Me despedí de todos en la fiesta dejando para el final a mi saltamontes, quien viene a mí con la boca embarrada de pastel abrazándome con fuerza.

—Quédate a vivir aquí Car —me pide con los ojitos más tiernos que nunca vi en mi vida.

—No lo creo mi amor, no tendría donde dormir —le explico, Allen se pone a pensar en una solución al problema.

—Puedes dormir con Denis, su cama es muy grande. — resuelve sin más. — ¿Verdad  que si Denis? —Le pregunta a su hermano, él se hallaba con los brazos cruzados mirando la escena.

—Ronca mucho, no me dejaría pegar ojo, mejor que no — le dice al pequeño, lo asesino con  la mirada y se burla de mí riéndose.

—Al menos yo no hablo por las noches. —bramo.

—Eso es porque no te has oído, Denis bésame, oh por favor bésame —dice imitando mi voz, abro la boca para darle una réplica pero no me sale nada.

—Eso...eso no es cierto —respondo.

¿Cómo sabes si no es así? Dormiste una vez con él ¿Recuerdas?

Mi mente se encarga de hacer presentes esos momentos y la  inoportuna vocecita de mi cabeza lo recuerda muy bien, asi es como la duda se clava en mi cerebro.

—No le mientas así a tu hermano —lo acuso y el pequeño cumpleañero rompe a carcajadas.

Ambos lo observamos y él nos dice:

—Sus peleas son siempre tan divertidas.

Denis y yo nos reímos con él, Rene niega con la cabeza.

— ¿Cuándo será el día que no estén peleando ustedes dos? —se pregunta así mismo.

—Creo que hasta que estén tres metros bajo tierra —le responde Matías y todos estallamos en risas de nuevo.

—Aun así en el infierno encontraremos la forma de mantener esta bonita relación, habrá Wifi por ahí ¿no? —Todos niegan ante las palabras de Denis, soy la única que le sonríe.

Allen me da un beso y me voy a la entrada escoltada por los tres Preston mayores.

—Gracias por haber venido Cara, Denis y Allen hubiesen estado miserables sin ti —me agradece el mayor de ellos apretándome en un abrazo.

Denis respinga ante lo que su hermano ha dicho.

—Si le hiciste el día a ese travieso cuñada —dice Matías con una sonrisa— Por lo de cuñada estoy hablando de Denis —bromea y Rene se suelta riendo a carcajadas, Denis los fulmina con la mirada a los dos.

—Gracias por acabarte el pastel y los dulces, no tengo nada que cenar por tu culpa —escupe el ojiverde.

Le doy un leve empujón y sus hermanos lo reprenden.

Me cruzo a casa y veo la hora, son las 7:30 aún tengo tiempo para arreglarme antes  de que Taylor pase a buscarme, hoy conoceré a sus padres, los nervios renacen en mí de solo ser consciente de ello.

Entro a casa y se percibe tanta paz, sin mi padre aquí todo es muy pacífico, se ha ido de viaje de negocios por dos semanas, mi madre y hermana están sentadas en el sofá viendo la televisión y comiendo fruta picada.

—Estoy aquí —anuncio como si no fuera obvio.

Mamá gira sobre su eje para verme bien.

— ¿Qué tal te fue cielo? —curiosea intentando no parecer interesada, pero sé que lo está.

—Me fue muy bien, estuvo divertido todo —les cuento a las dos todo lo que hice.

Las dos están entretenidas con mi plática que se olvidan e lo que veian por un momento.

—Si ya veo que te divertiste mucho —comenta Elissa analizando mi atuendo  sucio por el lodo.

— ¿Y Mati? ¿Cómo estaba? Malditos exámenes se me juntaron en una misma semana —bufa desanimada.

—Él está bien un total aburrido sin ti  duende —sus ojos emiten una luz radiante al escuchar eso.

— ¡Ay mi amor! Cuanto lo extraño —chilla— ¡Ah, por poco lo olvido! Taylor llamo dijo que en hora y media pasará a recogerte.

