Ꜥꜥֶָ֢🎋ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O6
— Jong-Dae, lamento tener que pedirle esto — JungKook caminaba junto a su Alfa tranquilamente — Es algo vergonzoso.
— Comprendo la situación y siempre estoy para ayudar, no hay ningún problema en absoluto — Jong-Dae se detuvo cuando llegaron frente a la casa.
— Gracias — Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Jong-Dae no recordaba haberlo visto tan feliz — TaeHyung quería saludar, pero después dijo que no podría verte a la cara por nuestra petición.
— Lo imaginaba — Jong-Dae asintió — Trae a los niños, ya está todo preparado.
— ¿Jin-Seo ayudará? — Preguntó JungKook, recordando al nuevo Beta.
— Si, está emocionado — El Alfa hizo un gesto de cansancio — Es joven y con mucha energía, es agotador.
— Bueno, es tu problema, debes instruirlo — Jeon se alejó unos pasos.
— Podrías darme una mano con eso, tú sabes lo que conlleva.
— Lo pensaré — Comenzó a caminar alejándose — Voy por los niños.
No recibió respuesta o no la escuchó, adentro de la casa había un impresionante alboroto. Cientos de cosas esparcidas y alguien estaba gritando.
Cuando les habían dicho a los niños que irían a la casa del Alfa, ellos no los pudieron calmar de lo emocionado que estaban. Admiraban a Jong-Dae y es que el hombre era excepcional. Ro-Woon era el único tranquilo, estaba sentado en el comedor, tenía un bolsito de kumamon en su regazo y balanceaba los pies. Con respecto a los otros revoltosos, había escuchado a TaeHyung regañarlos duramente. Pronto lo ayudaría.
— Woonie. ¿Todo listo? — El niño sonrió cuando lo vio y asintió emocionado.
— Si, JungKook — La tierna vocecita lo instó a darle un abrazo, era tan lindo.
— Tu eres el encargado de avisarme si se portan mal — Ro-Woon levantó su dedo pulgar en afirmación — Y debes cuidar que no se metan en líos.
— Claro, papi Koo — JungKook todavía no se acostumbraba a que le dijeran así, pero poco a poco lo iba asimilando, y a su lobo le gustaba.
— El Alfa está afuera esperando, puedes ir — Ro-Woon saltó y se fue corriendo. Al poco tiempo lo escuchó reír, adoraban a Jong-Dae.
Parándose, se dirigió a las escaleras y caminó a donde se sentía movimiento. Los gritos habían parado, seguramente a causa de TaeHyung. Los niños sabían que no debían provocar que se enojara, su papi daba miedo. Como la habitación de él y TaeHyung estaba arriba, se extrañó porque estuvieran ahí. Aparte de que no tenían permitido subir, por seguridad.
Cuando llegó, abrió la puerta y miró curioso la escena. Seon-Woo le estaba hablando a TaeHyung moviéndose para todos lados, SuHyeon estaba más detrás con sus bracitos cruzados mientras asentía. Aprovechando que no se daban cuenta de que estaba con ellos, se esforzó por escuchar lo que decía Seon-Woo.
— Papá Koo tiene que darte de comer — Seon-Woo señaló a TaeHyung con su dedo índice — Y ojo papi, deben portarse bien.
— ¿Acaso me porto mal? — Todos pegaron un salto al escuchar la voz de JungKook.
— Papi se pone nervioso contigo — Dijo Seon-Woo.
— Bueno si — No hablaría con los niños sobre eso, evadió el tema — Alfa los está esperando. Ro-Woon ya está con él.
— ¿Ah? — SuHyeon lo miró impresionado — ¡Woon se fue sin mí!
El mellizo salió corriendo, pero JungKook lo detuvo para que se calmara y fuera despacio. A regañadientes le hizo caso y JungKook se volvió a los otros dos. Seon-Woo abrazaba a TaeHyung y se despedía. Después fue delante de él y le ofreció la mano.
