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Capítulo 3: Complicaciones

Capítulo 3: Complicaciones

-Killua, ¿Qué quieres para la noche? -Tenía altas expectativas de que dijera lo que yo quería que dijera.

-¿No íbamos a comer frituras para la película de esta noche? -Internamente suspiré algo decepcionado.

-Sí, solo frituras -Lo miré viendo televisión y me le acerqué. -¿Realmente quieres pasar el resto de nuestras vidas viendo películas por las noches?

-¿Por qué no? Amo la noche de películas -Tomó mis manos y me jaló hacia él. -Me encanta pasar mi tiempo así contigo -Me abrazó con fuerza y nos quedamos juntos en el sillón viendo tele.

-Y a mí también y te lo juro, pero... -Avergonzado lo miré. -Pe-pero me gustaría hacer... O-otras cosas...

-¿Cómo qué? -Miré a otro lado y pensé si decírselo haría algún cambio. -¿Gon? ¿Estás bien?

-No es nada, es solo que... -Acaricié su mejilla y le di un besito. -No quiero ver películas hoy, estoy algo cansado así que me iré a la cama...

-¿Te irás a la cama? -Este se levantó y se me acercó.

-Pu-pues sí

-Entonces iré a casa de Alluka -Tomó su polerón y me miró. -Me invitó a su casa a ver una serie que llevamos esperando mucho, mucho tiempo y no quise ir porque vería películas contigo, pero ya que nuestros planes se cancelaron, iré con Alluka -Estaba tan sorprendido que no podía decir ni media palabra. -Volveré más tarde, te amo

-Y-y yo... -Se puso su chaqueta, tomo su llave, me dio unos besos y se fue. -Ah... -Suspiré y me fui a nuestra pieza. -Idiota... -Tomé el cojín de Killua y lo lancé a la ventana. -¡Uy te odio! ¡Es increíble que prefieras ir a ver una maldita serie a la casa de tu hermano en vez de proponerle una noche de lujuria y pasión a tu marido! ¡Ahh te detesto! -Tomé su otro cojín y lo abracé con fuerza muy molesto.

Killua y yo estamos saliendo desde que tenemos dieciséis, llevamos catorce años y medio juntos y fue a los veintiún años Killua me pidió matrimonio, nos casamos el mismo año. La historia de cómo me pidió matrimonio la dejamos para otro día, ahora tenemos un tema importante que tocar.

Actualmente tenemos un departamento juntos, ambos tenemos buenos trabajos y estables, ganamos un buen sueldo, y repito para que quede muy claro, tenemos treinta años y medio, llevamos saliendo catorce años y medio y tenemos casi diez años de casados y aun nada de nada.

¡Es increíble que en quince años aun no tengamos sexo!

Seguro se preguntarán, ¿Cómo? ¿Cómo es esto posible? Honestamente ni yo lo tengo muy claro, pero claro que tengo una idea de cuál es nuestro problema y nuestro problema tiene un nombre; Alluka.

-Mhm... -Y ahí estaba en la cama, solo, solín, solito y cambiando de canal, buscando algo que ver para pasar la noche. -¿Cómo es posible que no den nada bueno...? -Suspiré, me rendí y puse una película de Netflix. -Como se vaya el internet lanzo la tele por la ventana... -Me acomodé en los cojines y me tapé bien mientras comenzaba la película, pero algo me distrajo y fue el ruido de la puerta principal, unos zapatos y unas llaves sonando. -Llegó este imbécil... -Susurré molesto.

Killua entró en la pieza muy calladito y en silencio, se sacó la chaqueta y la dejó en el perchero, cuando se dio vuelta y me vio despierto casi le da un paro cardíaco. -¡A-Ah...! -Dio unos pasos atrás, se agarró del perchero y me miró, suspiró y se acercó. -Pe-Pensé que estarías durmiendo, ¿Te desperté? -Se sacó los zapatos y se acostó en su lado. -Holu -Se detuvo y miró su lado de la cama para luego mirarme. -¿Y mis cojines? -Se acercó a darme un beso y le puse la mejilla. -¿Estás enojado...?

-Estoy dichoso de felicidad por si no te percataste -Sonreí irónicamente y lo miré. -Obvio que estoy molesto -Suspiró y comenzó a sacarse la ropa.

-¿Ahora por qué? ¿Qué hice?

