
Capítulo 8: Muchos Cambios
Capítulo 8: Muchos Cambios
-¿¡Puedes entender que el problema es como haces las cosas!? ¡No me parece bien como trataste a Haruka!
-¡No pienso permitir que mi hijo me falte el respeto!
-¿¡Ya y por eso lo tienes que tratar así!? ¡No me parece! ¡Podías mínimo castigarlo!
-¡Dale sigue malcriándolo! -Molesto lo miré.
-¡No lo estoy malcriando! -Con lágrimas miré a otro lado.
-¡Lo que faltaba! ¡Dale ponte a llorar! -Sollozo miré abajo y trate de no llorar, entiendo a lo que refiere Haruka, en este momento siento que me hace sentir menos.
-Ándate a la mierda... -Llorando me fui a mi pieza.
Estuve un rato en mi pieza llorando y tratando de calmarme, cuando me calme fui a ver a los niños, pero ninguno de los dos estaba. Llame a Haruka, pero note que su celular y todas sus cosas estaban aquí.
-Ah... -Corte y tome mi frente, llame a Iruma y gracias a Dios me contestó. -Hola, ¿Dónde están?
-Ho-hola, disculpé, yo lo iba a llamar, pero salí a comprar -Se escuchaban unas bolsas y unas monedas. -Chao gracias
-Gracias por cuidar de mi hijo...
-No me dé las gracias, la verdad es que, escuchamos un poco el pleito y Haruka pidió que nos fuéramos, estamos en mi casa, pero se le quedo todo en la casa...
-Que pena que escucharan -Me tape la cara apenado. -Bueno, sí está contigo sé que estará bien, que pasen una buena noche...
-Nada de pasen una buena noche, ahora mismo voy por él -Miré a Leorio saliendo de la pieza, me puse de pie y lo detuve.
-Déjalo tranquilo un rato -Molesto lo miré. -Espera un momento... -Me acerque el celular a la oreja. -Lo lamento... -Suspiré. -Luego hablamos, que estén bien...
-Igual ustedes... -Le colgué y miré a Leorio.
-¿Con permiso de quién se fue si se puede saber?
-Leorio ya para por favor... -Lo solté y miré a otro lado. -Se fue porque nos estábamos peleando a gritos, llame y esta bien, esta con Iruma, ahora por favor déjalo, no lo molestes, de verdad te lo pido, deja que procese todo lo que está pasando a su manera...
-Dale, que haga lo que quiera
-¡Puta Leorio para! ¿¡Qué mierda te pasa!? -Llorando lo miré. -¡Para por favor...! -Desesperado miré a otro lado. -Ándate por favor, no quiero verte de verdad...
-Siempre la culpa es mía -Tomo su chaqueta, sus cosas y se fue de la casa.
Cuando estuve solo en casa lloré con tranquilidad, no puedo creer que todo esto este pasando.
-Ah... -Quise dormir, para descansar, pero al final no pude dormir nada, estaba triste, preocupado y no sabía qué hacer con todo lo que estaba pasando.
Me levante a las seis de la mañana y fui a la pieza de Haruka, como se fue alterado no se llevo ninguna de sus cosas, así que vi su horario, busque sus cuadernos y le prepare su mochila.
-Que recuerdos -Sonreí y me senté en su cama recordando cuando le hacia la mochila de pequeño. -Ah... -Tome su chaqueta, su mochila, su celular y fui a la cocina a hacerle una colación, menos mal mientras le hacia la colación note que su celular no tenía batería, así que se lo cargue lo más que pude antes de salir.
Fui a su colegio a entregarle la mochila, me dio mucho gusto ver que estaban los dos bien y que Haruka estaba de un mejor ánimo, me alegro bastante de que se preocupara también por sus hermanitos, me da tranquilidad ver que se lo esta tomando mejor.
Pase lo que quedo del día sin escribirle y llamarle a Leorio, aunque claro que llame a Gon para saber si Leorio estaba en su casa, al confirmármelo me despreocupe, lo deje tranquilo y yo me quede de igual manera en mi cama.
Por la noche sentí la puerta del departamento abrirse.
-Mhm... -Yo no me he movido en todo el día de la cama, de verdad que no, no me siento bien para nada.
-Hola... -Ni me moví de mi lugar en la cama mientras miraba la tele.
-Hola... -Me tape bien.
-¿Cómo estás? -Se sentó en su lado y se acercó a darme un beso.
