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5° CAPÍTULO

Mientras caminaban, Seiya abrazaba a la rubia por sobre sus hombros, y su amigo caminaba a un costado de ellos.

-- ¿Sabes?, Seiya y yo nos criamos juntos desde bebés, .... Cualquiera que nos conoce, sabe que fácilmente podemos pasar como hermanos, fuimos juntos al mismo jardín de niños, colegio y ahora vamos a la misma Universidad, .... Y como siempre estados juntos y compartido todo, ahora no será la excepción, ya que también compartiremos al suegro _ Dijo Endimion muy sonriente, a Serena.

-- ¿Compartirán suegro?, .... ¿A qué te refieres con eso?, ¿O que significa eso? _ Pregunto extrañada la rubia.

-- ¿Compartir suegro? _ Pregunto Seiya.

-- Pues digo que, .... ¿Serena no tendrás una hermana mayor? _ Pregunto en tono tímido Endimion.

La rubia a escuchar su pregunta, negó en silencio.

Seiya que sabía muy bien la situación de su novia, rio ante el rostro sorprendido de su amigo.

-- ¿No?, .... ¿Y qué tal una hermana menor?, .... No importa que tan menor sea, y podría esperar el tiempo que sea necesario _ Dijo rápidamente Endimion.

-- Endimion, soy hija única, .... No tengo hermanas, ni hermanastras _ Dijo la rubia.

-- ¿Y qué tal alguna primita?, .... Digo, ósea eres hija única, pero debes de tener alguna prima, ¿No es así? _ Sin darse por vencido, Endimion siguió insistiendo.

-- Amigo, .... Acaso no entiendes que mi Bombón, no tiene primas, tías o hermanas para ti _ Dijo Seiya divertido.

Endimion, al escuchar las palabras de su amigo, bajo la mirada triste.

Serena que había visto aquello, le dio un pequeño golpe con su codo a su amado, para que ya no siguiera hablando

De pronto, el pelilargo, comenzó a sentir hambre; a igual que su amada rubia.

-- ¡Endimion!, .... En vez que estés aquí perdiendo el tiempo, .... Mejor anda a tu cafetería y prepáranos algo para comer, Bombón y yo _ Dijo Seiya.

-- ¿Pero, Seiya? _ Dijo su amigo.

-- Nada de peros, tú me lo prometiste, .... Acuérdate _ Dijo Seiya, deshaciendo el abrazo de su novia.

-- ¿Prometer? _ Pregunto la rubia, extrañada.

-- Si, así como lo oyes _ Dijo Seiya, cruzando sus brazos.

-- ¿Por qué te prometió tal cosa? _ Pregunto Serena, copiando la postura de su novio.

-- Fue, porque le dije que, si me presentaba a su novia, yo le invitaría el almuerzo para él y su novia _ Respondió Endimion, con las mejillas rojas.

Serena, extrañada con aquel acuerdo solo los observo en silencio durante unos segundos, para luego sonreír.

-- Endimion, .... ¡Me lo prometiste! _ Volvió a recalcar Seiya.

-- Seiya, .... Bueno iré a ver si encuentro, aunque sea agua _ Dijo apenado Endimion.

-- ¿Haber si encuentras?, .... ¿Acaso no es tu cafetería? _ Pregunto curiosa Serena.

-- Lamentablemente, .... Esa cafetería es de mi padre, no mía _ Aclaro el joven, muy apenado.

Serena, al escucharlo, frunció el ceño, ya que no entendía la razón del predicamento de su amigo.

-- ¡Hay Serena, si conocieras a mi padre, no me mirarías así! _ Dijo Endimion apenado.

-- Es verdad Bombón _ Apoyo Seiya.

-- ¿Cómo es tu padre Endimion? _ Pregunto la rubia curiosa.

-- ¡El Sr. Hino es un roñoso, avaro y sobretodo tacaño!, .... ¡Cuentas los granos de azúcar para poner a té!, ¡Ósea lo puedes creer!, .... ¿Quién cuenta los granos de azúcar! _ Dijo Endimion todo melodramático, poniendo sus manos alrededor de su cintura.

