Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6

Capítulo 6
Fase 1: arruinar la cena

—¿Tu... eres el hijo de Jason? —dije, fingiendo no poder creérmelo.

La sala estaba en completo silencio, Logan cerró los ojos y luego me miró negando con la cabeza. Vale, lo admito, nos merecíamos un puto premio Oscar por mejores actores del año. Es que nuestra actuación no podía salir mejor, no sabía que pudiera fingir con tanta naturalidad y sin reírme en el proceso.

¡Era maravilloso!

—Dime que tu hermana no está saliendo con mi padre, por favor, dímelo.

Todos se giraron hacia la chica, Allison dio un respingo y miró a todos lados menos a nosotros.

Esto iba a ser más rápido de lo que pensaba.

—Sí —murmuré, cabizbaja.

Lanzó las llaves a la mesa y su padre solo lo observaba con rabia en los ojos, oh, oh, espero que esto no se salga de descontrol.

—¡La conocí cuando entre al instituto, papá! No tienes idea de que persona es, ¿quieres saber todos los rumores que se escuchaban en los pasillos sobre ella? ¡Y ahora sale con mi padre!

Intenté disimular mi desconcierto, quería matarlo. No estaba actuando, estaba expresando lo que sentía y aunque yo quisiera hacer lo mismo, quedamos en que no hablaríamos sobre el pasado de la chica.

—Soy lo suficiente mayor para saber lo que hago, Logan —Refutó su padre.

Rió irónicamente y giró a verme.

Intenté negar con la cabeza para que no abriera la boca y dijera lo que ya sabía que iba a decir, en un intento fallido.

—Los dos sabemos quien es tu hermana y porque estuvieron a punto de expulsarla —cerré los ojos, definitivamente iba a matarlo —. Recuerdo muy bien que se lió con el profesor de matemática y lo despidieron por su culpa. Siempre le han gustado los mayores ¿no?

Le lancé cuchillos con la mirada, sé que estaba enojado, pero habíamos quedado en que no sacaría nada a la luz sobre su pasado, ni siquiera lo mencionaríamos. Papá se levantó de su asiento, enojado. Jaló a su esposa y a sus dos hijas, haciéndonos levantar rápidamente, golpeé mi copa y cayó al suelo en un gran estruendo.

—Ya es suficiente, nos vamos a casa en este preciso instante.

—Pero, cielo... podemos hablarlo.

Papá le lanzó una mirada a mi madre que podría helar el infierno y yo quería hacerme pequeñita en mi lugar. Solo quería salir dramáticamente de la casa y que mis padres vinieran detrás de mi, terminando la cena. No quería que mi padre se enojara y que mi hermana comenzara a llorar de camino a casa.

¿No era lo que querías? Felicidades, arruinaste la noche de la mejor manera.

Le di una última mirada de reproche antes de salir de aquella casa, Jason abrió la boca e intentó decir algo, pero papá fue más rápido y nos sacó a las tres del lugar. Mi madre condujo el auto de Allison, mientras que nuestro padre conducía el suyo con sus dos hijas dentro, la muchacha no había parado de llorar en todo el camino y al llegar a casa, se encerró en su habitación.

Obviamente, luego de gritarme miles de insultos.

En el fondo sabía que yo tenía la culpa de todo.

Y vaya que sí.

Al otro día, estaba ordenando mi habitación, cuando escuché maldecir a Allison en el exterior de la casa. Fruncí el ceño y me asomé por la ventana, encontrando a la chica que bajaba por la vieja escalera que usábamos siempre para escapar.

Aún no podía creer que papá no se había desasido de ella.

La muchacha por poco resbalaba con sus botines negros de tacón, y su chaqueta quedó enredada en un clavo oxidado, haciéndola maldecir, nuevamente.

—¿A donde vas?

Siguió como si nada hubiera sucedido y de un brinco llegó al suelo.

—Iré a ver a mi novio, ni creas que las cosas entre nosotros terminarán así —dijo, muy segura de sus palabras.

Dio media vuelta y corrió con las llaves de su auto moviéndose con cada paso que daba, rodé los ojos y me lancé en mi cama. Mi gato subió a la cama y jugó con un ratón de juguete, ignorando mi momento de dramatismo. Busqué mi teléfono entre mis cosas, a punto de escribirle al chico de literatura, cuando recordé que no tenía su número y que odiaba hablar por otra red social que no fuera WhatsApp.

Además, de hacerlo, se que me desahogaría y le diría todo lo que no pude decirle en su casa por hacer todo lo que le dije que no hiciera.

Una hora más tarde, seguía tumbada en mi cama, mi gato dormía plácidamente a mi lado y mi móvil zumbó a mi lado.

Jason y yo seguimos juntos :D

¡Demonios!

¡Enhorabuena! Siento lo del sábado, no era mi intención que la noche terminará así.

Acepto tus disculpas, pero no significa que no siga enojada contigo y que quiera matarte cuando te tenga cerca a ti y a tu amiguito.

Tranquila, querida. Lo mataré con mis propias manos cuando lo vea.


El lunes en la mañana entré dramáticamente a la cafetería de la escuela, enojada. Recorrí el lugar con la mirada hasta encontrar al chico que buscaba en medio de sus amigos y Matt, por primera vez en mi vida, mi corazón no se aceleró o se emocionó al verlo, estaba tan enojada con su mejor amigo que mis sentimientos hacia el muchacho pasaron a segundo plano. Caminé con pasos apresurados hasta su lugar y cuando notó mi presencia, sonrío.

Apreté mi mano en un puño y lo abofeteé en medio de todos, su cara de estupefacción era un poema digno de ser retratado. Frunció el ceño, confundido, y llevó su palma en donde mi pequeña mano se había marcado en un lindo color carmín.

—¿Qué mierda te pasa hoy? —dijo molesto. Sus amigos me observaron con sus ojos desorbitados y Matt me miró con la boca abierta.

En otro momento me disculparía con él por mi comportamiento.

—No, ¡¿Que mierda te sucede a ti?!—espeté furiosa. Parpadeó sin entender y no me dejó más que refrescarle la memoria —¡Arruinaste todo el maldito plan! Te dije que no sacarás a relucir la vida de Allison, solo fingiríamos estar afectados por su relación y cada quien saldría del salón —rodó los ojos, masculló algo que no logré entender y solo hizo que aumentara mi furia —. No tenías porque decir lo que dijiste frente a nuestros padres. Eres un maldito idiota, Denbrough.

La cafetería se quedó en completo silencio, Adam y Kate corrieron detrás de mi, pero los ignoré. El chico apretó los dientes y se levantó de la mesa con su comida sin terminar, agarró mi brazo con fuerza y nos llevó a ambos al pasillo.

—¡Suéltame, ahora! ¡Que me estás lastimando te digo!

—Todavía no —dijo, tranquilamente.

Resoplé y siguió jalando de mi brazo hasta que entramos a una habitación del conserje con sus cosas de limpieza dentro. El espacio era diminuto, quedando uno frente al otro sin mucho espacio de por medio, su nariz casi rozaba la mía y colocó sus brazos a los lados de mi cuerpo para que no escapara.

Crucé mis brazos sobre mi pecho y miré una vieja escoba, esquivando su mirada.

—¿Desde cuando te gusta formar tanto alboroto? —preguntó, divertido.

—Desde que te comportas como un imbécil y arruinas el puto plan.

—Pero logramos nuestro cometido ¿no? —bufé. Era un ignorante si creía que fue así — ¿Eso no era lo que querías? Ya han terminado, podemos seguir cada quien con nuestras vidas como si nada hubiera sucedido.

