Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ꜥꜥֶָ֢🎋ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O3

Ese día no pasó nada interesante, tampoco las tres semanas que siguieron. El Alfa seguía sin llegar. Había enviado un mensaje con otro miembro de la manada, una de las chicas que lo acompañaba había dado a luz, por lo tanto, tardaría más.

Al cabo de algunos días, las pocas cosas de los niños habían encontrado su lugar en las cajoneras de una segunda habitación de la casa. TaeHyung después descubrió que donde había estado durmiendo, era la habitación de JungKook, la cual, también podía decir que era suya.

Dado que solamente habían dos camas en la habitación de los niños, iba a dormir con Seon-Woo, porque los mellizos estaban acostumbrados a dormir juntos y no tenían problema. Pero JungKook había salido con que una forma de ayudarlo podía ser haciéndole compañía por las noches, no lo había dicho en voz alta, pero TaeHyung tenía la certeza de que el lobo mayor se sentía solo.

Vivía alejado de su manada, cosa normal, a veces se dispersaban para cubrir mas terreno, pero JungKook estaba muy lejos. Los viajes cuando iba a comprar o a hacer algo tomaban horas, lo que indicaba que el centro de la manada no era cerca. Por eso terminó aceptando, además de que no le molestaba la atención de JungKook a él, lo hacía sentirse querido. De esa forma su ropa terminó junto a la de JungKook. No dormían pegados, cada uno estaba de un lado, eran pocas las ocasiones donde se tocaban al dormir.

JungKook esa mañana se había despertado más apegado que de costumbre. A pesar de que pasaba largos tiempos sin decir una palabra, las acciones decían mucho. Habia aceptado a los cachorros como si fueran sus propios hijos. Se encarga de que se cuidaran, les daba consejos e incluso a veces cuando los niños estaban revoltosos, se permitía acostarse con ellos hasta que se durmieran. Estaba impresionado por sus acciones. Claramente esto había llegado hondo a TaeHyung, sus hijos aceptaban al lobo de buena gana, y el también lo haría.

Pero ahora, a diferencia de otros días, esta vez se había despertado con JungKook abrazando su cintura, con la cabeza oculta en su cuello y las piernas entrelazadas, sin dudas una pose demasiado para parejas, eso hizo que se asustara y comenzara a soltar quejidos, su pasado siempre le recordaba que no podía dejarse llevar tanto. No obstante, JungKook parecía entender que pasaba algo. Le pidió perdón por sobrepasarse. Dejó que descansara un rato más y le llevó el desayuno a la cama. Nunca habían hecho algo así por él, su corazón estaba que explotaba.

«Raro», pensó.

Porque el siguiente signo fue que JungKook bañó, cambió y dejó impecables a los niños. Raro, no tenían porqué verse tan presentables. Comenzó a sospechar automaticamente. Después JungKook entró en la habitación y para desconcierto de TaeHyung, se metió entre la parte de las cosas de TaeHyung.

No se sintió capaz de preguntarle que hacía, tenía la permanente seguridad que JungKook tenía una razón para cada una de sus acciones. Lo dejó hacer lo que quisiera, y se quedó recostado sobre su estómago.

— TaeHyung — JungKook se había sentado cerca de él, intentando despertarlo.

— ¿Si? — Preguntó con la voz ronca.

— No quiero asustarte, pero mi Alfa va a venir — TaeHyung se despertó enseguida, se sentó y en menos de lo que esperaba, estaba sobre JungKook. Sin darse cuenta realmente de lo que hacía, pero no le molestaba. Tomarse la libertad de hacer de vez en cuando lo que creía correcto se sentía bien.

— No, no, no — TaeHyung negaba.

— Los niños están emocionados por conocer al Alfa — JungKook se dejaba zarandear por TaeHyung — ¿No vas a calmarte?

— ¡No! ¿Qué voy a hacer si no nos acepta? — TaeHyung lo miró angustiado — Mis bebés van a tener que volver a salir sin ninguna protección.

— Eso no va a pasar — JungKook endureció su voz y se sentó con TaeHyung encima de él — Debes calmarte.

— N-no puedo — Comenzaba a respirar agitado.

JungKook hizo que ambos cayeran hacía la cama, ahora estando el sobre TaeHyung. El joven estaba impactado, el lobo lo presionaba fuertemente contra el colchón, lo miraba fijamente con el rostro inexpresivo. Sus piernas estaban ligeramente sobre los costados de JungKook haciendo que no pudiera hacerse para atrás. Gradualmente se calmó y volvió a su faceta tímida.

