Cara 33
— ¿Te enamoraste de mi hermano? —es la séptima vez que se lo pregunto a Ginger, se puso colorada de la vergüenza por culpa de mi insistencia.
—Sí y-yo, yo te juro que no lo tenía previsto... P-Por eso quería hablar a solas contigo.
— ¡Es excelente! —declaro emocionada, los ojos de Ginger muestran alivio, como si hubiera pasado con esfuerzos el primer filtro para llegar a Denis. La hermana sobre protectora, supongo que debió enterarse de lo que le hice a la maldita de Arielle.
— ¿T-te parece bien? —tartamudea estudiando mis facciones en busca de un gesto contrariado, le sonrió con el fin tranquilizar sus nervios.
—Por supuesto que sí, ¿se lo has dicho ya? —indago curiosa.
El rostro de Ginger se llena de terror tras mi pregunta.
—No...él no puede fijarse en mi —entrecierro los ojos debido a las dudas que le provoca ese tema, no me agrada que piense que no podrían fijarse en ella y más que crea que Denis es ese tipo de engreídos.
—A él no le importa que tan bien te veas físicamente, no desde su mala experiencia con una chica como las que tú crees que le atraen. —
—Arielle... —pronuncia el nombre con el repudio bien marcado en su voz.
—Si esa misma, yo estoy convencida de que él también siente algo por ti, solo es cuestión que hagamos que lo acepte —le guiño juguetona.apunto muy segura de lo que digo.
Ginger me sonríe y dice: — ¿Me ayudaras?
—Por supuesto que lo voy a hare — le respondo con entusiasmo, sin esperarlo unas manos cálidas me atraen hacia un cuerpo rodeándome por la cintura.
—Aquí estas escurridiza —me susurra Taylor al oído besando mi mejilla, no logro entender porque actúa como si nada hubiera pasado, pero tampoco pienso arruinarle el buen humor que parece traer consigo ahora. —Hola Ginger ¿qué le estas aconsejando a mi novia? —Ginger baja la mirada apenada, he notado lo intimidante que resulta mi novio para muchas personas.
Primero Marcelo.
Y luego Ginger.
La verdadera pregunta es ¿Por qué?
—Me está contratando como cupido, yo la voy a aconsejar a ella —le relato con seguridad, aunque no sé cómo salga esto espero que salga bien.
—Pues con más razón, ten cuidado te podría aconsejar que roben un banco o algo terrible —le advierte a la chica con seriedad.
— ¡Taylor! —Me quejo y ambos se ríen de mí, me da la vuelta hacia él y sonríe al verme de mal genio por su culpa.
—Vale ya enojona te veré a la salida, tengo una sorpresa para ti.
— ¿Una sorpresa? —le pregunto con la emoción implícita en mi voz.
—Si —contesta y me aparta un mechón de cabello.
—Pero he venido con Denis esta mañana — le comunico, cruzando los dedos para que no me armara una escena delante de Ginger.
No tiene que hacerle saber que no soporta verme tan unida a él. Lo veo esmerarse demasiado para maquillar su enfado y le agradezco con la mirada por ello.
—Yo le avisare que vendrás conmigo —dice y le doy un beso como recompensa por haberse controlado, ese gesto mío roba una sonrisa de su parte, es el acto del que me siento orgullosa. Ya que Taylor es un hombre de pocas sonrisas y el que yo le robe unas cuantas me hace feliz.
—Gracias amor —el pelinegro pega sus labios a los míos buscando que los abra para él, pero no lo dejo.
Ginger está aquí y sé lo embarazoso que resultan este tipo de escenas cuando tú no tienes acompañante, gracias a ello el chico suelta un quejido frustrado. —Te veo más tarde —lo despido y se retira a sus clases.
Me giro sobre mis talones y le sonreí en disculpas a la joven que antes atendía.
—Entonces... quedamos en que te ayudaré a conquistarlo, manos a la obra. —espeto con una mirada cómplice y lista para el plan.
—Bien — la chica me sonreí complacida.
