Narra Juan Pablo Villamil

-Luce muy hermosa con ese vestido ¿sabía?- dije una vez que la vi entrar a la sala mientras yo la esperaba sentado en un sofa.-

Habíamos llegado a México para unos premios a los que estábamos nominados, solo estaríamos dos días ya que teniamos que regresar al ruedo con los conciertos.
Las novias de Martín e Isaza habían viajado desde colombia para pasar un tiempo con nosotros, conocer a Minette  y acompañar a sus novios en este evento. Simón decidió ir solo.

- Minette: No digas mentiras.- se sonrojó.- pero tu si te vez muy precioso con ese traje.- guiñó el ojo.- ¿Los demás?- buscó con su mirada por el departamento.-

- Están ya en la limosina que los premios mandaron para nosotros.-

- Minette: ¿Porque no estas alla?

- Quería esperar y tener unos momentos a solas con esta bella dama.- me acerqué a ella y bese delicadamente sus labios.-

- Minette: Te quiero Villa.- susurro en mis labios.-

- Yo la quiero mucho más mi niña.- apreté ligeramente su mejilla.- ¿Vamos?- le extendí la mano y ella son una sonrisa entrelazó sus manos con las mías.-

Más tarde nos encontrabamos ya en el lugar de los premios y Minette tenía que ir del otro lado para poder hacer su trabajo mientras nosotros pasábamos por aquella alfombra y algunas entrevistas.

- Minette: No se cómo acepte un doble trabajo.- se acercó a mi una vez que terminó con las fotografías.-

- ¿Me estas diciendo que te arrepientes de aceptar ser mi acompañante?

- Minette: Juan Pablo estás malditas zapatillas están matandome, es incómodo hacer mi trabajo con este vestido. Compréndeme.- la abrace y dejé un beso en su cabeza.-

- Gracias por aceptar ser mi acompañante y perdón porque tienes que lidiar con ese vestido aunque...- guarde silencio.-

- Minette: ¿Aunque?- me animó a seguir.-

- Te vez tan jodidamente sexy con él.- le susurré.-

Noté como su rostro cambió inmediatamente de color a lo que lancé una pequeña sonrisa.

- Martín: ¿Aceptaría tomarse una foto con sus guapos amigos? - se acercó a nosotros.-

- Minette: Claro que si.

Laura la novia de Martín fue quien tomó la foto de nosotros cuatro y ella. Pero yo quería también una foto solo con la chica que me robaba el aliento.

- Lau ¿Podrás tomarnos una a Minette y a mí?

- Laura: Claro, si Villa.- tomó en sus manos una vez la cámara de Minette.-

El evento paso y tristemente no ganamos pero eso no era motivo para dejar decaer nuestro trabajo. Después de la premiación habría una fiesta a la cual nadie se negó a asistir.
Algunos famosos se acercaban a nosotros para saludarnos.

- Sebastián: Minette Vargas que gusto volver a verte niña.- la saludó de beso en la mejilla.-

- Minette: Sebastián que gusto.

- ¿Se conocen?

- Sebastián: Asi es Villa. Esta señorita era quien trabajaba tomandome fotos para una revista de aquí de México.- dió una mirada pícara.- ¿Ya no trabajas ahi?

- Minette: No, hace ya un tiempo que no trabajo para la revista pero ahora estoy con los Morat.- sonrió.-

- Isaza: Hola para ti también Yatra.

- Sebastián: Mis perros ¿Como estan?.- nos saludo a cada uno.- bueno sigan disfrutando los veo más tarde.- dirigió su vista en Nett.- Espero que estos perros te traten bien de no ser así, sabes que tienes pase abierto conmigo.- guiñó su ojo.- que linda luces por cierto.- el descarado dijo y se fue.-

- Martín: Uy papo le quieren bajar el mandado.- mencionó y todos comenzaron a reír excepto yo.-

- Iré por un trago, con permiso.- caminé molesto hasta la barra.-

Narra Minette Vargas

- Andrea: Creo que se puso celoso.- dijo la novia de Isaza.-

- No tiene porque.

- Isaza: ¿Que no tiene porqué? Vió la mirada que Yatra le dió?

- Simón: Papo es algo dramático no creen?

-Iré a verlo, los veo después.

Salí disparada a la barra, lo busqué con la mirada y ahí se hallaba el ojiverde.

- Ey Villa.- puse mi mano en su hombro y él se giró.- ¿Estas bien?

- Villamil: ¿Porque no iba a estarlo?- respondió cortante.-

Rodé los ojos y con mi mano lo tome del cuello para atraerlo a mí y asi poder besarlo.

