los labios y yo no soy capaz de quitarle los ojos de encima.
¿Qué demonios está pasando aquí?
—Denis estamos esperando la pelota —la voz de Ginger rompe con el momento. Ambos la miramos sin saber que fue exactamente lo que paso, pero estaba claro que no que eso no era normal.
Estoy actuando muy extraña con Denis... ¿Sera por estar tanto tiempo lejos de él? No, no puede ser.
—Me acabé todas las uñas, creí que ustedes iban a besarse —dice Barbara emocionada mientras escogemos una película para ver en nuestra noche de chicas.
Hoy es viernes y tanto Nora como yo nos auto invitamos a dormir a su casa, sus padres iban a cenar con sus colegas de trabajo y Barbara se iba a quedar sola, detesto que sus padres no la tomen como una prioridad, es su hija.
—Solo estábamos... —trato de excusarme, pero no se me ocurre nada bueno.
¿Tratando de besarnos? Pensé para mis adentros.
No eso no debe ser.
—La verdad que, si fue muy raro nunca había pasado algo así entre nosotros, jamás — termino admitiendo.
— ¿Estas seguras que nunca? —La rubia me confronta.
—Pues... sí.
—Aja claro —dice acostándose en la almohada detrás de ella.
—A lo que yo vi, ahí había tensión sexual, mucha y muy acumulada —comenta Nora tomando el portátil para traerlo a la cama con yo antes de ti cargándose.
—Pero tuvo que llegar esa perra —farfulla Bárbara.
—Qué bueno que lo hizo porque si no, no sé qué hubiera pasado. —argumento con un atisbo de preocupación de solo imaginarlo.
— ¡Se hubieran besado! —Sueltan ambas chicas llenas de emoción.
Estoy al borde de los nervios, solo estábamos felices de volver a ser nosotros, los mismos de siempre y juntos como jamás debió dejar de ser.
—Ya dejen de decir tonterías — les ordeno para que se callen.
—Sí, hay que dejar que lo procese su cerebro —dice Nora burlándose de mi.
—Yo no podría besarlo, es mi mejor amigo y tiene novia, además yo no sé cómo me encuentro emocionalmente —les explico con un nudo en la garganta recordando lo que Joshua me contó en el cementerio.
Los ojos se me llenan de lágrimas de solo tener ese recuerdo en mi cabeza, y más porque Joshua dijo que para que creyera en él iba a hacer que el mismo Taylor lo aceptara frente a mí.
Y no sé cómo planea hacerlo.
Ya han pasado quince días desde entonces no ha habido noticias de Joshua, en lo que ha Taylor se refiere, no estoy preparada para enfrentarme a él lo he evitado a toda costa, todavía tengo el trago amargo de la confirmación del accidente.
Respiro profundo para evitar que la ansiedad se apodere de mí. —Ay mierda ¿Qué hicimos? —se preguntan mis amigas la una a la otra al darse cuenta de lo que este tema ha causado en mi, y luego me abrazan para disculparse.
—Perdónanos somos unas tontas —dicen las dos al unísono, en ese instante mi teléfono vibra sobre la cama y todas ponemos los ojos en la pantalla.
Es Taylor.
No quiero contestar, tomo el teléfono y presiono rechazar.
— ¿Vamos a ver la película o no? —les pregunto para abandonar la tensión de este momento.
—Si —contesta la rubia y le pone play.
La película término en llanto, las chicas no superan la muerte de Will aunque han visto la película como mínimo diez veces (al menos Bárbara) Nora se nos unió hace poco gracias a que ya puede venir más seguido a la ciudad, y francamente nos alegramos nos hemos sabido acoplar a la perfección.
—No lo superare nunca —dice Nora sorbiendo por la nariz.
—Yo tampoco —la apoya Bárbara mientras limpia sus lágrimas con el pañuelo.
—Y no creo que lo hagan —me levanto de la cama para ir al baño.
— ¿Vemos siempre el mismo día? —Me preguntan desde afuera, muevo la cabeza negando.
—De verdad ustedes son unas masoquistas —les digo.
El tono de un mensaje suena, cuando salgo del cuarto de baño Barbara me recibe con el teléfono en la mano y una expresión que no es fácil de leer.