-- Es verdad, .... Pero eso no significa que pasaremos hambre, .... ¡Además tú lo prometiste Endimion! _ Hablo Seiya, señalando a su amigo.

-- Se muy bien lo que prometí hermano, .... Pero ¿Cómo lo lograremos? _ Dijo Endimion.

-- Simple, anda a la cafetería y distrae a tu padre lo mejor posible, .... Mientras nosotros con Bombón idearemos un buen plan, para poder comer los 3 _ Dijo Seiya muy alegre.

-- ¡Perfecto!, .... ¡Así lo hare! _ Dijo Endimion sonriendo, yendo hacia la cafetería.

-- ¡Muy bien mi amor!, .... ¿Qué travesura se te ocurrió? _ Pregunto Serena.

-- ¿Eres buena actriz? _ Pregunto sonriendo Seiya.

La rubia lo observo por unos segundos, y luego sonrió.

Mientras que en la cafetería el Señor Hino se encontraba muy entretenido, contando los granos de azúcar, tal y como lo había dicho su único hijo.

Al Señor Hino, no le importaba que sus clientes lo vieran hacer esa acción, ya que estos estaban muy acostumbrados a verlo así.

Y aunque sus precios eran ligeramente elevados a comparación con las otras cafeterías, preferían ir ahí, por la buena sazón y limpieza que contaba el establecimiento.

Ya que, a pesar que el propietario era muy tacaño, siempre decía que, si no se tenía cuidado al momento de la limpieza, preparación y compra de alimentos en buen estado; eso podría afectar seriamente su economía.

Y siempre empleaba la frase de: "Lo barato siempre sale caro".

-- 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31 _ Contaba el Hino.

-- ¡Buenas tardes papá! _ Entro Endimion, y cogiendo un buñuelo para comérselo.

-- ¿Qué crees que haces descerebrado? _ Dijo de pronto Hino, arrancándole de las manos el dulce.

-- ¡Padre, tengo hambre! _ Reclamo el hijo.

-- Si tienes hambre y deseas el dulce paga primero, .... Si no, puedes preparar tu mismo la comida para ambos.

Endimion le dedico una mirada entrecerrada, y luego recordó la razón del porque estaba ahí.

Hino, que no le gustaba perder el tiempo; siguió contando los granos de azúcar.

-- ¡Padre, te equivocaste!

-- ¿Qué?, ¿Qué dices?

-- ¡Si padre!, ¡Te equivocaste!, .... Porque contantes 02 granos como si fueran solo uno.

-- No lo hice, porque después del 30 sigue el 31.

-- ¡Estas, equivocado padre son 32!

El Señor Hino, al escuchar a su hijo se quito los lentes, detuvo su labor; observando a su hijo y la mesa, intercaladamente.

-- ¡Estas contando 02 granos como si fuera solo uno!, .... ¡Padre, no puedes seguir así!

-- ¿Estas seguro que fueron 02 granos de azúcar?

-- Si padre.

-- ¿Seguro?

-- ¡Tan seguro como que te estoy viendo ahora!

-- ¡Bueno!, .... ¡Si es así, tendré que contar nuevamente los granos de azúcar!

-- Padre, como te ayude a contar y evite que cometas un gran error, .... Creo que este acto merece un poco de té con galletas, .... ¿Verdad?

-- ¿Té?, ¿Galletas?

-- Si, padre.

Hino, que era muy tacaño, se enojó de inmediato al escuchar la reafirmación de la propuesta de su hijo.

-- ¿Te y galletas?, ¿Té y galletas?, .... ¡Endimion, lo que te mereces es una gran bofetada por las tonterías que dices! _ Hablo Hino, haciendo como si lo golpeara.

-- ¡Papá, papá!, .... ¡Espérate un momento! _ Dijo el pelinegro, tratando de defenderse.

