Capítulo 12
Narra Villamil
Los días pasaban y cada día Minette y Rogelio estaban juntos, más de lo normal, bueno él, ese era el que se la pasaba apegado a ella. Cada que los veo juntos me da una inmensa rabia.
Y creo que eso me hizo darme cuenta que si me gusta Minette, pero creo que es muy tarde para expresarle mis sentimientos.
Hoy iba a salir con los chicos, para hacer un ensayo de nuestra banda, bueno aún no era oficial que teníamos una banda, pero nos gustaba componer, tocar instrumentos, tuve una gran suerte al encontrar a estos perros, ellos compartían el mismo sueño que tenía yo, la misma pasión y esa era la Música.
Iba camino a casa de Isaza que era donde la mayoría de las veces nos juntamos, ya que el papá de Isa también compartía ese gusto de la música con nosotros.
Cuando estaba a punto de llegar pude ver a Nett que recién llegaba a casa de Isaza, desde que se enteró que nos gustaba la música y que pensábamos en armar una banda, no faltaba a los ensayos, era nuestra fan número uno.
- Ey Nett.- dije en un grito, dandole una sonrisa.-
- Minette: ¿Que pasa Juan? - dijo dándome una de sus preciosas sonrisas, pero está sonrisa era diferente, tenía un toque de tristeza, se le notaba en el rostro.-
Antes de que tocará la puerta, la detuve, para poder platicar unos momentos con ella, desde que ese pelado llegó ya no tengo tiempo para poder hablar a gusto con ella.
- ¿Cómo vas?
- Minette: Bien Juan, todo bien, o bueno eso creo...- se borró su sonrisa de pronto, y bajó la mirada hacía sus zapatos.-
- Pero ¿Porque? ¿Te hizo algo Rogelio?.- ese estúpido, dónde se haya atrevido a lastimar a Minette, no se la va a acabar.-
- Minette: No Juan Pablo, tranquilo, con él todo bien.- Auch por un momento creí que mi momento se acercaba.-
-¿Entonces que pasa?.- ella estaba a punto de responder, cuando...
- Simón: Hermana, Papo, que tal, porque no entramos?.- tocó la puerta y rápidamente la abrieron.-
- Hola Susy, venimos a ver a Isaza.- dije a la hermana de Isaza.-
- Susana: Nett, Simón, Villa, pasen, pasen, mi hermano y Aleho los esperan en el estudio de papá.-
- Minette: Hola Susy, gracias.- la saludó con un beso en la mejilla.-
Al pasar tiempo con la aún no banda, pude ver qué Nett se veía ida, distraída no se, algo tenía.
- Minette: Chicos yo me tengo que ir ya, los veo el lunes, adiós.- dijo y salió rápidamente.Noté que a los demás no les pareció raro su comportamiento, así que yo hice lo mismo, me despedí y salí.-
Salí rápidamente de la casa de los Isaza y la busqué con la mirada, sabía que ella tenía algo.
Cuando la encontré, fui tras de ella, pero noté que ella no se dirigía a su casa, tomó un camino diferente.
- Minette, que pasa ¿Estás bien?.- dije tocando su hombro y ella se detuvo, luego ella volteo para verme a los ojos.-
- Minette: Estoy bien Villa, debo irme ya.- dijo, pero en esas palabras solo había mucha nostalgia, se dió la vuelta y siguió con su camino.-
- Pero Nett, ese ni siquiera es el camino a tu casa, no estás bien, puedes contarme que pasa.-
- Minette: Yo estoy bien, te lo aseguro, se que no es el camino a casa, solo que necesito estar sola.-
- Yo sé que no estás bien, por favor, déjame ayudarte.-
- Minette: Ya te dije que no me pasa nada, solo que llegan momentos en que uno necesita estar solo, eso es todo, gracias por preocuparte, adiós Villa.-
Dijo sin más y se marchó, yo solo me quedé parado en la calle viendo como su ser se alejaba de mí, y decidí irme a casa, solo esperaba que esa niña de bonita sonrisa estuviera bien.
Narra Minette
Hoy era sábado, mis papás estaban en casa, me encantaban los fines de semana porque siempre nos levantábamos tarde de la cama.
Eran las 11:00 am y apenas venía yo despertando, si que necesitaba dormir, han sido unas semanas pesadas gracias a la escuela, entrega de proyectos, exámenes etc.
Me levanté baje a la cocina para desayunar algo, y escuché a mis papás discutir, cada que lo hacían me sentía muy mal, las palabras que mi padre decía solían ser muy hirientes, él tiene un carácter bastante pesado.
- Raúl: Ya te dije Estefanía, si no te gusta mi carácter, puedes irte.-
- Estefanía: Y a ti ya te dije que si no me largo no es por el maldito trabajo o el matrimonio, me detiene MÍ hija, es por ella que sigo aquí, lejos de casa, en otro país- Sabía que los tres de alguna forma extrañabamos nuestro hogar, que era México.
Raúl: Entonces que tanto me estás reprochando.-
- Estefanía: Eres un egoísta, espero que tu bendito orgullo no haga que un día te quedes solo, porque no pienso aguantarte si sigues así.- dijo con la voz quebrada mi madre y luego salió de la cocina.-
- Estefanía: Oh hija ya despertaste.- dijo limpiando sus lágrimas que resbalaban de sus mejillas, me dolía en el alma verla llorar.-
- ¿Que paso, porque discutían?
- Estefanía: Ya sabes, tu padre y su carácter, en fin, no le tomes importancia, tú desayuno ya está en el comedor, yo iré a hacer unas compras al súper.-
- Mamá...- me miró con sus ojitos tristes.- tranquila, te amo.- dije y le di un abrazo, luego de separarnos, volví a hablar.- En un rato iré a casa de Isaza ¿Puedo?.-
- Estefanía: Si hija, solo ve con mucho cuidado.- luego de eso subió a su habitación.-
Me fui al comedor para comer mi desayuno, y puede ver a mi papá salir de la cocina, no le dije nada, sabía que si decía algo, me iba a responder aún enojado.
- Raúl: ¿Y tu madre?- dijo cortante.-
- Está arriba.- respondí en el mismo tono.- Oye iré con Isaza, ya me dió permiso mamá.-
- Raúl: O sea que solo me estás avisando, se te olvida que yo soy el que manda en esta casa, no solo ella, y no, no vas a ir.- dijo enojado, mala idea hablarle ahora...-
- Pero papá...-
- Raúl: Nada, punto final, y te vas a tu habitación, a hacer algo productivo.-
Luego de eso, se encerró en el estudio, dónde mis papás solían trabajar.
Me sentí muy mal, ellos no estaban al tanto de que yo solía tener inseguridades, de que la mayoría de veces me sentía sola y triste, y no contaba con nadie para que me apoyará.
Sumándole a eso, la carga de tristeza que yo también tenía cada que mis padres discutían.
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