Dicho esto subí a mi recamara a darme un baño y a sacar el vestido que  compre desde que supe de este día.

Salí con un pantaloncillo corto de pijama y una camiseta de las panteras, para no ensuciar mi atuendo. Seque mi cabellera para hacerme un moño y así  portarlo con  elegancia, me maquille sorprendiéndome del trabajo que conseguí en mi rostro.

Me encanta como me ha quedado, me pongo el vestido, es color blanco con un bonito escote circular en la espalda y entallado de las caderas, me calzó los tacones negros que hacen juego con todo esto.

— ¡Madre mía pero que hermosa te ves! —Exclama la pequeña duende escurridiza que tengo como hermana desde la entrada de mi habitación con las manos en la boca y los ojos bien abiertos.

Admirando el precioso vestido.

—Déjame verte bien —dice dando pasos largos hacia mí— Dios mío, estas como de portada, aunque falta algo —añade y va a mi alhajero polvoriento, es muy rara la ocasión en la que asisto a un evento tan formal. —Aquí está —dice volviendo a mí.

Me siento a la orilla de la cama para que pueda ayudarme a abrochar la gargantilla dorada.

—Si Taylor no se desmaya al ver tanta belleza, seguramente es porque duda de su sexualidad —argumenta la castaña, ambas nos carcajeamos y miro mi reflejo un par de segundos perdiéndome por un breve lapso de tiempo en mis pensamientos.

— ¿Y si te pide vivir juntos? —las palabras de Bárbara se repiten en mi mente.

¿Taylor se atrevería a hacer algo así?

Si eso fuera así ¿Cuál sería mi respuesta?

Yo más bien creo que debería dejar de ser tan ilusa, Taylor no fue de esos que  duermen y conviven con una misma chica día a día ¿Porque cambiaría de opinión ahora?

La voz cruda y racional de mi cabeza me baja de mi fantasía de un solo golpe.

—Vas a contarme con lujo de detalle, cuando estés de regreso ¿está bien? —la pregunta de mi hermana me trae de mi ensimismamiento.

—Perdón... ¿Qué dijiste? —Elissa rueda los ojos.

—A veces es difícil tenerte en la tierra cuando se trata de Taylor, para mí sinceramente y sin discriminar tu relación con Tay. Haces mejor pareja con Denis, es más para ti — el decreto de la joven puberta me descoloca enseguida.

—Haré como que no dijiste esa barbaridad —musito.

— ¿Qué, porque no? —Se encoje de hombros, de pronto la habitación parece haberse reducido dándome un calor de infierno.

— ¿C-como me preguntas eso? Pues porque amo a Taylor y porque, porque...es como si fuera mi hermano —balbucea nerviosa de repente, camino a otro lado lejos de sus ojos analíticos.

—No te pongas loca, solo es una opción.

—No hagas opiniones absurdas, Denis y yo ni en un millón de años estaríamos juntos de ninguna manera —un golpe en la puerta deja inconcluso el ataque de Elissa.

—Hija, Taylor está en la sala aguardando por ti —anuncia mi progenitora.

Mamá hace que modele el vestido frente a ella antes de bajar.

Luego de miles de instrucciones de parte de mamá y de esa vergonzosa insinuación de protegernos si hay sexo delante de mí novio nos marchamos a casa de sus padres.

—Perdona a mi madre a veces no sabe cuándo es apropiado dar ese tipo de pláticas —le digo mientras caminamos a su auto.

—La entiendo yo también haría lo que hizo, si se tratara de cuidar a una mujer tan hermosa como tú —toma mi mano y me gira hacia él para besarme con tanta vehemencia y pasión de la que no había sido testigo jamás. —Te amo, me haces el hombre más feliz —una sensación de orgullo se expande en mi interior.

—Yo también te amo, no tienes idea de cuánto —le hablo con total honestidad que me asusta.

Está tan especialmente guapo con ese traje negro que quiero volver a probar sus labios, avanzamos por un sendero lleno de arbustos, en el fondo de este sendero yace una enorme casa que me transporta a Orlando y al castillo de Disney.