- ¿Ya se te bajo el enojo?

- Villamil: A quien no se le baja el enojo así.- sonrió y apenado bajo la mirada.- no estaba molesto solo que no me gustó la forma en la que te ¿Coqueteo?

- Vamos Juan.- comencé a reír.- no lo hizo. Cada que venia a México a dar conciertos, la revista pedía entrevistarlo y tomar fotos para el contenido de ésta. Siempre hablada de ese modo y no solo a mí, a todas las que trabajamos. A sus fans también les da ese cariño o no?

- Villamil: Pero no a tí, tú solo eres mía y ese derecho es mío.

- Te recuerdo que no somos novios y mucho menos eres mi dueño.

- Villamil: Pronto lo seré.- beso mi mejilla.-

- Bueno creo que me adelanto al departamento, de verdad que ya no aguanto más los tacones. Están torturandome.- me queje.-

- Villamil: Vamos te acompaño. También quiero irme ya.

Ambos nos devolvimos a la bolita donde estaban todos los demás.

- Nosotros nos adelantamos al departamento estoy cansada, los tacones altos y vestidos no son lo mío. Los espero en el departamento.- me despedí de todos.-

- Martín: Nett yo me quedaré en el hotel de Lau .- asentí.-

- Isaza: Yo también me iré con Andrea.-

- Está bien picarones.- ambas chicas se sonrojaron.- fue un placer poder por fin conocerlas en persona. Nos vemos después.- me gire a Simón.-

- ¿Tu a donde iras?

- Simón: Nath me invito a un concierto así que voy directo para alla.- dicho esto salió rápido.-

Al llegar al departamento lo primero que hice fue despojarme de los horribles tacones.
Y me dejé caer en el sillon.

- Villamil: ¿Que quieres hacer? Es algo temprano.-

- ¿Temprano? Son las 11 de la noche

- Villamil: Eso es temprano.- se dirigió a la cocina.-

- ¿Como es posible que tengas hambre si en el evento te atascaste de comida?

- Villamil: Solo es un pequeño refrigerio.- se dejó caer a mi lado y me lanzó una cuchara.- ¿Helado de chocolate?-

- Nunca le diria que no a un buen helado y menos si es de chocolate.-

Comimos helado mientras contábamos algunas anécdotas o debatíamos sobre algún tema sin importancia.
Eso era una de las tantas cosas que me gustaba de él, teníamos una excelente comunicación.
En sus ojos podia ver aquel hermoso brillo que tenía cuando lo conocí, mismo que hacía que el color de sus ojos resaltará aún más.

- Tienes un poco de helado aquí.- señalé.-

- Villamil: ¿Donde?

- Aquí, Villa.- estiré mi mano y quite la pequeña mancha de chocolate que tenia en la comisura de sus labios.

Nuestros rostros estaban tan cerca, no pude evitar contenerme y me lancé sobre él para devorar sus finos labios sabor a helado de chocolate.
Para que ambos estuviéramos más cómodos me coloqué encima de él, poniendo mis piernas a los costados de su cadera y el tomó fuertemente de mi cintura.

A su lado me sentía tan bien que me atrevía a volver a  mencionar una y mil veces que él era el amor de mi vida. Porque un amor como el que teníamos no se volvía a encontrar en la vida. No se podrá jamás reemplazar.

El aire comenzó a faltarnos en los pulmones y lentamente me aleje de sus labios. Me puse de pie y le di una sonrisa.

- Llevaré esto a la cocina.- señale el bote de helado vacío con las cucharas adentro de el.-

No supe como o en que momento Villa se levantó del sillón y me tomó rápidamente de la cintura para atraerme a él y volver a unir nuestros labios. La diferencia del beso anterior a éste, era que ahora era un beso desesperado, un beso que te llevaba a sentir calor dentro del cuerpo.
Ambos comenzamos a caminar torpemente a uno de los cuartos de mi departamento. Entre abrí los ojos para guiarnos al mío.
Él cerro la puerta tras él y seguimos caminando hacia dentro del cuarto con el cuidado de no tropezarnos con algo.

Él bajo sus besos a mi cuello mientras yo con mis manos me encargaba de despeinar su cabello. Siguió bajando sus besos a mis hombros descubiertos y sentí como sus manos comenzaron a buscar en mi espalda el cierre del vestido.

Tenía que parar esto y contarle cual era la razón por la que me detenía cada que comenzabamos a llegar a este nivel. Sí ansiaba estar con él, tenía que saber que era lo pasaba por mi cabeza desde que volvió y decidimos intentarlo de nuevo.