Caos En La Historia
Siente algo extraño mientras se dirige hacia la residencia de su nuevo alumno.
No sabe por qué dentro de su ser algo le dice que se llevara una sorpresa, pero no sabe si será buena o mala, aun así, al mejor Hitman del mundo no le gustan mucho las sorpresas.
Puede ser que el sentimiento se debe a la casi nula información que tiene acerca del futuro décimo Vongola, culpa del imbécil encargado de la CEDEF, aún se pregunta cómo es que han durado con ese estúpido de jefe.
Más estúpido ya que ni de jefe o padre sirve, si la carpeta con apenas tres hojas dice algo acerca del tipo de hombre de familia que es.
Básicamente, no conoce a su propio hijo y apenas sabe algo de su mujer.
Un idiota por completo.
El arcobaleno del sol y mejor Hitman del mundo llega a la residencia, con su apariencia de bebé no es será nada difícil convencer a la madre del chico, ya hará de las suyas para que el niño haga lo que quiere sin importarle sus excusas.
Llega a la casa y es fácil hacer que la madre lo deje pasar, pero justamente cuando va entrando a la cocina, lo raro comenzó.
- ¡Tsunami al desayuno está listo! – Grito Nana al comienzo de las escaleras.
¿Tsunami no es nombre de chica? Se presunta internamente el Hitman y la sensación que lo invadió en todo el trayecto regresa con más fuerza.
Todo eso solo explota cuando ve a una linda chica de 15 años entrar a la cocina, su uniforme escolar un poco desordenado mostrando que tiene algo de prisa su cabello castaño largo está amarrado en una coleta alta, hay una cadena en su cuello pero no logra ver que hay en él.
Apenas está registrando lo que acaba de suceder cuando algo más llama su atención de manera alarmante, su chupete amarillo está brillando con fuerza.
- ¿Mamá quién es él? – Pregunta la chica con la voz más dulce que ha oído, pero ella misma se sorprende al ver que su chupete brilla.
Es en ese momento donde él lo ve claramente, ahí colgando del cuello de la castaña se encuentra el chupete naranja, el cual también esta brillando.
- Mira Tsu-kun, no sabía que tu nuevo tutor también lleva uno de esos curiosos chupetes ¿Estarán de moda? – Pregunta Nana, inconsciente de lo que está sucediendo.
- Mama ya me voy, no quiero que se me haga tarde – Es todo lo que dice la chica antes de salir por la puerta.
Cuando Nana se de vuelta para hablar un poco con el nuevo tutor, nota que ya no se encuentra en ningún lugar de la casa.
Tsunami apenas dio unos pasos fuera de su casa cuando su chupete vuelve a brillar.
- ¿Cuándo conseguiste ese chupete? – Es lo único que oye detrás de ella.
- Tengo el pacificador del cielo desde que tengo 6 años – Responde con algo de resignación la chica. – Mis llamas estaban inestables, por lo que me explicaron, tengo un sello que las bloquea – Agrego Tsuna.
- ¿Sello? ¿De qué clase? – Pregunta el Hitman.
- No esperaba conocer a uno de mis elementos tan pronto y menos de esta manera – Comento la chica girándose a ver al "bebé".
- ¿Cómo es que sabes tanto de todo esto? – Pregunta Reborn, tratando de ignorar la pregunta.
- Podemos ponernos al corriente más tarde, pero en verdad necesito llegar a la escuela – Dijo la castaña con algo de urgencia.
- No te lograras librar – Comenta el Hitman.
- Lo sé – Responde la castaña con una ligera risa, antes de comenzar a correr, mira directamente al peli negro – Hablaremos más tarde, mi sol – Después de decir esto sale corriendo.
Reborn se retira y comienza a preparar las cosas que necesitara para lo que sucederá en la tarde, aun así, no puede ignorar la calidez que siente al recordar las últimas dos palabras de la castaña.
Más tarde ese día, Tsuna le cuenta la verdad al Hitman:
Tsuna sabe que después de una vista des padre junto a si jefe, ella comenzó a sentirse mal, muy mal. Le dolía todo el cuerpo, su cabeza daba vueltas o palpitaba de dolor, su pecho lo sentía en llamas, vomitaba todo lo que comía, era horrible.
Su madre no sabía que hacer por lo que la llevo al hospital, los doctores tampoco tenían idea de lo que sucedía con ella por lo cual siguieron con los tratamientos, después de unos meses, ella ya era caso perdido para varios doctores.
Fue una noche, cuando todo cambio.
Un extraño hombre apareció en su habitación, fueron sus extrañas palabras las que despertaron a la niña.
