CAPÍTULO 02
Tus Demonios son la mayor prueba con la cual tiene que lidiar quien se acerque a ti. Si se queda, vale la pena. Pero si se va, no hagas nada, no merecía ese lugar.
—Stefany Carrasco
¥ MAR ¥
Estaría mintiendo descaradamente si dijera que pasé la noche en vela por estar pensando en el acertijo de Dustin, porque definitivamente así no fue.
Dormí plácidamente olvidando por completo aquella oración, incluso me sorprendió ese hecho, porque normalmente pegar un ojo al menos por cinco minutos habría sido toda una odisea, pero no, lo ignore con éxito, y es, por la simple razón de que solo dijo que está cerca. Con decir eso solo me pude preguntar: “¿Y si eso implica una semana?” No pasaré una semana sin dormir solo porque sí, así que me relajé y tomé eso como si fuese a pasar un año después, y fue más que suficiente para poder estar completamente tranquila -aunque un poco nerviosa- por ahora.
Y, durante esa noche tranquila, recostada en mi cama observando el techo totalmente blanco y un poco desgastado por los años, aprendí que nuestras emociones pueden ser controladas por nuestra mente, que nosotros mismos somos quiénes podemos crear en nosotros pensamientos que nos destruyan, al igual que también podemos motivarnos, crear hilos que nos hagan querer dar cada día un paso más. Casi todo es mental, depende de ti como tomarás ese poder, si a tu favor o en tu contra.
—Analizas mucho las cosas.
Pego un salto cuando escucho la familiar voz de Dustin a mis espaldas. He dormido dos veces en un mismo día, y nuevamente, estoy de pie en mi lugar favorito de mi habitación; el balcón.
—Dus, te recuerdo que soy una simple mortal. Esos sustos me matarán algún día.
Lo miro por una fracción de segundos en la que veo el atisbo de una sonrisa asomarse por su rostro. Sonrío, y vuelvo a posar mis ojos en la hermosa vista que tengo delante.
No puedo evitarlo, siempre estoy aquí, como si la vista misma me llamara para contemplarla. Al amanecer, porque me relaja un poco las suaves brisas cargadas de hermosos sonidos creados por las olas del mar. Al atardecer, porque es una maravilla a la vista los colores anaranjados que combinan con el reflejo del azul del mar. Contemplando como se pierden los restos del sol, en rayitos pequeños, pero mágicos. Y al anochecer, porque sería un delito privar a mis ojos de la profundidad que adquiere la noche al reflejarse en el mar.
Y con tantas maravillas ¿Aún me preguntas por qué me gusta el mar?
—No me escuchaste llegar por estar perdida pensando en no sé que estupideces que no quiero asomarme a ver.
—Eres un grosero— respondo decidida a ignorarlo, pero su llamado me detiene.
—ven—Me extiende una mano que tomo sin refutar después de suspirar con pesadez.
Caminamos escaleras abajo, hasta uno de los sofás que está en la “no tan pequeña” sala y me hace tomar asiento con un gesto de la mano. Analizo el entorno mientras tomo asiento con parsimonia. Nuestro hogar estaba igual que siempre, no había nada diferente, las lámparas en diversas partes de la pared seguían iguales, los sofás que solo eran dos estaban dónde siempre, uno con vista al televisor y el otro a un costado. La suave alfombra que cubría gran parte de la planta baja seguía igual, con sus distintos colores para combinar los marrones de los demás.
Fijo mi vista nuevamente en el individuo que me guió hasta aquí justo cuando quedaba de cuclillas frente a mí. Apenas se acomodó, clavó sus iris oscuros en los míos con intensidad, sin parpadear, sin decir nada. Solo estaba ahí, mirándome fijamente e impidiendo que desviara la mirada a su vez.
Y eso hice, no desvíe la mirada aunque estaba totalmente confundida, pero no me sentía nerviosa, era Dustin después de todo. Siempre me lleva a un lugar o simplemente me explica una que otra cosa, pero sentarse frente a mí y conectar aquellos ojos cafés con los míos, jamás. Parpadeo cuando siento que me estoy perdiendo poco a poco en aquella oscuridad que llama ojos.
Levanto el brazo en un intento por quitar de un msnotazo la mano que sostiene mi barbilla, pero mi intento falla en sobremanera cuando mis manos se levantan con poca fuerza, me estaba mareando.