-A ver veamos -Me senté en la cama y comencé a enumerar. -Uno, desde el Lunes que no llegas a casa, es Jueves. Dos, apenas llegaste y te dije que no quería ver películas te mandaste a cambiar con tu hermano en vez de pasar tiempo conmigo, con tu marido... -Suspiré y lo miré. -Olvídalo, ni siquiera creo que lo entiendas -Sequé una lágrima que se me cayó y le di la espalda.

-L-lo siento mucho... -Se apegó a mi espalda y acarició mi brazo. -S-si quieres podemos ver una película, una serie o lo que quieras...

-Killua son las tres y media de la madrugada, he estado esperándote toda la bendita noche, mañana tengo trabajo, necesito dormir... -Levanté un poco la cabeza y lo miré. -No creas que con un "Lo siento mucho" lo arreglarás todo... -Apagué la tele, mi lámpara y me acosté. -Buenas noches... -Volví a darle la espalda y escuché como suspiraba. -Killua... -Sonrojado me di la vuelta, me le acerqué y le di un besito. -Buenas noches...

-Ma-mañana llegaré temprano, lo prometo... -Se acostó en su lado y se abrazó con fuerza a mí. -Te amo -Se acercó y besó mi mejilla.

-Y yo de tonto te sigo creyendo... -Lo aparté un poco y me aferre a mi cojín. -Pero aún así te amo mucho -Sollozo lo miré y me apoyé en su pecho para llorar.

-Te amo demasiado mi amor... -Me abrazó con fuerza y besó mi frente. -Lo siento...

Me duele porque siempre hace lo mismo y yo soy muy débil como para no perdonarlo, soy un idiota.

Como todos los días me levanté a las seis de la mañana, me bañé, me vestí y me senté en la mesa a desayunar mientras veía las noticias.

-Hola... -Levanté la mirada y vi a Killua acercándose en pijama. -¿Ya te vas...? -Todo se ha vuelto tan incómodo.

-Como en media hora salgo -Volví a mirar la tele mientras comía. -¿Tú no iras a trabajar?

-Si, pero voy a ir más tarde -Se sentó a mi lado y miró la tele conmigo. -¿Ma-mañana también tienes turno...?

-Mhm -Le asentí mientras comía una tostada.

-¿Y el Domingo?

-Libre

-¿No te gustaría salir? Como solíamos hacerlo antes... -Se acercó a mí y tomó mi mano, miré mi mano y luego lo miré a él.

-Claro, claro que me gustaría -Sonreí y tomé su mano. -¿Me llevas al trabajo?

-Por supuesto -Soltó unas risitas y tomó las llaves de la moto.

-Iremos en moto -Me le acerqué y lo rodeé con los brazos. -Si te pones la chaqueta de cuero y esos pantalones ajustados tal vez podría perdonarte todo -Entre risas acaricié su cabello mientras nos besábamos.

-Iré a cambiarme -Sonrió y se fue a la pieza mientras yo arreglaba mis cosas para ir a trabajar.

Cuando Killua llegó listo para irnos, solté unas risitas y me lancé a sus brazos.

-¡Te amo y te odio tanto! -Lo llené de besos.

-¿Cuál más? -Soltó unas risitas y se dejó querer.

-Te amo... -Avergonzado miré a otro lado. -Te amo mucho más de lo que te odio...

-Eso es bueno, muy bueno -Acarició mi cabello y besó mi frente. -Porque yo también te amo mucho

-Ve a dejarme al trabajo antes de que se me haga más tarde... -Tomé mis cosas, mi casco y nos fuimos de la mano al estacionamiento.

Iba algo tarde al trabajo, pero hasta le ganamos al tiempo y llegué unos minutos antes.

-Gracias por traerme -Me bajé de la moto, me saqué mi casco y lo deje en el compartimiento de atrás.

-No tienes nada que agradecer, nada -Acarició mi mejilla. -Vendré por ti a la salida, en moto también -Soltamos una risita mientras me movía las cejas.

-¡No muevas las cejas así! Te ves muy raro e increíblemente guapo cuando haces eso -Acaricié su ceja mientras lo miraba. -Te avisaré cuando este por salir

-Bueno corazón -Me abrazó con fuerza y me llenó de besos. -Nos vemos

-Nos vemos -Solté su mano y me acerqué a la entrada, pero alguien jaló de mi mano hacia atrás.

