Narra Villamil

Ella se marchó dejándome ahí en esa banca. Me dejó con miles de cosas por decir, pero también sabía dentro de mí que nada de esas miles de cosas por decir saldrían de mi boca. Lo único que quería decirle era que la amaba con todo mi corazón pero la estaba lastimando con mis actos pero la lastimaría más si le decía que mis sentimientos por ella se estaban apagando lentamente. Minette era una experta fingiendo, guardaba muy bien su sufriendo sobre todas las cosas que la atormentaban, lo sabía aunque ella jamás me contará sus problemas, a pesar de que su mundo se estuviera cayendo en mil pedazos siempre tenía una sonrisa radiante en su rostro, eso era una de las cosas que admiraba de ella.

- Simón: ¿entonces qué fue lo que pasó?- preguntaba dejándose caer sobre su cama.-

- Tuvimos una pequeña discusión, o no sé, ni siquiera terminamos de hablar, ella solo dijo que creyó que el hablar solucionaría nuestros problemas pero que se equivocó, y luego se fue.- moví los hombros sin importancia.-

- Simón: Dígame una cosa Juan Pablo.

- ¿qué?

- Simón: ¿Aun la quieres?

- Claro que sí, la amo pero no sé, siento que algo se está apagando dentro de nosotros, le dije que todo empezó a estar mal desde que terminamos. Pero yo no quiero ser el causante de que esa linda sonrisa que me tiene vuelto loco se apagué lentamente aunque sé que si rompo con Nett la destrozaría. La amo, Moncho, pero creo que mi orgullo se está haciendo más fuerte que el amor que siento por ella.

- X: ¿Pero qué está diciendo?- Simón y yo nos giramos.-

- Martin... Yo...

- Martin: ¿Tu que Villamil? ¿tú sigues con ella por lástima? ¿Por lastima a que ella sufra por su rompimiento o porque sepa que estas dejando de quererla?

- No Marto, nada de eso, es solo que... vamos tu sabés que últimamente ya no congeniamos bien como antes temo decir que el amor se nos está escapando de las manos.

- Martin: Sabe algo Villaco.- dio un suspiro.- deje de hacerse garabatos la cabeza y aclare las cosas con ella, yo sé que le dolerá pero lo superará, es mejor que se lo diga y no que siga haciéndose miles de ilusiones sobre que su relación seguirá funcionando.- se dio la vuelta y salió de la habitación de Simón.-

- Simón: Marto tiene razón.-

- Para la edad que tiene me sorprende el cómo piensa.

- Simón: Es solo dos años menor que tú, papo.

- Bueno pero la ventaja que ustedes tienen es que su mamá es psicóloga.

- Simón: No cambie el tema y mejor piense bien cosas o ambos saldrán más lastimados de lo que ya lo están.-

Estuve un rato más en casa de los Vargas y luego salí rumbo a mi casa mientras caminaba unicamente pensaba en Minette, en cuanto la quería y de todos los bonitos momentos que pasamos juntos, llegue a un parque solitario y me senté en una banca donde apreciaba la hermosa luna ,había algunas nubes cubriéndola. No sé en que momento mis ojos percataron a lo lejos a la causante de todo el revoltijo en mi cabeza y mi corazón, Minette caminaba sola del otro lado de la calle, llevaba sus auriculares puestos y en su mano llevaba su cámara, de momento detuvo su andar para mirar el cielo nocturno de Bogotá y tomó una fotografía a la luna cubierta por nubes grises y tristes, miro su cámara y sonrió para luego seguir su camino, ella era amante de las cosas sencillas, ella era una niña muy linda, ¿porque me comportaba así con ella?, ¿porque nunca la buscaba para arreglar las cosas como ella lo hacía conmigo?, soy un maldito egoísta.

Narra Minette

- Estoy harta, te juro que lo estoy y a él le importa un comino lo que pasé.- limpie mis lágrimas con las mangas de mi sudadera.-

- Arleth: ¿ Y qué es lo harás?- dijo a través de la línea telefónica.-

- No me preguntes que hare porque no se nada, mi cabeza está hecha un lio con este maldito tema, por la maldita tarea de matemáticas que no entiendo, por los trabajos pendientes que tenemos ¡Mi cabeza explotará!

