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Ꜥꜥֶָ֢🎋ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo final

Sus vidas estaban perfectas.

Un hermoso joven fértil, era feliz junto a su pareja y tres niños. Después de lo que habían pasado, era un alivio poder vivir tranquilos y en paz.

Esa mañana, JungKook había sido el primero en levantarse como siempre, sin su usual camisa, estaba a la vista la marca de su amor. Había insistido en portar una también, aunque algunos lobos preferían marcar a su compañero sumiso, JungKook quería estar en igual condiciones con su "esposo"

El siguiente en levantarse era Seon-Woo, desayunaba con JungKook y luego se ponían a hacer algo juntos. La casa había necesitado de algunos arreglos, uno que otro cambio y esas cosas de siempre. A Seon-Woo le gustaba ayudar en lo que pudiera y JungKook no tenía problema en enseñarle o recibir ayuda.

Después llegaban los mellizos, el mayor les daba algo para comer y ellos solían pintar, dibujar o jugar algo. En raras ocasiones se les daba por mirar que hacían los otros dos. Usualmente dejaban de trabajar cuando los mellizos decían que estaban aburridos. Sabían cómo se ponían.

JungKook viendo la hora que era, decidió mandar a los tres a comprar. Y los niños se fueron satisfechos porque les habían dado una importante tarea. El lobo mayor estaba a punto de organizar un poco, tendría que enseñarle a los cachorros que debían ordenar.

Cuando finalizó su limpieza, confundido vio que TaeHyung todavía no bajaba. Su compañero era el último en levantarse, pero nunca tardaba tanto.

Subió las escaleras fácilmente, recorrió algunos cuartos hasta llegar al suyo. Abrió despacio la puerta y miró dentro, TaeHyung salía del baño, ya vestido y listo. JungKook entró sigilosamente, causando que su pareja se asuste.

— ¡JungKook! ¡No me asustes así! — Reclamó TaeHyung con una mano en el pecho.

El lobo vio que su chico estaba algo alterado. No quería pensar mal o comenzar a sacar conclusiones. Pero TaeHyung estaba actuando raro. Se enojaba mucho con él y se irritaba. Últimamente apenas dejaba que lo tocara y estaba arisco.

Sus cachorros también lo habían notado. Su papi estaba actuando muy raro, ni siquiera iba a arroparlos de noche.

El asunto era confuso.

— Perdón — Musitó en voz baja, estaba algo herido por el trato que recibía.

Cerró la puerta después de entrar, miró con atención al joven del que estaba enamorado, sin entender que había pasado de pronto. Inevitablemente sus malos pensamientos salían a flote, deseaba con fuerzas que no fuera nada de lo que pensaba.

— Dios — TaeHyung se giró y se fue al ropero. Excepto que fue a la parte de JungKook para tomar una chamarra y ponérsela.

— Mi amor, tenemos que hablar — JungKook se sentó en la cama.

— ¿Qué? — TaeHyung no se dignó ni a mirarlo.

— No puedo hacerlo si no vienes aquí — La situación colmaba la casi infinita paciencia que poseía, su voz salió más fuerte para que TaeHyung le prestara atención — Vamos a charlarlo.

— Bien — A regañadientes vino.

— No quería decir nada, porque comprendo que hay veces que uno quiere mantener cosas para sí mismo, pero esto ya se ha salido de control — JungKook miró enojado a TaeHyung, endureció su tono a propósito — No me hablas, no ves a los niños, te alejas, te enojas por todo, no me dejas ni siquiera darte un abrazo. ¿Crees que eso está bien?

— Son mis asuntos, no deberías meterte — TaeHyung se cruzó de brazos y miró a otro lado. No lo estaba mirando, algo escondía.

— Esto empezó poco después de que nos apareamos... Hace dos semanas... — JungKook suavizó su voz, y viendo que el joven no lo miraba, se arrodilló en el suelo frente a él y permaneció ahí — ¿Es eso? ¿Te arrepientes de estar conmigo? ¿No me quieres?

Se le aguaron los ojos y se quedó quieto, esperando una respuesta que no parecía querer llegar. Sin más remedio continuó.

— Tenía mis dudas — Confesó — Que quizás te sintieras en deuda conmigo y por eso pensaras que me lo debías.

— No fue así — TaeHyung susurró — Nunca estaría con alguien por esa razón, menos si se trata de ti.

— ¿Entonces qué? — JungKook insistió — No pareces darte cuenta que me duele, me siento tan rechazado.

TaeHyung volteó a verlo y tenía lágrimas por igual, pero su compañero era una persona abierta, alguien que no tenía miedo de mostrar como se sentía. Así que, a diferencia suya, sus lágrimas caían libremente.

— Es que... No, no... — TaeHyung hipó y lo miró fijamente, sus ojos estaban brillantes y húmedos — No puedo...

— Está bien — JungKook poso su mano sobre uno de los muslos de TaeHyung, acariciando suavemente.

— Q-quiero decirte, p-pero es tan complicado que tengo miedo — TaeHyung tomó su mano con fuerza y lo miró suplicante — No sé qué hacer... Ayúdame, JungKook.

— Está bien, mí amor — JungKook se paró y lo abrazó.

— Tengo miedo — Susurró levemente antes de pararse correctamente y devolverle el abrazo con fuerzas.

Se movieron levemente por el cuarto, sintiéndose ambos más aliviados al tener contacto después de tanto tiempo.

JungKook se separó de TaeHyung y lo miró.

— Debes hablarme TaeHyung, decirme cómo te sientes, sino no podré ayudarte — Explicó.

— Lo sé, voy a contarte — TaeHyung le sonrió nervioso — En el almuerzo, hoy.

— Perfecto.