—Chloé. Mírame—Demanda. Trago saliva e intento apartarme —, concéntrate en mi oscuridad…
No había necesidad de decirlo una segunda vez. Concentrarme en aquella mirada ya estaba hecho, no podía apartar la vista aunque quisiera hacerlo. Mi cuerpo obedeció sin refutar aquel mandato, cada vez estaba un poco más perdida, como si estuviese en un barco navegando sin rumbo fijo, siendo llevada por la corriente y es más que relajante el lugar.
Parpadeo en una mini fracción de segundos y de la nada, ya no estaba en la cabaña del bosque, ahora estaba en el lugar exacto que parecía solo una imaginación causada por la extrema concentración de hace unos segundos.
De repente una ráfaga de viento golpeó el pequeño bote al que pude identificar en que estaba, me aferré a la orilla fuertemente para no caer. Otra ráfaga de viento me impulsó hacia adelante dejándome caer de bruces en el asiento nuevamente. Suelto un quejido, y me levanto un poco con gran esfuerzo.
Miro a todos lados, cerciorándome de no estar alucinando. Porque si no lo era, iba a terminar por tener un maldto ataque de pánico.
Me empiezo a asustar y me sostengo tan fuerte como puedo del pequeño barco que flota y se balancea como si tuviese vida propia. Volví a escanear el lugar solo para darme cuenta de que era la única allí, Dustin ya no estaba por ningún lado. Otra ráfaga de viento impulsa el bote hacia adelante con fervor, haciéndome trastabilarar. Mi corazón latía cada vez más desesperado.
¿En qué me acaba de meter Dustin?
—¡DUSTIN!—grito hacia la nada con la esperanza de que me escuchase al menos. Ya no quiero estar aquí.
Parecía que no había nada más que el mar, y el pequeño bote que me mantenía a flote. Afortunadamente.
A lo lejos pude vislumbrar la cabaña y respiré aliviada, pero, cuando pensé que ya estaba a salvo, una nueva y más fuerte ráfaga de viento lanzó el barco mucho más lejos de la cabaña, mi corazón quería salir disparado, se salta cada dos latidos y eso solo ocasiona que me desespere un poco más.
—¡DUSTIN!—Vuelvo a gritar en un vano intento para que me escuche—No quiero estar aquí…
Nada. Otro intento en vano.
Miro a lo lejos una ola gigante que se eleva en mi dirección y eso fue suficiente para que el terror tuviese vía libre en todo mi sistema, tanto que quise empezar a sopesar seriamente la idea de lanzarme al mar en busca de algún refugio. Era estúpido sí, pero al menos me ahogaría mientras intentaba inútilmente pedir auxilio.
—El mar es tu lugar favorito Chloé ¿Por qué ahora le temes?—Escucho la suave voz de Dustin un poco lejana, un poco de tranquilidad hizo acto de presencia, al menos ahora sé que está en algún lugar no tan lejos de mí.
—Me estás asustando Dus. Sácame de aquí, por favor—Susuro en medio de la desesperación con la esperanza de que me escuchara. Con la esperanza de que mi súplica lo hiciese detener todo esto.
Pero no respondió.
La gran ola cada vez estaba un poco más cerca, y yo perdía las esperanzas de que Dustin me sacaría de aquí antes de que me mande directo a volar con todo y bote.
Un poco más cerca…
«¡Carajo Dustin! ¿Por qué me haces esto?»
—Chloé. Por más temeroso que esté el mar en este momento jamás ha dejado de ser mar.
—¿Qué quieres decir?
—No puedes querer huir de algo al ver su lado tempestuoso. Tienes que aprender que si algo es tu lugar favorito debe seguir siéndolo aunque esté a punto de arrojarte lejos. Aunque esté en medio de su propio caos.
—Pero Dus…
Me interrumpió—: Es igual con una persona. No puedes simplemente alejarte cuando conozcas sus demonios. Después de todo, todos tenemos nuestro propio caos dentro; caos, al que a veces intentamos controlar.
Aún estaba perdida, pero ya no tan asustada. Incluso había olvidado el porqué estaba tan aterrada hace unos segundos, pero, un vistazo a la ola que estaba mucho más cerca me regresó la sensación de miedo como una patada a la cara, quitándome la sensación de tranquilidad que había aparecido al escuchar la voz de Dustin.
—¿Que tengo que hacer?—pregunto aún sin despegar la vista de la ola.
—Relájate, y recuerda la razón por la cual te gusta el mar…
Cierro los ojos, respiro profundamente y los vuelvo a abrir. Miro cada detalle del lugar y recuerdo porqué era y es mi lugar favorito. El sonido que ejercían las aguas sin importar el movimiento, me relaja, su suavidad me apasiona e inspira, y su color, eso, es lo que más me encanta de él. Observo cada cosa y noto que nada ha cambiado, que solo es el viento haciendo de el un lugar tempestuoso. Vuelvo a echarle un nuevo vistazo a la ola, y esta vez sonrío al verla tan hermosa, porque a pesar de ser tan violenta también es parte de su arte. Ahí, entendí todo lo que Dustin quiso decir.
