Capítulo 55
- Oye hija y traeras a tu novio a la cena de navidad?-
Pregunto mi madre mientras terminabamos de cenar.
Hace unos días que la gira había terminado y mis amigos volaron derecho para Bogotá, a excepción de Villa, que había dedido venir a México conmigo para ver sobre la salud de Charlie.
- A la cena de navidad no.- limpie mi boca con una servilleta.- pero para año nuevo estamos aquí.- vi la confusión en el rostro de mi papá.-
- Daniel: ¿Irás a Bogotá?
- Sí. Como entenderán, Villa también tiene que estar con su familia y hace un tiempo hablamos de esto y decidimos que Navidad la pasaremos allá y año nuevo aquí.-
- Estefanía: Es un trato equitativo para los dos.- sonrió dulcemente.-
- Raúl: ¿Cuando te vas entonces?
- En dos días.- mi celular vibró indicando que tenia un mensaje y era de Villamil.- debo irme, Juan Pablo a salido ya del estudio de grabación y pasaré por él.-
Me despedí de mi familia y subí a Charlie al auto.
Rompí en llanto cuando al llegar a casa de mis padres lo ví tumbado en uno de los sillones de la sala. Lucia triste y desanimado.
Su colita comenzó a moverse desganada cuando me vio entrar por la puerta.
Ahora que lo tenía conmigo otra vez, iba a apapacharlo y consentirlo como siempre lo hacía.
- Bien Char, vamos a recoger a papá.- esté se emocionó y comenzó a ladrar.-
...
Después de cinco años, por fin volvía a pisar el suelo bogotano.
Recorrer las calles y sentir la brisa fría eran cosas que me traían recuerdos. Recuerdos que me llenaban de felicidad pero también de nostalgia al recordar el motivo por el cual deje a mis amigos y a mi familia aquí.
Pero ahora todo era diferente gracias al cielo. Ahora me encontraba recorriendo de nuevo estas calles con la persona que amaba con toda el alma.
La familia Villamil me había dado la mas cálida de las bienvenidas. Tanto Mauricio como Clemencia eran un amor de persona, era increíble la manera en la que te hacían sentirte en casa.
Ayude a preparar la cena navideña, olvidaba que aquí todo era diferente a comparación de los platillos servidos en mi país.
- ¡Oh por Dios, no puedo creer que estés aquí!- escuché un gritó que retumbó por toda la casa.-
- ¡Laura!- Corrí a sus brazos.-
La castaña y yo nos fundimos en un gran y largo abrazo. Ella había sido una increíble amiga para mí, la consideraba como la hermana mayor que nunca tuve.
- Villamil: Ya, ya, ya.- nos separó.- la dejarás sin cariño para darme.- reímos por el dramatismo que salía de mi novio.-
- Laura: Juan Pablo pobre de tí donde la dejes ir de nuevo.- golpeó levemente su brazo.-
- Villamil: ¡Auch!- se quejó.- ni drogado dejo que eso pase.
Se puso delante de mí y jugó con nuestras narices.
Para este momento no sabría decir lo locamente enamorada que me encontraba de él. Porque cuando me vi reflejada en esos hermosos ojos color esmeralda, caí en cuenta que no quería ver mi reflejo en otros.
Él y solo él, era lo que necesitaba para ser feliz.
Las fiestas decembrinas pasaron rápido tanto en Colombia como en México.
Mi familia lo había aceptado y noté como es que Juan Pablo también se sintió como en casa. Y ahí mismo era donde me encontraba. En mi departamento cuidando y mimando como siempre a Charlie.
Mi contrato con Morat terminó pero no con Universal Music. Ellos mismos se encargaron de renovar mis próximos trabajos con artistas pertenecientes a la disquera. Claro que yo también comencé a realizar mis agendas y hacer mis propios contratos con artistas externos a Universal.
En dos meses estaría con Carlos Rivera.
Aún no daban comienzo los conciertos con los Morat pero estaban metidos día y noche en un estudio para sacar algunas canciones para lo que sería su tercer disco, aunque también se dedicaban a escribir y comproner para otros artistas.
No entendía como podian pensar tan rápido en otro disco cuando su segundo álbum apenas había salido a la luz.
En cuanto a Villa y a mí, seguíamos juntos y todo iba de maravilla con él. Ambos nos amabamos con locura. Solo que lo habia notado un poco raro y nervioso cuando estabamos juntos. No decidí darle tanta importancia a eso.