Mirando al lobo con vergüenza, tragó duro cuando extrañamente, JungKook sonrió. Y se aferró a su torso cuando la cabeza del lobo mayor bajo para llegar a su cuello. Y dejó besos, pequeños piquitos por su piel. TaeHyung soltó diminutas lágrimas al no saber que hacer, estaba desconcertado. Otros habían hecho lo mismo, pero era un sentimiento diferente, no le molestaba... Le gustaba.

— Yo voy a estar ahi para los cuatro — JungKook susurró presionando su frente en el hombro de TaeHyung, por lo que su voz sonaba distorsionada.

TaeHyung no tuvo tiempo para reaccionar, cuando los labios de JungKook presionaron sobre los suyos. Lo único que supo fue que lo apretó más fuerte contra sí mismo. Solamente era un toque superficial. Pero no para quienes estaban involucrados.

TaeHyung no recibía besos desde hace mucho, y los de JungKook eran suaves y firmes. Se separaron un segundo, para volver a juntar sus labios. Y así simultaneamente, nunca pasaron demasiado con los labios pegados, volvían a reunirse una y otra vez. Eran simples piquitos. TaeHyung creía que de alguna forma JungKook sabía que no podría más, ya había llegado lejos sin tensarse por como se encontraban.

— Ahora estoy listo — Murmuró bajito con una sonrisa y las mejillas rojas.

— Bien — JungKook depositó otro beso en sus labios, para terminar soltando más sobre el resto de su rostro.

Para cuando salieron de la habitación. No había rastros de lo que había ocurrido. TaeHyung estaba vestido y reluciente como solo el podía. Apenas salió abrazó a sus hijos y halagó los bonitos que se veían. Ellos no paraban de hablarle y decirle que estaban ansiosos porque el Alfa venía a verlos.

— Papi, el señor JungKook, ¿Qué es de nosotros? — Preguntó Ro-Woon con su cara fruncida.

— Si, hasta vivimos en su casa — Opinó SuHyeon como siempre.

TaeHyung no llegó a responder, agradeció que en ese momento JungKook entrara y avisara que el Alfa había llegado.

Con nervios, los tres niños se aferraron a su papi, y luego se sentaron junto a él cuando les dijo que iba a ser una charla larga. Ro-Woon estaba en su regazo, Seon-Woo pegado a su derecha y SuHyeon a su izquierda. Cuando un hombre alto e imponente llegó, entrando con una sonrisa y hablando con JungKook, los cuatro sentados pegaron un salto. Pero se relajaron al ver que parecía ser un hombre tranquilo.

No había falta decir que no se lo esperaban. TaeHyung tenía miedo del nuevo Alfa, no quería que fuera igual de abusador que el otro. JungKook le había dicho cosas buenas de él, y no podía evitar dudar. Por otra parte, sus hijos también temían. Su padre había sido frío y nada cariñoso con ellos, tenían esas imagen irrevocable. Esperaban algo diferente.

— Hola, estaba muy emocionado de conocerlos — El hombre mantuvo distancia y se sentó en otro lado — Soy Cho Jong-Dae.

— Un gusto conocerlo Alfa — TaeHyung habló.

— Quisiera hablar con su padre pequeños, cosas de adultos — El Alfa habló a los niños.

— Vayan a acomodar su cuarto — JungKook les ordenó, y obedientes los tres se fueron a hacerlo.

Aliviados de escapar de la tensión del lugar. Sus sentidos eran sensibles por la edad y el aroma a nervios era demasiado fuerte.

JungKook, quien estaba parado, se movió para sentarse junto a TaeHyung. Instantaneamente el chico se inclinó hacia JungKook para apoyarse en él. El Alfa tenía una pequeña sonrisa y esperaba el momento adecuado para hablar.

— Bueno, JungKook me dice que quieres entrar a la manada — TaeHyung asintió — Primero necesito tener algunos datos tuyos y de tus hijos.

— ¿N-no hay problema con que entre a su manada? — Pregunta TaeHyung atónito por la facilidad.

— Probablemente JungKook no te lo haya dicho, pero antes era mí Beta — Jong-Dae relató fluidamente — Si confía en ti, significa que yo también puedo hacerlo.

— Oh, gracias — Murmuró TaeHyung, para sentir la mano de JungKook en su brazo masajeando suave su piel.

