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Capitulo 76

Narra Minette Vargas

Llegué a mi departamento luego de unos días más en el hospital para tenerme en observación y realizar otros estudios ( pedido de los Morat) para cerciorarse de que todo estuviera bien.

Al llegar pude ver todo el lugar repleto de instrumentos, maletas, ropa de ellos regada por la sala.
Claro fue que me molesté al ver tanto desorden y los tres hombres que vivian conmigo, recogieron todo el lugar en menos de 10 minutos. Me encantaba saber yo tenía el mando en todo.

- ¿Y Charlie?- busqué por todos lados.-

- Simón: T-tu... ¿Recuerdas a Charlie?- todos estaban sorprendidos.-

Pero porque estab... Oh...

Esbocé una sonrisa y ellos también.

- Isaza: Está recuperando rápido la memoria...- se acercó a mí y me abrazó.- esto es genial Minette.- me apretó.-

- Oye... me... me estás dejando sin aire, grandote.- reí.-

- Isaza: Oh, lo siento.- me soltó.-

- Dylan: Ay, ojalá pronto recuerdes los besotes que nos dimos.- me hizo ojitos.-

Villamil que estaba a su lado golpeó su hombro haciendo que se moviera un poco de su lugar.

- Villamil: ¿Quieres dejar de decir estupideces?- dijo enojado.-

¿Porque estaba enojado?

- Dylan: No son estupideces, si ella lo recordará, te diría que beso tan bien, mucho mejor que...

- Ya cállate Mauricio.- dije sin interés.-

Otra mirada sorprendida me llevé de nuevo.

- ¿Qué? Esta vez no dije nada, mas que callarlo a él.- señalé.-

- Dylan: Me llamaste Mauricio. ¡Joder, nunca me alegré tanto que me llamaran por mi segundo nombre!

Se puso como loco a brincar de alegría.
Yo no entendía nada.

Nath notó mi confusión y habló.

- Nath: Jamás te dijo que tenia un segundo nombre el dia que volvió a presentarse.- sonrió.-

- Oh, ya entiendo...

- Martín: Esto es mejor de lo que esperaba Netti.

- Sí, sí mucha alegría pero, Charlie... ¿Alguien lo a visto?- seguí buscandolo con la mirada.- Es raro que no haya venido a saludarme en cuando escuchó la puerta.- fruncí las cejas.-

Me gire para ver a los demás que estaban detrás mío y se miraban entre sí.

- Dylan: Emm...- Isaza lo empujó hacía delante.- ¿Charlie, dices?

- Sí Dylan, el pequeño Schnauzer que tengo de compañero desde hace años.- rode los ojos.-

- Marto me das mi celular, que gracias al cielo ese no sufrió ni un raspón.- estiré mi mano.- Poleth seguro se lo llevó.

Nadie movía ni un músculo.

- ¿Que les pasa? Rápido, Vargas necesito a mi perro.

- Sharon: Nett, quedida...- se acercó a mí y me sentó en uno de los sillones.- Charlie...- giró los ojos a Villamil.- Charlie murió hace unos meses...- sobó mi espalda.-

- Pe-pero el...- mis ojos se llanaron de lágrimas.- ¿Es broma? Porque les aseguro que es una muy pesada.

- Villamil: Yo estaba contigo cuando eso pasó.- tomó asiento a mi otro lado.- lo siento Nett. Lo enterramos en el jardín de tus padres.

Él acaricio dulcemente mi mejilla por la cual resbaló una lágrima.
Creo que ya tenia la sensación de que eso había pasado, de que tal vez ya lo sabía. Pero estás malas noticias vuelven a doler  cuando lo recuerdo, es como si ese recuerdo ardiera de nuevo como una herida que vuelve a abrirse.

...


- Villamil: ¿Te ayudo en algo?

Lo miré y estaba parado en el marco de la puerta con una sonrisa.

Estábamos solos en el departamento, todos se habían ido a hacer sus cosas, no querían irse pero prácticamente los obligué a que se fueran, no todo el rato iban a estar cuidándome. pero Villa había decidido quedarse a descansar.

- No gracias, solo estoy acomodando la ropa que estaba fuera de su lugar.- sonreí.-

No habíamos estado solos en ningún momento desde el dia que desperté.
Tenia la necesidad de estar siempre con él, pagada a su lado pero él siempre buscaba alguna excusa para escapar.

- ¿Como lo supiste?

Él caminó dentro de la habitación con el ceño fruncido.

- Villamil: ¿El que?- se sentó en la esquina de la cama.-

Sonreí y caminé hacía mi mesita de noche para tomar el florero y mostrárselo.

- Las gerberas. Son mis favoritas, y nunca se lo e dicho a nadie.

- Villamil: ¿A nadie, ni a un exnovio?- dijo divertido.-

Negué con la cabeza

- No. Pude a ver perdido el casette pero te aseguro que a nadie se lo encontado.-estire mi brazo y lo rasqué.- Siempre que me regalaban flores, eran rosas, no tengo nada en contra de ellas pero en lo personal no me gustan.- jugué con las hojas de las flores.-
Debemos ser muy cercanos como para que lo sepas.-

Volví a dejar las flores en su lugar y me senté a su lado.

- Villamil: Somos cercanos, demasiado diría yo.- bajo la cabeza hacia sus manos.-

- ¿Nos conocemos desde que me mudé a Bogotá hace años, no?- asintió.- ¿fuimos una especie de mejores amigos o algo asi...?

Levantó su vista hacia mí.

- Villamil: No te lo diré.- se puso de pie.- quiero que me recuerdes por tí misma.-

- Puedo preguntarle a alguien que me hable de nosotros, si sabes, verdad.- sonreí.-

- Villamil: Puedes, sí, pero nadie te dirá nada porque ya me he adelantado yo a hablarles y decirles que no te hablen de eso.

- ¿Piensas que te harán caso?

- Villamil: Tienen qué, porque el chantaje que cada uno me pidió no fue nada sencillo y barato, claro.

- Ya lo veremos, Juan Pablo, ya lo veremos.-

Dió un guiño a su ojo y salió de mi habitación.

Recuerdo cuando llegó Carlos (un hombre muy apuesto la verdad) a verme al hospital y yo pregunté si él era mi novio. Juan Pablo fue quien respondió con un "NO. Ni en sus sueños" y todos estallamos en risas incluso Carlos.
Creo que ahí me dieron aires de que él se había puesto celoso pero no encontraba la razón del porqué si se suponía que éramos amigos.


...


Dos semanas han pasado desde que tuve el accidente y he tenido bastantes buenos resultados con lo de mi memoria.
Ni siquiera yo me daba del todo cuenta cuanto llegaba a decir algo que fue antes del accidente.

El doctor decía que estaba avanzando más rápido de lo previsto. Me había quitado ya molesto collarín, junto con algunos medicamentos que ya no eran necesarios.

Todos se estaban portando tan genial conmigo. Siempre estaban al pendiente de mí.
Los cuatro colombianos habían pedido a su manager un mes de vacaciones y él sabiendo mi situación acepto. Parece ser que me tenía mucho afecto porque también a estado al pendiente de mi salud.

Recordaba ya toda mi infancia, mi adolescencia, mis padres y mis dos hermanos me mostraban fotos y contaban anécdotas y eso  ayudaba bastante.

Mientras que con Juan Pablo, seguía sin tener muchos recuerdos con él. Solo recordaba algunas cosas, chalas o chistes que en algún momento llegamos a tener pero tenia la corazonada que algo mas había pasado entre ambos, algo sobre que nuestra relación fue más allá.
Cada que estaba con él, me preguntaba el porque mi cerebro se negaba a recordarlo. Es como si todos los recuerdos que tuve con él, los hubiera guardado en una caja bajo llave. Y esa llave era el mismo Juan Pablo, quien hasta la fecha, se negaba a ceder y hablarme de nosotros dos.

- ¿Y el vídeo de la canción que sale en un rato esta lindo?

- Martin: Pues...- le echó una ojeada a Villa.- no, la verdad no.-

- Diganme que no volví a cometer la locura de salir en un video suyo bailando y haciendo semejante ridículo.

- Isaza: No pero eres participé de la letr...

Sharon le dió un cadazo en las costillas.

- Isaza: Auch.- se quejó.- para ser mujer, es muy brusca ¿Sabía?- sobó su costado.-

- Sharon: No te pregunté, dientes de conejo.- le retó con la mirada.-

Estábamos en el departamento de Nathalia, esperando el estreno de un vídeo de los chicos.

- Simón: Dejen de pelear.- riño.- ya va a empezar.-

Nath subió el volumen de su televisión y todos miraban atentos.

Un piano comenzó a sonar y enseguida la voz de Villamil apareció.