◘◘◘
Las horas pasaron a toda prisa y cuando menos lo pensé ya estoy en la última clase del lunes, la señora Wilson nos recuerda que esta es nuestra última semana de clases antes de las vacaciones de invierno y nos exhorta a terminar con los trabajos finales, de pronto mi teléfono vibra por un texto de Taylor diciendo que Denis ya estaba enterado de que me iria con él.
El timbre resuena dando por terminadas las clases de hoy y voy por los pasillos con ganas de llegar a casa y darme una ducha para quitarme este cansancio que traigo encima.
Caminando por los pasillos me encuentro a Louis que me sigue hasta el estacionamiento. —A Nora le encantó conocerte dijo que le encantaría que nos reuniéramos de nuevo sin tanta gente alrededor. —me cuenta con ilusión.
—Espero que no se haya molestado porque desaparecí de la nada —le digo avergonzada.
—No lo hizo —me asegura con su típica amabilidad acogedora.
Pero puedo percibir la duda en él, entonces le cuento lo que ocurrió en la fiesta esa noche. Louis siempre me ha inspirado la confianza para contarle las cosas es demasiado empático, nuestro grupo de amigos no me dejara mentir.
A todos nos pasa, él es el quien nos da un poco de cordura cuando perdemos el control.
—Ahora sé porque tardabas tanto en venir —dice Taylor llegando sin que lo notemos.
—Fue mi culpa yo la distraje. —le explica el castaño estudindolo con detenimiento.
—No tengo problema con eso amigo, tú si me agradas desde siempre — arguye despreocupado, su broma a mi no me pareció graciosa.
Le dije adiós a Louis con un abrazo y subo al auto, Taylor hace lo mismo y arrancamos en el coche, la primera parada fue en mi casa, al llegar mi madre y Elissa nos recibieron.
—Señora Williams —saluda Taylor y mi mamá le sonríe con educación, no discute como lo hizo ayer con Denis para que le llamará Elena, la miro extrañada por su comentario, pero a ella parece no importarle.
— Pasa Taylor —dice mi madre y él se dispersa por la sala de estar.obediente, se sienta en el sofá, mi hermana toma asiento del otro lado callada, el ambiente por lo que opte por eliminar el silencio diciendo:
—Iré a darme una ducha —Taylor me mira y agrega.
—Ponte algo cómodo y elástico —me anuncia dejándome intrigada.
—Yo iré por galletas — argumenta mi madre yéndose a la cocina.
—Le llamaré a Mati — suelta Elissa sacando su móvil, Taylor la mira inquieto.
— ¿Matías Preston sale contigo? — mi novio le pregunta a mi hermana, ella fija su vista en el chico para luego contestar.
—Sí, es que los Preston tienen un no sé qué, que te hacen adicta a ellos ¿no es cierto Car? —Desvía sus ojos a mí, yo le dedico una mirada furibunda.
No sé de dónde saco la aversión hacia el pobre muchacho que me ruega en silencio que me apresuré, asi que lo hago y en menos de veinte minutos estoy con ellos. Con unas mayas negras de licra, una blusa con estampado de mariposas azules y mis inseparables converse.
—Ya estoy lista —les aviso y mi novio se levanta de un salto.
—Vámonos ya, luego nos alcanzará la noche —nos despedimos de las dos mujeres de la casa, emprendiendo el camino a nuestro destino.
Dos horas después salimos del auto, caminamos por un rato y dos hombres de unos cincuenta y tantos vestidos como exploradores del parque jurásico aguardaban por nosotros.
Taylor los saluda con un movimiento de mano.
—Joven Hamilton, ya daba por hecho que había desistido —dice uno de ellos con una sonrisa amarillenta, el otro va tras él con dos arneses en las manos me rasco la cabeza dudativa sin entender nada en absoluto.
—Yo nunca desisto. —expresa un tanto arrogante, los hombres se acercan a nosotros.
— ¿Con quién empezamos? —pregunta el hombre con los arneses en ambas manos.
—Con ella —Taylor me señala y el tipo me pide que me acerqué y comienza a colocarme las cintas en mi cuerpo apretándolas para que queden justas.