JungKook lo sostuvo contra sus brazos un poco más. TaeHyung levantó los brazos, y posó sus manos en el rostro de JungKook, después se inclinó y lo besó delicadamente. El mayor le devolvió el beso, con algo de fuerza.

Se separaron y JungKook le ordenó lavarse la cara y bajar. TaeHyung aun sintiendo fue a hacerlo.

El mayor bajó las escaleras y vio a los tres cachorros sentados, mirando televisión.

— Papá — SuHyeon se volteó.

— Ya compramos — Seon-Woo señaló la bolsa de tela con comida.

— No estabas aquí — Reclamó Ro-Woon.

— Perdón, bebés — Se le había pegado ese apodo de TaeHyung — Solamente estaba viendo a papi, pero ahora me pongo a hacer la comida.

— ¡Comida! — Gritó Seon-Woo y sus hermanos festejaron con él.

Habían estado especialmente hambrientos en los últimos días, también habían cambiado varias cosas de su comportamiento, JungKook estaba seguro de que era por su lazo. Ahora que estaba unido con TaeHyung, los niños se nutrían de él y quizás podrían llegar a crecer de forma normal.

La presencia dominante en su vida podía cambiarlos para mejor.

— Pero, ahora no pueden ayudarme — Los tres lo miraron con sus caritas enfadadas — Casi se quema SuHyeon, no va a pasar algo así de nuevo.

— Bueno — Ro-Woon miró a su hermano — Hyeon no va a hacer pupa.

— No — Seon-Woo asintió.

Más tranquilo, JungKook se movió a la cocina. Sacó un par de tomates de las compras y los llevó para lavarlos. Escuchó bullicio de la nada, agudizó su oído y descubrió que TaeHyung había bajado. Creyó oír a su esposo disculparse, aunque no podía estar del todo seguro. Después la puerta que daba a la cocina se abrió y efectivamente el joven entró, le sonrió, y si palabras, se puso a su lado para ayudarlo.

JungKook lo observó algo tenso, y pensó que debía ser por lo que debía decirle. Pasó detrás de él, en busca de un cuchillo. Al estar más cerca, sintió olor a cachorro en TaeHyung. Estuvo a punto de preguntar, porque obviamente eso no era normal. Entonces recordó que TaeHyung había estado con los niños, sonrió un poco por sus locos pensamientos.

Sentados en la mesa, los niños insistieron por agradecer a la madre luna por la comida, algo que debían haber aprendido de Alfa. Después de hacerlo, comenzaron a comer con tranquilidad, o eso intentaban aparentar, JungKook no dejaba de ver a TaeHyung, esperando el momento donde hablara. TaeHyung de los nervios no hacía más que revolver la comida y fingir uno que otro bocado. Y Seon-Woo, SuHyeon y Ro-Woon, sentían que algo pasado, pero no entendían que era.

— Bueno — Finalmente el chico dejó los cubiertos en la mesa y los miró — Tengo algo que decirles.

Todos se quedaron expectantes. Los cachorros no entendían, pero igual estaban ansiosos. JungKook tenía muy abiertos los ojos y estaba inclinado sobre la mesa.

— Yo... Yo... — TaeHyung cerró los ojos y tragó fuertemente — Yo estoy...

— ¡PAPI TIENE BEBÉ! — Gritó SuHyeon con fuerza, viendo que su papi no iba a decirlo nunca.

— ¡No! ¡No de nuevo! Papi, no quiero más hermanitos, di que es mentira — Suplicó Seon-Woo exagerando gestos.

— Entonces, ya no voy a ser el bebé — Ro-Woon murmuró para sí mismo, perdido en sus pensamientos.

— ¿C-cómo? — JungKook sonrió sin creérselo, viendo que nadie lo negaba, se giró a mirar a SuHyeon — Tú lo sabías y no dijiste nada.

— Él lo olió, pero me prometió no decir nada hasta que estuviera listo — TaeHyung se levantó de la mesa y se acercó a JungKook — Siento habértelo ocultado, pero Dios, ni siquiera sé si quieres más niños...

— Está bien — JungKook se levantó y entrelazo sus dedos con los suyos — Al igual que Seon, Hyeon y Woon, son mis hijos y los cuidaré.

— JungKook, eso es muy dulce — TaeHyung sollozó y lo miró sonriente — Gracias.

— No hay nada que agradecer — JungKook lo abrazó — Cuidaré de nuestro hijo.

— En realidad... — TaeHyung se separó levemente y lo miró nervioso — Según la doctora que me atendió hace años, en mi familia hay muchos casos de mellizos, trillizos y hasta cuatrillizos, fue raro tener solo a Seon-Woo, así que... Es más probable tener...

— Más de un cachorro — JungKook retrocedió y se agarró la cabeza — Mellizos, trillizos, ¿Cuatrillizos? ¿Eso existe?

— Pero puede que n- ¡JungKook! — TaeHyung salió corriendo al ver como a su pareja se le ponían los ojos en blanco y caía al suelo — JungKook...

— Papá se emocionó mucho — Dijo Seon-Woo picando el rostro pálido de JungKook — Se desmayó.

— Más hermanitos, más hermanitos — Cantaba SuHyeon sin darse cuenta de que pasaba.

Y en una esquina Ro-Woon seguía pensando que ya no sería el menor.

Sin dudas era inesperado el hecho de que iban a haber más cachorros, pero TaeHyung estaría dispuesto a sacrificar todo por ellos si fuera necesario. Con la diferencia de que ya no estaba solo. Ahora tenía un compañero de vida y buenos amigos en su nueva manada.

Ꜥꜥֶָ֢🎋ֶָ֢۫݊˒𐙚 F I N


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