-Estoy bien -Le puse la mejilla. -¿Se te paso el enojo...? -Lo miré de reojo.
-Sí, se me paso... -Suspiró y se acercó más a mí. -Yo se que hice todo mal ayer, pero ya me calmé, conversemos por favor -Tocó mi hombro, suspiré y me senté en la cama. -Yo sé que ayer me alteré demasiado, dije muchas cosas que... -Con lágrimas miró abajo. -Que los hirió a ambos, de verdad no sé qué me paso, pero quiero arreglar las cosas, prometo que nunca más los volveré a tratar así... -Sollozó se apoyo en mi hombro.
-Yo soy tú esposo, nos casamos y tuvimos un hijo, dos que vienen en camino, se supone que deberíamos estar en las buenas y en las malas, apoyándonos, no peleando -Con lágrimas miré a otro lado. -No quiero que me vuelvas a faltar el respeto de esa manera, ¿Escuchaste? Ni a nuestro hijo, se que es menor de edad y que se tiene que acatar a lo que nosotros le decimos, pero si tu vas y lo tratas así, no solo perderás su respeto, si no que también su cariño y yo no quiero que eso pase... -Sollozo lo miré.
-Le pediré disculpas, te lo prometo, nunca, nunca más... -Tomo mi mano la beso. -No sé que me paso, la ira me nublo... -Se apoyo en mi mientras yo lo consolaba.
Lo consolé hasta que dejo de llorar.
-Ya tranquilo, tranquilo, ya paso, yo ya te perdoné, todo está bien, pero si te pido que lo hables con Haruka por favor -Me asintió y bese su frente.
Estuvimos un rato sentados en la cama viendo tele mientras conversábamos.
-Oye, ¿Sera un mal momento para ver lo de las casas? -Lo miré y le negué.
-Las cosas ya se arreglaron, tú y yo ya conversamos y sería bueno que viéramos las opciones ahora que estamos tranquilos -Sonreí y tome sus mejillas y lo bese. -Estoy feliz...
-Yo también, de que las cosas se arreglaran -Me correspondió feliz.
-De que se te pasara la wuea -Entre risas nos miramos. -Ve por unos duraznos, un chocolate mientras yo busco mi notebook
-Lindo, vas a terminar todo gordito -Avergonzado lo miré.
-Hazte responsable, a lo menos el 60% de este embarazo es culpa tuya... -Rojizo miré a otro lado.
-¿Y por qué el 60% y no el 50%? -Entre risas.
-Porque estábamos en la casa de tus papás y yo no quería hacerlo, pero insististe tanto que no me quedo de otra... -Inflé las mejillas y lo miré aun avergonzado.
-Como si no hubieras querido -Entre risas beso mi cuello.
-Quería, pero no en la casa de tus papás, ya anda a buscar mi comida -Me levante y tome mi notebook.
Nos quedamos acostaditos viendo casas, los planos, ubicaciones, tamaños, solicitando cotizaciones y llamando como locos.
-¿Con que opciones nos quedamos al final? -Acaricie el cabello de Leorio mientras acariciaba mi vientre.
-Con estás tres, todas de dos pisos, un buen patio, buen tamaño, seis habitaciones con baño, las cocinas que tanto te gustan
-A ver -Tome las fotos y comencé a mirarlas. -Descarta esta, la zona es algo peligrosa, no quiero criar a mis hijos ahí -Tome el papel y lo saqué de las opciones que teníamos. -Ahora nos quedan dos y ambas me gustan demasiado
-¿Por qué no mejor pedimos una cita y vamos a verlas el fin de semana con Haruka? -Sonreí y lo miré.
-Me parece una buena idea, así se hace -Le di unas palmaditas en la cabeza mientras lo felicitaba. -Buen chico, buen chico, ahora has las llamadas
-¿Por qué no tú? -Con flojera se recostó con delicadeza encima de mío.
-Porque no quiero po mi amor -Le pase su celular. -Llame y pida cita, yo tengo hambre así que iré a cocinar algo
Me puse de pie y fui a la cocina hacer unos fideos, Leorio llegó al rato y me abrazó por la espalda.
-¿Me vas a dar?
-Ño -Sonreí y tomo mi mano. -¿Llamaste?
-Si, pedí cita para mañana -Se apoyo en mi hombro y lo miré.
-¿Para mañana? Pero Haruka tiene clase mi amor
-Sera un día de familia -Puso sus manos en mi vientre y sobo. -Además traeremos a Iruma si él quiere.
-Me parece -Sonreí feliz. -Nos sentamos a comer unos fideítos y luego a la cama.
-Oye -Leorio se me acerco.
-Espera -Le estaba dando las buenas noches a Haruka por WhatsApp, no quería llamarlo por si estaba durmiendo. -Ahora sí -Dejé mi celular y lo miré. -¿Qué pasa? -Leorio levanto rápidamente mi polera y baja un poco mi pantalón. -¡Wuah! -Muy avergonzado y colorado hasta las orejas trate de taparme. -¡Leorio! -Con lágrimas lo miré.
-Mira esa guatita... -Se acomodo y comenzó a besar mi vientre. -Tan lindos, ¿Cómo están mis bebés?
-N-no tenias porque desvestirme tanto para hablar con nuestros bebés... -Avergonzado me tape un poco. -Tan lindos... -Sonreí y los acaricié un poco.
-Crezcan más rápido, papito quiere conocerlos... -Les hizo cariño y dio besitos. -Me muero de ganas por verlos nacer, crecer...
-No les digas esas cosas -Solté una risita. -No vez que después nacen antes
-Toda la razón, olviden lo que les dije, tómense su tiempo, si es necesario diez u once meses
-¡No te pases de verga! -Me reí y lo miré. -No quiero estar embarazado diez u onde meses -Nos miramos mientras soltábamos unas risas.
Estuvimos un rato conversando con nuestros bebés hasta que nos dio algo de sueño.
-Mhm... -Me acomode al lado del Leorio y lo abrace con fuerza. -Te amo...
-Yo también te amo, mucho -Sonreí y lo llene de besos, Leorio estaba poniendo su manita en mis piernas cuando lo detuve.
-Quieto, quieto mi vida -Tome su mano y la puse en mi vientre. -No nos arriesguemos a que pase algo ¿Sí?
-Tienes razón -Beso mi frente. -Todavía no por lo menos
-Tienes que hacerte el ánimo porque estaremos mucho tiempo en dieta -Entre risas lo miré y este casi se muere. -Solo serán unos meses mi amor
-Lo dices como si fuesen unos días -Se acomodó entre los cojines y yo me apoyé en su hombro. -Descansa
-Tú igual... -Tome su mano y trate de dormir, cuando me acorde de algo y me senté de golpe en la cama. -¡No le avisamos a Haruka! -Leorio del susto casi de cae de la cama.
-¿Era necesario gritar? -Soltó una risita mientras se agarraba con fuerza a las sábanas, se cayó igual, pero despacito.
-Shishensho -Esperaba a que por favor Haruka respondiera y respondió. -Hola mi amor, ¿Cómo estás?
-Hola mamá... -Se escuchaba que tenia mucho sueño. -¿Qué pasa mamá? Son las... Son casi las 12 mamá...
-Bueno lo que pasa es que con tu papá vimos casas hoy y sacamos cita para ir a verlas mañana, ¿Quieres venir con nosotros? Claro que faltarías al colegio, Iruma también está invitado
-¿Mi papá sigue enojado...? -Mi niñito...
-No mi vida, espérame -Me puse de pie y fui a la cocina. -Hable con tu papá, esta arrepentido de lo que paso mi vida, quiere pedirte disculpas y fue su idea que faltaras mañana, también dijo que si Iruma quería podía venir
-¿Lo dices de verdad o para hacerme sentir bien...?
-Lo digo de verdad mi amor
-Bueno, entonces voy, me imagino que Iruma también, pero no le preguntare ahora, no quiero molestarlo, ya sabes en que anda
-Ay ese niño, agradezco a Dios haberlo llevado al ginecólogo -Solté una risita. -Cuidadito tú, si harás algo con condón ya que no has querido ir al ginecólogo
-¡Ma-mamá! ¡Calla que no te escuche mi papá! -Solté otra risita.
-Bueno mi vida, lo siento -Sonreí. -Mañana pasamos por ustedes como a las 9am, para que estén listos
-Ya mamá, buenas noches -Hubo un silencio y luego hablo. -Di-dile buenas noches a mi papá también...
-Si mi amor, yo lo hago -Feliz y me fui a la pieza. -Buenas noches -Le corté y me fui acostar con Leorio. -Les dije que pasaríamos por ellos a las 9am -Me acosté y me volví a acurrucar en él. -Haruka te mando un buenas noches -Me sonrió y yo lo abrace. -Ten más piedad con nuestro hijo, si es un pan de dios
-Lo sé -Sonrió. -Duerme que nos levantamos temprano -Le asentí y me acomodé para dormir.
