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CAPÍTULO 06


¥ ¿Quién es? ¥

Maratón 3/3


Proteger la humanidad sin que se diese cuenta era gran parte de nuestra misión. Mantener el orden en la parte en la que nacimos, también. Pero  no teníamos exactamente un derecho para decirle a los humanos de aquel lado del bosque que existíamos, no tenían porqué saber de nosotros, podrían confundirse, mostrar el secreto al mundo y no saber cómo manejarlo. Dustin siempre me decía eso, siempre me dictaba aquellas palabras que también le fueron enseñadas tiempo atrás. Por eso estamos todos, en diferentes lugares de la habitación de Bruno, en la mañana siguiente observando a la chica inconsciente en la cama de Bruno.

Hanna se encargó de hacerle un cambio de ropa y dejarla mejor de lo que había llegado, la sangre que manchaba toda su ropa parecía no ser exactamente de ella, su pelo era de un tono que quería parecer blanco, le llegaba hasta unos metros por debajo de los hombros, sus labios son rosas, de un tono pálido, la observo por unos segundos más, es preciosa.

—Hola, somos totalmente humanos, no hay de que preocuparse, aquí nadie tiene poderes extraños ni nada—Ese era otro de los monólogos ensayados de Leo en esta mañana.

Nadie lo miró esta vez, estaba en su cuarto intento por parecer normal. Doy vueltas al lápiz que traigo en manos pensando en una excusa válida para la chica, todos estamos en ello de hecho.

Hanna deja  caer su pequeña libreta con fuerza sobre el escritorio, ganándose una mirada inmediata de Bruno, que ignoró olímpicamente.

—Aborten la misión, o abortemos a Leo—Lo señaló, seguramente cansada.

—¡Oye!—Replica el aludido—Estoy tratando de ayudar.

—Con ideas que no sirvan mas que para hacernos parecer unos mentiroso, y encima dementes.

Resopla, sentándose de nueva cuenta en el suelo.

La noche anterior, cuando Bruno llegó y todos salimos de nuestro estupor, se hizo un caos. Hanna y yo tuvimos que hacer un pequeño esfuerzo para organizar a la chica. Dustin se encargó de hacer té que podrían ayudarla cuando despertara, Derek siempre estuvo pendiente de sus signos vitales, al parecer, sabe algo de ello, Leo ayudaba a aligerar el ambiente con sus comentarios y Bruno solo habló de nueva cuenta cuando todos estuvimos calmados, sentados y Dustin entonces le preguntó que pasó.

Nos contó que paseaba a la orilla del bosque, justo en ese punto que separaba a Mulhouse de los humanos al otro lado. Que había una casa, muy cerca de esa línea, y que de allí la vio salir está mañana, nos contó brevemente y sin darnos detalles que la chica lo había visto e invitado a su casa, ahí estuvo durante un arduo rato hasta que unos espectros aparecieron en el lugar. Actuó con normalidad al ver que la familia de la chica los recibía como invitados, pero apenas se dieron cuenta de que era un cazador el que estaba sentado entre ellos empezaron a actuar extraño. Salió un momento con la chica para preguntarle en privado quienes eran o desde cuándo lo conocían, pero apenas escucharon un grito desde el interior regresaron en un sentiamen. Bruno contó que había encontrado a los espectros en su verdadera forma succionando la vitalidad de los padres de la chica, dijo que la chica corrió a ellos para alejarlos de sus padres pero como tenían el poder de hacerse humo por la poca iluminación del lugar, no los pudo tocar, pero eso pareció no detenerla, porque seguía luchando contra el humo para liberar a sus padres. Bruno jamás dijo el nombre de la chica, pero era seguro que lo sabía.

—¿Cómo se llama?—Pregunta Derek, de la nada, mirando a Bruno desde su lugar en el umbral de la puerta—Jamás nos dijiste si nombre.

Bruno apenas y levantó la mirada de su lectura.