-¡Un último besito! -Killua me tomó por la cintura y me llenó de besos. Estos gestos tan lindos, son los que me enamoran tanto de Killua.

-¡Killua ya! -Recibí todos sus besos y luego lo separé. -Estoy en mi trabajo, me van a regañar

-Que te despidan, perderán al mejor trabajador -Besó mi frente y lo miré serio, pero al mismo tiempo entre risas. -Vale ya entendí, me voy

-Nos vemos corazón -Lo vi irse en la moto y fue cuando entré a trabajar.

Se que es tonto que aún siga con él después de todo lo que ha pasado, pero es que realmente lo amo y no pierdo la esperanza de que cambie, además no es como que me sea infiel, solo tiene mal sus prioridades...

-¿Dr. Freecss? -Desperté del todo y miré al frente. -¿Está bien?

-L-lo siento -Solté una risita. -Estoy bien, solo pensaba unas cosas -Apenas llegué al zoológico que es el lugar donde trabajo apenas salí de la universidad, me puse hacer mis deberes con mi equipo de trabajo. -No volverá a pasar -Sonreí y comenzamos por limpiar lo que es la zona de descanso. -A ver chicos, apenas terminemos de limpiar cada uno ira a su zona indicada de la semana, tienen que chequear que todo esté bien, si hay algo fuera de lo nor---

-Lamento interrumpir -Un integrante de mi equipo se asomó por la puerta y me miró. -Lo llama el jefe

-Lo que me faltaba -Suspiré pesado.

-Buena suerte -Todos me miraron y me tiraron buenas vibras antes de ir con el jefe, ¿Por qué? Porque todos saben que él está enamorado de mí, siempre me cita a su oficina para estar a solas conmigo. ¿Por qué no renuncio? Porque amo mi trabajo, llevo mucho tiempo trabajando en este zoológico, realmente estoy muy encariñado y me sería muy difícil dejar este lugar solo por un idiota que no comprende lo que es un no.

Justo cuando todo iba relativamente bien esta mañana, pero bueno no hay muchas opciones, no es como que pueda negarme a ir a la oficina de mi jefe cada vez que me llama.

-Permiso -Toqué la puerta y entré. -Buenos días -Lo miré y me acerqué. -¿Me mandó a llamar? -Es cierto que él está enamorado de mí, pero nunca se ha sobrepasado conmigo, no tanto... No tan agresivamente... So-solo es pesado por lo insistente que es, pero aun así no es... La gran cosa.

-Hola Gon -Sonrió y me saludó. -¿Cómo te va? ¿Cómo está la mañana?

-He tenido mejores mañanas, pero estoy bien gracias -Sonreí y me senté frente a su escritorio. -¿Pasa algo?

-Tenemos que hablar -Sonrió y se sentó en su silla. -Nos dieron permiso para agrandar lo que es el hospital veterinario por lo que tenemos que organizarnos, hacer un espacio temporal para atender tanto a los animales del zoológico como a los que vienen de afuera -Abrió un cajón y sacó unos papeles. -Tenemos que contarle a tu equipo, guardar todo lo necesario y esperar a que se haga el espacio temporal

-Al fin una buena noticia -Sonreí feliz, el espacio en donde trabajamos es algo pequeño para nuestro gran equipo y para la cantidad de animales con las que trabajamos. -Realmente muchas gracias por todo su trabajo -Él fue el que consiguió el permiso para agrandar el hospital veterinario.

-Es mi trabajo -Sonrió y se puso de pie. -¿No quieres ir a celebrar hoy? Claro no solo tú y yo, a menos que quieras -Soltó una risita y se apoyó en su escritorio. -Iríamos todos los del equipo o ¿Tienes que pedir permiso? -Volvió a reír y me miró.

-N-no es eso -Avergonzado miré a otro lado. -Si van los demás pues no veo porque no ir... -No aceptaría si no fueran los demás.

-Bien, iré avisando a los demás, tú pide permiso -Sonrió y se fue. -Comeremos pizza -Apenas vi que se fue, suspiré pesado.

-¿Por qué de todas las personas tenía que ser yo? -Tomé los papeles que me dejó y sonreí feliz. -Esto es bueno, realmente bueno -Feliz me fui devuelta a la sala de descanso y colgué un papel en el mural de informaciones, cuando sea nuestro descanso les contaré a todos.