A la mañana siguiente me levanté temprano, me bañe, me prepare y cuando me estaba vistiendo me di cuenta de que mis jeans me apretaban mucho en la panza.
-Me quiero morir -Me rendí y recosté en la cama, pensando en que ponerme.
-Toma -Leorio me acerco unos jeans para embarazados.
-¿D-de dónde sacaste esto? -Sonrojado lo miré y soltamos una risita.
-Sabía que te negarías si te decía que compráramos uno, así que yo te compré uno porque sabía que en algún momento te iba a pasar -Lo miré y le suspiré.
-Pero no sabia que tan pronto... -Algo apenado miré a otro lado.
-Tranquilízate, no estas gordito en el mal sentido -Beso mi mejilla.
-Ja, ja -Me puse los jeans y gracias a Dios me quedo perfecto y sin apretar mi guatita. -Gracias mi vida, me queda perfecto -Le di un besito y fui a preparar un desayuno rápido. -No olvides hacer la cama
-Ahh... -Escuche como se quejo mientras tiraba las sábanas.
Preparé café y té en termos individuales para los cuatro, también hice cuatro panes para cada uno.
-¿Desde cuando no alcanzo? -Suspiré, puse un piso, me subí en el y abrí un mueble en donde guardamos cositas para picar, saque unas papas fritas y unas galletas.
-Iremos a ver casas, no nos vamos de picnic -Llego Leorio riéndose mientras me sostenía para que no me cayera. -A la otra llámame, no vaya a ser que te caigas
-No quiero verte comiendo papas o galletas entonces -Sonreí y me bajé con su ayuda. -Bueno, a la otra te llamare
Guarde las cosas en una bolsa, tome mi bolso y nos fuimos a buscar a los niños.
Entre los cuatros vimos, revisamos y analizamos muy detenidamente las casas hasta que nos fuimos a un local de comida rápida a conversar.
-Me gustaron las dos -Los miré.
-A mi también me gustaron mucho las dos, ¿Ustedes que dicen? -Leorio levanto la mirada y vio a los niños.
-Me gusto más la segunda -Haruka sonrojado miró a otro lado.
-Porque tú quieres la pieza grande, te conozco -Solté una risita mientras aun me negaba a comer lo que Leorio me pidió.
-Soy el mayor, tengo derechos -Soltamos una risita.
-¿Iruma tu que opinas? -Lo miré.
-¿Y-yo...? N-no creo que yo pueda opinar respecto a algo tan importante...
-Creo que hablo por todos cuando te digo que eres parte de la familia, para mi eres como un hijo, además pasas mucho tiempo con nosotros, una vez casi pasaste todas las vacaciones de verano con nosotros... -Sonreí y tome su mano mientras él evitaba llorar.
-Mhm... -Avergonzado se escondió en Haruka.
-Bu-bueno nosotros lo conversamos y nos había gustado la segunda que vimos, por lo mismo, la pieza grande, podría quedarme perfectamente con él -Haruka sonrió y acaricio la cabeza de Iruma.
-Tranquilito -Leorio soltó una risita, luego me miró y me acerco unas papas. -Come, aunque sea unas papas
-No quiero... -Inflé las mejillas y miré a otro lado.
Lo estuvimos conversando mientras comían y al final todos quedamos de acuerdo con que la segunda casa que vimos era la adecuada, lo que más se tuvo en cuenta es que era parte de un condominio que recién se estaba construyendo, con Leorio nos pareció perfecto por la seguridad y las cosas que se estarían construyendo dentro, como canchas y algunas plazas infantiles pequeñas.
Y al fin después de un largo día, estábamos en casa.
-Bueno ahora hay que hacer los tramites -Cansado me recosté en el sillón. -Me duele la espalda... -Suspiré y miré a Leorio. -Llama a los del condominio y diles que nos quedamos con la casa que vimos hoy en la mañana
-Ahora llamo, tu descansa en el sillón -Iba a decir algo, pero me detuvo. -O te quedas en el sillón o te vas a descansar a la pieza
-Ta bien... -Casi castigado me fui a mi pieza.
Estaba cerrando mis ojos cuando llego Leorio.
-¿Mhm...? -Lo miré.
-Buenas noticias, me dijeron que solo tenemos que ir pagar el pie, firmar y ya luego de eso seria toda nuestra, que hasta podríamos mudarnos la próxima semana, esta todo bien
-Que bueno... -Sonreí y me acurruqué. -Mhm... Empieza a ser molesta la pancita para dormir...
