Epílogo
Primeras Veces
Ocho meses después...
- ¡Date prisa, Daniel!- gritó histérica Poleth.-
- Daniel: ¡Ya voy! No me grites que alteras mis nervios y no es bueno manejar así!
Miré como apretaba el volante con una mano y con la otra rascaba su cabeza desesperado.
- Sharon: Dani, querido...- se inclino para quedar en medio de los asientos delanteros.- Si no quieres que tú hermana se quede solterona... ¡Pisa el maldito acelerador!- gritó.-
- Ey.- fruncí las cejas molesta.- yo no me quedaré solterona.-
- Poleth: Sí Daniel sigue manejando como anciano yo creo que sí.
Daniel la fulminó con la mirada por el retrovisor.
- Laura: Ya, ya, cálmense. No vamos tarde, estamos a tiempo.
- Sharon: ¿Y tu porque tienes que ser tan pacífica?- la señaló.- cuando Martín y tú tengan hijos, quiero verlos perder la tranquilidad con la que manejan las situaciones.-
Laura dió una sonrisita y tomó su celular que recién había vibrado.
- Laura: Marto dice que ya han llegado todos y que Villa se ve muy bien, eh.- me dió un codazo.-
Ya quería verlo parado frente al altar esperándome.
Sentí arder la cara al imaginarlo tan guapo con su traje.
- Poleth: Que envidia.- soltó de repente.-
Me gire hacía ella para mirarla confundida.
- Poleth: Envidia de la buena, descuida.- dio un largo suspiro.- todos ya han encontrado el amor y yo no. Creo que seré la única sola en la fiesta.
- Poli no necesitas que alguien esté a tu lado para ser feliz...
- Sharon: Agh mejor guarda silencio y concéntrate en tus votos matrimoniales.- dio unas suaves palmas en mi mejilla izquierda.- Poli, mi amor, no te preocupes, yo te presento algunos chicos.- guiño su ojo.-
- Daniel: Llegamos, señoritas.- se estacionó y puso el freno de mano.-
Daniel salió del carro y nos abrió la puerta.
Laura fue quien salió primero, seguida Sharon y al final yo.
Dios que nervios tenía.
En unos minutos más sería la esposa de Juan Pablo Villamil...
Esto era un sueño tan loco, pero si en realidad lo era, no quería despertarme jamás.
Entramos por la otra entrada que tenía la iglesia y todos los demás se fueron a sus lugares.
Mi padre era quien me estaba esperando frente a la puerta por la cual haría la típica entrada.
- Raúl: Te ves...- me tomó de la mano y me dio una vuelta.- te ves hermosa, hija.- sonrió y besó mi mejilla.-
- Gracias, papá.
- Raúl: Hija yo...- suspiró.- quiero decirte algunas cosas antes de entregarte al hombre que ahora será el hombre de tu vida.- sonrió apenado.-
- Pá, tú serás siempre el hombre de mi vida. Nadie jamás te quitará el lugar.- tomé su mano y di un pequeño apretón.-
- Raúl: Minette, hija... yo... yo quería decirte que estoy muy feliz porque por fin hayas encontrado con quién compartir tu vida pero... debes saber que no todo será de color rosa, que no todo tu matrimonio será como un cuento de hadas.- suspiro.- que más daría porque fuera así, hija, y que jamás tengas que pasar por el sufrimiento.
Su mirada estaba llena de sinceridad y melancolía.
- Raúl: Creo que sabes perfectamente como se vive un matrimonio, desgraciadamente tú y tus hermanos se daban cuenta de las discusiones que tenía con tu madre y no sabes cuan arrepentido me siento de que siempre tuvieron que escucharnos...- bajó la mirada.- se que también fue uno de los motivos por los cuáles decidirse dejar la casa y regresarte a México para hacer una vida tú sola.- asentí con tristeza.- y también se que deseabas tanto el poder llevar a tus hermanos contigo para que no siguieran soportando mis discusiones con mamá.
- Papá yo... ya han pasado muchos años...
- Raúl: Lo sé, hija. Pero no por eso es tarde para pedirles disculpas.- volvió su vista a mí.- Se cuánto te ama Juan Pablo, no hace falta escucharlo decirlo para que yo lo sepa. Lo sé porque su mirada y sus actos hacía ti lo gritan a los cuatro vientos.- ambos sonreímos.- llegarán momentos en los cuales ambos tendrán fuertes discusiones y querrán tirar todo por la borda, y sé que tú siendo tan orgullosa.- dió un toque a mi nariz y sonreí.- no querrás hablarle. Pero Minette, si el amor que se tienen uno al otro es mas grande que cualquier cosa, créeme que ambos saldrán adelante.
Ese es el secreto por el cual tu madre y yo seguimos de pie.- guiñó su ojo.- sabes que cualquier cosa que necesites, siempre tendras el apoyo de tus padres, Minette. Te amamos mucho.
Algunas lágrimas comenzaron a caer y abracé fuerte a papá.
Luego de unos segundos más en brazos de mi papá, limpié cuidadosamente las lágrimas y enganché mi brazo al de papá.
La puerta se abrió y ambos comenzamos a caminar.
Cada que nos acercabamos al altar, apretaba mucho mas el ramo de gerberas que llevaba en manos.
Sí, gerberas, porque son mis favoritas.
Papá me entrego a Juan Pablo, quién por cierto estaba guapísimo. No dejé de hecharle miradas en toda la ceremonia.
Ambos dijimos nuestros votos, Martín y Laura nos entregaron los anillos y los colocamos donde iban a estar de ahora en adelante siempre.
...
Villa y yo optamos por rentar un precioso jardín para hacer la fiesta.
Había luces de navidad color amarillas por todos lados. Había mesas largas para los invitados y cerca de ellas, en el centro, una pista de baile. Y frente de la pista un pequeño escenario donde una banda tocaba y más tarde lo harían los Morat ( prácticamente los obligué porque ninguno de los cuatro quería pero me vi en la obligación de chantajearlos con que ese sería mi regalo de bodas.)
- Villamil: ¿Que te parece la fiesta, señora Villamil?- sonrió achinando sus ojitos y besando los nudillos de mi mano.-
- Si no te importa, prefiero seguir usando mi apellido.- él se echó a reír.- pero va de maravilla, todo quedó hermoso.-
- Villamil: Hermosa estás tú, mi amor.
- Y guapo estás tú...- lo miré de arriba pada abajo.- con ese traje, justo a tu medida.- lamí mis labios sin querer.-
Me acerqué a su oído para susurrarle.
- No puedo esperar a quitartelo, señor Vargas.- me separé lentamente de él y dejé un corto beso en sus labios.-
- Villamil: Minette.- gruñó en mis labios.- no empieces porque harás que me robe a la novia ahora mismo.- me abrazó y apretó mi cadera.-
Reí y jugué con nuestras narices.
- Villamil: ¿Vas a cantar para nosotros con mariachi?- elevó la ceja de forma sexy.-
- Ja ja que chistoso.- negué.-
- Villamil: Es una lástima, ya estaban esperando afuera.- torció la boca y se echó a reír.-
- Martín: ¡Ey!- saludó feliz.- ¿como van los esposos felices? ¿Ya se han arrepentido?
- Villamil: Martin.- regaño.- ¿Que no tienes una novia a la cual joder?- buscó con la mirada a Laura.-
- No seas grosero, Juan Pablo.- lo miré molesta.- ¿Todo bien Marto?- me gire.-
- Martín: Sí, solo venía por Papo, ya es hora para comenzar con el show y...- dió una sonrisa muy alargada.-
- Villamil: Em... Sí, si vamos Martín, antes de que la cagues.-
- ¿En que?- pregunté confundida.-
- Villamil: En... ¿nada?- mostro sus dientes.-
- Juan Pablo...
- Martín: Bah, Alejo tocará con nosotros, eso es todo.- elevo los hombros.-
- ¡Ohh ¿de verdad!- dije emocionada y ambos asintieron.- ¡Dios que emoción!- grité.- bien entonces vayan, iré a ver a los invitados.
Besé a mi esposo ( que raro se sentía decirlo) y caminé en dirección a buscar a mi mamá, había algo importante que quería decirle.
A lo lejos pude ver a Dylan y Sharon tomados de la mano y balanceándose en la pista de baile.
A mi izquierda miré a Laura y Andrea hablando muy agusto con Poleth, mi hermana. A su lado estaban los padres de Villa charlando con mis abuelos.
A la derecha, Daniel y su novia, Sheila estaban riéndose a carcajadas en la mesa junto a mi papá.
Arleth y Lea estaban haciéndose fotos con mi cámara la una a la otra.
Y creo que olvidé contarles el pequeño detalle de que hace poco menos de un año volví a verlas en Bogotá. Nos pusimos de acuerdo para ir a tomar algo por la cuidad y me llevé la grata sorpresa de saber que ambas eran pareja y estaban recién casadas pues luego de irme de Bogotá hace años, ellas se fueron a Estados Unidos a estudiar la universidad y ahí fue donde compartían departamento y también donde el amor surgió entre ambas chicas.
Quedé boca abierta al igual que los chicos cuando se enteraron.
Estaba muy feliz por ambas, la verdad.
- Hija.
Volví a la realidad y vi que mamá estaba frente a mí tomando delicadamente mi brazo.
- Mamá.- sonreí.- ¿Como la estas pasando?
- Estefanía: Bien, hija, pero no tanto como tú y Villamil.- dió una gran sonrisa.- el amor de ambos se siente por toda la fiesta ¿sabías?
Sentí mis mejillas arder y sonreí bajando la mirada.
- Estefanía: Estoy muy feliz por tí, Nett. Pero quisiera darte un consejo si me lo permites.
- Claro que sí ma.- tome sus manos.-
- Estefanía: Deseo para tí y tu matrimonio, toda la felicidad del mundo pero... debes saber que habrá momentos...- trataba de buscar las palabras.- duros, en los que habrá discusiones y debes saber que serán de lo más normales, hija. No existe matrimonio en el cual no haya discusiones y todo sea un cuento de princesas.- apretó mis manos.- no dejes que el orgullo te gané o más bien les gané y... y dejen de luchar por su amor. Te digo esto porque te conozco perfectamente y se del bendito carácter has heredado de tus padres.- reímos.- no dejes que eso te alejé de las personas que amas.
- Te prometo que no lo haré, mamá.- con mis pulgares di suaves caricias al dorso de sus manos.- Yo...- tragué saliva.- quería decirte algo...
- Estefanía: Dime
- Perdón mamá, se que esto te lastimó por años y lo sigue haciendo pero... creo que ya era hora de arreglar los problemas con la Abuela...
Ella soltó mis manos rápidamente.
- Me tomé el atrevimiento de invitarla y... justo está esperando hablar contigo...- moví la mirada detrás de mamá.- ahora.- elevé las cejas indicándole la dirección.-
- Estefanía: Minette...- susurró.-
- Ve, mamá. Eres fuerte y no se con exactitud lo que pasó entre ambas y sabes que jamás pregunté, pero ya es hora de hacer las paces.
Me incline a ella y bese su mejilla.
- Estefanía: Gracias, Minette.
Fue lo último que dijo y se dio media vuelta dirigiéndose a donde se encontraba la abuela.
- Isaza: Probando... uno, dos, tres... ¿Me escuchan todos?- habló por el micrófono.-
Todos respondieron con un Sí.
- Isaza: Excelente.- sonrió.- quiera pedirle a la hermosa novia, Minette, que se acerque a la pista. Su ahora esposo le tiene una sorpresa.
Hice caso al pedido de Isaza y me acerqué con una sonrisa. Villa se acercó a mí y dio un corto beso a mis labios.
- Villamil: Primero que nada, quiero darle las gracias a todos por acompañarnos en este momento tan especial para nosotros.- dijo al micrófono.- me da mucha emoción poder compartir este regalo que hice con mucho amor para mi esposa.- sus labios se ensancharon dando una hermosa sonrisa.- y que mejor con personas que son tan importantes para los dos.- sus ojos se posicionaron en mí.- espero que te guste, amor.-
Volteó la cabeza y asintió mirando al resto de la banda.
Isaza comezó a tocar una melodía en la guitarra.
- Villamil: Como todos sabrán, nos encanta hacer canciones de situaciones muy e... Específicas en el amor... Y una de ellas son las primas veces de uno y yo creo que nadie tiene quejas de las primeras veces en una relación, yo por ejemplo, recuerdo la primera vez que ví a Minette, la primera vez que le hablé o la primera vez en que tomé su mano, la primera vez en que salimos a cenar, el primer beso... En realidad yo tengo bastantes recuerdos de las primeras veces con ésta bella señorita.- le sonreí.- pero... Lo mas triste es que esas primeras veces siempre se van, pero no por que las primeras veces se vayan, quiera decir que la relación se vaya a ir al carajo.
Todos empezaron a reír.
- Villamil: Sí, lo siento por la expresión.- soltó una carcajada.- pero nada de eso es malo cuando se vive con la persona correcta... Y Minette Vargas, es mí persona correcta... Y a pesar que nuestras primeras veces ya se han ido, quiero seguir a tu lado por siempre, creando nuevas primeras veces o hacerlas mejor que las primeras veces...
Se alejó un poco y tomó su guitarra. Mientras que yo me quedé ahí parada mirándolo como idiota.
Yo sé que lo nuestro va ligero de equipaje
Que no es tan alto su kilometraje
Y todo siempre es bueno las primeras veces
Ya no somos niños, pero amarte es como un juego
Siento cada beso como nuevo
Cómo son de dulces las primeras veces
Comenzó a cantar con su preciosa voz.
Todos miraban enternecidos el momento. Nuestro momento.
Con cada palabra que decía, hacía que mí corazón comenzará a derretirse de amor.
Quería llorar, pero llorar de emoción, de felicidad porque jamás en mi vida había sentido tanta en el pecho.
Creo que es un sentimiento que no se puede explicar porque cada persona lo siente de distinta manera.
Juan Pablo dejo su guitarra a un lado y se acercó a mí para tomarme de la cintura, mientras que yo subí mis manos hasta su nuca, ambos meneandonos al ritmo de la música.
Los invitados encendieron las linternas de sus celulares y las ladeaban de un lado para el otro de forma lenta.
Sé que no importa que se vaya el primer beso
Si aún nos queda una vida
Y aunque tú no me lo pidas
Voy a hacerte una canción que te emocione
El primer y último día (cada día)
Porque amar es mucho más que enamorarse
Y el amor es más que dar, hay que quedarse
Aunque las primeras veces se nos van
Se nos van
Y al final (ya se van)
Ya se van (ya se van)
Aunque las primeras veces se nos van
Se nos van (ya se van)
Ya se van (ya se van)
Aunque las primeras veces...
Finalizó la canción y en cuanto terminó me lance para besar sus labios.
- Quiero quedarme por siempre y para siempre a tu lado.- susurré-
Y fue donde por fin aclaré que aquí me quería quedar toda la vida.
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