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Cara 15





Maratón POR TI LO HARÍA 5/7





La llamada misteriosa de Denis porque sé que era él, estoy segura de ello aunque no era su número. Pero no tendrá su mismo número en donde sea que este, aunque no ha dicho ni una palabra algo me dice que no estoy equivocada, me ha dejado sin ganas de ir a ningún sitio.

Me planteo la posibilidad de cancelar a Taylor e inventarle una excusa, pero son casi las 8:00 ya ha de estar llegando aquí; sería grosero de mí parte cancelarlo a última hora después de lo mucho que ha insistido en quedar conmigo y ¿por qué? Si llevo anhelando casi todo un año este día, además mí padre fue el primero en felicitarme cuando le dije que Taylor Hamilton me habia invitado a salir.

Una porque Taylor no es Denis.

Y dos porque creo que el padre de Taylor tiene un puesto importantísimo en la SIA, el trabajo soñado de papá desde toda su vida.

No me siento tan alegre por eso, pues siento que lo estoy utilizando a beneficio de mí padre, aun a pesar de que no sabe nada de mí familia todavía, de mí sabe lo poco que le he contado en las pláticas casuales que hemos tenido.

Por otra parte, me molesta el hecho de que mi padre no acepte mí amistad con Denis y a otros los reciba con los brazos abiertos, decido no pensar en eso y continuó dándome los últimos detalles.

Alació mí melena descontrolada por última vez, me roció de perfume más de lo acostumbrado pues dicen que a los chicos les enloquece el buen aroma en nosotras. Busco en el espejo algún desperfecto en mí reflejo, es la primera vez que me preocupa mí aspecto de esta forma, pero me siento cómoda con lo que veo: pantalones ajustados, blusa turquesa de una sola manga y unas botas color camel.

Si Bárbara me viera vestida así seguramente diría que ahora si estoy lista para que el chico deje un charco de baba de solo verme. Aunque es raro dejar los converse de lado, ya que es como si no fuera yo.

Aun asi me agrada el resultado.

Estando en la sala de estar esperando por Taylor Elisa se encarga de hacerme plática para disipar el nerviosismo, el timbre suena y yo me pongo en pie de un salto, mis padres vienen a recibirlo.

Me sorprende verlos tan unidos en esto, sin discutir.

—Te ves preciosa —dice mi padre.

—Gracias. —le contesto con un atisbo de sonrisa, pues sus halagos hacia mi persona son muy escasos.

Mí cita saluda educadamente a mis padres e intercambia algunas palabras con papá, parece que lo de ellos fue amor a primera vista porque no se acuerdan de mí existencia por un instante, hasta que su mirada se encuentra con la mía y se queda embelesado al igual que yo al verlo en esa chaqueta de cuero café, vaqueros azules, camisa de botones negra y tenis blanco, este chico sí que tiene estilo.

—Estas... de lo más guapa —comenta mientras me recorre con la mirada de pies a cabeza, siento como las mejillas se me incendian, él siempre consigue que reaccione de esta forma.

— Gracias —le digo sonriendo.

— ¿Nos vamos ya? —Me pregunta

—Si.

—Que se diviertan —nos desean mis padres desde la puerta.

Y salimos a buscar su coche, me toma la mano en el camino que es corto para mí mala suerte, quería seguir sosteniéndola por más tiempo. Esta vez no es el mismo coche con el que me había traído a casa aquel día, ahora es un deportivo rojo muy lindo.

Me muero de curiosidad de a donde es que iremos, pero no quiero ser molesta en la primera cita. Me emociona tanto que esto esté pasando. El transcurso del camino a donde sea que vayamos es silencioso, sin música algo que me desespera un poco puesto que no estoy acostumbrada a viajar en silencio.

Mi lado curioso salta a relucir para quitar este silencio que me mata de aburrimiento.

— ¿No te gusta la música? —Él me observa un poco y sonríe de lado.

—Sí, pero no creo que sea tu tipo de música.

—Si es rock descuida, gracias a Denis es uno de mis géneros favoritos, él lo escucha todo el tiempo —frunce los labios casi mordiéndoselos

—. Me gusta disfrutar del silencio —suelta con cierta brusquedad.

—Oh... — hago una pequeña pausa, no quiero que se de cuenta de mi desconcierto. — está bien. — termino accediendo.

El resto del camino es asi.

En silencio absoluto.

Estaciona el auto y salgo de el enseguida.

— ¿Porque no esperaste a que yo te ayudará a salir? —Me regaña.

—Porque puedo hacerlo por yo misma —su gesto es de reproche, sin embargo lo ignoro tomando su mano.

Por su expresión supe que no esperaba que lo hiciera, pero una sonrisa se escabulle por la comisura de sus labios.

Entramos a un restaurante de comida súper elegante, que hace que me sienta intimidada, nos detenemos en la recepción y Taylor le pide a la señorita que busque la reservación a nombre de Taylor Hamilton, la chica asiente y lo comprueba.