—Es Joshua... —me entrega el teléfono con el texto abierto que dice:
Lo prometido es deuda, hoy a las 9:00 organizare una fiesta con el pretexto de que pronto volveremos a clases. Mi hermano y Arielle estarán presentes.
Las dos nos miramos, mi corazón está latiendo como loco asustado.
— ¿Qué vas a hacer? —Inquiere mi amiga.
—Quiero saber si Joshua dice la verdad, pero no sé si podría soportarlo yo sola.
—Nosotras iremos contigo —regresamos a la habitación donde la pelirroja está cargando la película. Bárbara cierra el portátil sin previo aviso, ella es así de impulsiva y melodramática casi siempre.
— ¡Oye! —Nora se queja.
—Cambio de planes, vístete que iremos a una fiesta...
■■■
No hay donde aparcar el coche, el lugar está repleto, sin embargo logramos hallar uno no sé si llamarlo buena suerte o todo lo contrario. — ¡Ahí hay uno! —le decimos a Bárbara.
La rubia aparca en cuanto se percata del que le dijimos antes descendemos del auto y comenzamos a movernos entre el mar de gente, una vez que llegamos a la entrada de la fiesta tomo aire y siento la mano de mi mejor amiga apretando la mía en señal de apoyo.
Entramos y tomamos la decisión de disfrutar la fiesta mientras llega el momento, si es que llega. Las horas se han pasado volando ya ni recuerdo a que vine, mis amigas y yo estamos bailando y varios chicos se nos han unido por el ambiente que hemos le hemos puesto a la puesto.
Pero la sed me está matando así que les aviso a mis amigas que iré por algo de beber y que estaré aquí en un momento, tomo un vaso de refresco y me siento en una de las mesas para beberlo despacio, mientras lo hago inspeccionó el lugar y los veo.
Ahí están y vienen hacia acá.
Joshua, Taylor y Arielle caminan hacia mí y empiezo a sudar frio, no debí separarme de mis amigas.
Ahora estoy sola.
—Aquí estas, te estábamos buscando — dice el responsable de qie estemos aquí, hace una pausa y alza una ceja al ver las caras largas de sus acompañantes— Bueno yo lo hacía —expresa Joshua deteniendo la mirada en su hermano—. Y Tay esta es una parte de la sorpresa ¿sorprendido? —le pregunta con una sonrisa burlona. Taylor permanece callado. —Lo está —se contesta a sí mismo.
Taylor esta inmóvil mirándome, está claro que no esperaba verme aquí seguro que ni enterado estaba de mi presencia. —Creo que aquí no vamos a poder hablar...—agrega el mayor de los Hamilton— Cara síguenos —me ordena y los tres seguimos sus pasos.
— ¿Qué carajo haces? —Oigo los susurros de Arielle.
Mi corazón está bombeando sangre demasiado rápido, ojala no me infarte antes de saber la verdad, seria catastrófico.
—Voy a hacer algo que ni siquiera tú te imaginas —le contesta a la morena deteniéndose en una habitación vacía con piso de madera, que no había visto antes. —Entren —ordena abriendo la puerta.
A mí me lo pide susurrando un por favor, está siendo tan amable conmigo como no lo es con todos los demás, dentro del cuarto están Bastián y Benny cada vez entiendo menos. Joshua cierra la puerta detrás de sí y se sienta en el piso con las piernas cruzadas.
— ¿Trajiste lo que te pedí? —le preguntó a Benny él asiente entregandole una botella vacía, con gesto intimidado su presencia— Gracias, ahora siéntense alrededor.
— ¿Qué mierda tramas? —Le escupe Taylor aun de pie, iintento hacer el menor contacto de miradas con él, ya que lo he descubierto buscándome la mirada en más de una ocasión durante nuestro trayecto hasta este lugar.
—Siéntate y lo descubrirás —dice mirándolo, Taylor lo obedece a regañadientes y lo que sea que está en su cabeza empieza a echarse a andar.
—Vamos a jugar verdad o reto, pero les advierto la sinceridad es la regla principal, si no lo hacen cada uno sabe lo que va a suceder —argumenta mirando a cada uno de los chicos al rededor como si los tuviera amenazados con algo muy fuerte.
—Esto es una estupidez —Taylor camina a la puerta pero duda en salir de la habitación.
—Vamos hermanito será divertido, eres el más interesado en quedarte aquí y lo sabes —el moreno da la vuelta y regresa para sentarse. —Asi me gusta. — expone Joshua satisfecho al verlo regresar.
