Yo amo a mis papás por igual y nunca tendría preferencias, pero me me sentía más mal por mi mamá, ella lo a apoyado en todo, en las buenas y en las malas, también tenía su carácter, pero nada comparado con el de mi papá.

Subí triste a mi habitación y me tumbé en la cama a llorar, ya casi se acercaba la hora de ir con mis amigos y decidí irme con ellos, mi padre no tenía porque regañarme, mamá me había dado permiso ya, haci que me duché rápido y me fue a casa de Isaza, mi papá no me vio salir, seguía encerrado en su estudio.

Estaba parada frente a la puerta de la casa de Isaza, no sabia si tocar o simplemente irme por ahí, necesitaba estar sola.
Iba a irme, pero me topé con Villamil, y mis planes de estar sola ya no eran posibles, así que decidí entrar con mis amigos y apoyarlos con si proyecto de hacer una banda, esos niños tenían talento.

Ellos estaban en su rollo, por más que intentaba estar como si nada, no podía, no dejaba de pensar en la discusión de mis padres y la que mi papá tuvo conmigo, no aguante más y decidí irme.

Pero al salir no contaba con que Juan Pablo fuera a seguirme, insistió en que le contará lo que pasaba, pero decidí no hacerlo, yo siempre me gustaba mis cosas, eso estaba mal lo sé, pero que podía hacer.

Llegué a un pequeño parque y me senté en una banca.

- X: Minette Vargas ¿Porqué tan sola?- volteo para ver a la persona dueña de esa voz...-

- Hola Rogelio, que tal.- dije sin ánimos.-

- Rogelio: ¿Que tienes, estás bien?

- Si, yo sola quería estar sola, gracias por preocuparte.-

- Rogelio: Minette, tengo que decirte algo.- dijo sentándose a mi lado.-

- ¿Si que pasa? - dije, esperando que por un momento me haga cambiar mis pensamientos que me hacían sentir tan mal.-

- Rogelio: Mira quiero ir directo al grano, Minette, tú me gustas mucho, desde que te conocí me has parecido una niña muy linda, eres carismática, tienes una sonrisa hermosa, me gustan tus lunares, tienes una gran personalidad, yo quiero preguntarte si quisieras salir conmigo...- dijo tomando mi mano, yo le quedé plasmada ante lo que me dijo, Rogelio me atraía, pero no me gustaba, pero durante este tiempo que lo he estado conociendo, me a agrado mucho, pero me di cuenta que congeniamos mejor como amigos que como pareja, debía ser honesta decirle eso.-

- Rogelio, yo te agradezco mucho cada una de las lindas palabras que has dicho, debo admitir que tú me atraes, pero...- no podía decirle, no le gusta lástimar los sentimientos de los demás.-

- Rogelio: Pero...

- Pero no me gustas, yo lo siento mucho, siento no corresponderte, tu también eres un niño muy guapo la verdad, eres muy divertido, pero en este tiempo me di cuenta que funcionamos mejor como amigos que como una pareja...-

- Rogelio: Oh yo lo siento.- dijo soltando mi mano.-

- Rogelio.- dije volviendo a tomar su mano.- No me mal interpretes, pero mira, quiero ser sincera- di un largo suspiro.- creo que me gusta Juan Pablo Villamil, mi amigo, no quiero que nuestra amistad termine tan rápido, por favor.-

- Rogelio: Pues que afortunado es.- dijo dándome una linda sonrisa nostálgica.- yo te entiendo, y claro que podemos ser amigos, cuenta con eso.- dijo y luego me dió un abrazo.-

Necesitaba mucho un abrazo, luego de esa pequeña charla y hablar de más temas con Rogelio, yo me fui a casa, no me había dado cuenta y ya eran las 8 pm... Al llegar mi papá estaba en la sala viendo la televisión.

- Ya llegué.- dije esperando a que me regañara o algo, pero no recibí respuesta de su parte.-

Me dolía mucho cuando me ignoraba, yo solo subí las escaleras y fui con mamá, entre a su habitación y la vi ya acostada.

- Hola ma, ya llegué.-

- Estefanía: Hola, quieres cenar o algo?

- No ma gracias, no tengo hambre.

- Estefanía: Bueno.

- ¿Siguen sin hablarse?

- Estefanía: Si ya sabes cómo es de orgulloso.-

- Ufff.-

Fue lo único que dije, luego de eso me despedí de ella y me fui a mi habitación, no quería decirle lo que él me dijo está mañana, no quería que por mi culpa volvieran a pelear.
Hice mi rutina nocturna, y me fui a dormir, con la esperanza de que al día siguiente todo mejorará, sabía cuándo se querían mis padres, pero como ya había dicho, mi papá tiene una forma muy extraña de querer.