— ¿Disculpe dónde estamos y porque me está poniendo esto? —El sujeto me mira mientras aprieta la cinta de mis piernas.
—Van a escalar una montaña señorita —resuelve con tranquilidad, en ese momento la mandíbula se me desencaja.
— ¿Una montaña? —Repito incrédula, mi mente empieza a trabajar a un ritmo inhóspito, enseñandóme las posibles muertes que puedo tener en una montaña: mi pie puede pisar mal una piedra y caer, el arnés puede soltarse y caer desde quien sabe cuántos metros, no tomarme bien y caer.
Respirar y caer, no respirar lo suficiente y caer.
Santa madre de los casi muertos, por favor ayúdame.
—Cara es aquí ¿me oyes? —me llamo el hombre que me trajo a morir, sacudo la cabeza dándome cuenta de que no estaba en la realidad.
— ¿Qué? — inquiero desorientada mientras Taylor me señala la parte más alta de una montaña. No sé cómo hice para seguirlos hasta aquí en el estado en el que me encuentro, escaneo la altura de la montaña y me dan náuseas solo de verlo.
—Amo hacer esto —dice emocionado.
—Y yo amo vivir —susurro para no herir sus sentimientos.
Sí que ama hacer este tipo de actividades extremas, lleva más de la mitad del camino siempre con una sonrisa en la cara, en cambio yo deseo con todo mi ser que aparezca un helicóptero y me auxilie. No voy tan lejos de él, pero no soy tan ágil como quisiera.
Tengo que ejercitarme más, para mi es la gloria cuando tocamos tierra firme.
— ¡Al fin! —grito feliz dejándome caer al pasto que decoraba la cima.
— ¿Qué tal te ha parecido escalar hasta acá? —me pregunta muy emocionado.
—Me ha hecho valorar más mi vida —respondo acostada todavía en el pasto.
Taylor se ríe con ganas y me ayuda a ponerme de pie, el cielo se ha tornado de un color naranja y unas nubes hacen que la visión de este paisaje sea exquisita, el chico me guía a una especie de mirador con una vista es mucho más hermosa que la anterior.
Se siente como si estuvieses a solo unos cuantos metros de poder tocar el cielo.
—Me encanta esto, es asombroso amor —digo sin mirarlo, sé que en este momento sonríe satisfecho.
—Aquí vengo desde que tengo uso de razón para despejar la mente o tomar una decisión importante, nadie sabe de este lugar solo yo y ahora tú, quiero compartir contigo cada secreto que guardo Cara. No sé qué es lo que me has hecho pero quiero, necesito una vida junto a ti —lo observo atónita, cada frase que sale de su boca me enternece y no puedo hacer más que besarlo.
Besarlo a más no poder.
Estamos en un beso tan apasionado hasta que el remordimiento me recordó que le debía una disculpa por lo de anoche.
—Tay yo, necesito que me perdones por lo de anoche, es que yo... —el sonido de mi voz suena quebradizo, él vuelve a besarme.
—Shhh —dice entre mis labios— El que debe disculparse aquí soy yo, no debí enojarme por tonterías, no quiero discutir contigo porque no quiero perderte —sin duda me hace amarlo cada día más.
Al volver convencí a mi novio con una gran dosis de besos que me dejara en el parque, necesito estirar las piernas para que dejen de hormiguearme por el arduo ejercicio que realice hoy.
En el transcurso de mi largo andar me topé con la verde y enojada mirada de mi mejor amigo.
—Hola Denis —le digo sonriente.
— ¿Hola? ¿Todavía tienes el descaro de saludarme luego de todo lo que hiciste? —me reclama con un tono que no usa más que cuando está muy enfadado.
Lo que me confunde totalmente porque no recuerdo haberle hecho nada.
— ¿De qué hablas? —investigo más aturdida cada segundo, si sus ojos hablaran me dirían una cantidad enorme de palabrotas.
Trato de mantener la calma, no pienso seguirle el juego y discutir.