-- ¡Endimion, tu solo piensas en malgastar el dinero!, ¡Siempre es igual contigo!, ¡Jamás vas a cambiar!

-- ¡Papá!, .... ¿Te ayudo a contar?

-- ¡Lárgate, lárgate de acá despilfarrador!, .... ¡Y no te preocupes, de los granos de azúcar, que los contare yo!

Endimion, al ser botado por su padre, no le quedo de otra que irse hacia la cocina interna.

Hino, se tranquilizó al ver marcharse a su hijo, luego desvió su vista hacia cacerola de la cocina que estaba en el mostrador.

Ahí se encontraba Seiya, observando la cacerola vieja, de forma muy detallada e interesada.

-- ¿Eh?, ¿Qué cree que hace ese loco? _ Se pregunto Hino, mientras se dirigía hacia Seiya, y en el camino agarro un palo.

Seiya ajeno a todo lo que pasaba por la mente de Hino, siguió con la interpretación de su papel.

-- ¿Qué crees que estas haciendo insensato, con mi cacerola? _ Demando Hino, mientras golpeaba la base del objeto con el delgado palo.

Seiya al escuchar el sonido, bajo la cacerola y observo al hombre mayor.

-- ¿Qué crees que haces con esa cacerola?, ¿Acaso tus padres no te enseñaron a nunca jamás agarrar las cosas que no son tuyas?

El pelinegro al escucharlo dejo la cacerola, en el mismo lugar que lo había encontrado, mientras seguía observándolo con fascinación.

-- ¿Por qué lo examinas como si quisieras comprarlo?

-- ¿Desde hace cuánto tiempo lo tiene?

-- ¿Perdón?

-- ¿Cuánto quiere por el?

-- ¿Eh?, .... Sabe que esto es solo una vieja sartén, y además le hace falta una de sus asas, .... Además, no está a la venta.

-- ¿De qué material esta, hecho?

-- ¿¡Eh!?

-- Hable, ¿Cuánto quiere por ello?

-- ¡Y yo le vuelvo a repetir que esta vieja cacerola no está a la venta!

-- Señor, .... Esta cacerola, es mucho más de lo que parece, .... ¡Parece que está en buen estado, a pesar de su antigüedad!

-- ¿A qué se refiere?, .... Y deje de manosear mi cacerola como si fuera un animal de circo.

Seiya que aún seguía muy metido en su papel, no hizo el menor caso posible y siguió con su gran actuación.

-- ¡Parece que es de la época de los mongoles!

-- ¿De la época de los mongoles?, ¿Esta vieja sartén? _ Dijo Hino, sorprendido.

-- Así parece, .... Pero, ¿Quiero saber dónde la compro?

-- ¡Esto era de mi abuelo!, ¡Prácticamente es una reliquia familiar!

-- ¡Perfecto! _ Demando Seiya muy alegre.

Hino, que no sabía porque estaba tan alegre el joven, llevo su rostro hasta el interior de la cacerola y la observo muy de cerca.

-- ¡Es esta!, ¡Esta es la cacerola que estuve buscando por muchos años!, .... ¡Señor, te doy 2000 rupias por la sartén!

-- ¿2,000 rupias?, ¿Por una cacerola que le falta una de sus asas? _ Exclamo muy sorprendido Hino.

Seiya, al escucharlo lo observo muy serio, y luego desvió su mirada hacia la puerta del establecimiento, y volvió a observar a Hino.

-- ¿Qué tiene de especial esta vieja cacerola?

-- Shh, shh, .... Silencio por favor .... ¡Acérquese!

-- Está bien.

-- ¡Muy bien, le diré que esta sartén o cacerola no es un simple objeto!

-- ¿Qué quiere decir con eso?

-- Pues esta cacerola, mi querido amigo, perteneció a la mismísima Anarkali, como sabrá ella fue una figura muy importante en nuestra historia.

-- ¡Pero por supuesto!