Simón por fin había declarado su amor por Nathalia y ahora eran novios.
Ella era una mujer increíble con tanta energía.
Flashback
- Simón: Nath, él es Dylan, amigo de Nett y también amigo nuestro.
Escuché al entrar a mi departamento.
- Simón: O y ella es Minette, nuestra mejor amiga y hermana desde hace años.- dejé mis cosas sobre uno de los sillones y gustosa la saludé.-
- Mucho gustó Nath. Simón nos a hablado tanto de tí.- giré mis ojos divertidos al mayor de los Vargas.-
- Nath: También es un gusto para mí.- se sonrojó.- oigan pero tú te llamas Dylan.- lo señaló.- y tú Minette.- me miró y comenzó a reír.-
- Villamil: ¿De que se ríe? Ay no, nos va a salir igual de loca que esté.- señaló a Simón.-
- Nath: ¿No se dan cuenta? -
Los Morat se veían confundidos, mientras que Dylan y yo sabíamos a que se refería y la miramos divertido.
- Nath: Ustedes dos se llaman como un actor, y vaya que actor.
- Dylan: También tiene una banda, se llama Wallows.
- Y cantan demasiado genial.
- Isaza: ¿Nos quieren explicar?
Saqué de mi bolsillo mi celular para comenzar a googlear y mostrarles de lo que estábamos hablando.
- Martín: Dylan Minnette... Vaya ustedes dos son ese actor estadounidense. ¡Que chimba!
Fin del flashback
Era increíble como pasaron tantas cosas en poco tiempo o por lo menos yo sentí que lo fue.
- Vamos Alan, tienes que salir con esa chica, es bonita y le gustas.
- Dylan: No quiero, no quiero.
- Deja de actuar como un niño y sal con ella, anda no te quita nada.
- Dylan: No me gusta, sí es linda pero no tiene ese algo que yo busco.
Detuvo su auto en el estacionamiento de el aeropuerto.
- ¿Y que es lo que buscas?
- Alguien divertida, cariñosa, que me acepté tal cual soy... No se.- rascó su barbilla.- alguien como tú, quizás.- me miró.- pero lo elegiste a él.- sus ojos se giraron hacia la ventana y pude ver como Villa llegaba con sus maletas.
- Villamil: ¿Que yo que?- pregunto una vez dentro.-
- Dylan: Que no entiendo como es que le hiciste para conquistarla asi de rápido, Cortés. Eso es injusto.- hizo que su voz sonará molesta y divertida al mismo tiempo.-
Villamil solo dió una media sonrisa. Eso me pareció extraño porque desde que éramos novios, Dylan y él siempre hacían discusiones por el motivo del porque elegí a Villa y no a Dylan.
Su celular comenzó a sonar una, tras otra, tras otra vez pero él solo rechazaba las llamadas. Cosa que me extrañó pues el no hacía eso.
- ¿Porque no respondes? Puede ser una emergencia.
- Villamil: No, no es .- respondió cortante.-
Dylan solo me miró por el retrovisor y torció la boca. Moví la cabeza y le di una mirada dándole a entender que todo estaba bien.
En todo el camino únicamente se escucha mi voz y la de Dylan, Villa solo respondía a lo que le preguntábamos.
Dylan nos dejó fuera del edificio, él se iría a su cita con la chica de la cual hablábamos.
- ¿Quieres que salgamos a comer algo?
- Villamil: No, no tengo hambre.- respondió dejando sus cosas en la sala.- iré al baño.-
Fuí directo al balcón para ver la fresca tarde que la cuidad tenía. Me senté en una silla jardinera que tenia y puse a Charlie sobre mi regazo.
Todo estaba tranquilo hasta que escuché un celular sonar. Fruncí el ceño al ver que Villa no regresaba para atender su celular, así que yo fuí quien atendió el teléfono.
- Juan Pablo ¿porque no me respondes? Llevo días llamándote. Quiero que hablemos sobre el beso que nos dimos hace unas semanas, no paro de pensar en tí, en mí... En nosotros.
Sentí un fuerte dolor en el pecho, conocía ese dolor, era el dolor de un corazón comenzando a agrietarse.
- ¿Villamil?- quería responder pero no me salía nada.-
- ¿Minette? Minette que haces...
Escuché su voz acercándose a mí y la llamada dió fin.
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