—Estoy lista—No tenía idea de si eso se lo había dicho a Dustin o a mí misma.
—Encuentra tu propia concentración Chloé. Concéntrate en ti…
Me puse de pie y sin pensarlo me lancé al mar. Y está vez no me lancé por temor como habría hecho en un principio, esta vez me lancé porque quería estar en el lugar del caos cuando sucediera.
Me mantuve en las profundidades por unos minutos con los ojos cerrados, disfrutando de la sensación de sentir el agua fría querer traspasar mis poros. Sentí unas inmensas ganas de querer respirar cuando ya hubo pasado suficiente tiempo bajo el agua, pero al mismo tiempo, quería seguir allí.
El suave roce de unos nudillos acariciarme la mejilla, me hizo abrí los ojos para encontrarme nuevamente en la cabaña totalmente seca y en el mismo lugar de antes. Con los ojos de Dustin mirando como pocas veces lo hacía; con cariño.
—Lo has hecho muy bien.
Lo abracé con fuerza apenas mi cerebro logró volver a funcionar, sintiendo la leve sacudida que ejerció su pecho al reír. Seguramente, por la impresión al abrazarlo tan de pronto.
—¿Que fue eso?
Me aparta suavemente y acaricia mi cabello con dulzura.
—Eso querida, es uno de los poderes que hay en el ser al que piensas enfrentar—quedé con la boca abierta del shock—Al concentrarte en él puede hacerte ver lo que le plazca. Pero siempre estará como primera opción tu lugar favorito—Mi mandíbula estaba tentada a querer rozar el piso de la impresión. Dustin me estaba explicando acerca del ser, ¡Jesus! Creo que el agua le hizo daño a mi cerebro—,convertirá eso en lo más aterrador que hayas tenido cerca.
—Entonces…
—Tienes que ver más allá de todo, encontrar y jamás olvidar la razón por la cual te gusta aquello. Ver y demostrar que aún siendo un monstruo jamás lo dejarías de amar—sonreí porque por una fracción de segundos, lo imaginé a él—. Eso te hará no temer más. Pero para salir de ese lugar, debes concéntrate en ti y perder la concentración en él.
—¿Siempre utilizará mi lugar favorito?—Asintió —Pero ¿Qué hay con mis temores? ¿No los usaría también?
Me miró un poco sorprendido, por unos segundos en los que pensé que ya no respondería, hasta que se encogió de hombros y dijo;
—No lo sé, jamás he escuchado que ese tipo de ser utilice los miedos de los demás. Siempre han preferido los favoritos, porque si los enfrentas y logras dejar tus miedos a un lado para superarlos, sanarías alguna parte de ti. Y lo que ellos desean, es acumular más traumas hasta hacerte perder la razón.
Volví a quedar con la boca ligeramente abierta de la impresión y un poco de terror por lo que tendría que enfrentar algún día. Dustin sonrió y posó dos dedos en mi mentón para volver a juntar mis labios, le pegue un manotazo un poco avergonzada mientras sonreía.
—¿Como sabes tú todo eso? ¿Acaso es igual a ti el ser que enfrentaremos?—alzo una ceja esperando que su respuesta sea negativa.
—No. Soy tu guardián, tengo que estudiar todo lo que pueda para mostrártelo en forma de entrenamiento. Ese es mi trabajo—Se cruzó de brazos y levantó de su lugar para tomar asiento a mi lado en el sofá, hasta ahora me había dado cuenta que había estado de cuclillas frente a mí durante todo este tiempo—. Además, soy un demonio Chloé, para enfrentarme, se necesitan ángeles.
Volví a pegarle un manotazo antes de abrazarlo.
—Eres un estúpido y a veces te odio. Pero eres el mejor guardián que podría pedir.
—Lo sé, lo sé—Sonrió—. Además, no conoces a nadie más que sea guardián.
—Presumido.
—¿Por qué no?
—Desaparece, Dustin.
—Sus deseos son órdenes, majestad—Se puso de pie, e hizo una pequeña reverencia antes de desaparecer del lugar como solía hacerlo siempre.
Puse los ojos en blanco al sonreír y negar con la cabeza.