- Tanto potencial de llamas desperdiciado –
Ella lo miro extrañada y el hombre al notar que era observado se sentó en una silla a lado de su cama.
El hombre le explico que su cuerpo estaba tan mal porque sus llamas habían sido selladas y ese extraño sello solo podía ser retirado por la misma persona que lo había colocado, en todo caso, el sello también podía ser roto pero para eso se necesitaría tiempo, esfuerzo y mucha voluntad.
Siendo la primera lo que ella no tenia en ese momento.
El hombre le ofreció una oportunidad, algo que podría equilibrar sus llamas por un tiempo pero que no era 100% efectivo a largo plazo, le advirtió que si no rompía el sello en unos años aquello que la ayudaría la terminaría matando lentamente.
Ella acepto, no podía dejar solo a su mamá.
El hombre sonrió y eso es todo lo que recuerda de aquella noche.
A la mañana siguiente, ella tenía en su cuello una hermosa cadena de color plata y de ella colgaba un extraño chupete naranja.
Esa misma mañana todo su cuerpo comenzó a estabilizarse para la gran sorpresa de los doctores, solo se necesitó una semana para que ella fuera dada de alta en el hospital. Todo Namimori lo considero el gran milagro, no es que a ella le importara mucho, lo único que importaba para la pequeña niña, era que su madre era feliz nuevamente.
Su madre no pregunto mucho por su nuevo accesorio, pensando que era un regalo de alguien del hospital.
Dos semanas después de salir del hospital, se volvió a encontrar al extraño hombre en una tienda de Ramen, fue ahí donde él le explico todo lo demás relacionado al extraño chupete que ahora portaba.
Lo que eran las llamas y su importancia.
Todo sobre los elementos.
Su relación con ellos.
Su papel ahora que portaba el pacificador.
El Tri-ni-sett.
La importancia de encontrar a sus elementos en el futuro, pues eso ayudaría en lo que se rompía el sello.
Si hubo mas no lo recuerda por completo, pues aquellos puntos fueron los que más se le gravaron, aquel hombre le tuvo paciencia y le dijo que a pesar de no hacerlo, le ayudaría de vez en cuando.
Era así como ella entreno un poco, no mucho pero lo suficiente para mantener su cuerpo activo, pues era algo esencial hasta que se pudiera romper el sello; que tuviera el pacificador no significaba que se había librado de todos los males, un cualquier momento su cuerpo podía recaer y por eso debía ejercitar.
Reborn se mantuvo callado toda la historia, prestando especial atencional hombre que conoció Tsuna, el ya tenía una idea de quien era pero aun así le quedaba una duda que no podía ser respondía completamente
¿Por qué salvar a la chica? ¿Tan poderosas eran esas llamas selladas?
Ante todo se estaba preguntando qué hacer con la nueva información proporcionada, pues, independientemente de los cambios, la chica sigue siendo la heredera al trono del Vongola.
Salió de sus pensamiento cuando la castaña le pregunto se estaba bien, a lo cual es comenzó a explicar por qué se encontraba en ese lugar, sobre decir que la chica solo estaba maldiciendo su mala suerte.
A pesar de que ninguno dijo nada había una gran duda en la mente de ambos:
¿Qué tanto le afectaría a la chica portar dos de los elementos principales del Tri-Ni-Sett?
Siguieron hablando hasta tarde en la noche, inconscientemente, tanto cielo como sol comenzaron a formar un nuevo lazo. Fue en medio de la charla donde Reborn le prometió a la chica que el traería a los demás arcobalenos lo más pronto posible, pues, el paradero de la niebla era desconocido.
Tsuna soltó unas lágrimas de felicidad pura, ella ansiaba vivir, tener a los demás elementos cerca la ayudarían un poco más.
Todos los planes de Reborn salieron por la ventana esa noche, su prioridad ahora era lograr que su cielo viviera, si para ello tenía que entregar su vida en el proceso, lo haría con todo gusto. Viendo como Leon jugaba con la castaña antes de dormir, el Hitman se determinó más que antes a romper la maldición que tenían sobre ellos.
Irónicamente, esa misma maldición había sido la responsable de que el pudiera conocer a la chica.
Cuando Tsuna le sonrió con tanta felicidad, se prometió a si mismo que no permitiría que esa sonrisa se apagara en mucho tiempo.
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Esto da para mas, mi mente me lo dice, pero no creo hacerlo XD
Siendo sincera, este día me dio un pequeño dolor de cabeza: Caos En La Historia. No se me ocurría algo bueno para cambiar por lo que me fui por algo ya conocido.
Culpo a los últimos fics que me eh leído para esto.
Bueno sin mas que decir me retiro, nos vemos mañana con mas R27 n.n/
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