—Pregúntaselo a ella. Además, no creo que sea muy necesario saber de alguien que al despertar pueda que se vaya.

—¿Que se vaya?—Interviene yo antes de Derek—¿A dónde irá? ¿Por qué?

Suspira con pesadez y despega la vista por fin de su libro para fijar sus orbes azules en mí.

—¿Que no estaban diciendo que un humano no puede saber de nosotros?—Ironiza—Por eso se irá, buscaré un lugar para ella.

—Sería lo mejor y lo correcto para...

—¡No!—Volví a intervenir interrumpiendo a Dustin y ganándome una mirada de todos—Mantendremos el equilibrio con ella aquí. Que guarde el secreto por nosotros, pero aquí.

Todos me miraban con diferentes expresiones en su rostro, Hanna hacia el amago de sonreír pero Leo no se contuvo y ensanchó su sonrisa, Derek me miraba fijamente y Dustin, bueno, no sabría decir exactamente cuál era su mirada. Bruno, en su lugar, me miraba con algo totalmente diferente a lo que acostumbraba.

—Pero no...

—¡No!—Volví a interrumpir a Dustin, decidida—No tiene a dónde ir Dus, yo la cuidaré si quieres, después de todo, yo también soy humana con la suerte de tener un don.

Seguía con la mirada de todos puesta en mí, pero me seguraba de no dejarme intimidar, o al menos de estar segura de lo que estaba diciendo.

—Bien—Suspiró Dustin, con cansancio—Se quedará en tu habitación.

Casi sonreí satisfecha al escuchar su afirmación.

—No— habló Bruno esta vez—Se quedará en mi habitación. Yo la traje, así que tomaré esa responsabilidad.

—Esta bien.

Seguí analizando, pero al darme cuenta de que acaban de aceptar que se queda ya no hay necesidad de intentar ocultar lo que somos.

Bruno nos contó que la sangre que había en ambas ropas había sido la de los padres de la chica, los espectros los habían golpeado a ambos en la cabeza. Bruno dijo que reaccionó cuando uno de ellos lanzó a la chica lejos con un golpe que la dejó inconsciente al instante, así que empezó su trabajo de cazador y peleó con ambos, hasta acabar con ellos. No conocía del todo acerca de la manera de pelear o las armas de los cazadores, y tampoco es que Bruno tuviese muchas ganas de cooperar contando todo eso.

—Deberíamos ir a comer—Propuse.

—Buena idea Loi. Pequeña Tomatito, deberías de cocinar tú.

—¿Otra vez con eso de llamarme Loi?—Pregunto.

—Leo, deja de llamarme pequeña, y tomatito

—No sé que fue lo que pasó mientras no estuve, y tampoco es como que me interesa. Así que pueden ir si quieren, yo me quedaré aquí—dijo Bruno, sin mirarnos.

Todos salimos de la habitación en silencio.

Nos sentamos todos en el suelo y recostamos nuestras espaldas en la pared, Hanna decidió que sí quería hacer algo de comer y se perdió en la cocina.

Bruno jamás bajó durante toda la mañana y gran parte de la tarde en la que nos quedamos merodeando en toda la casa. Así que en varias ocasiones subía a ver si estaba bien, y si había comido lo que le había dejado. La chica seguía sin despertar y Derek pasaba de vez en cuando a revisar sus signos vitales.

Volvimos a quedar sentados todos en el mismo lugar del inicio con el atardecer perdiéndose entre lo más alto. En silencio, no habían comentarios válidos para está situación de incertidumbre, dónde todos estaban ansiosos y queríamos saber quién era nuestra nueva inquilina inesperada.

—Despertó—Dustin se levantó de un salto al decir aquello.

Todos lo miramos, sorprendidos y algo extrañados.

—¿Cómo sabes eso?—Leo también se puso de pie.

Todos imitamos su acción.

—Escuché los pensamientos de Bruno.

Le pagué un codazo en las costillas y espabilo, acribillandome con la mirada por tan repentino golpe.