—Inicio yo, empecemos con la diversión —pide y gira la botella en el suelo la botella apunta a Arielle. —Arielle querida ¿verdad o reto? —indaga cual niño disfrutando de un juguete nuevo.
—Esto es estúpido... —Joshua se inclina hacia delante mirándola con la advertencia vagando en sus ojos— ¿Verdad o reto? —Repite despacio.
—Verdad —susurra temerosa.
—Encantador, aquí va una fácil —Arielle lo fulmina con la mirada— ¿Es verdad que enamoraste a Denis para que pagará por haber dejado a Kimberly por ser como tú? Ósea una puta —la pregunta me deja sin aire.
¿Que?
—Es verdad... —contesta evitando mi mirada, siento un golpe en el pecho.
Es una...
—Ojalá Denis estuviera aquí para que pudiera escuchar lo perra que eres —la acusa Joshua, Arielle cierra los ojos como si realmente le importara— Bien, ahora es turno de Bastián...
—Pero así no es como se juega —protesta el chico.
—Es mi juego, yo pongo las reglas. Es tu turno —demanda y al chico no le queda otra más que obedecer, la botella gira sobre su eje poniendo tenso el ambiente, todavía no me recupero de lo de hace rato y no tengo idea de lo que vaya a ocurrir a continuación.
La botella apunta a Taylor, lo miro por el rabillo del ojo.
—T-Tay ¿Verdad o reto? —le pregunta Bastián con dificultad, Taylor me mira y sin dejar de hacerlo responde.
—Verdad.
—Es verdad que... ¿Apostaste un auto si la chica "sosa" Cara se enamoraba de ti? —indaga con pesar a su amigo.
Otro golpe, uno tan fuerte que luche para no llevarme la mano al pecho.
Se la respuesta, pero no quiero oírlo decirla sin embargo lo escucho.
—Si... pero —suelto un jadeo porque siento como si me rasgaran por dentro.
—Suficiente, sigue Benny —Joshua corta la excusa de Taylor cosa que se lo agradezco. No quiero escucharlo, no quiero que hable.
La botella apunta de nuevo a Arielle.
—Arielle ¿Verdad o reto? —Benny pregunta.
—Reto —elige.
—Te reto a que le confieses a Cara que Taylor le fue infiel contigo.
Esto no está sucediendo, debo estar en una pesadilla.
Una pesadilla muy cruel.
—Mientras Taylor estaba contigo, él te engaño conmigo por 8 meses —me cuenta la morena, las lágrimas salen sin que pueda detenerlas.
—Ya paren esto — le ruega Taylor a su hermano.
— ¿Quieres que pare? —lo enfrenta Joshua— Entonces dile ¿Quién provoco que Denis matara a su hermano?
—Joshua... —suplica Taylor.
— ¡Díselo con un Demonio! —Le exige Joshua.
Taylor me mira a los ojos, todos son testigos de cómo su estúpido juego me hacía pedazos y se compadecían de la pobre tonta que fui.
—Fui yo... yo subí a Denis al auto, en el asiento del conductor cuando ni siquiera podía caminar. Soy el responsable de la muerte de tu hermano — confiesa con voz lastimera.
Y entonces mi corazón se destrozó frente a todos.
Frente a él.
Nota de la Autora:¡SORPRESA! Me encanta sorprenderlos ¿ya ven? Esque por dios estos capítulos han causado que hasta los lectores fantasma que me leen se animen a comentar y me emociono tanto por leer todo lo que ponen que dije un capitulo sorpresa para mis bebes. Ademas tenemos que festejar los 17 K ustedes si que me alegran la vida hace poquito apenas eramos 16 la familia crece y estoy tan orgullosa de ustedes por como ayudan a que la historia crezca y crezca GRACIAS y tambien gracias a los que le dan me gusta a la pagina de Facebook de EscritoraInmortal Ya nos hemos puesto a platicar algunos DARALOVERS y yo me encanta la cercanía que hemos logrado tener y que el cariño es mutuo de verdad no me cansare de decir que los amo
Capitulo Dedicado a: LuciaSilvaContreras
Hermosa muchisimas gracias por leerme y comentar ademas de votar cada capitulo te adoro un pedacito de mi corazon es tuyo
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