-¡Dr. Freecss! -Uno de mis internos se me acercó muy feliz. -¡El jefe Harry me dijo lo de la ampliación! Lo lleva esperando mucho tiempo ¿No?

-Sí -Sonreí y lo miré. -Llevo casi dos años esperando esto, esto realmente me tiene muy feliz, ¿Tienes idea de a cuántos animales ayudará esta ampliación?

-¡Sí! ¡De verdad que estoy emocionado! -Este es el mejor interno que he tenido, es el único que me entiende.

-El jefe nos invitó a cenar, así que esta noche estás ocupado, cenaremos pizza -Sonreí y acaricié su cabello. -Ahora vayamos a trabajar que estoy de un muy buen humor

-¡Yo también!

-¡Handa! ¡Cállate! -Molesto me di la vuelta y vi a uno de mis compañeros. -Es tan irritante escucharte, por favor cállate

-Si no tienes nada bueno que decirle a mi interno será mejor que tú te calles o haré que te despidan si no vas a trabajar ahora mismo -Molesto lo miré, apenas me vio se fue rápidamente. Sera mi compañero, pero yo soy el jefe.

-Lo siento Dr. Freecss debí ser un poco más discreto -Handa me miró apenado y yo acaricie su cabello.

-No pasa nada, solo trabajemos Handa -Sonreí y nos fuimos a trabajar.

Ya era medio día y estábamos todo el equipo en la sala de descanso almorzando.

-Bueno, ¿Al final todos irán a la comida de la noche?

-No creo que alguien se la quiera perder ¡El jefe Harry paga! -Handa sonrió y comió un poco de su almuerzo, creo que ahora entiendo mejor a Leorio con Tami, Handa es como Tami para mí.

-Buen punto y eso hay que verlo -Solté unas risitas y alguien me llamo.

-Dr. Freecss su marido lo está llamando -Me acercó el teléfono de la clínica y mientras lo tomaba comenzaron a aullar los lobos y a sonar las sirenas de las ambulancias.

-¿Son adolescentes o qué? -Solté una risita mientras me levantaba de la mesa y tomaba el teléfono fijo. -Hola mi amor -Sonreí feliz y me levanté de la mesa.

-Holuuu, bien, muy bien mi corazón, ¿Y tú?

-De maravilla ahora que me llamaste -Ansioso me mordí el labio.

-Me alegra mucho mi amor, oye tu guapísimo marido tiene que llamar al teléfono fijo de la clínica, ya que su tierno y hermoso esposo no contesta su celular -Tan lindo mi amor.

-Ay Killua -Solté unas risitas. -Mi celular está en mi mochila

-¿Y si me estuviera muriendo? Fallezcoooo

-¡Ay Killua! No seas tonto, con esas cosas no se juegan -Aguanté un poco la risa para que no se le quitara la seriedad a mi regaño.

-Lo siento, tienes razón -Escuché como se acomodaba en su silla por lo que supuse que tenía los pies sobre el escritorio y estaba recostado sobre su silla. -¿Corazón a qué hora sales de trabajar?

-Te iba a llamar para eso, saldré a comer esta noche -Me apoyé en la muralla y vi a mis internos comer y conversar.

-Ahh... Ahora, el dato más importante, ¿Con quién?

-Vamos a ir todos -Solté una risita, ya se a lo que va.

-¿El Harry ese también? -No he querido contarle lo que pasa con Harry a Killua porque lo veo capaz de matarlo o de sacarme del zoológico de una oreja. Solo sabe que es mi jefe, pero aún sin saber nada de él le cae muy mal, supongo que es porque me da turnos de fin de semana muy seguido.

-Si, Harry nos invita -No pude evitar soltar una carcajada al escucharlo quejarse. -Me es impresionante el odio que le tienes, aunque no lo conozcas

-Mi amor, se llama Harry, cualquier persona que se llame Harry y no sea el Harry Styles o el Harry Potter es de muy mala espina -Tuve que taparme la boca para no reírme, a veces no sé de dónde saca tanta imaginación para decir estas cosas. -Es como la gente que usa sombrero de noche y no es de noche, son gente que se traen algo entre manos corazón -A estas alturas me era imposible no reírme y ya me estaban mirando muy raro de tanto que reía. -No te rías que te estoy hablando en serio -Este también se rió. -Me preocupas mi amor... Y como me preocupas no quiero que estes cerca de nadie que se llame Harry

-Ay mi amor, tranquilízate, estaremos todos allí, aunque quiera hacer algo no podrá...