—No te metas en pensamientos sin su consentimiento Dustin—Lo reprendi.

—Tranquila Chloé. Además, tenía que hacerlo. Tampoco es como que Bruno sería un buen samaritano como para salir a decirnos que ya despertó la...

—Está despierta, pueden subir.

Todos giramos la cabeza hacia las escaleras al escuchar la voz de Bruno interrumpir a Dustin. El interrumpido se rasco la nuca, mirando hacia otro lado y le volví a pegar un manotazo en el hombro.

—¡Andando!—Reaccionó Leo subiendo las escaleras primero.

Subimos todos en fila, y encontramos a la chica con la espalda en el respaldar de la cama y las manos entrelazadas una a la otra. Al escucharnos entrar, levantó la mirada, dejándonos ver unos hermosos ojos grises en el acto, reitero lo que dije hace un momento, es hermosa esta chica.

—Hola—Dijo, y sonrío—, Imagino que deben de preguntar cuál es mi nombre, un placer, soy Luna Vial.

Sonreía, pero su voz temblaba. Miré a Hanna y ella también a mí.

—Bien. Todos fuera—Demandó Hanna.

—¿Qué? Pero ¿Por qué tomatito? si acabamos de entrar.

—Deja de llamarme así, y dije que fuera.

Dustin fue el primero en salir, seguido de Derek y Leo que seguía replicando por una explicación. Bruno cruzó sus brazos y estaba por tomar asiento cuando Hanna lo señaló.

—Tú también, fuera. Ahora.

Cerro los ojos con fuerza y salió a regañadientes del lugar. Nos acercamos a la chica ahora conocida como Luna y tomamos asiento a cada lado suyo. Tomamos cada una, una de sus manos entre las nuestras, y eso pareció tener efecto, porque al instante comenzó a llorar. Eran sollozos silenciosos que solo dejaban ver las lágrimas correr por su rostro, pero fueron aumentando en sonido, y lloro con más ahínco apretando fuerte mis manos. Pase mi mano libre por su hombro y la atraje hacia mí, solté su mano y dejé que me abrazara, Hanna también la abrazó.

Lloró con fuerza, y la sostuvimos con la misma fuerza de vuelta. Su llanto fue disminuyendo hasta volver a convertirse en sollozos poco audibles, pero era conciente de que aún brotaban lágrimas de su rostro, esas silenciosas que duelen mucho más que las que salen en voz alta.

Pasaron minutos, horas quizás, no lo sé, pero seguíamos ahí, sosteniéndola porque sabíamos que lo necesitaba. Cuando ya se hubo calmado levantó la mirada y nos volvió a sonreír, esta vez con menos brillo en sus ojos, pero con toda la sinceridad.

—Gracias. No sabía que lo necesitaba.

Hanna negó.

—No agradezcas, y no te sientas sola. Apartir de ahora, nos tendrás a todos nosotros, y si alguien se niega cuéntanos, que lo golpeamos.

Soltó un leve risa que hizo brillar sus ojos un poco, acompañado de una pequeña lágrima rebelde que me apresuré a quitar pasando mi pulgar.

—Tranquila Luna, ya hablamos de reservar este lugar para ti, pero tendrás compañía—dije sonriendo.

—¿Si?—Curioseo—¿Quien?

—El mismo que te salvó.

El rostro se le iluminó enseguida, sacándonos otra sonrisa a Hanna y a mí por lograr que sonriera al menos un poco a pesar de todo.

—Muchas gracias, me voy a asegurar de atesorar este recuerdo siempre.

—Soy Chloé Lombard.

—Y yo soy Hanna—Se presentó—¿Se te apetece comer algo?

Asintió más animada.

Dus, trae la comida por favor.

Le hablé a Dus, telepáticamente.

Hanna estaba por ponerse de pie pero la detuve.

—Ya le dije a Dustin que la suba.