— Lo primero son los niños, necesito saber sus edades y nombres — Jong-Dae sacó una Notebook de un bolso que traía y la encendió — Después voy a pasar los datos a los registros, pero por ahora voy a poner todo aquí.

TaeHyung miró el aparato en silencio, en su manada no habían muchos productos electrónicos, y de los que había, no tenía permitido ver nada.

— Ahora sí — Alentó el Alfa a que TaeHyung hablara.

— El más grande se llama Kim Seon-Woo y tiene cinco años — TaeHyung prefirió no decir el apellido de su ex Alfa — Después vienen Kim SuHyeon de cuatro años, y Kim Ro-Woon de la misma edad, ellos son mellizos.

— No parecen de esas edades — Intervino el Alfa con el ceño fruncido — Nuestros niños son más grandes a comparación de ellos.

— Su padre no estuvo conmigo durante el embarazo, eso dio problemas — Contestó incómodo.

Al ser un lobo fértil y sumiso, necesitaba de una figura dominante para ayudarle a sobrellevar el embarazo. Sin ella, podían llegar a haber problemas con el bebé y el padre. Cómo había sucedido. Sus bebés eran más pequeños de lo que deberían.

— Ya veo — Jong-Dae suspiró antes de decir lo siguiente — Quizás prefieras no decirlo, pero en caso de emergencia, necesito el nombre del otro padre.

— Bang Chul-Soo — Dijo TaeHyung sin complicaciones, no sabía si en el futuro sería necesario. Pero mejor prevenir que curar.

— No quiero sonar metido, pero JungKook me dijo que eras la pareja del Alfa y eso no es algo que pueda dejar pasar — Jong-Dae dejó a un lado la notebook — Necesito saber los detalles también de tu vida en la otra manada, no voy a anotar eso, lo que digas quedará entre nosotros.

— Bueno... Mis padres después de tenerme se separaron, mí padre encontró una compañera en otra manada y se fue con ella. Mí madre me cuidó hasta los doce y después también halló a su pareja y me dejó solo.

El peso del brazo de JungKook sobre sus hombros lo alentaba a hablar, aunque tenía miedo que al exponer su historia ya no los quisiera con él.

— Cuando tenía dieciséis el Alfa se fijó en mí y yo acepté que me cortejara, era considerado un hombre perfecto, era atento, no me dejaba solo, me cuidaba siempre — TaeHyung tomó la mano de JungKook que caía sobre sus hombros — Yo aceptaba las marcas de olor que me daba y las caricias, una noche decidí invitarlo a mí casa, no creí que pasaría nada, no daba la impresión de que fuera a lastimarme, aparte de que era el Alfa, yo confiaba en él.

El joven lobo hizo una pausa para respirar y poder continuar, nunca imaginó que tendría que contar lo que había pasado. Siempre estuvo en su cabeza que algún día moriría y nadie sabría por lo que pasó.

— Pero en la noche se escabulló a mí habitación y me dijo que quería tener relaciones conmigo — TaeHyung no pudo controlar que sus mejillas se pusieran rojas recordando el bochorno de ese momento — Mí cuerpo no estaba preparado para eso y no tenía la mentalidad como para caer realmente en lo que me pedía. Dudé y me convenció de que aceptara, el seguramente usó un poco su voz de mando para lograrlo. Pero cuando comenzó me asusté y le dije que no quería — Inevitablemente de sus ojos empezaron a salir lágrimas — Me escuchó, pero dijo que ya no iba a parar. Me dio la vuelta y abuso de mí.

Un momento en silencio prosiguió, TaeHyung intentando detener su llanto. Jong-Dae se paró y caminó hacía él. Con miedo, el chico se encogió, pero el Alfa se agachó frente a él y sostuvo sus manos.

— No debes seguir si no quieres, no voy a obligarte.

— Haz sido valiente al decirlo, es suficiente — JungKook apoyó, dándole un abrazo por detrás.

Cuando pudo hablar, TaeHyung respondió:

— Necesito decírselo a alguien, no me lo quiero guardar — Cuando el Alfa asintió, continuó — Chul-Soo consideró, que al ser yo su pareja y al hecho de que tomó mí primera vez, como un signo de que podía hacer conmigo lo que quisiera. Por eso m-me... Compartió con sus amigos y otros lobos, no podía hacer nada contra ello, eran más grandes y fuertes.

Inmediatamente, sintió que los brazos que lo rodeaban lo apretaban fuerte.