— Cuida de mí papi — JungKook le estrechó la mano.
— Si, si, ahora ve — Seon-Woo salió caminado para reunirse con sus hermanos.
JungKook revisó que bajara bien y después volvió con TaeHyung.
— Voy a despedirlos — Avisó a una distancia considerable.
— Q-quisiera ir — La voz temblorosa de TaeHyung apenas se escuchó — P-pero n-no puedo.
— Está bien amor, ya vuelvo — TaeHyung le lanzó un beso y el mayor bajó.
Caminó y miró de nuevo levemente el desorden. No sabría si conseguiría tiempo para ordenar. Lo más seguro es que no se desocupara por varios días. Salió por la puerta y vio a sus hijos pegados al Alfa. Se acercó y le dio un beso en la frente a cada uno. Jong-Dae se los llevó y JungKook volvió dentro.
Su lobo se agitó en su interior, ansioso por subir con su pareja. TaeHyung lo debía estar esperando sobre su cama, haciendo todo tipo de cosas. Alzó un par de cosas tiradas para calmarse un poco. Había estado muy posesivo y dominante los últimos días. Quería marcar a su pareja. Quería hacerlo suyo. Tan fuertemente que no podían posponerlo.
JungKook había estado de igual forma, pero trataba de ocultarlo. Y para su mala suerte, a él nunca se le escapaba nada.
No había pasado desapercibido las feromonas que TaeHyung soltaba, llamándolo, suplicándole que lo tome. Se pene se volvía una barra de acero cuando esto pasaba. Y admiraba su autocontrol para no cumplir el silencioso llamado.
Ahora mismo su pene palpitaba en sus pantalones. Y hacia un vago intento de detener sus ansias. JungKook, aunque lo deseaba, estaba nervioso y con miedo. El no haría nunca algo para dañarlo.
Sin poder posponerlo, comenzó a subir para ir a la habitación. Llegando al piso de arriba pudo percibir perfectamente el aroma de TaeHyung en todo el lugar. El lobo de su novio llamaba al suyo. JungKook soltó un gruñido.
Entró en la pieza, con una sonrisa al ver a TaeHyung sobre la cama esperando que llegara. El joven había estado avergonzado cuando tuvieron que pedirle al Alfa que cuidara a sus hijos, porque ellos no podían completar el ritual de apareamiento con los niños ahí.
Pero eso era lo de menos ahora. TaeHyung estaba usando solo unos bóxers negros, estaba acostado de lado y tenía su respiración agitada. Estaba esperando por JungKook. Su pene pedia atención, pero sin su pareja no se tocaría.
JungKook soltó un gruñido a propósito, sabía que su joven compañero lo amaba. Y si, pudo verlo soltando un gemidito y acostándose bien de espaldas. Quitó su ropa lentamente, sintiendo su corazón latir cada vez más deprisa. Lo último por quitar fue su ropa interior. A diferencia de TaeHyung, él quería enseñarle exactamente lo que le provocaba. Su pene rebotó en su estómago al liberarlo. Estaba duro y lleno para el momento.
Se acercó a la cama siendo recibido con una sonrisa. TaeHyung se veía adorable. Con sus cabellos revueltos, mejillas rojas y su sonrisa que enseñaba sus dientes. Suspirando de amor se ubicó sobre él. Dejando sus brazos apoyados en el colchón a cada lado del cuerpo del joven, y pegando sus cuerpos en la parte de la pelvis. Se miraron sonrientes, como si en ese momento no sintieran que podían prenderse fuego por lo calientes que estaban. El ambiente comenzó a cambiar drásticamente. JungKook liberó sus feromonas, correspondiendo la excitación de TaeHyung.
A pesar de las ansias, JungKook no quería dejar de demostrarle su amor y cariño. Las colchas estaban desacomodadas. Y al ver eso se le ocurrió una idea. Realmente el tiempo estaba frío, solo ellos sentían calor. Después de acabar TaeHyung podría enfermarse, no estaban como para andar descubiertos.
Tomando la más gruesa de las colchas, la tendió sobre ambos. Apartándolos del resto del mundo en ese instante.
TaeHyung dejó escapar una exaltación nerviosa. JungKook movió sus manos para quitar la prenda que cubría las partes nobles de su novio. El pene de TaeHyung goteaba presemen, el mayor envío su mano para tomar un poco de eso. Lo llevó a sus labios y lo probó, bajo la mirada de TaeHyung, quien no pudo resistir y se sentó. Ambos estaban pegados, sus miembros rozandose y sus piernas unidas. El chico mandó sus manos a los hombros de JungKook, apretando.
— N-necesito correrme — Le dijo en un susurro, sin querer romper la burbuja que los rodeada.
— Tus deseos son órdenes, amor — JungKook acercó sus cuerpos más, tomando la cintura de TaeHyung.
Ahora, incluso sus torsos estaban pegados. TaeHyung envolvió más sus brazos en JungKook, rodeando su cuello.
Comenzaron a moverse juntos, creando un vaivén, volviendo una y otra vez para frotarse. JungKook buscó desesperadamente los labios de TaeHyung. Se unieron suavemente al principio, pero sus empujes se volvían más rápidos y aumentaron de nivel. Sus lenguas se unieron, los sonidos de succión y chasquidos, el choque de cuerpos.
Terminó cayendo sobre ellos, haciendo que llegarán al borde. Terminaron liberando su esperma, sus gemidos fueron callados por sus bocas unidas. Después de acabar siguieron besándose, JungKook tomó el control, haciendo que TaeHyung se emocionara. Fue cuestión de tiempo para que volvieran a estar listos para más.
JungKook lo recostó suavemente. Ninguno perdía un segundo para atacar al otro. TaeHyung cuando vio una oportunidad agarró uno de los pezones de su novio con la boca. JungKook apenas pudo sostenerse, gimiendo bajo por lo bien que se sentía.
El mayor lo detuvo tomando sus labios. Envío sus manos a los muslos de TaeHyung, bajando, en busca de su trasero. Sintió algo mojado, y ya sabía lo que era. El juego previo había excitado lo suficiente a TaeHyung como para que su lubricante natural apareciera. Con sus dedos tanteó hasta encontrar la entrada de TaeHyung.
Sin dejar de besarlo, rodeó con un dedo el agujero. Sin llegar a entrar, aunque con seguridad podría hacerlo. El lobo de TaeHyung debía estar desesperado por una marca, haría todo lo posible porque pasara.
Presionó despacio un dedo, sintiendo escurrir más lubricante. TaeHyung estaba aferrado a su cuello besando sin parar, el chico no controlaba sus acciones, todo era por puro instinto.
Cuando logró meter su dígito en el interior de su novio, creyó que TaeHyung podría asustarse o algo, pero el joven se empujó para que fuera más profundo. Empezó un mete y saca durante varios minutos, solamente probando.
— J-JungKook, m-más — Rogó retorciéndose.
— Todo a su tiempo — Dijo con una sonrisa, gustoso de tener a su pareja disfrutando de lo que hacía.
Finalmente accedió, y dos dedos entraban en TaeHyung. JungKook no podía esperar para comenzar con su apareamiento.
Su joven novio comenzaba a dejar salir gemidos más fuertes. Antes los había controlado, pero ahora todo iba en aumento. Los labios de TaeHyung estaban hermosamente rojos, por sus besos y por algunas mordidas. Sus ojos abiertos de par en par y sus manos sosteniéndose de donde podía. Era precioso, se sentía afortunado de poder cuidar de una criatura tan magnifica.
Añadió otro dedo, solamente para torturar un poquito al joven. Si lo hubiese querido, ya podría estar hasta la empuñadora en su interior. Pero, no. No quería parecer un desesperado. Quería hacer de este un momento lindo y placentero.
Sacó los dedos suavemente, TaeHyung se quejó al instante. Levantó la cabeza mirándolo ceñudo, pero JungKook se posicionó sobre él, haciendo que ninguna queja saliera de sus rellenos labios. Lo besó en sus belfos, apoyó su brazo a un lado de la cara de TaeHyung, y llevó la otra a su miembro, lo ubicó en la entrada, mientras que el nombrado doblaba sus rodillas para permitirle más acceso. Se metió lentamente, sin dejar de observar el rostro de TaeHyung. Pero el chico nunca demostró dolor o arrepentimiento, lo miraba con los ojos brillando y una gran sonrisa cubría su cara. Cuando pudo entrar completamente, permaneció quieto, una emoción recorrió su interior. Se sentía tan bien hacer el amor.
La entrada había sido fácil, gracias a el lubricante y a su preparación, probablemente TaeHyung hubiese sentido algún malestar e incomodidad. Pero naturalmente desapareció.
— Mí TaeHyung — Habló JungKook en voz baja, sin querer estropear el momento.
Su intima unión, el suave ambiente, sus corazones latiendo al mismo ritmo. Ocultos del mundo, solamente ellos dos, juntos.
— Mí JungKook — Respondió TaeHyung, el chico apoyó una mano en su mejilla.
Sintiendo que era el momento correcto. Comenzó a moverse, lento y profundo al inicio. Viendo atento como se balanceaban, sintiendo sus cabellos en su rostro y el sudor caer. Los cabellos de TaeHyung se movían por igual. El joven sonreía y gozaba con soniditos llenos de placer. El tiempo pasaba y no podía hacer otra cosa que moverse más rápido.
— N-no puedo aguantar... — TaeHyung jadeó y se movió para reunirse con cada embestida.
— Entonces vente — JungKook besó castamente sus labios — Y-yo ya estoy listo...
No bastó más que eso para que sucediera. TaeHyung se vino con un alto gemido, sus paredes apretaron deliciosamente a JungKook, era lo ultimo que necesitaba para llegar al clímax. Mientras se vaciaba en el interior de TaeHyung, sus colmillos crecieron dentro de su boca y tuvo la necesidad de hundir sus dientes en su novio. Se inclinó y después de un veloz beso, perforó la tierna piel de su ahora, compañero. Sintió su pene engrosarse, el nudo apareciendo. TaeHyung obviamente no pudo con toda la estimulación y fuerza, se corrió nuevamente.
JungKook sintió que también podría venirse de nuevo. Aunque se aguantó. Sacó su boca y lamió cuidadosamente la herida. Vio con orgullo la marca. Se intentó levantar, olvidando el nudo. Producto del movimiento, TaeHyung lloriqueo por el intenso placer que lo invadió. El nudo estaba pegado a la próstata del joven, cualquier mínimo movimiento lo hacía ver estrellas.
Riendo el mayor comenzó a moverse suavemente.
— ¿Se siente bien? — Preguntó, aunque sabía la respuesta.
— A-ah, mal-maldito — TaeHyung no podía formular bien las palabras, era demasiado.
Finalmente se volvieron a correr ambos, para ser liberados, sonrieron y se abrazaron. Las colchas aún los cubrían. Pero por el calor se las sacaron un poco. Suspiraron y se acostaron de lado, sin dejar de mirarse.
No dijeron palabras, en parte porque no era necesario y también porque gemir tanto los había dejado con la garganta adolorida. Sonrieron y se abrazaron. TaeHyung se apoyó en el pecho de JungKook, chupando levemente su piel. El mayor simplemente lo abrazó y lo dejó hacer lo que quisiera. No bastó mucho para que se durmieran por la actividad.
Ambos disfrutado plenamente de su primera noche como pareja oficial.
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