—Es... precioso —susurro mirando desde la ventana maravillada.

Aparca el auto y bajamos de este para encaminarnos dentro de la enorme casa, no puedo negar que me intimida.

— ¿Y si no le caigo bien a tu madre? —Pregunto con más timidez de la que me hubiera gustado mostrar.

Él me mira con ternura y toma mis mejillas en sus manos.

—Ella ya te ama cariño y eso que aún no sabe lo increíble que eres —besa mi frente sosegando mis nervios. Acto seguido toca el timbre y la puerta es atendida por un hombre medio calvo vistiendo un elegante suéter de botones con una pajarita.

—Buenas noches Joven Taylor, su familia los esperan en el comedor principal, bienvenida señorita —dice haciendo una pequeña reverencia.

Le sonrió amablemente entrando a lo que imagino es la sala de estar, esto es tres veces más grande que mi casa.

—Gracias George —dice Taylor con sequedad.

—Es por aquí —nos indica George, el tamaño de este lugar es inmenso.

Parece más un museo que casa, sus paredes blancas son adornadas por pinturas de sitios hermosos, uno de esos cuadros lleva el nombre de Stella Hamilton, Stella seguro es su madre.

— ¡Tay, estas aquí! —chilla una voz dulce y despego los ojos de los cuadros para no parecer torpe.

Una joven de baja estatura, tez blanca, cabello obscuro corto y ojos castaños; corre a los brazos de Taylor con un vestido rojo de estraple, luce como una muñeca.

—Hola cariño —dice Taylor respondiendo a su abrazo con cariño.

—Tardaste una eternidad ¿Invitaste a Bastián? —le pregunta la chica, mi novio pone mala cara a la pregunta.

—No, no lo invite, ni lo invitaré contigo siendo una acosadora —la muchacha hace un puchero mostrándose decepcionada.

George estaba detrás de nosotros con la misma incomodidad que yo de ser parte de un momento íntimo, le susurra algo a mi novio y se pierde en la gran mansión.

—Tú debes ser la chica de la que  mi hermano habla tanto ¿verdad? —me pregunta la que ahora sé que es mi cuñada.

—Depende, si la chica de la que tu hermano habla es tan simpática y una adicta a la lectura, entonces si —bromeo y río bajito.

Ella también ríe.

—Pues te llama ratón de biblioteca.

—Ay qué lindo Taylor te habla de mí como si fuera animal —lo  fulmino con la  mirada y él me sonríe apenado.

—La verdad pensaba que mi hermano era gay —confiesa sin miramientos y yo trago un poco de saliva— Nunca trajo una chica a casa, supe que eras algo serio cuando me hizo venir desde Londres para la cena de hoy, déjame que te diga que eres más bonita de lo él decía. Mucho más que la última perra que le conocí —se sincera y yo me vuelvo a ver a mi novio.

Nunca me ha platicado sobre sus ex novias, aunque yo tampoco he preguntado y quizá sea mejor así.

Por el bien de los dos.

— ¡Diana cierra el pico! —Demanda Taylor cansado.

Pero ya es demasiado tarde, solo intentaba sonar madura con respecto al tema, la duda ya estaba picándome las entrañas ¿Ultima perra? ¿Tan terrible fue  su última relación para que su hermana se expresará así de la chica?

—Por cierto mi nombre es Diana —me ofrece la mano y yo la estrecho enseguida.

—Mucho gusto —digo con alegría.

—Diana ¿porque no vas a ver si ya está lista la cena? George me aviso que se retrasó un poco —Diana asiente obediente a la petición de su hermano.

Baja la cabeza al ver que su hermano se ha molestado con ella al revelar algo  de lo que Taylor no quería que supiera.

—Tu hermana es un amor —digo admirando los cuadros frente a mí.

—Aunque algo indiscreta, pero es una buena chica —acepta.

— ¿A qué perra se refería? —Salta mi curiosidad antes de que pudiera detenerla.