-- Exacto, pues ella frio en esta cacerola, muchos buñuelos al príncipe Salim.

-- ¿Anarkali?, Príncipe Salim, .... Buñuelos.

Seiya al escucharlo, puso su dedo índice en sus labios; diciéndole que guardara silencio.

-- Mire señor, ¡Le doy 3,000 rupias!, y esta sartén es totalmente mía.

Hino al escuchar la gran cantidad, quita la cacerola del medio y se lo llevo hacia su espalda.

-- Sabe respetable joven, .... Podemos hablar de negocios después, .... Ahora no prefiere, ¿Comer primero? _ Hablo Hino, con los ojos muy abiertos.

-- No me cambie el tema, .... Pero si desea más dinero, ¡Yo le puedo dar 5,000 rupias!, .... Pero esa cacerola tiene que ser mía.

-- ¿5,000 rupias?, ¿Por esta vieja pieza? _ Dijo Hino a punto de desmayarse, y retrocediendo unos pasos.

-- ¿5,000 rupias?, ¿5,000 rupias?, .... ¡Debería de darle vergüenza, solo por ofrecer esa cantidad tan insignificante por esa cacerola! _ De pronto se escuchó a Serena, hablar.

-- ¿Eh?, .... ¿Por qué se mete en esto señorita? _ Dijo Seiya, muy serio y señalándola.

-- Me meto, porque sé muy bien lo que usted quiere hacer, .... Además, ¿No sabe que en esta sartén? _ Dijo la rubia señalando la cacerola

-- ¡Anarkali hizo buñuelos para el Príncipe Salim! _ Completo la frase muy enérgico Hino.

Seiya, que aún estaba en su papel, los observo muy indignado a los 02.

-- ¡Como mínimo debe de valer unas 10,000 rupias!, .... Por ello yo estoy dispuesta a pagar 20,000 rupias, .... Así que empáquemela rápido _ Exclamo Serena, muy enfocada en su papel.

Hino al escucharla, se sorprendió y sonrió muy victorioso.

-- ¡Lo ve joven, Lo ve!, .... ¡Ella sí que sabe negociar! _ Demando Hino, alabando a Serena.

La rubia, al ver que el plan ideado por su novio, estaba saliendo mejor de lo que ellos pensaban, sonrió victoriosa.

Seiya, por su parte solo miraba serio a su amada.

-- ¡Endimion!, ¡Endimion!, ¡Endimion! _ Grito Hino, desesperado.

-- ¡Si padre! _ Dijo el mencionado.

-- ¿Puedes traer unos refrescos a nuestros clientes? _ Hino, muy emocionado.

-- Padre, para que no sea simple, .... ¿Puedo traer también algunas cosas para acompañar los refrescos?, .... ¿Comida? _ Hablo Endimion, mientras hacía gestos con sus manos.

-- ¡No me contradigas!, .... ¡Y solo trae los refrescos! _ Dijo Hino, después de darle una palmada en su espalda.

-- ¡Hey!, .... ¡No me importa lo que comamos!, .... ¡Yo solo quiero esa cacerola!, .... Y por eso le daré 25,000 rupias por ella _ Dijo Seiya, agarrando entre sus manos el objeto.

-- ¿25,000? _ Repitió Hino sin creérselo.

-- ¡Yo le daré 30,000 rupias! _ Respondió en modo serio y también con la cacerola en sus manos, Serena.

Hino que no creía lo que escuchaba, volvió a repetir la cantidad que ofrecían.

Y entonces, se comenzó a hacer una pequeña puja entre Seiya y Serena, y cada vez que decían los precios que estarías supuestamente a pagar por la vieja sartén, Hino se emocionaba.

Hasta que termino desmayándose al escuchar la última oferta de Seiya que era de 70,000 rupias.

Serena y Seiya, al ver que su plan había funcionado maravillosamente bien, dejaron de pujar y empezaron a reír satisfechos.

El pelinegro, que aun mantenía la cacerola en sus manos, se puso a jugar con ella.

La rubia, en cambio se paró de puntas y diviso el cuerpo desmayado del Señor Hino.

-- ¿Creo que nos pasamos?

-- ¡Na!, .... Veras que cuando nos vayamos, Hino recuperara la conciencia, .... Y pensara que todo es un sueño.

-- ¿Por estas tan seguro de eso Sei?

-- Porque Endimion, le dirá así a su padre, cuando este despierte y pregunte porque está en el suelo.

La rubia, volvió a sonreír luego de escuchar el gran plan de su novio.

Pasaron unos breves segundos, y Endimion hacia su aparición, muy feliz y sonriendo con una gran bandeja y en ella había 03 platos de comida.

-- Haber amigos, .... ¡Ya llego la comida!, hay que apurarnos que se enfriará, y perderá todo su gran sabor _ Dijo Endimion, mientras les indicaba donde sentarse.

Luego los 03 amigos, divisaron por última vez el cuerpo desmayado del mayor, y rompieron en risas, al verlo en ese estado.

-- ¡Vamos!, ¡Vamos!, .... Hay que aprovechar, mientras el viejo usurero, está fuera de línea _ Volvió hablar Endimion.

Ambos enamorados, muy sonrientes se dirigieron hacia una de las mesas vacías.

-- ¡Lo mejor será comer rápido! _ Dijo Seiya.

-- Si, .... Pero, tengo una duda _ Dijo la rubia, antes de probar la comida.

-- ¿Cuál? _ Dijeron ambos amigos.

-- ¿Cómo le harás creer a tu padre que todo fue un sueño? _ Dijo Serena.

-- Simple, .... Seiya me ayudara a llevar a mi padre a la cocina trasera y ahí lo colocare como si estuviera atizando el fuego, mientras yo me quedo acá contando los granos de azúcar _ Hablo Endimion, muy feliz.

La rubia al escuchar el plan, abrió los ojos sorprendida y luego sonrió, negando con su cabeza en silencio.

-- ¡No te preocupes, Bombón!, .... ¡Veras que todo quedara muy bien! _ Dijo Seiya, para luego darle un beso en su frente.

Endimion, al sentir la mirada de la fémina en su figura, dejo de comer, y solo asintió en silencio; apoyando así la idea de su amigo.

Dejándose llevar, Serena ya no pregunto más, y disfruto de la comida.

Los minutos pasaron y los enamorados se retiraron, para seguir con su cita.

Endimion como lo había explicado antes, hiso todo para que su padre creyera que se había quedado dormido y por consiguiente estuviera soñando.

Pero, para que sea más creíble por su padre, Endimion simulo un accidente, en donde su padre se caía y perdía el conocimiento, dando por consiguiente a dormirse y soñar con Serena y Seiya.

Mientras en la casa de Serena, su padre el doctor Kenji atendía cuidadosamente al Príncipe Diamante.

-- ¡Está cicatrizando muy bien!, .... Si esto sigue así, le puedo asegurar que no quedara cicatriz alguna _ Dijo muy emocionado el Doctor.

-- Eso es lo que espero _ Dijo Diamante, buscando con la mirada a Serena.

-- ¡Si!, .... Además, usted es un buen paciente, que sigue todas las indicaciones al pie de la letra, .... Eso ayuda mucho en su recuperación y habla muy bien de usted.

-- ¡Gracias!, .... ¡Y disculpé mi atrevimiento!, Pero, .... ¿Puedo hacerle una pregunta?

-- ¡Adelante!, .... ¿Cuál es tu duda?

-- ¿Serena, tiene clases hoy día?

-- Hm, .... Creo, que hoy día fue a la biblioteca a devolver un libro y a estudiar un poco, .... ¿Por qué tu curiosidad?

-- Bueno, como siempre que venía la encontraba aquí, .... Me pareció muy raro, no verla esta vez.

-- ¡Hm!, ¡Entiendo!, .... A veces nosotros nos acostumbramos a la presencia de las personas que vemos frecuentemente.

-- ¡Si!

-- Bueno, como su herida ha evolucionado muy bien, en estas 02 semanas, .... Le diré que ya no es necesario que venga.

-- ¿Qué es lo que me está tratando de decir?

-- Que esta será la última visita que me hagas, .... ¿No estas feliz por eso?

Diamante, al escucharlo sintió como si un gran balde de agua helada, le hubiera caído encima.

Kenji, que en ese momento estaba vendando su mano, no se percató del rostro desencajado de su paciente.

Pero cuando termino, y levanto su rostro, vio el rostro pálido de Diamante.

-- ¿Sucede algo?

-- ¿Ah?

-- Le pregunte, ¿Si le sucedía algo?

-- Bueno la verdad, es que la noticia que me acaba de dar me tomo por sorpresa.

-- ¡Hm!, .... Si usted lo dice.

Diamante solo asintió en silencio.

Kenji que no quería dar más vueltas en el asunto, le levanto de su asiento y pidiendo permiso se fue a guardar sus instrumentos, dejando solo al peliplateado.

Diamante, que no quería dejar de frecuentar la casa de Kenji, comenzó a idear un buen plan, para seguir visitandola.

De pronto, observo muy fijamente su mano, en donde tenía la hería cubierta; pero tuvo que descartar la idea de un nuevo corte, ya que volver a auto lastimarse sería muy sospechoso.

Y mientras seguía pensando, el tiempo seguía corriendo.

Así que cuando sentía que el tiempo se le estaba agotando, fue cuando una idea se le cruzo por la cabeza.

Y sin pensarlo por mucho, se quitó su valioso reloj de su muñeca y lo dejo tirado en el suelo, muy cerca de una de las patas de la silla en donde aún permanecía sentado.

-- ¡Bueno!, .... Creo que ya es momento de retirarme, .... Muchas gracias doctor, por todo _ Demando Diamante, mientras se levantaba de su asiento y se despedía del galeno, con un apretón de manos.

-- Si, bueno será una lástima, ya no seguir viendo a tan buen paciente, .... Ja, ja, ja; pero me alegro bastante que su herida se haya curado de forma satisfactoria.

-- Creo que, si se logró curar, fue a que tuve un gran médico.

-- No es justo que yo reciba todo el crédito, .... Ya que usted también colaboro en seguir, fielmente cada una de mis recomendaciones.

Diamante al escucharlo sonrió de forma tímida, ya que muy pocas personas eran las que lo elogiaban sinceramente; 04 para ser más exactos.

Los fallecidos padres de su mejor amigo Seiya, el mismo pelinegro y su casi anciana nana Esmeralda; las demás personas que lo elogiaban, solo lo hacían por miedo.

Los minutos pasaron, y Diamante ya se encontraba en su Palacio.

Los sirvientes, como era su costumbre lo recibían con la cabeza agachada, y dispuestos a cumplir cualquier orden.

-- ¿Nana?, ¿Nana? _ Llamo Diamante, muy fuerte.

-- ¿Qué sucede mi niño?, ¿Te paso algo malo?

-- Nana, .... Ya no podré seguir visitando la casa del doctor.

-- ¿Qué paso mi niño?

-- Me dio de alta, .... Dijo que, por ser tan obediente, mi herida se está curando muy bien, y que por eso ya no es necesario que él lo revise inter diario.

-- ¡Qué buena noticia!

-- ¡No Nana, no es una buena noticia!

-- ¡Mi niño!, ¿Por qué dices eso?

-- ¡Acaso no entiendes que si ya no voy a su casa!, ¡No tengo oportunidad de volver a verla!

Esmeralda, al escuchar el verdadero motivo del dolor de su engreído, cambio su rostro de confundido a uno de lamento.

-- Mi niño, .... Si pudiera ayudarte, de alguna forma lo haría.

Diamante asintió en silencio a las palabras de su nana.

-- Creo que lo mejor será, irnos a descansar, .... Ya es tarde y tu mañana en la noche tienes que hacer un viaje muy importante.

-- ¡Es verdad!, .... Con todo lo que me ha pasado últimamente, me había olvidado del viaje.

Esmeralda, le dedico una sonrisa y se marchó hacia la cocina.

Los minutos avanzaron y con ellos llego el ocaso, muchas de las personas se encontraban cerrando o abriendo sus negocios, saliendo o llegando recién a su trabajo y otras simplemente estaban llegando a su hogar.

En el caso de Serena y Seiya, la pareja de tortolitos estaba de camino hacia la casa de la rubia.

-- ¿Bombón?, ¿Crees que le agrade a tu padre?

-- ¡Hm!, .... ¿Por qué esa pregunta Sei?

-- Simplemente curiosidad.

La rubia al escucharlo, sonrió y luego afirmo en silencio.

El pelinegro, sonrió mucho más al ver la reacción positiva de su novia.

Caminaron unos minutos más, para luego separarse a una corta distancia de la casa de Serena.

-- ¡Sana y salva, como siempre!

-- ¡Gracias mi amor!, .... ¿Ya te dije que eres el mejor?

-- ¡Hm!, .... Creo que sí, .... Pero que me lo digas varias veces, no me incomoda.

-- ¡Presumido!

-- ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!, .... Si, soy un presumido, porque tengo a la mujer más hermosa del universo, como novia, .... Y en este momento, la tengo en mis brazos.

Serena al escucharlo, no resistió más y deposito un apasionado beso en los labios de su amado.

Seiya, que adoraba los besos con su Bombón, le correspondió de la misma manera.

Estuvieron unos minutos en ese plan, hasta que la falta de aire hizo que se separaran.

-- Creo que ya es momento de entrar a mi casa, .... Si me demoro más, mi padre se preocupará.

-- Si, creo que también ya tienes que irte.

-- ¡Entonces si tú también estás de acuerdo!, ¿Por qué no me sueltas?

-- Porque me es muy difícil dejarte ir de mis brazos, Bombón.

La rubia al escucharlo, sonrió aún más.

-- ¿Sabes?

-- ¿Qué cosa?

-- Con momentos y frases como estas, .... Haces que cada día me enamore más y más de ti.

-- Bueno mi lindo Bombón, .... Creo que esa es la intención de todo esto, .... Que cada día te enamores de mí, al igual que yo me enamoro cada día de ti.

-- ¡Te amo!

-- ¡Te amo Bombón!

Estuvieron unos minutos más abrazados.

Hasta que Serena, con mucha fuerza de voluntad tuvo que separarse de su amado.

Seiya que sabía muy bien, que ya se estaba haciendo tarde, no tuvo más opción que dejar ir a su amada.

La rubia al llegar a su hogar, saludo como siempre a su padre.

El mayor, como era habitual se encontraba leyendo el diario.

-- ¡En 10 minutos la cena será servida! _ Demando la rubia, camino a la cocina.

-- ¡De acuerdo!, .... ¿Serena, hija?

-- Si papá, ¿Sucede algo?

-- Si, necesito que me hagas un pequeño favor.

-- ¡Hm!, .... Claro, tu dime de que se trata, y yo lo cumpliré.

Kenji muy sonriente, le explico de qué favor se trataba.

La rubia, que no tenia nada importante que hacer a la mañana siguiente, acepto hacerlo sin dudar.

En otro lugar, Seiya muy feliz llegaba a su hogar - taller.

-- ¡Padre, madre!, .... Ya estoy en casa _ Saludo el pelinegro a la fotografía de sus progenitores.

Luego de saludarlos, se dirigió hacia la cocina.

Abrió la alacena, en busca de su cena o ingredientes para hacerla, al hallarla muy feliz comenzó a prepararla.



Hola dostys, este es el 3° y ultimo cap de este mini maratón, gracias por su apoyo.

Siempre lo diré, ustedes son lo máximo.

Vibras positivas y abrazos de conejitos.

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