Nos conduce hacia nuestro lugar y nos entrega el menú, le doy una ojeada y me quedo con cara de espanto. Estos platillos tienen nombres que no sabía que existían, ni siquiera que se comieran.

¿Por qué no ponen el nombre en nuestro idioma al menos en letras chiquitas?

Siento la fuerte mirada de Taylor encima de mí, bajo el menú de mí cara avergonzada, y le sonrió de manera traviesa.

— ¿Algún problema con la comida?

—Sí... no, si...— mi cita me mira confundido por mi falta de entendimiento y a mí me hace maldecir por actuar como una tonta delante de él, así que trato de remediarlo hablándole claro. — La verdad es que no sé qué pedir, no conozco ningún platillo ¿no venden hamburguesas o pizza? —levanta una ceja y suelta una carcajada que me hace desear no haber preguntado nada.

— No, aquí no venden eso. A ver déjame ayudarte. —se ofrece y él pide la comida por los dos.

La comida llega minutos después de haberla pedido, se ve delicioso, me preocupa que no tenga un buen sabor.

—Espero te guste — me sonríe con timidez, no espero más y como un bocado, sabe mejor de lo que se ve. Esta cosa es deliciosa.

— ¿Te gusta? —Me pregunta sonriendo debo tener un semblante de lo más chistoso a juzgar por la cara que puso antes de sonreír.

—Se ha vuelto mí comida favorita. —apunto engullendo otro bocado, disfrutando de ese manjar. — ¿Qué es? —indago llena de intriga.

—Es italiana, se llaman ñonquis, es un tipo de pasta —me explica con la soltura de un experto.

Necesito varias docenas de estos en mi vida a diario.

Después de comer platicamos hasta que el restaurante quedo vacío, hubo varios temas en la conversación, excepto temas personales. No he logrado tener mucha información sobre él, dice que hablar de sí mismo es aburrido.

Solo sé que que tiene hermanos, no sé cuántos, ni cómo es que se llaman. Solo que su padre es pieza importante de la SIA y es también comandante de la policía de Hudson.

— ¿Porque no te gusta hablar de tu vida privada?

—Ya te lo dije, es muy aburrido para mí contar mi vida, prefiero saber sobre ti.

—Pero a mí me interesa, y si tienes miedo a que te juzgue. No lo haré —le prometo.

—Señor Hamilton tenemos que cerrar ya —interrumpe un mesero y parece que le alivia que lo hiciera.

—Disculpe, no vi la hora que es —

Se levanta de la silla dejando su tarjeta de crédito y una propina algo elevada.

—Entonces ¿no vas a contarme nada, ni aunque sea un poquito? —Insisto, caminando a su lado.

— ¿Así de preguntona eres siempre?

Me encojo de hombros.

—Algo así, Denis y mis amigos ya están acostumbrados a mis ataques de preguntas.

—Ah...para ser tu mejor amigo hablas mucho sobre él. —dice dejándome sin saber que argumentar poniéndome algo nerviosa sin razón.

No es malo hablar de tu mejor amigo en una cita.

¿O sí?

Claro que es malo tonta.

— B-bueno eso, es lo que pasa cuando pasas mucho tiempo junto a una persona, Denis ha estado conmigo prácticamente toda mi vida —le explico y él lo acepta.

—Menos mal que ahora me conoces a mí —ríe, no sé porque, pero intuyo que a Taylor no le agrada mucho el que Denis y yo seamos tan unidos

Pero... ¿Por qué? ¿Y desde cuándo?

— ¿Hace cuánto que conoces a Denis? —

Mi pregunta lo hace pensar más de lo debido.

—Hace uno o dos años.

Pretendo seguir cuestionando pero al llegar al estacionamiento me freno enseguida al ver el auto de Denis junto al de Taylor, pero no...No puede ser él.

Miro hacia todos lados para encontrarlo.

— ¿Buscas a alguien? —Pregunta Taylor al percatarse de mis movimientos algo desesperados.

—Uhmm...

— ¡Cara! —la voz de Allen me llena los oídos, me giro en su encuentro y veo que está acompañado por sus dos hermanos Matías y Rene quienes apartan la mirada en cuanto me acerco a ellos.

Me coloco de cuclillas y lo abrazo con fuerza.

—Ho-hola —mi voz se quiebra un poco, pero me logro recomponer. — Hola pequeño travieso.

Le aparto el cabello de la cara.

—Te extraño ¿porque no has ido a casa? —Me cuestiona un tanto enfadado.

—Porque... —busco alguna mentira convincente. —Porque he estado muy ocupada.

— ¿Adivina qué? Denis ya... — intenta decirme, sin embargo es interrumpido de inmediato por uno de sus hermanos.

—Allen sube al auto. —interviene Matías, llevándolo al coche sin dejar que me despida de él.