—A... ninguna en especial, cuando tienes una hermana consentida automáticamente todas las chicas que se acerquen a mí son perras —mi mirada se encuentra con la suya y se encoge de hombros dando por finalizada su explicación.

Asiento, porque suena coherente y la plática que tuve con Elissa sobre queriendo a Denis siendo mi pareja en lugar de Taylor, me hace sentir que debería dejar las cosas como están.

Algo me dice que Taylor no se tomaría la opinión de mi hermana como una broma.

—Los cuadros son preciosos —vuelvo la mirada a la pintura de un tumulto de mariposas azules que me ha encantado desde que lo vi.

—Mi madre es pintora las exhibe en Joy Full —me explica orgulloso de dar a conoce el trabajo de su madre.

◘◘◘

—Cómetelo Cara, traga y ya —me animo desde mis adentros para comer sin vomitar el pollo a la naranja que prepararon con tanto esmero.

Debí haberle comentado que le tengo un odio excesivo al pollo porque soy alérgica a él, pero como no lo hice tendré que soportar las consecuencias que sé que vendrán después.

—Y... ¿Que estás estudiando? —Cuestiona la señora Hamilton tan linda como  su hija.

— Es ratón de biblioteca mamá —se mofa Joshua.

— ¡Joshua! —Su madre lo riñe.

—Es literatura —le cuento ignorando a su hijo.

Ignorarlo es lo que todos deberían hacer con él.

—Creí que serias abogada como tu padre —interviene el patriarca de la familia.

—Uhm, no se me da eso de seguir las leyes, yo más bien las rompo —se me sale decir.

Y lo mejor que se me ocurre para tapar mi comentario estúpido es meterme un bocado de comida para cerrar la  boca.

—Yo más bien las rompo ¡Estúpida, es policía! —Me abofeteó mentalmente.

Taylor se levanta de su asiento y toca la copa de vino con un tenedor para llamar la atención de todos.

—Bueno la razón por la que reuní aquí a toda la familia —respira hondo y sonríe para sí mismo— Fue porque quería que conocieran a esta maravillosa mujer y también que fueran testigo de esto que haré ahora...

—Una tontería seguramente —recalca Joshua llevándose la copa de vino a sus labios.

Encajarle el tenedor que tengo a mi derecha me resulta tentador pero por desgracia no podría salir corriendo porque primero: aquí hay un policía y segundo no recuerdo donde está la salida.

Taylor se dirige a mí y me ofrece su mano para ponerme de pie.

—Cara Williams, no había encontrado nunca  a alguien que pudiera amarme tan fielmente a pesar de mis miles de defectos y no creo encontrarla si te dejo ir, es por eso que quiero pedirte que compartas tu vida conmigo —manifiesta sacando una cajita negra de su saco  colocando una pierna en el piso equilibrándose con la otra.

Los Hamilton se quedan  con la boca abierta por lo que está pasando ante sus ojos y a mí me entran mareos y ganas de devolver todo el pollo que contuve toda la cena.

¿Va a pasar lo que creo que va a pasar?

Oh si, ya está pasando.

Abre la caja y un anillo de compromiso cubre todo mi campo de visión.

— ¿Quieres  casarte conmigo? —me pregunta ilusionado, alcanzo a oír como la copa de Joshua cae al piso, antes de que se me tapen los oídos y expulse por fin el asqueroso pollo.

¿Eso podría tomarse como un no definitivo?

Nota de la Autora: ¡¡Holaaaa amores!! Aqui estoy super feliz porque ya somos 10 kse que siempre festejo cada que subimos el numero de lectores pero esque me emociona que cada vez haya nuevos lectores votando y comentando es muy bonito que nuevas personas se sumen a esta familia que hicimos Gracias infinitas a todos

Capitulo dedicado a:

larrypp

Quiero darte las gracias enormes por cada voto y comentario que le haz dado a esta historia

muchas gracias corazón un pedacito de mi corazon es tuyo.