Jimin

- así que castigo, eh... - me volví a reír.

- ¡ya! Deja de reírte de mi.- hay que adorable se ve cuando se enoja.- además fue la culpa del tonto este.- Tae, se ganó una golpiza.

- ¡que bruto! - se masajeo la cabeza.- eres malo.- hizo un puchero.

- pobre Tae, que te hizo él.- me acerqué al castaño y lo abrace.

- ¡bien! Si tanto lo quieres te lo regaló.- se fue corriendo, dejándonos a nosotros dos solos.

- ¿se enojó? - pregunto Tae.

- tal vez...

- o puede ser que se puso celoso.

Salí corriendo.

Jungkook

Tonto Tae, tonto Jimin, tonta baldosa que me mancho la zapatilla. tontos todo en el mundo...

Estúpido abrazo.

Cuando Jimin abrazo a Tae, algo dentro de mi empezó a arder. Tenía ganas de separar a aquellos dos, quería que sólo Jimin me abrace a mi. Quise sacarle la cabeza a mi amigo...

Antes de hacer cualquier tontería, preferí salir corriendo, tal vez y sólo tal vez si pensara con la cabeza fría este impulso se tranquilizaria.

¡Pero no! Estaba enojado. No queria que nadie me moleste.

Pare en cuanto mis pulmones me pidieron aire, ya estaba por llegar a casa. Así que decidí parar y tranquilizar a mi corazón agitado por la corrida.

Y recuperado, comienzo a caminar pero soy levantado.

- ¡bajame ahora! - le golpeó los brazos.- déjame ¡ya! - me remuevo intentando que me suelte. Pero sólo fuerza más su agarre.

- no te muevas así Kookie o no seré responsable de lo que te llegué a hacer.- escuche su risa en mi espalda.

¡maldito! Siento el calor apoderarse de mis mejillas y orejas.

- te voy a bajar, pero cuando lo haga no salgas corriendo ¿de acuerdo?

Sólo asenti con la cabeza.

- esta bien.- cuando por fin estuve fuera de su agarre, volví a correr.

Me volvió a agarrar y me sostuvo fuerte de la cadera, apretandome más a su pelvis.

- niño travieso.- sentí su aliento en mi oreja.- ¿quieres que te castigue?

- ¡no! - grité lo más fuerte posible.- si me sueltas, prometo no escapar.

- no te creo.- me beso la nuca, haciéndome estremecer.

- t-te lo pro-prometo.

- con una condición...- ah no aquí vamos... - dame un beso.

Siento toda mi cara caliente, te odio Park Jimin.

- de acuerdo, ahora sueltame.- me soltó dándome la vuelta, mirándonos mutuamente.

- ahora mi recompensa.- señaló sus labios.

Solté un suspiro, me fui acercando a él, mi corazón comenzó a acelerar, mis nervios estaban a flor de piel. Todo en mi estaba en nervios. Antes de llegar a sus labios, hice un movimiento rápido y lo bese en la mejilla. Todavía me sentía molesto.

- listo, ahora me voy.- me di media vuelta y comencé a caminar.

- ¡ah no! Esta vez no te escaparas.- me agarró fuerte de la muñeca, volteandome y atacó mis labios.

Intentaba apartarlo, pero el brazo que enredaba mi cadera me apretó más impidiendo que me suelte.

Dejándome llevar por el beso, pare todo movimiento y lleve mis brazos a su cuello.

Quería más, necesitaba sentirlo más.

Mis dedos empezaron a colarse por su cabello, enredandose en el proceso. Paso su lengua por mi labio inferior y le di permiso a que explore toda mi cavidad bucal.

Se sentía estupendo, sentir como la lengua experta de Jimin recorra cada centímetro de mi boca.

Su lengua enredandose con la mía, enviaban corrientes eléctricas a mi estómago. Sus dientes mordiendo delicadamente mi labio, me encantaba...

Pero todo lo bueno, llega a su fin y él se encargó de separarnos.

- ¿ya no estas más celoso? - mi vista viajo a sus labios que estaban rojizos.

- idiota...- murmure, apoyando mi cabeza entre medio de su cuello. Sintiendo su rica fragancia invadir mis fosas nasales.

- lo tomaré como un no.- río por lo bajo. Y depósito un beso en mi cabeza.

- tal vez tengas razón y si estaba celoso.- comenté sin despegar mi cabeza.- sólo te quiero para mi.- ¡demonios! Eso no tendría que haberlo dicho.

- ohh... así que eres posesivo.- acarició mi espalda.- pero no te preocupes, sólo tengo ojos para ti.- levantó mi barbilla y me dio un pico.- te quiero Kookie.

Agarré los costados de su rostro y uní nuestras bocas.

"Yo también te quiero Jimin"

Lo abrace fuertemente, descansando mi cabeza en su hombro.

Junto a él me siento completo, protegido, amado.

Espero que estemos juntos por siempre, Jimin...

- ¿quieres que te acompañe a tu casa?

- pero llegarás tarde a la tuya.

- no importa, vamos.- agarró mi mano, entrelanzando nuestros dedos y caminamos hacia mi casa.

Estaba por entrar a mi casa, pero Jimin me agarró del brazo.

- ¿qué pasa Jimin?

Veo que se pone nerviso, pero ¿porque?

- mmm... Jun-Jungkook me preguntaba si tu...

- ¿si yo que?

- ¿si quieres... si quieres salir conmigo? - ¿me esta pidiendo ser su novio? Escuche bien... ¿acaso no estábamos saliendo ya?

- Jimin, mirame.- levantó la cabeza, ya que la había agachado.

Estaba completamente rojo. ¿será de la vergüenza, los nervios? ¡Que se yo!

- Bésame.- sin titubear llevó sus labios contra los míos y sentí su lengua enredadarse con la mía.

Después de un rato que nos estábamos besando, nos separamos para tomar un poco de aire.

- Espero que con eso ya tengas tu respuesta.- le di un pico.

- por supuesto que si.- nos volvimos a abrazar.

- ¿quien eres?- nos separamos rápidamente. - Jungkook ¿me vas a decir quien es?

Le estaba por responder con un No.

Pero Jimin tomo la delantera y contestó antes que yo.

- Hola, me llamó Park Jimin y soy el novio de Jungkook.- mis ojos se agrandaron.

¡te mató Jimin!

- ¿novio? - miró a Jimin de arriba a abajo.

- será mejor que te vayas yendo Jimin.- me puse adelante de él.- mañana hablamos.

Sin responderme, Jimin se despidió de mi madre con una reverencia y se marchó a su casa.

- ¿quien es él?

- ya lo sabes, él es mi novio. Te guste o no, yo lo quiero.- abrí la puerta y me fui rápido a mi cuarto.

- Jungkook, ¡Jungkook! ¡Vuelve aquí! - mi madre gritaba desde abajo, pero yo no quería escuchar como me decía que Jimin era una mala influencia para mi.

Quiera o no. No pienso dejar a Jimin, yo lo quiero y él a mi también.

Y eso es todo lo que quiero... nadie ni nada va a separarme de él.