Mi cabeza dió una fuerte punzada. Sentí de pronto un nudo en el estómago ¿Que estaba pasandome?

Intenté ingnorar todo y concentrarme en el vídeo y la canción.
¿Porque sentía que esto ya lo había escuchado?

Centré mi vista a Villamil que era el protagonista del vídeo. Su rostro parecía tan demacrado, con grandes y profundas ojeras. Sus ojos estaban sin brillo.
Giré mi rostro hacía él y me di la sorpresa que él me estaba mirando. Dió una sonrisa de lado.

¡Auch!

Otra vez la punzada, pero era mucho más fuerte.
Subí mis manos hasta mis sienes y las apreté con fuerza.

Una y otra y otra punzada. Apreté los ojos y los abrí de golpe.
Volví a girar mi vista a los demás y todos parecían entretenidos en el vídeo a excepción de Villamil quien me miraba con el ceño fruncido.

De pronto algo vino a mi mente.

Risas, besos, caricias, sexo, peleas, reconciliaciones... con... ¿Juan Pablo? ¿Con Villamil?

Volví la mirada a él y parecía preocupado.

- Chicos yo...- arrastré las palabras.- n-no me siento bien. Iré a mi departamento.- me levanté lo mas rápido que pude.-

Me detuve de golpe sobre el marco de puerta cuando la abrí porque otra punzada aún mas fuerte llegó a mí cabeza haciendo que me mareara.

Me sostuve y luego salí cerrando la puerta tras de mí.
Salí del edificio de Nath y me lleve la sorpresa de que estaba lloviendo.

Me había quedado sin carro, asi que tocaba regresarme a casa andando.

- Eres el amor de mi vida, Minette ¿Lo sabías?

- Sí lo sabía pero me encanta oírlo de tu boca, así que diré que no.

Sonreí como boba.
Él se acercó hacia mí y beso mi nariz.

- Pues eres el amor de mi vida.

Sus ojos esmeraldas me miraban con ternura.

- ¿Quieres ser mi novia?- preguntó nervioso.-

- Sí, si quiero.- me acerqué a él para besarlo.-

Miles de recuerdos comenzaron a llegar a mí acompañados de fuertes dolores de cabeza.

Seguí caminando, la lluvia comenzaba a cesar aún más y mi ropa ya estaba empapada.

Me detuve y me recargue de una pared sosteniendome la cabeza con ambas manos.-

- ¿Estás bien?- tomó mis manos.-

Rápido las quité y me encontré con su mirada preocupada.

- Villa... ¿que haces aquí?

- Villamil: Te vi mal desde hace un rato y me preocupé por tí.- frunció las cejas- ¿Te duele la cabeza?- asentí.- vamos, te llevo a casa.- jalo delicadamente de mi brazo.-

- Te recuerdo.- hablé sin rodeos y él se detuvo en seco.-

- Villamil: ¿Que has dicho?

- Que te recuerdo, Juan Pablo.- me solté de su agarré y subí mis manos a sus mejillas.- sé quién eres, se quin soy y sé quiénes éramos.- sonreí.- recuperé mis recuerdos, Villa, lo hice.-

Sus ojos se abrieron asombrados.

- Villamil: ¿De... de verdad?- sonrió.- ¿Recuerdas todo lo nuestro.- asentí y hundí mis manos en sus mejillas.-

De pronto y sin esperarlo, Villa colocó sus manos en mis mejillas y me atrajó hacía él.

Y ahí estábamos los dos. Besándonos en medio de la fuerte lluvia que estaba arrazando con la cuidad. Pero eso era lo que menos me importaba. Ahora me encontraba besando al amor de vida, era un beso que hace mucho no me daba y uno que no sabía que necesitaba tanto.

Lentamente me separé de él y recordé lo que pasó antes del accidente.

- Villa, yo... hablé con Carlos y...- puso su dedo índice sobre mis labios.-

- Villamil: Shhh...- pegó su frente a la mía.- lo sé cariño, él me lo ha contado todo.-

- ¿De verdad?- hablé sorprendida.- ¿Tu y él hablando... tranquilos?- fruncí las cejas.-

- Villamil: No se porque te sorprende.- rió.- pero no importa, solo importa que de nuevo estás conmigo, mi amor. Te e extrañado tanto.- susurró en mis labios.-

- Y yo a tí, Juan Pablo.

Terminé con la poca distancia que había entre los dos y me amarré a su cuerpo.

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