Se giró a mirarme al volver a tomar asiento.

—¿Le dijiste que no aparezca de la nada?—Me susurró para que solo yo escuchara.

Negué.

—Es conciente de que por ahora debemos guardar el secreto, así que estoy segura de que entrará por la puerta como una persona nor...

—Aquí esta la comida, tuve que calentarla. Ya había pasado mucho tiempo.

Soltamos un grito, las tres. Dustin había aparecido de la nada en medio de la habitación con la bandeja en manos.

Será idiota.

Hanna y yo entramos en pánico, y miramos a Luna que no despegaba los ojos de Dustin con la boca abierta.

—¡Dustin!—Lo reprendi—¿No podías haber entrando como alguien normal? Aún no le decimos lo que...

—Oigan ¿Que está pasando? ¿Por qué se tardaron tanto?—Derek también apareció de la nada al otro lado de la habitación.

Volvimos a mirar a Luna con mas pánico.

—Chicos, que no le decimos aún a Luna las cosas como son...—intenta hablar Hanna.

—¡Tomatito! Dustin dijo que ya podíamos entrar ¿Que pasó?—Leo atravesó las paredes a un lado de la puerta en su forma de humo.

A Hanna y a mí nos dió hipo.

Escuchamos la puerta abrirse, y respiramos un poco al ver a alguien decidir por hacer una entrada común, pero volvimos a hipar cuando Bruno fue quien hizo aparición con una flecha en manos que brillaba de un tono blanco y apunto a Leo con ella.

—¡Quédate tranquilo para que no te dé en el pecho Leo!—Exclamó al entrar.

El mencionado gritó y corrió a la espalda de Dustin enseguida.

—¡Estás loco! Baja eso que no quiero quedar inconsciente.

—Chicos...—intenté, pero Dustin usó sus manos para arrebatar el artefacto de las manos de Bruno sin tocarla, la mantenía flotando frente a sí en el aire.

Hanna revolvió su cabello, mirándolos a todos.

—¿No quieres sacar tus alas de casualidad también, Derek? Para que completen el combo, no sé—Replicó

—Ah ¿Mis alas? Enseguida.

—¡No!— gritamos Hanna y yo al mismo tiempo, hipando y totalmente en pánico.

—Era sarcasmo estúpido.

—Ah lástima— Chasqueo la lengua y tomó asiento.

—Dustin, devuélveme la flecha. Y Leo ven, es un simple experimento— Bruno señaló a Leo.

—¿Dónde la conseguiste?—Preguntó en su lugar Dustin, sin dejar de mirarla.

—Los espectros de la casa de Luna la tenían. Ahora Leo, ven aquí— Hizo el amago de acercarase y Leo volvió a gritar.

—¡Alejalo de mi Dustin! ¡Está loco!

Hanna y yo miramos a Luna de nueva cuenta, seguía igual, con la boca totalmente abierta y mirando de uno a otro sin parpadear.

—Bien, iré yo—volvió a hablar Bruno sacando un arco y una flecha de algún otro lugar con el mismo brillo que la anterior y apuntó a Dustin.

Dustin se apartó enseguida dejando a Leo expuesto.

—No sé porqué te ocultas si puedes volverte humo—hablo Derek, cruzado de brazos

—¡AHH!— Gritó Leo, escondiendose tras el sofá—¡Porque él es un cazador! Es obvio que si me podrá hacer daño.

—No tengo el arma correcta, no seas infantil.

—Infantil mis bolas. Tomatito ayúdame.

—Chicos—Los llamé, pero seguían en su pelea de querer disparar a Leo y que no había ningún daño—¡CHICOS!

Todos me miran enseguida y en silencio, a excepción de Bruno, que mi grito lo hizo apuntarme a mí con la flecha por inercia. Solté un grito de la impresión y Dustin apareció frente a mí enseguida, en posición de ataque. Leo y Derek también se habían puesto de pie. Bruno bajó el alma, tranquilo y se disculpó.