Sonreí sarcásticamente y me escabullí de sus brazos, golpeando nuestras cabezas en el proceso. Dejé caer un rastrillo y por poco iba a dar al suelo si el chico no me hubiese detenido de matarme estúpidamente en el cuarto del conserje.

Por poco aparecíamos en mil maneras de morir, querida.

—¿Puedes quedarte quieta? Nos vas a matar a ambos o se darán cuenta que estamos aquí dentro, los dos, solos. ¿Sabes lo que pueden pensar?

Asentí de acuerdo con él, tenía razón y aunque no lo quería debía quedarme quieta e intentar disimular que estar encerrada con un chico guapo no me afectaba para nada.

—¿Si sabes que todo fue para nada? —frunció el ceño, sin entender —. Siguen juntos, me lo ha confirmado ayer —volvió a maldecir en voz baja y golpeó la puerta, asustándome —. Papá no está de acuerdo con la relación y eso puede jugar a nuestro favor.

—Papá no me dirige la palabra desde el sábado, me quitó el auto como castigo. Ahora tengo que volver a casa en el autobús escolar.

Rodó los ojos y quise reírme en su cara, ¿Logan en el autobús escolar? Quería verlo en primera fila, lastima que debíamos tomar rutas distintas.

—Allison sigue enojada, tengo que convencerla de que estoy de su lado.

—Al menos todavía tenemos el plan ¿no?

Asentí.

—Entonces, ¿seguimos con la fase 2?

Sonrío de oreja a oreja con sus ojos achinándose en el proceso.

—No acabaremos hasta que consigamos nuestro objetivo.

—Bien, desde este momento, la fase 2 está en marcha —mordí mi labio, no podría estar en paz si no hacía algo antes —. Pero, tienes que hacer algo antes.

Me miró sin entender lo que decía.

—¿El qué?

—Te tienes que disculpar conmigo por tu comportamiento del sábado en la noche.

Resopló y termina asintiendo.

—Lo lamentó, ¿ok? Me comporté como un idiota, no volverá a suceder.

Asentí nuevamente y pude sentirme un poco en calma, pude golpearlo como venganza y recibí una disculpa de su parte.

Salimos de aquel diminuto lugar al sonar el timbre que nos indicaba que había finalizado la hora de descanso, agradecí en mis adentros que cuando volvimos al pasillo, no había nadie aún transitado, hasta unos pocos segundos después. Caminamos uno al lado del otro, tenía que caminar apresuradamente para que no me dejara atrás y aproveché su distracción para ver su perfil, tenía el cabello un poco largo y golpeaba su frente a cada paso que daba, miré fijamente sus ojos y me detuve en seco cuando visualicé el hematoma en su ojo izquierdo.

¿Acaso yo...

No, era imposible. Yo no pude haberle provocado ese golpe y además, no tenía la suficiente fuerza para que no pasara más de un color carmín.

Se detuvo cuando notó que no seguía a su lado, mordí mis uñas con nerviosismos, preguntándome que demonios le había sucedido al chico.

—¿Qué?

Volví a mirarlo y me acerqué a él, coloqué mis pequeñas manos en su rostro y lo acerqué a mi, inspeccionándolo. Se podía ver que había pasado más de un día y que lo intentó cubrir con maquillaje en un intento fallido, colocó sus manos sobre las mías y di un respingo, con delicadeza las alejó de su rostro y dio un paso hacia atrás, separándonos.

—¿Quien te hizo eso, Logan? —pregunté, preocupada.

Comenzó a reír con ironía.

—¿Y desde cuando te importo? Si no fuera por tu hermana, no estaríamos hablando en este momento.

Fruncí el ceño, enojada por su actitud altiva.

—No cambies la conversación, ¿acaso fue tu padre? —coloqué una mano en su brazo y la quitó bruscamente, negó con la cabeza y se alejó sin decir otra palabra.

Resoplé y fui a mi clase.

Ni crea que esto se va a quedar así.

Iba a averiguar que era lo que le había sucedido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro