capítulo 26
Jimin
Ver a Jungkook recostado sobre mi pecho, con su sedoso y oscuro cabello rozando mi mentón, era de los más tierno.
Sentir su ligera y pausada respiración, hacia que mi corazón se acelere más. Sentir con mis manos el calor que emanaba a través de su uniforme, me reconfortaban y mucho.
¿soy ridículo? Tal vez... Pero era un ridículo enamorado.
Me gusta sentir a Kookie entre mis brazos, su rica y refrescante fragancia que emanaba de sus cabellos me volvían completamente loco.
Sus dedos acomodados y relajados en mi pecho, eran testigos de los latidos descontrolados de mi corazón.
A veces no puedo creer que haya caído rendido a los pies de Jungkook.
Yo era una persona que le gustaba sólo buscar a alguien con quien tener una sesión de sexo, nada serio... no era de esas personas que se ataban a alguien. Los compromisos amorosos no eran lo mío.
Pero todo cambio cuando lo conocí, él volteo completamente mi mundo y no supe cuando caí rendido a sus pies.
Jungkook se instaló completamente en mi. Eso me comenzaba a aterrar ¿que pasaba si la cagaba o le haría daño?
Jamás me lo perdonaría.
De tan solo pensarlo, me volvía loco.
No me arrepiento de comenzar algo serio con él. Si lo dejará ir sería un completo estúpido.
Lo abrace más fuerte, haciéndo que se mueva un poco.
Balbuceo algo que no entendí y se apego más a mi pecho. Maldición, si se volvía a mover de esa manera, perdería el control y sólo lo despertaria para comerlo a besos.
Aunque me gusta tener sexo, por él esperaría todo el tiempo del mundo.
Por él haría cualquier cosa...
Jungkook
Aún sigo un poco dormido, pero eso no me impide poder oler la mezcla de la rica fragancia del perfume de Jimin en el aire, entrando por mis fosas nasales.
Me embriaga, y demasiado.
Quiero sentirlo más. Removiéndome un tanto hacia arriba, levantó mi cabeza y pegó mi nariz en su cuello. Siento con más intensidad su perfume e inhalo más por esa zona.
- si sigues así, me descontrolare.- sentí el apretón de las manos de Jimin por mis caderas.
- sólo un poquito más.- roce mi nariz por su cuello.- hueles bien...- dejé un beso.
¿que demonios me está pasando? ¿porque comienzo a sentirme caliente?
- no Kookie.- me tira suavemente fuera de él.- no hagas eso, haces que mi autocontrol se vaya a la mierda.- besa mi mejilla.
- lo siento...- me disculpó cabizbajo.
Apoya sus dedos en mi barbilla, levantando mi mirada y me da un beso casto.
Y después otro, otro y otro.
Dios mío, esta despertando algo en mi que nunca antes me sucedía.
Me acomodó un poco, quedando frente a él. Mis brazos se enrollan por su cuello haciendo que mis dedos se deslicen por los mechones de su nuca y lo atraigo más cerca mío.
Siento sus carnosos y abultados labios apoyados en los míos, me gusta.
Sacó mi lengua rozando la punta por su labio inferior. Él la enreda con la con la mía y comenzamos a besarnos descontroladamente.
Comienzo a sentir una extraña sensación en mi vientre bajo, provocando un hormigueo en mi entre pierna. Mi corazón empieza a descontrolarse.
El fuerte agarre de las manos de Jimin en mi cintura, haciendo que nuestro cuerpos se acerquen, hace que mis sentidos exploten.
El hormigueo en mi vientre bajo se hace más intenso. Algo comienza a despertar abajo de mis pantalones.
Demonios, debo parar... Pero no quiero. La lengua de Jimin se siente excitante.
Separa nuestras bocas y comienza a dejar besos por mi cuello.
Por las zonas en donde estaba besando se siente caliente, sus manos comienzan a adentrarse por la camisa. Siento el tacto de sus dedos tocar la piel de mi espalda.
Tiró un tanto fuerte de su cabello y lo apartó de mi cuello.
- de-demos parar...- habla mientras sigue acariciando mi espalda.-
Siento mi pecho subir y bajar. Miró sus labios un tanto rojizos e hinchados.
- yo... no sé que me sucedió.- me apartó de él.
- no te preocupes...- se acercó a mi y me envolvió entre sus brazos.
Se siente tan cálido.
- nos quedaremos un rato aquí, si nos ven por los pasillos nos castigaran, por mi no hay problema, pero tú no quieres ser castigado ¿no?
- prefiero quedarme aquí. Contigo...- besó su mejilla.- contigo me siento completo.- sonrió y miró al frente.
Que radiante esta el día.
- oye Jimin.
- ¿qué ocurre Kookie?- pregunta, entrelazando nuestros dedos.
- me preguntaba porque sueles llevar una cajetilla de cigarros en tu bolsillo. Quiero decir...- jugué con nuestros dedos.- se que fumas, sentí el olor a tabaco en la chaqueta que te habías puesto esa vez cuando fuiste a mi casa. Y no me gusta que hagas eso, te haces daño...- mi voz sonó un tanto rota.
Su pecho se inflo un poco y luego soltó un suspiro.
- se que me hace daño... es que cuando era un chico un tanto inmaduro cometí el error de probar mi primer cigarrillo, me gustó y después de ese pase a fumar más seguido, solía esconder la cajetilla en mi armario.- su agarre se hizo un tanto fuerte.- con el tiempo, comencé a tener problemas al respirar y un día mi padre descubrió que fumaba, trató de ocultarselo a mi madre, pero ella terminó enterrandose y me dolió, me dolió verla llorar y estar preocupada por mi. Le prometí que lo dejaría, pero no lo hice...- sentí su mejilla rozar con la mia.- y se que esto traerá consecuencias en mi salud... Pero gracias a ti estoy empezando a dejar de fumar, tu me cambiaste...- acarició suavemente mis nudillos.- tu eres el que me está haciendo cambiar.
Sentí su cálido y protector beso entre medio mi hombro y cuello.
- tu también me estas cambiando Jimin, tu eres mi luz. El único que a vuelto a darme la esperanza de poder amar, sólo tu Park Jimin.
Me apartó un poco y comienzo a darle besos por toda su mejilla, terminando en su comisura.
- ¡awww! Eres tan adorable Kookie.- besa mi cien.- me dan ganas de comerte entero.- siento la mordida de sus dientes en el lóbulo de mi oreja.
¡Demonios Jimin, deja de alborotar mis hormonas!
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