—Hanna y yo estábamos tratando de decirles que aún no le contamos nada a Luna. Así que se acaban de delatar ustedes mismos.

—¡¿Por qué no dijiste eso desde el inicio, mujer?!—Bruno escondió el arma en menos de nada.

Todos tomaron asiento como personas normales en menos de dos segundos luego de eso. Yo masaje mis sienes. Esto tenía que ser una broma.

Dustin carraspeo.

—Esos son...

—¡Trucos de magia!—Completó Leo por él.

—¡Si, eso!—Se irguio Derek para secundar los.

—Justo lo que ellos dijeron. No pienses ni por un momento que no somos humanos normales, eso es imposible—Bruno parecía tener un carácter más relajado, por primera vez.

Hanna suspiró, cansada.

—No sé a quién de todos deberíamos de abortar primero Chloé.

—Estoy de acuerdo.

Todos quedamos en silencio con la mirada fija en Luna, que estaba seria, y de la nada se desplomó.

—¡AH!—Gritamos todos entrando en pánico.

—Sabía que tenía que haber ido a buscar esa comida yo—Se alteró Hanna, palmeando el rostro de Luna—Luna, vamos, despierta.

—Todo es culpa de Dustin, el apareció aquí la nada—Dijo Derek, caminando de un lado a otro.

—Tú también lo hiciste ángel, no te hagas el inocente.

—Leo también es culpable, entró atravesando las paredes—Lo apuntó Bruno.

Hanna seguía palmeando el rostro de Luna y yo ya estaba en colapso de pánico, si es que existía ese nivel.

—¡Oye!—Se quejó Leo—Tú me apuntadas con una flecha brillante.

—Pero tú dijiste que...

Y así empezó una batalla campal en la que todos se culpaban a todos, Bruno apuntaba de nueva cuenta a Leo con su arco y flecha, el aludido no dejaba de gritar y envonderse detrás de Dustin o Derek porque lo dejaban sin protección, Hanna seguía planeando el rostro de Luna, y yo estaba por desmayarme también.

Hasta que, la carcajada de alguien nos dejó a todos quietos en nuestros puestos. La mirada de todos cayó sobre Luna que volvía a tomar asiento sin dejar de reír con ahínco.

Todo quedó en silencio, lo único que se escuchaba era el suave sonido de la risa de Luna.

—Ustedes...—volvió a reír—Son la cosa menos normal que me ha pasado.

—¿Qué?—Fue lo único que logramos decir.

—Tranquilos, estoy bien. Y gracias, estaré feliz de quedarme aquí con ustedes y sus vidas nada normales.

Sonrió en gran manera, y todos lo hicimos, porque está vez, sus ojos sí brillaron al sonreír.

Incluso la habitación brilló con la sinceridad de esa sonrisa, Hanna y yo la abrazamos, felices de que sonriera apesar de que algunos minutos atrás lloraba con esa mi intensidad.

¿Quien era ella?

Era una chica llamada Luna.

¿Que hacía aquí?

No lo sabemos, pero yo estoy feliz de que lo esté.





















N/A

¡Espectritos!

¡Wenassssss!

No les conté ( o tal vez si, y  ya no me acuerdo. Enfennn, memoria de Doris) que esta pequeña sopresa de maratón se debe al apoyo que me han brindado para que PSTVV obtuviera 1K de vistas en menos de un mes.

Me hace realmente feliz saber que hay personitas por ahí dedicando un poquito de su tiempo para leer esta locura.
Infinitas gracias espectritos de mi cocoro.

Cuentennnn

¿Que les parecieron los tres caps?

¿Que tal nuestro Derek?

¿Se esperaban a Luna?

¿Cap favorito?

¿Por qué no has dejado tu estrellita si te gustó?

Este es el final de la sorpresa, pero no de la historia. Aún hay mucho que descubrir...

#SeLesQuiereDeAquiACarrasco.

Stefii fuera 🌹

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