-¿Mucho? ¿Debería comprarte algo?-Soltó una risita.
-Aun no, hay otras cosas más importantes, antes de dormir dile a Haruka para que arregle sus cosas -Me acomodé y trate de dormir.
-Yo le digo y quiero decirte que no hay nada más importante que mi familia, ¿Sí? -Sonreí y tomé su mano. -Buenas noches -Beso mi frente y acaricio mi vientre. -Buenas noches niños
-Buenas...
El proceso de firma, el pago del pie de la casa y la mudanza realmente todo ha sido muy agotador y algo estresante.
-Mhm... -Aun quedaban cosas en el departamento que había que guardar y en eso estaba, pero realmente a veces la fatiga me gana. -Dios... -Me senté en una silla a descansar.
-¿Estás bien? -Gon se me acerco y acaricio mi espalda. -¿Te duele algo? ¿Llamo a Leorio?
-Estoy cansado, pero estoy bien, solo necesito descansar...
-Quédate quietito y yo empaco -Gon fue a la cocina, me paso un vaso con jugo y el siguió envolviendo las cosas frágiles de la cocina.
-Pero yo debería estar haciendo eso... -Lo miré.
-Pero tú estas embarazado de gemelos y estas cansado, yo no tengo ninguno de los caso que te mencione, así que quédate ahí -Suspiré y le asentí.
-Mhm... -Tome un poco de jugo y me recosté en la mesa.
Al final me quede raja en la mesa y por lo que me percato ahora que me desperté es que dormí demasiado y el departamento esta casi pelado.
-Ah -Me levante despacio de mi cama y fui a ver si había alguien, como no había nadie arregle lo último que quedaba de la casa, también revise la casa de arriba abajo viendo si algo se nos quedaba. -No puedo creer que ya estemos listos... -Respiré profundo y me apoye en mi closet.
-Yo tampoco -Asustado miré hacia al lado y vi a Leorio.
-Tonto me asustaste -Sonrojado me abracé a él.
-¿Dormiste bien? -Le asentí.
-Arregle las cosas que faltaban, ya no queda nada -Lo miré, respiré profundo y le sonreí. -Vámonos
-Si, vámonos a la casa -Tomo mi mano, guardo las cosas en el auto y nos fuimos a nuestro nuevo hogar.
Debí suponerlo, apenas abrí las puertas de nuestra nueva casa estaba todo desparramado y sin orden alguno, sabía que no debíamos dejar a Leorio y a Killua a cargo del orden.
-Pero mi amor tienen todo desordenado -Suspiré y solté una risita.
-Y será así por un tiempo, hágase al idea -Lo miré con puchero.
-No me digas eso que me estreso cuando veo todo desordenado... -Me apoyé en su pecho mientras suspiraba.
-Vendremos ayudar -Killua se acerco a Gon y lo tomo de la cadera, creo que fui el único que noto la carita de felicidad y coqueteo entre ambos.
-Un poco más arriba... -Gon tomo su mano y la puso en su cintura mientras le susurraba.
-¿O tal vez un poco... más abajo? -Escuchar una conversación triple x cuando uno esta a dieta es una tortura.
-Pe-pero -Fue cuando quise interrumpir o esta misma noche me le tiraba encima a Leorio. -Me imagino que nuestra pieza y la de Haruka están listas ¿No? -Miré a Killua y a Leorio, ambos quedaron con la cara pálida. -¿Quieres decir que nuestra cama no esta armada...? -Miré a Leorio que iba a decir algo, pero se arrepintió y solo negó con la cabeza, suspiré. -Bueno, mejor vamos ahora hacerla
Los cuatro fuimos a nuestra pieza en el primer piso y comenzamos a armar la cama, no debería incluirme porque prácticamente no me dejaron hacer nada.
-Increíble que estoy armando la cama donde próximamente van a coger... -Killua con una mueca miró a Leorio.
-¡Oye Killua no seas grosero! -Gon le dio un manotazo avergonzado.
-Ay mi vida, pero si no estoy mintiendo -Solté una risita y busqué las sábanas de la cama.
-Pura envidia, pura envidia -Leorio acomodo el colchón y comenzó a molestarlo. -A ver llora
-Leorio para que se van a terminar enojando como siempre -Le pase las sabanas para terminar de hacer la cama.
-¿Envidia de qué? Tula chica... -Killua lo dijo a susurros, pero creo que todos escuchamos, no pude aguantarme más y comencé a reír a carcajadas con Gon y Killua.
-¿¡Pero que mier...!? ¿¡Tú por qué te ríes!? -Me miró ofendido y luego miró a Killua. -La mía no, a lo mejor y la tuya sí -Se cruzo de brazos y me miró aun riéndome a carcajadas, tanto que lloraba. -¿¡Por qué te ríes tanto!?
-Te cambiaré el nombre de contacto -Killua saco su celular para llevar acabo lo que acababa de decir, pero Leorio trato de impedírselo.
-¡No, no lo harás! ¡Dame el maldito celular!
-¡Suelta mi celular maldito tula enana! -Yo no daba a más de la risa.
-Oye mamá -En ese momento entró Haruka e Iruma que quedaron perplejos con la pelea de esos dos.
-¡Tula enana tu abuela ahora dame ese celular! -Leorio seguía encima de Killua tratando de quitárselo.
-¡Te la he visto y te aseguro que es enanita! ¡Inexistente! ¡Una pulga es más grande!
-Chi-chicos ya... -Entre Gon y yo los separamos. -Ya paren que los están escuchando... -Trataba de tener compostura y de no reírme o no mucho.
-¿¡Quién!? -Fue cuando ambos se dieron cuenta de que estaban Haruka e Iruma en el umbral escuchando y viendo su pelea. -A-ah...
-No puedo creer que sean los adultos de la casa... -Los dos estaban blancos, en especial Haruka. -Necesito lavarme los oídos, el cerebro y la imaginación con cloro...
-Na-nada de lo que dijo Killua es cierto mi vida
-Na que no, no hay dudas y hay evidencia -Killua se cruzo de brazos y lo miró victorioso.
-¡Te la voy a m-!
-¡Ay papá cállate que asco! ¡Mamá solo veníamos a preguntar si podíamos pedir comida a domicilio! -Colorado a más no poder miró a otro lado.
-S-sí claro -Sonreí y le pasé la tarjeta de Leorio.
-¡Esa es la mía!
-Compensa todo lo que el niño tuvo que escuchar -Se la pase y ambos se fueron.
-Solo iba a decir que se la iba a mostrar a Killua para que dejara de joderme -Se cruzo de brazos y miró a Killua de reojo. -Maldita rata mentirosa
-No gracias -Killua aun de brazos cruzados lo miró de reojo también. -Vejestorio
-Ya paren que se van a enojar de verdad -Gon soltó una risita. -Anda irritado porque es esa etapa de papeleo del mes
-Pobrecito -Solté una risita y terminé de hacer la cama con Leorio.
-Si, pobrecito, no puede coger tranquilo -Leorio no quería dejar la pelea sin ganar.
Killua iba a decir algo, pero se arrepintió se apoyo en Gon, se escondió en su cuello.
-Ñu -Leorio ya más tranquilo se burlo de él.
-No te burles tanto que también estas a dieta -Lo miré mientras acomodaba los cojines. -Déjalo tranquilo
-¿Por qué lo defiendes tanto...? -Contagiado por lo mamón que andaba Killua también se apoyo en mí.
-Porque Killua es más chiquito y le cuesta un poco más expresarse -Sobe su pelo.
Cuando al fin dejaron de pelear fuimos al sillón a comernos unas papitas, estábamos conversando cuando llego la comida que los niños habían pedido, todo estaba bien hasta que escuchamos al repartidor conversar con Haruka.
-Que lindo eres -Eso hizo que inmediatamente Killua y Leorio estuvieran atentos a la conversación.
-A-ah, gracias...
-¿Cómo te llamas?
-Ha-Haruka
-¿Te gustaría salir un día conmigo? Te dejo mi número en la boleta
-Bu-bueno es que y-- -Haruka no alcanzo a decir nada cuando saltaron Leorio y Killua a la puerta.
-¡Ni de chiste! -Ambos se asomaron en la puerta.
-¡Mi bebé no sale con cualquier pelafustán que se le cruza!
-¡Papá! ¡Killua! -Avergonzado Haruka se tapo la cara.
-¡Si quieres seguir vivito y llegar a la cena de esta noche con tu gatito será mejor que no le pongas ni un solo dedo encima a mi niño precioso de otro padre! -Killua lo agarro de la camisa junto a Leorio mientras lo amenazaban.
-¿¡Cómo sabes de Micifuz!? -Era decir poco, pero el repartidor estaba aterrado.
-¡Y-ya paren! -Haruka trato de interponerse. -¡Paren que me da vergüenza!
-Ya Leorio, Killua que avergüenzan a Haruka -Con Gon fuimos a ayudarlo y se los quitamos de encima.
-L-lamento mucho eso -Haruka termino de pagarle y recibió la pizza junto con la boleta. -Ah... -Suspiró molesto y se fue arriba sin decir nada.
-¿Dan propina? -Fue cuando Killua y Leorio se le quisieron volver a tirar encima. -A-ah lo siento, nos vemos -Cerro la puerta y se fue rápido en la moto.
-Pidiendo propina el delincuente ese -Killua hizo una mueca y se calmó.
-Para hacerle estos espectáculos a Haruka si se ponen de acuerdo los dos -Entre risas los miramos.
-No son espectáculos mi vida, es que -Leorio me miró y muy seriamente comenzó a explicarme. -¿No escuchaste cómo se le acerco?
-Bueno mi vida, eso es algo que queda a criterio de Haruka
-Y nuestro -Ambos me miraron y solté una risita.
-No, solo de Haruka, ustedes pueden estar de acuerdo o no, pero es decisión de Haruka, no lo molesten más que se cohíbe -Me senté en el sillón.
-No es molestarlo
-¿Qué haran cuando llegue con pololo? ¿Lo matarán y sacaran de la casa? -Iban a responder algo cuando los mande a callar. -Mejor no respondan y háganse la idea
-Pobre Haruka lo van a dejar soltero -Gon sentó a Killua y este se sentó en sus piernas. -No te muevas, quédate tranquilo -Acaricio su cabello y luego lo miró. -¿Y tú cómo sabias que tenia gato?
-Tenia pelo de gato en el uniforme, no era poco así que no era un gato con el que se topó por casualidad -Sonrió y se dejo mimar.
-Es que mi hijo es mucha cosa pa tanta cosa horrenda, además como es hermoso cualquier pejelagarto se le apega -Leorio aún no se rendia al decir que estuvo bien en "defender" a Haruka y se apoyó en mí con puchero.
Al final nos quedamos hasta tan tarde conversando de tantas cosas, la relación de estos dos, de Haruka, de los gemelos, que se nos hizo tarde y Killua y Gon tuvieron que quedarse a dormir en el sillón.
Cuando me levante temprano los vi a los dos muy abrazaditos en el sillón y la verdad es que para ser tan desordenados para dormir me sorprende que aun no se caigan del sillón.
-Bien... -Me tome el pelo y trate de hacer el desayuno, fue algo difícil porque aun hay varias cosas en cajas y no se en donde Leorio y Killua guardaron algunas.
Fue algo difícil, pero se logró, puse la mesa y fui a levantar a los niños que seguramente son los que más se demoraran en levantarse.
-Permiso -Abrí la puerta de Haruka y los vi todos desordenados durmiendo en la cama, la caja de pizza y muchas cajas con sus cosas a medias tiradas por todos lados. -Ah... -Suspiré y me acerque a despertarlos. -Niños a desayunar, vamos a desayunar juntos
-Ya vamos... -Iruma me respondió bien, pero Haruka como siempre cada vez que lo despertamos se puso de mal humor.
-¡Mhm! -Se abrazo a un cojín.
-Arriba mi amor, que están todos abajo
-Yo lo despierto -Iruma se sentó en la cama y me sonrió. -Baje con cuidado
-Te lo encargo -Tome la basura y baje con cuidado la escalera. -Buenos días -Leorio tomo la basura y me ayudo a bajar. -No subas ni bajes solo, te puedes caer...
-Bueno -Sonreí y me apoyé en él. -Hice el desayuno, los niños ya bajan, hay que despertar a los tortolos...
-Dame un minuto... -Leorio tomo mis mejillas y me beso con dulzura. -Te amo...
-Y yo... -Sonreí, lo rodeé con los brazos y correspondí todos sus besos, nos estábamos acercando de a poco cuando mi pancita choco e impidió que nos acercáramos más. -Mhm... -Avergonzado lo miré.
-Tu linda pancita está muy grande... -Sonrió y acaricio mi vientre. -Mhm, quiero hacerlo contigo en todos lados...