— Fue así por un tiempo, después llegó mí celo y el dijo que era hora de que llevara a sus hijos, entonces quedé embarazado — TaeHyung sonrió entre lágrimas, a pesar del dolor no se arrepentiría jamás de alguno de sus amores — Durante el embarazo nadie me tocó ni hubieron abusos, Chul-Soo no dejó que nadie se acercara a mí, ni él mismo. Tuve a Seon-Woo, fue complicado, estuve solo durante mí embarazo y habían veces donde no podía cuidarme bien, tenía problemas para comer, mí niño nació débil, pero sobrevivió.

El Alfa tenía un mirada suave en su rostro, pero al observarlo TaeHyung vio que sus ojos habían cambiado de color, sus pupilas eran rojas. Pero jamás salió de su faceta seria, se mantuvo quieto, tomando sus manos en signo de apoyo.

— De ahí todo fue igual, una semana después los abusos volvieron, y al año siguiente se repitió el proceso con mis mellizos. Finalmente Chul-Soo decidió que realmente no le serví y me echó de la manada.

Al terminar, tenía rastros de lágrimas secas en el rostro, tiritando y jadeaba de los nervios. No sabía que reacción esperar de su relato. Pero no parecía que fuera a ser una mala, JungKook estaba pegado a su espalda, y el Alfa mantenía apresadas sus manos.

— Tienes veintiún entonces — Susurró el Alfa parándose, TaeHyung recibió una caricia en sus cabellos — No tengo palabras exactas para decir cuanto enojo e impotencia me produce lo que te ha pasado, lo único que puedo decirte ahora es que bienvenido a la manada y prometo que mientras estés con nosotros nada de eso va a volverte a ocurrir.

TaeHyung no tuvo oportunidad de responder, fue volteado y levantado entre los brazos del lobo mayor. JungKook lo obligó a apoyar su rostro en su pecho. Sintió al Alfa moverse a través del cuarto, pero al estar apresado no podía asegurar si estaba con ellos o había salido. Con esfuerzo logró pasar sus manos por el torso de JungKook para devolverle el abrazo que le daba. Seguía confundido, no sabía si era algo bueno o malo.

— Yo voy a cuidarte y a los bebés, nada les va a pasar — TaeHyung no supo que responder antes esas palabras.

— JungKook — Dijo suavemente.

— Ve por tus hijos, hay una última cosa que hay que hacer — JungKook lo soltó y por fin TaeHyung pudo ver su rostro.

Los normalmente inexpresivos ojos mostraban tanto cariño que a TaeHyung se le volvieron a llenar de lágrimas los ojos, sin saber que hacer. Nunca nadie además de sus hijos lo había mirado de esa forma. No podía poner en palabras sus sentimientos, así que sin meditarlo se inclinó y lo besó suave en los labios. Después se separó y fue a hacer lo que el lobo le había dicho.

TaeHyung estaba sentado sobre el pasto, viendo a SuHyeon reír por algo que le había dicho el Alfa, Seon-Woo estaba durmiendo en sus brazos, y Ro-Woon estaba haciendo lo mismo pero en los brazos de JungKook.

Seguido de cuando fue a buscar los niños. Salieron afuera por petición de los niños, era un lindo día y querían salir a jugar. Ahora estaban agotados después de corretear y practicar cambiar a sus formas lobunas. JungKook le había dicho que necesitaba decirle algo.

— Bueno, está todo listo — JungKook habló en voz alta, después maniobró para sentarse a su lado — Está casa era de otro miembro hace muchos años, cuando decidí dejar mi puesto de Beta, muchos estuvieron en desacuerdo, por lo que por un tiempo vine a vivir aquí.

— Algunos estaban muy enfadados y su casa sufrió algunos daños, ahora está arreglado ese asunto y puede volver, aquí están muy alejados de el resto de la manada — Jong-Dae continuó lo que JungKook decía, mirando a SuHyeon quien jugaba con su nariz.

— ¿No va a ser malo si estamos con JungKook? — Opinó TaeHyung preocupado por llegar a provocarle problemas.

— Muchos recibieron castigos por lo que hicieron, no van a dar problemas ahora — Jong-Dae le sonrió brevemente y luego volvió a jugar con SuHyeon.

— Será mejor estar allá, no es bueno tenerlos tan alejados de los demás — JungKook dijo — Los niños harán amigos y tú puedes hacer lo que quieras.

— Si — TaeHyung sonrió provocando que sus ojos se volvieran dos líneas.

Sonaba como un buen comienzo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro