CAPÍTULO 10
¥ Encuentro ¥
P.O.V. Anónimo.
Avanzo por las desoladas calles del bosque con pasos largos y firmes, asegurándome de mantener una distancia considerable de la chica que cada vez avanza más rápido, alternando la mirada entre el frente y detrás. Sabía que sentía mi presencia, pero me mantenía lo suficietemente lejos como para no encontrarme con su mirada. Continúo avanzando hasta que veo su melena casi azul galopear con intensidad indicando que ha empezado a correr.
Sonrío, sin creerme aún la manera tan brusca en la que mi corazón golpeó su caja torácica con solo verla de lejos, incluso mi esencia sintió el cambio, casi podría apostar que ella era la indicada, que esta vez no fallaba. Pero, aún con la posible certeza pendiente, debía de confirmarlo de otra manera.
Me detengo al percatarme de que ya había traspasado las líneas casi invisibles que rodeaban su querida cabaña, ese territorio, por más estúpido que suene para mi, me tiene prohibida la entrada. Bufo al recordar ese dato, esas barreras son más poderosas de lo que parecen ser realmente.
Vuelvo sobre mis pasos, decidido a alejarme de aquel lugar por el momento.
Al girar me encuentro a uno de mis espectros menores, con la cabeza gacha indicando respeto. Carraspeo y alza la vista, apenas lo hace me hago a un lado para alejarme como ya tenía planeado, me sigue y le indico que hable cuando estamos lo suficientemente alejados.
—Señor, nos han indicado que todo lo que debía de suceder, ya va a empezar.
Detengo mis pasos al acto y le miro sobre mi hombro unos instantes.
—Explícate
—Quiero decir—se aclara la garganta—, que el encuentro de todos está a unos pocos días.
Maldigo para mis adentros el poco tiempo que se pudo atrasar toda esta mierda, pero me mantengo impasible.
—¿Que pasará con la sombra?—pregunto al recordar que no estaba—¿No se supone que no esta aquí en Mulhouse?
Vuelvo a andar, y el menor me sigue sin chistar detrás.
—Al parecer, su naturaleza le insta a querer volver aquí, sin tener una razón exacta.
Asiento, procesando con rapidez.
—Cuéntame de todos los demás.
—Los cazadores que están asignados tienen conspiraciones en su contra, todo su clan piensa que son traidores—Así que no es solo un cazador, interesante. Le hago un gesto para que continúe con la mano sin dejar de avanzar—, y hasta ahora, aún no sabemos la identidad del ángel en cuestión.
Asiento, analizando más a fondo la situación.
—Bien—suspiro—, envía espectros a cazar a la sombra, eso hará que quiera irse lejos, y si no, pues hará el proceso mucho más rápido si llega a su destino—sigo avanzando—para los cazadores, sean quienes sean, agiliza el paso de su caza, pero que sea por parte de su mismo clan, no quiero a ningún espectro menor persiguiendolos ¿entendido?—Le veo asentir en respuesta y piso por fin las aceras de la ciudad lejos del bosque—. Y para el ángel —me detengo colocando un sombrero negro sobre mi cabeza—, deja que siga su curso, y avísame quién es al llegar.
No espero una respuesta y avanzo, mezclandome a la perfeccion con los humanos que reciden en este lugar. Suspiro con pesadez un momento y miro todo a mi alrededor.
Esta vez me apetece ir a Italia.
Sonrío, y detengo un auto con intención de hacer que me lleve a mi destino, con lo que mejor me sale en las ocasiones que no quiero usar mi bondad; manipular sus mentes...
¥¥
Sonrío cortés al corresponderle el saludo a una señorita que está a pocos metros de mí, sonriéndome y manteniendo contacto visual con mi persona desde que llegué a este restaurante.
Es hermosa, cabe destacar. De tez blanca, cabello castaño y sedoso hasta la mitad de su espalda, ojos redondos algo claros, y labios carnosos color rosa pálido.
Detallo sus largas pestañas y vuelvo a sonreír cuando un leve rubor se esparce por su mejilla.
¿Podría ser ella?
Niego, parece ser demasiado inocente.
Ella desvía la mirada justo cuando un hombre musculoso hace aparición delante de su mesa, su mirada cambia radicalmente al igual que su postura. Me acomodo mejor en mi asiento y balanceo la copa de vino que tengo en manos sin dejar de observar la escena.
El hombre le habla, y ella solo asiente forzando una sonrisa, por su expresión corporal, parece que la compañía que acaba de recibir no es de su agrado, y por la sorpresa en el rostro de la chica al verlo llegar, seguro no sabía que vendría, o seguramente, ni lo estaba esperando.
Doy un sorbo a mi vino y decido ignorar el lugar, pero, el sonido de sillas moverse me hace volver a concentrar mi vista allí para darme cuenta que el hombre se ha puesto de pie, y toma a la chica del brazo para levantarla igual, con una brusquedad que disimuló fatalmente.
Bufé ¿Qué los hombres de esta generación no saben lo que significa ser caballeroso?
Incluso cuando asesino a una dama, suelo ser gentil.
La chica lo sigue. Bueno, más bien, él la arrastra con poco disimulo fuera. La chica da un último vistazo en mi dirección y no había nada más en su mirada que miedo, y una súplica silenciosa que gritaba "Ayuda"
Ignore a todo mundo y continúe dando pequeños sorbos a mi copa de vino con parsimonia, sin nada interesante que observar por largos minutos.
—¿Aún no desea nada, señor?
Uno de los meseros se acerca, y medito unos segundos lo que diré a continuación.
—¿Podría empacar la comida de aquella mesa para llevar?—le señalo el lugar donde antes estaba la chica.
El mesero me mira confundido.
—Pero señor, no podemos servirle restos—Negó, al menos este sabía negarse con respeto— Si desea, puedo traerle el mismo platillo.
—Hmmm—paseo uno de mis dedos por la orilla de la copa con lentitud—¿Pueden traerlo en menos de tres minutos?
—Si, señor.
—Entonces lo quiero.
Asiente, y sale casi volando luego.
Puede tomarse cinco minutos y no le diré nada, ha sabido abordar me sin ser irrespetuoso, y mantenido muy bien la paciencia a pesar de tenerlo pendiente de un hilo.
Tamborileo sobre la mesa y miro el reloj plateado en mi muñeca, volví a tomar de mi vino sin muchas ganas de nada más.
—Aquí está señor.
Levanto la vista, y está el mismo mesero respirando agitado con una bolsa de la marca del restaurante en manos. Le agradezco, sonrío y parece aliviado al ver que no he dicho nada por la espera. Salgo del lugar y me dirijo a una calle pequeña y estrecha un poco más adelante del lugar, está oscuro, y sé que no hay salida, pero avanzo decido ignorando gatos y perros que se pasean maullando y ladrando por el intruso.
Detengo mis pasos justo cuando unas voces se escuchan no muy lejos.
—Ya escuché suficiente estupidez de parte tuya, así que vámonos—La gruesa voz de un hombre amortiguó el poco silencio que había.
—P-pero... yo... emm—Tartamudeaba la voz de una chica—Solo quiero volver a pedir mi comida para llevar, por favor.
—¡Que nos vamos!
—P-pero ¿P-por qué no tomamos la calle principal?
—¡Joder Lía, comes luego, y no vamos a pasar por una maldita calle principal!
Un quejido se escuchó y de paso, los pasos se escuchaban acercándose, no me moví, de hecho, me recosté de la pared a mi derecha y acomodé mi sombrero negro sobre mi cabeza.
—Adam, suéltame, por favor, me lastimas—La chica sollozaba, y los pasos se escuchaban cada vez más cerca.
—Todo es por tu maldita terquedad ¿No escuchaste que te dije que no quería que salieras?
—Pero si estaba sola, cariño. Por favor.
—¡Y una mierda! No me hagas hacer que te encierren tus padres, amor mío.
Me aclaré la garganta cuando las dos figuras por fin hicieron aparición a pocos metros de mi persona. Eran exactamente a quienes estaba buscando, el hombre que casi arrastró fuera a la chica del restaurante, y por supuesto, la chica.
Ambos me miraron, el hombre tenía una clara mirada de enojo en su rostro que no disimuló al detallarme de pies a cabeza, y con razón, yo estaba algo delgado a comparación de los músculos que traía consigo esa bestia.
¡Ay! Mis modales.
—¿Y tú eres?—Dictó, sujetando con más fuerza el brazo de la pobre chica, que me miraba con miedo, pero sabía que ese miedo no iba reflejado por ella, parecía estar temiendo por ¿Mi..?
—Quería entregarle un pedido y también venía a por ella—Señalo a la chica, que me mira entre confundida, aterrada, aliviada, y algo más que no me molesté en detallar.
El hombre apretó la mandíbula, y el agarre aún más en el brazo de la chica que no tardó en soltar un quejido bajo, no sabía que era posible apretar un poco más, desde aquí se veía como perdía color.
—¿No se supone que estabas sola, amor?—siseó entre dientes y el terror fue mayor en el rostro de la chica.
—Y-yo t-te juro que s-si estaba sola y...
—Ella estaba sola, yo estaba a unas mesas más apartada de ella—La interrumpo, evitando que diga alguna estupidez que la condene.
En todo caso ¿Por qué estaba haciendo yo todo esto? No lo sé, pero bueno, mi bondad tiene que salir en algún momento de este día.
—¿Y por qué te la llevas?
La chica levantó su mano libre para depositarla en su boca y suprimir un gemido de dolor, era obvio que el animal que la sostenía no dejaba circular la sangre en esa zona. Estaba verde, incluso más abajo del lugar que estaba preso.
Puse los ojos en blanco, y me acerqué con lentitud a ellos, el chico se hizo el rudo, dispuesto a no mover un músculo de su lugar.
—A tí no te haré nada, porque tú mismo has destruido lo único en la vida que podría haberte salido bien, imbécil—. Allá estoy otra vez, dejando mis hermosos modales.
En menos de nada quito el brazo de la chica de sus garras, está tan sorprendido que por algunos segundos, no dice nada. Dejo a la chica tras de mí cuando él fija sus ojos con furia en mi persona. Le sonrío, e intenta venir a golpear me pero un espectro menor aparece, y lo sostiene desde atrás sin mucho esfuerzo. El mismo espectro que me daba la información hace unas horas en el bosque, mi querido Joseph.
—Joseph, advierte le de la manera más hermosa lo que pasará si vuelve a acercarse a Lía.
—Si, señor.
Me giro, y cargo a Lía en manos con ella aún consternada por lo que acaba de ocurrir. Se aferra a mi cuello con ambas manos y tiembla de manera considerable, hago uso de mi manipulación para que me dé su dirección y me desvanezca en el aire para volver a estabilizarme en su habitación, la recuesto sobre su cama con sábanas de un rosa claro adornarla, y de paso, dejo la bolsa con comida en su mesita de noche, me esfumo y vuelvo a aparecer con una pomada que paso con delicadeza en la zona afectada de su brazo.
—A ti no te mataré porque sé que no eres quién busco, y tampoco borraré tus recuerdos para que te alejes de él—La cubro con las cobijas, de cerca su rostro muestra pequeñas pecas. Vuelvo sobre mis pasos, dispuesto a irme.
—Espera—Su llamado me detiene, y miro sobre mi hombro como me sonríe, de verdad es hermosa, e inocente—Muchas gracias.
—Es un placer señorita.
—¿Cuál es tu nombre?
Me detengo a pocos metros de la ventana.
—Mi nombre es Nicolás Fournier, pero no intentes buscarme, porque si lo haces, te destruiré.
Y desaparezco, volviendo a manipular las mentes de los conductores para volver al bosque, después de salvar a esa chica, fue suficiente bondad por un día...
¥¥
Ahí están todos, peleando con la ayuda de una Vistentt que parece ser poderosa. Se sostiene con fuerza del ángel que intenta pelear y protegerla detrás suyo al mismo tiempo. Paseo mi vista y la detengo en el justo momento en que una humana aleja de una patada a uno de mis Espectros menores, y quedo sorprendido solo por su presencia, ella no estaba incluida en la lista.
Su pelo es casi blanco, y no es tan largo, es delgada, y parece tener la misma inocencia que aquella chica del restaurante. El cazador la pasa detrás suyo para protegerla de un golpe que no fue tan imprevisto por la ayuda de la Vistentt.
Dejo mi mirada posada sobre ella, sostiene su cabeza y parece en medio de un estado de shock, tanto Joseph como yo nos mantenemos a una distancia considerable, de un modo que ellos no noten nuestra presencia, pero tengo por seguro, que ella sí nos puede sentir, pero por alguna razón, aún no nos nota.
Mi duda queda resuelta cuando los escucho gritar su nombre y la veo desplomarse en los brazos del ángel.
Al parecer, algo en mi querida Chloé perdió el equilibrio. Y algo en mi mundo, pareció tenerlo en el mismo momento en que ella lo perdió.
Después de todo, creo que al fin encontré lo que estaba buscando, y me aseguraré de mantenerlo a raya, no pienso dejar que lo que ella dictó hace décadas, se cumpla...
N/A
¡¿QUE ESTA PASANDAAAA?!
¿QUIEN ES NICOLÁS?
AHHAHAHA
¿QUE HACE AQUI? bueno, yo si sé que hace, pero ustedes no muajajajajaaj *tose*
Enfennn, espectritos del mal ¿Cómo los trata la vida?
¿Que les pareció este cap?
¿Que tal les va cayendo Nico?
¿Por qué no has dejado tu estrellita si te gustó?
#SeLesQuiereDeAquiACarrasco.
Stefii fuera 🌹
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