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capítulo 29

Jungkook

Al fin sábado, tener que soportar al profesor de geografía casi toda la semana fue una tortura que no se lo deseo a nadie, aunque la única parte buena fue cuando nos anunciaron que la semana entrante tendríamos una especie de campamento junto a algunos alumnos superiores a nuestra clase. Por lo menos en esa semana no tendría que soportar la cara de ese viejo con barba.

Ya que era sábado, me levanté a eso de las cuatro de la tarde. No me quejaba, como me voy a quejar de haber jugado toda la madrugada hasta el amanecer, de lo que si me quejo fue de la marca que me dejo Jimin, el jueves en la azotea cuando por culpa de mis malditas hormonas había ocasionado que se descontrole y portaba una marca rojiza en mi cuello. Agradecí que le mande un mensaje a Tae durante la noche de ese mismo día, el viernes llegó a mi casa y me dio una base para cubrirlo.

Ahora me miraba en el espejo del baño intentando ocultar aquella marca y mande todo a la mierda, ósea era sábado estaba sólo en casa, nadie me visitaría así que sólo me cepille los dientes y deje mi pelo alborotado, a la noche me daría el lujo de bañarme.

Baje a la cocina, con todo la pereza del mundo abrí el refrigerador y sólo había un pote de mermelada, queso untable y leche.

Fui a la tostadora y junto a ella se encontraba el pan, saque dos pedazos y los metí adentro de la tostadora y la puse a andar dejando que toste el pan.

Agarré el tazón de la repisa de arriba, verti un poco de cereal y agarré la leche llenando el tazón.

Cuándo el sonido de la tostadora se escucho por la cocina, agarré las rebanadas de pan quemándome un poco los dedos al sacarlas y apoyarlos en un platillo.

Vi la mesa del comedor con todo lo que me daría el lujo de llamarle una merienda al estilo Jeon.

Apenas estaba por apoyar el trasero a la silla, el sonido del timbre se escucho por toda la casa, maldito el ser humano que interrumpe mi hora de comer.

Con toda la paciencia del mundo, me dirigí a la puerta y vaya... Que grata sorpresa.

- ¡Kookie!

- ¿no deberías de estar en un mini viaje con tu familia? - me crucé de brazos, esperando su respuesta pero sólo sonrió mas.

- sabes que me encantas cuando te enojas.- maldito Jimin.- pero ya que tu madre no esta en casa, decidí hacerte compañía se que no te gusta estar solo, por eso le pedí permiso a mis padres y accedieron pero eso sí...- hubo un corto silencio y siguió.- dijeron que si tenemos sexo, la seguridad ante todo ¿me dejarás pasar?

- que dijeron ¡¿que?! - abrí los ojos sorprendido por lo que escuche.- dios mío...

- bueno, si llega a pasar ya sabes no puedes quedar embarazado así que tranquilo.- lo seguí mirando sorprendido y el maldito de Jimin levanta los hombros restandole importancia al asunto.

¿los padres de Jimin pensarán que soy tan pervertido igual que su hijo? Pero si yo soy un santo...

~♡~

Después de aquel vergonzoso episodio en la entrada de mi casa, ahora estaba junto a Jimin sentado jugando a la play.

Alguna que otra trampa de parte de Jimin hacían que el gane, pero como venganza le gané cinco veces seguidas mientras él se quejaba de que yo hacia trampa y tocaba como un desquiciado todos los botones.

Tras una fácil pelea con Jimin logre ganarle y coronarme el mejor jugador, haciendo que Jimin haga un berrinche como un niño en el piso.

Pedimos una pizza y solo tardó unos quince minutos. Comimos en un total silencio, Jimin de vez en cuando chupaba sus dedos como si fuese lo más delicioso que haya probado, bueno la pizza era lo mejor.

Después de comer todo, lo lleve a mi cuarto a tirarnos un rato a la cama. Aunque estaba un poco nervioso, no quería que Jimin lo noté, no iba a pasar nada, no entiendo porque mis nervios están jugando conmigo de esta forma.

Al cerrar la puerta, Jimin se quedo observando todo mi cuarto como si estuviera buscando algo.

- oye, Jungkook.

- ¿qué pasa? - pregunté y abría mi armario buscando algún pijama para Jimin.

- ¿dónde escondes tu porno? - di media vuelta y solo lo observé.- porque me miras así, todo adolescente tiene sus revistas escondidas en alguna parte.

Eso ya lo sabía... hasta yo tengo algunas escondidas abajo del colchón. Pero él nunca lo sabría.

- siento curiosidad por saber por donde las escondes...- levantaba algunos libros, mientras no sepa que están abajo del colchón todo estará bien.

Lo dejé que siga husmeando donde quería, estaba buscando alguna prenda que le quedará bien, agarré un pantalón que ya me iba corto y una remera de iron man de una convención de comic que fui el año pasado.

Al darme la vuelta vi que intentaba correr el colchón a un lado y como alma que se quiere llevar el diablo, corrí hasta él y lo detuve. No quería que vea eso, la vergüenza hizo que mi cara se sonroje.

- ¿q-que diablos estabas tra-tratando de hacer? - quise sonar lo más calmado posible pero los nerviosos me jugaron en contra. Jimin sonrió de lado.

- ¿qué pasa Kookie, hay algo abajo de ese colchón que no quieres que vea? - él ya lo sabía, demonios si que lo sabía pero no le daría el gusto de verme avergonzado.

- claro que no ¿acaso no puedo estar cerca de ti? - ¡bien, Jungkook! Distraelo lo mejor que puedas y olvidará las revistas.- o acaso al gran Park Jimin lo pongo nervioso.- recorrí un dedo por su pecho ¡eso seducelo y olvidará el tema! - tan sólo quiero darte un beso.- besé su comisura. Ahora Jungkook alejate despacio.

Me aleje observando a Jimin mirarme fijamente, di media vuelta y camine rumbo a la puerta.

Gracias a mis manos, no me estampe contra la puerta por culpa de Jimin. Me removi para que me deje espacio, pero sentí la presión de su pecho contra mi espalda.

- jungkookie... Esta vez no escaparas.- susurró en mi oído, haciendo erizar los pelos de mi nuca.- provocar esto, te saldrá caro.- sentí su dura erección en mis nalgas. ¡oh no, ya estaba condenado!

- t-te lo pu-puedo explicar...- me removi más pero logre que mis nalgas rozaran más con su erección e hicieron que un jadeo salga de mis labios.

Lo último que pude ver fue como Jimin me agarra desde atrás y la puerta de mi habitación se alejaba cada vez más.

El pez muere por su propia boca, es lo que suelen decir.

Pues, yo voy a morir en manos de Park Jimin.

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