René va alcanzarlos, pero me interpongo en su camino y me paro de pie frente a él.

—Tengo que hablar contigo —intento exigir, pero suena más como una súplica.

Las cosas jamás salen como las tengo planeadas en mi mente.

—Cara... no puedo —me implora él esta vez con la mirada.

— ¿Ha vuelto?

La esperanza embarga mi cuerpo.

—No —susurra y mi ceño se frunce enfurecida.

— ¿Y el auto? —Señalo acusadoramente.

—Ha sido un regalo de mis padres, es igual que el de mi hermano — me explica, pero no me lo trago.

Cierro los ojos sin creer que se atreva a mentirme en la cara.

— ¿Dónde está?

Matías hace sonar el claxon dos veces, apresurándolo.

—Debo irme —le tomo el hombro deteniendo su camino

— Por favor — le suplico una vez más.

Rene inhala algo aire tratando de contenerse.

—Perdón, pero no puedo —se excusa dándome la espalda para marcharse, de nuevo siento como se rompe algo en mi interior.

Bajo la mirada derrotada.

—Vaya, sí que Denis sabe cómo arruinar una amistad —arguye Taylor acercándose a mí para consolarme, quiero defenderlo, pero tiene razón en lo que dice.

Él fue quien me dejó sin darme ninguna explicación cuando se supone que un amigo jamás se aleja de ti, peor aún él no es mi amigo. Es como el hermano que alguna vez tuve. Eso me hace recordar a Adam, lo hecho tanto de menos y ahora no lo tengo ni a él.

Ni a Denis.

Estoy atrapada en sus brazos aun consolándome y no deseo moverme de ahí por lo menos hasta que pase una eternidad.

—Vamos a llevarte a casa —murmura llevandóme al coche, con su brazo alrededor de mi cuello.

Durante el camino de vuelta no digo ni una palabra, Taylor me mira por el rabillo del ojo mientras conduce en silencio.

—No me gusta que estés tan callada. —

Sigo sin hablar, Denis es el tema que me quita las ganas de todo.

De pronto la música nos inunda en el coche.

¿Dónde quedo el chico que le agradaba el silencio? Es un gesto muy bonito viniendo de él.

Le sonrió débilmente.

—Gracias.

—Todo sea por hacerte sonreír, me arriesgaría a todo por eso.

Una pequeña y ligera sonrisa se instala en mi boca, me permite interrogarlo con tal de que siga hablando. No lo abarroto de preguntas, ya que se lo mucho que le cuesta tocar lo personal.

— ¿Cuál es tu hobby favorito?

—Los deportes, en especial el basquetbol.

—Si te gusta el basquetbol ¿porque estas en un equipo de fútbol? —Le pregunto interesada. —Porque ya no había inscripciones, además quería estar con mi hermano.

¿Tiene un hermano en la universidad?

—Llegamos —me anuncia al estacionarse frente a la puerta de mi casa, dejando sin respuesta a mi pregunta.

Baja de su auto junto a mí escoltándome hasta la puerta.

Ojalá que mis padres ya estén en el tren de los sueños, porque de no ser así estaré castigada de por vida por llegar a altas horas de la madrugada. —Bueno, otra vez gracias —le digo de verdad agradecida antes de entrar a casa.

—Espera... —dice sosteniendo mí mano para que no me marchara. — Quiero verte otra vez, sé que es la primera cita que tenemos, pero hace mucho que me muero por hacer algo. — comenta estudiando mi semblante, arrugo el ceño confundida, asi que me aventuro a preguntarle.

— ¿Algo como qué?

El pelinegro da un paso hacia mí encerrando mí cara en sus manos para acercarme a la suya.

De pronto sus labios atrapan los míos sin avisar, me costó un poco moverme al compás de sus movimientos deliciosamente urgentes. Hasta que nuestras lenguas se hallaron en un mismo ritmo.

Taylor alejó una mano de mí rostro, colocándola en mí cintura atrayéndome lo más cerca que puede a su cuerpo. Esto ya no es uno más de mis sueños.

Esto es real está sucediendo aquí y ahora.

Nota de la Autora: Hola aqui esta otro capitulo mas, ¿que les esta pareciendo hasta ahora la historia?¡cuénteme ! Los fanáticos de por ti lo haria se están haciendo notar ya,me han enviado ya fotos  hechos por ellos ( me siento como si la historia ya estuviera publicada XD) El sabado que regrese a la vida se las muestro, si mañana no estaré aquí. Pero no se me espanten que por eso tendrán doble capitulo hoy.

Amenme como los amo yo.

Capitulo dedicado para: EvelinTrinidadBautis

esta hermosa princesa ha votado y comentado cada capitulo y me ha dicho que soy asombrosa todo un encanto como todos mis lectores. ¿ Ya les dije que son fabulosos todos ustedes?. Evelin un pedacito de mi corazon es tuyo

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