- Arleth: Debes tranquilizarte, todo tiene solución menos la muerte, mira porque no intentás descansar, duerme y ya mañana será otro día.

- Ojala dormir solucionara todo, bueno me iré a bañar, te veo mañana Ar.-

- Arleth: Descansa y oye, Nett

- Dime.

- Arleth: Todo mejorará, pero debes pensar bien que harás, porque no toda la vida tendrás que solucionar todo tu sola, no quiero que te dañes a ti misma, te quiero bye.- sin dejar que le respondiera colgó el teléfono.-

Me quede pensando en lo que me dijo Arleth, en lo que me decían mis amigos.

Desde que Villamil y yo hemos estado distanciados, también lo había estado nuestro grupo de amigos. Isaza, Alejandro, Simón y Villamil se juntaban a tocar y ensayar algunas canciones de sus artistas preferidos, yo dejé de asistir a cada uno de sus ensayos, pues no quería ser la molestia de ninguno de los cuatro o incomodar.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas con el mismo asunto, me recosté sobre mi cama y mirando el techo me puse pensar y miles de preguntas invadían mi mente ¿Y si ya no le gusto? ¿Tendrá a alguien más? ¿Qué fue lo que paso entre nosotros? ¿Hice bien en aceptar ser su novia? ¿Y si el problema era yo? ¿Mi orgullo quizás? ¿Deje de ser bonita para Juan?

Si de algo estaba más que segura era del amor que le tenía y que si él se iba de mi vida todo acabaría, ya no habría planes para el futuro, los mismos que hicimos juntos, todos se irían al carajo así como nuestro noviazgo se estaba yendo.

3 semanas después

Tres semanas pasaron desde la última vez que cruzamos palabras, se podría decir que estábamos solteros otra vez, pues nuestros actos lo daban a demostrar así.

- Saúl: ¿Estas segura?

- Pues no lo estoy pero debo hacerlo, no puedo continuar así, esto me está consumiendo.-

- Saúl: Sabés que te apoyo y pase lo que pase yo estaré aquí para ti ¿Si?

- Eres el mejor Saúl, gracias.- le di un gran abrazo, Saúl se había vuelto en uno de mis mejores amigos pues siempre estaba para apoyarme, me escuchaba, me ayudaba con mis tareas, me explicaba cuando no entendía algo, ese niño me tenía mucha paciencia.-

- Saúl: Ahí viene tu amigo Martin, te dejo con el mientras voy a la biblioteca a buscar el libro de física para el proyecto que tenemos que hacer.

- Sí, te veo en un rato.- se dio la vuelta y se fue.-

- Martin: ¿Cómo va la mejor amiga más preciosa del mundo, ha?

- Deja de decir cosas Marto oye tengo que decirte algo.-

- Martin: Soy todo oídos.

- Yo... ammm... terminaré con Villamil.- el pronunciar su nombre hacia que mi corazón latiera a mil.- No quiero hacerlo Marto pero no quiero seguir fingiendo que no me duele esta situación, por dios solo mirame cada que lo veo puedo notar a distancia su desinterés, le importa un carajo y ya no quiero seguir asi, Martin, esto está acabado conmigo poco a poco.- él solo se quedó callado mirándome fijamente.- di algo.-

- Martin: Debes hacerlo, sé que esto te duele pero estoy de acuerdo en que no puedes seguir así, sinceramente esto te afecta más a ti que a él.- dijo fijando su vista ahora a las canchas de futbol y note que ahí se encontraba Juan Pablo, siendo feliz jugando, riendo con sus amigos y haciendo notar que no le importaba en lo más mínimo.-

- Lo haré esta misma tarde, Lea nos invitó a todos a hacer tarea en su casa porque hemos esta distanciados todos.-

- Martin: Te apoyo en lo que tu decidas recuerda que siempre estaré aquí para lo que necesites.-

- Gracias por ser mi amigo Martito.- mis ojos se llenaron de lágrimas y él al notarlo me envolvió en un cálido abrazo.-