Me apoyo de los costados del sofá para impulsar me hacía adelante, pero, justo cuando estaba por ponerme de pie para ir hacia mi habitación, todo mi cuerpo timbró en una suave sacudida. No solo mi cuerpo, también la cabaña timbró suavemente. Dustin volvió a aparecer en menos de dos segundos con gesto serio a mi lado. Mi vista estaba fija en su persona en espera de una respuesta a lo que él solo observaba la entrada del lugar sin decir nada.
Dirijo mi vista al mismo lugar que él al momento justo en que la puerta principal es abierta de sopetón dejando ver a un chico alto con cabello rosa «si, cabello rosa» y piel sonrosada hacer su entrada al lugar con la respiración agitada, dejándome completamente en shock.
¿Cuántas veces había abierto ya la boca en exageración por la impresión en este día? Definitivamente, estoy segura de que en esta rompí el récord a la longitud.
¿Cómo?
¿Qué?
Observo a Dustin quien continúa en estado tranquilo ¿Pero que carajos...? Ya no entendía nada.
—Debí de imaginar que habrían personas tomando en cuenta que hay una barrera—Habla el chico despreocupado con sus manos en los bolsillos de sus jeans desgastados luego de haber recuperado una respiración estable—lamento entrar de esta manera, pero si me permiten me quedaré un momento.
—¿Quien se supone que eres tú?—Logré articular cuando reaccioné por fin y Dustin susurró un “Concéntrate Chloé” que me hizo caer en cuenta de un dato muy peculiar al sentir su esencia. Es una sombra, pero de las que se suponía que ya estaban extintas en éste tiempo.
—Oh, disculpen los modales señores—hizo una reverencia—Soy Leo Haider. Un sombra/espectro.
¡Lo sabía! Ya sentía yo la mezcla de su esencia.
Pero aún estaba confundida.
—Bienvenido Leo—mi mirada cayó sobre Dustin cuál exorcista al escucharlo decir eso.
Definitivamente alguno de los tenía fundido el cerebro hoy.
Era yo por el agua, o era Dustin por el calor.
En mi rostro no cabía más impresión ¿Qué carajos estaba pasando aquí?
—Esperen—Leo se acercó a mí—, tu eres la Vistentt—Más que una pregunta era una afirmación, aún así, asentí e hice una reverencia a la par que él. Giró entonces su vista hacia Dustin—, Y tú su guardián.
Dustin asintió cruzado de brazos.
—Soy Chloé Lombrad. Y el es mi Demonio guardián Dustin—señalo al individuo a mi lado al ver que no tiene intenciones de hablar.
—Arriba están las habitaciones. Escoge la que quieras, excepto las dos primeras—habla mi guardián con un tono neutro aún cruzado de brazos.
Y lo entiendo, el apenas y puede tenerme amor a mí sin sentirse fuera de lugar, así que el hecho de que reaccione así no me sorprende.
—Gracias, gracias—Y otra reverencia ¿Qué será lo que tendrá con eso?
Camina despreocupado, como alma que llega a casa de algún familiar y ya no necesita un tours porque conoce el lugar. Mantengo mi vista fija en su espalda hasta que lo veo desaparecer por las escaleras.
—Chloé.
—¿Mmm?
—Recuerda lo que te dije ayer—me reprochó achicando los ojos en mi dirección.
Alzo una ceja.
—¿Ah?
Suspira con cansancio.
—Busca en esa cabecita que tienes a ver si encuentras algo de lo que te hablé—y desapareció de mi vista sin darme la oportunidad de protestar.
Recosté mi cabeza del espaldar del sofá y empecé a reproducir las cosas que me dijo el día de ayer hasta que una en específico captó mi atención. Y tuvo más sentido la llegada del chico. No me desvelé pensando que llegaría en un año, cuando solo pasó un tormentoso día.
¿Que pasará ahora?
¿Y por qué él aún existía si se suponía que su raza estaba extinta..?
N/A
¡Wenasssss espectritosss!
Primero que todo, primero que nada (como sea)
Pidolosiento porque este capítulo estuvo más largo que los demás, pero era necesario que pasara todo eso. Ando pior qué los viejos, desgastada y con la energía mínima, así que hoy no tengo mucho que decir.
Toncesss
¿Que les pareció este cap?
¿Aún no comprendemos el acertijo?
¿Que tal nuestro invitado?
¿Se elimina?
¿Seguimos?
¿Volvemos?
¿Bailamos? Okno XD
¿Por qué aún no has dejado tu estrellita si te gustó?
Enfennn, ya escribí suficiente por hoy.
#SeLesQuiereDeAquiACarrasco.🖤
Stefii fuera 🌹
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