-Tan romántico -Killua se estiro mientras nos miraba, ambos colorados miramos a otro lado. -Sobándole la panza mientras le ruegas coger
-No empiecen hoy tampoco -Gon se estiro y se abrazó a Killua. -Cállate un ratito... -Gon se sentó en el sillón y nos miró. -Están muy grandes esos niños
-Si, demasiado -Sonreí y me acerqué a la mesa. -Vengan a desayunar antes de que se enfríe, los niños ya bajan
Nosotros nos sentamos a desayunar y al ratito llegaron los niños, Haruka en especial con pura cara de tuto.
-Buenos días -Se sentaron en la mesa y desayunamos todos en familia.
Luego del desayuno me tuve que resignar al ser el que lavaba la loza mientras los demás ordenaban los muebles y movían las cajas.
Entre los seis pasamos todo el fin de semana ordenando la casa, hasta que al fin todo estuvo en orden.
-Y... -De una caja saque unas pocas cosas de los gemelos. -Esto es lo último -Sonreí y desarmé la caja.
-Al fin -Killua se tiro al sillón. -No quiero mudarme nunca
-Killua déjate de escupir al cielo -Gon lo miró entre risas.
-¡No digas eso que eres brujo! -Killua se escondió y negó con la cabeza. Nos burlamos de él un rato hasta que se fueron a casa.
-Al fin, solo somos nosotros
-Y los niños -Lo miré antes de que pensara en cualquier cosa sucia.
-Diablos -Hizo puchero.
-Ya llegara el momento, cálmate -Sonreí y bese su frente. -No puedo creer que nos mudamos...
-Yo tampoco -Me abrazo y acaricio mi trasero, iba a decir algo, pero me gano. -Por favor déjame, aunque sea acariciarlo -Solté una risita y lo deje.
-Ahora solo queda ver las cosas de los gemelos... -Lo miré y respiré profundo.
-¿Nervioso? -Lo miré y le asentí. -Tienes que estar tranquilo -Con lágrimas lo abrace con fuerza. -¿Qué paso? ¿Mi vida? Ven hablemos -Me tomo en brazos y me sentó en el sillón, me aferre a él con lágrimas. -Dime que pasa...
-Tengo miedo... -Tomo mis mejillas para que lo mirará.
-¿Por qué mi amor?
-No sé... -Me volví a esconder en él. -Son muchas cosas... -Acaricio mi cabello. -Estoy comiendo demasiado y tengo mucho miedo de todo... -Sollozo trate de secar mis lágrimas.
-Yo lo sé mi vida, pero tienes que estar tranquilo, todo va a salir bien y no estas comiendo mucho -Lo miré molesto. -Bu-bueno si estas comiendo mucho, pe-pero no se te nota, trataremos de restringir más los alimentos ¿Sí? Cálmate...
-Si engordo ya no te voy a gustar... -Me apoye en él.
-¿Cómo se te ocurre decir eso mi amor...? -Me abrazó con fuerza y sobo mi vientre. -No importa como estes o lo que pase más adelante, yo siempre te voy a amar -Tomo mi mano y la acaricio hasta que me calme. -¿Mejor? -Le asentí. -Ya tranquilito...
-Gracias... -Seque mis lágrimas con mis mangas.
-Tenemos una casa hermosa, una linda familia, todo estará bien, respira
-Tan tarde ¿Y siguen pololeando? -Haruka se asomo y nos miró.
-Shi -Leorio se aferro aun más a mi y sobo mi pancita.
-Voy a salir a comprar, voy con Iruma -Los miré y yo note casi de inmediato a lo que se refería.
-¿A comprar? ¿Falta algo? -Claro, Leorio no entendía.
-So-solo compraré algo para comer con Iruma papá... -Fue cuando me miró y me pidió ayuda con la mirada. -No tardare...
-Ve tranquilo, tomate tu tiempo -Sonreí y lo miré.
-Gracias mamá -Tomo la mano de Iruma y se fue rápidamente antes de que Leorio dijera algo.
-Fue algo raro, ¿Por qué le dijiste que sí?
-Ay Leorio, solo fue a comprar, ¿Le ibas a decir que no? -Solté una risita y me puse de pie. -Además... -Tome sus manos, lo puse de pie, puse sus manos en mi trasero y yo me puse de puntitas para tratar de besarlo, pero no me daba por la pancita, rojizo lo miré. -Bu-bueno, ahora estamos solos...
Leorio apenas escucho esas palabras, me tomo del trasero y teniendo cuidado con mi pancita me llevo a nuestra pieza.
-¡Leorio! -Entre risas lo miré feliz.
Hasta que al fin se cumplió el anhelado deseo de Leorio.
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