—No te hagas la que no sabe Cara —Eleva la voz.
—Es que no sé de qué estás hablando — trato de comunicarle, ahora si estoy muy confundida por su por su ira sin sentido.
—Ah ¿no sabes? Te refrescare la memoria entonces, primero me dejas como un estúpido esperándote para llevarte a casa y me dicen que te has largado con tu estúpido novio. — refuta sin quitarme su mirada enfadada de encima.
— ¿Que? —arrugo el entrecejo.
Pero él me dijo que se había encargado de avisarle.
—Denis, yo le dije a Taylor que... — el rizado interrumpe mi explicación con tono furibundo.
— ¿Cuándo carajos ibas a decirme que te vas a casar con él? —farfulla con tono herido en la voz, de pronto el alma se me cae a los pies.
— ¿Quién te lo dijo? —le pregunto exaltada,
El muchacho ladea la cabeza un poco. — ¿Tú quién crees? ¡El mismísimo Taylor en persona! —me grita con reproche, y temo llamar la atención de otros vecinos o peor aún, la de mamá.
Así que decido que ya es suficiente.
—No me grites Denis, si no te lo dije fue para evitar esto precisamente, y déjame decirte que tú no tienes derecho de decirme con quien debo casarme o no —le digo con firmeza y me dispongo a alejarme, pero me jala de regreso a donde estaba.
—Sí, sí que tengo derecho porque tu no lo amas a él —escupe dejándome anonadada, una vez que me recupero del impacto de sus palabras me atrevo a enfrentarlo con la misma fuerza que el a mi.
—Y si no lo amo a él ¿entonces a quien sí? —refuto y ahora es su gesto el que me dice que lo ha invadido la sorpresa de mi ataque, ambos nos miramos a los ojos retándonos mutuamente.
Denis termina por rendirse al ver que no sería yo la que bajara la mirada expulsando el aire que retenía.
— ¿Sabes qué? No sé por qué gasto mi tiempo, igual ¿quién mierda soy yo para decirte lo que debes hacer? Si siempre haces lo contrario de lo que te dicen que hagas. —dice soltando un poco de aire como si estuviese rindiéndose de algo. —Lo que me molesta no es que te cases, sino que siempre lo eliges a él y no a mí — me confiesa derrotado, tanto que soy capaz de ver el dolor en sus ojos y me duele, me duele mucho— En cambio tú eres mi primera elección en todo —dicho eso se da media vuelta y se marcha.
Sus palabras me hirieron en lo más profundo porque lo que dijo no fue más que la verdad.
◘◘◘
Por la mañana en la escuela voy en busca de Taylor echa un demonio por haber divulgado falsamente la propuesta de matrimonio que ni siquiera he aceptado a mi amigo lo encontré charlando muy cómodo con dos chicos idénticos.
Cuando estoy tan cerca de él como puedo tiro de su camisa con brusquedad cortándole el contacto con sus colegas quienes me miran como si estuviera loca. — ¿Me puedes explicar porque carajo fuiste a soltarle a Denis que iba a casarme contigo? —exijo saber llena de rabia sin darle tiempo de inventar pretextos.
Pues sabe que no me los creeré, menos cuando estoy así de enojada, mis ojos eran como dos pistolas listas para tirar del gatillo y los de Taylor los de una víctima sin salida preparado para enfrentar su cruel destino.
Nota de la Autora: Hola bebitas hoy es viernes de capitulo, después de que el anterior casi me siento asesinada es mas ya me iba a poner a rezar por mi vida y la de la historia . Todavía recuerdo la amenaza si se casan ya no te leeré nunca mas, nunca mas (eco dramático) Me dejaron traumada mi vida ya no es igual desde que leei eso Jajajaja las amo mil gracias por leerme aunque les provoco mucha desesperación rabia y mucho mas los amo y los amare por siempre.
Capitulo dedicado a : CaroRamirezJara
Ya te tocaba no creas que no me leo todo lo que pones bebe muchas gracias por votar y comentar en esta historia no imaginas lo agradecida que estoy por eso te adoro nena
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