-Está bien... -Respiró profundo. -Bueno, ¿A qué hora llegas?

-No lo sé, pero yo te aviso cuando vaya a la casa -Me encanta cuando se pone mamón.

-Bueno, me llamas

-Si nos vemos -Iba a cortar cuando lo escuche llamarme.

-Oye

-¿Dime? -Estuvo un momento en silencio. -Killua habla que tengo hambre y se va a acabar la hora de colación

-Te amo mucho, mucho, muchito

-Y yo a ti -Sonreí feliz y le corté.

Cuando me di vuelta me percaté que todos estaban mirándome.

-¿¡E-estaban espiando mi llamada con mi marido!? -Avergonzado los miré, me había alejado lo suficiente como para que no escucharan mi conversación, pero los tenía a todos casi encima espiando.

-N-no, jefe no -Avergonzados todos se levantaron y se fueron.

Ya a la hora de la tarde estaba en la farmacia haciendo la cuenta todos los remedios que teníamos en stock para así finalizar mi jornada de trabajo.

-Hola -Harry se me acercó mientras terminaba de reorganizar los remedios de animales exóticos. -¿Pediste permiso?

-¡Ja! -Lo miré. -Yo no pido permiso, yo aviso

-Me parece muy bien -Se me acercó y me ayudó a ordenar. -¿Y? ¿Avisaste?

-Sí, se puso mamón, pero todo está bien

-Te vez bastante feliz a pesar de que tu matrimonio no está tan bien -Ofendido y sorprendido lo miré.

-¿Perdón?

-L-lo lamento mucho, yo no quise decirlo así -Suspiré y me apoye en un mueble -Bueno nadie sabe los detalles, pero no es ningún secreto para los que trabajan aquí que algo en tu matrimonio no va nada bien, además son las llamadas, tus acciones, tu cara, todo... -Tomó mi mejilla y me acercó a él. -Alguien como tú merece algo mejor...

-Suéltame ahora mismo -Lo miré molesto y este se alejó de mí. -Como bien dijiste, ¡Matrimonio, casado! ¡Con marido!

-Gon -Tomé mis papeles y lo miré.

-Si quieres que asista a la pequeña reunión de esta noche, aprende a comportarte -Rápidamente me fui del cuarto y simplemente me fui a mi oficina hacer trámites administrativos, solo quería estar solo.

Al final todo salió bien en la salida, comimos muchas pizzas, tomamos un poco, bueno realmente yo tome un poco más de la cuenta.

-Mhm... -Algo mareado me apoyé en el umbral de la puerta de la tienda.

-Que este bien jefe, nos vemos mañana -Miré a mis internos despedirse e irse.

-Nos vemos... -Torpemente busque mi celular y una vez con el celular en la mano busqué el número de Killua, pero no podía ni siquiera desbloquearlo. -Ah, maldita sea...

-¿Estás bien? -Harry se me acercó y yo bufé algo molesto. -Tranquilízate, no vengo a molestarte, es solo que creo que estás ebrio

-¡No! No, no, no -Lo miré y le negué. -Yo no... estoy ebrio

Nos miramos, él me miró riéndose y yo lo miré molesto, al final terminé tratando de caminar recto sobre una línea que estaba en el estacionamiento del local.

-Esto es estúpido, no estoy ebrio -Lo miré. -Tengo que ir a tomar locomoción o llamar a mi marido -Internamente tuve que aguantarme las náuseas.

-Entonces apúrate y camina por la línea blanca sin desviarte -Suspiré y camine por la línea, al principio iba muy bien, pero ya llegando a él fue que me mareé y no pude mantener el equilibrio, terminando en el suelo. -Estás ebrio

-N-no lo estoy -Molesto traté de levantarme, pero tan mareado estaba que no podía levantarme.

-Si no estás borracho levántate

-No puedo... -Avergonzado lo miré. -Ayúdame por favor... -Este tomo mis manos y me levanto del suelo. -Bien, estoy ebrio, ahora llama a mi marido por mí

-Yo te llevaré, me queda de camino a casa y ni loco te dejaré tomar locomoción a esta hora solo, tampoco te dejaré aquí esperándolo solo

-¡Bien! Pero llévame ya -Me apoyé en él y caminamos a su auto.

Apenas me subí al auto y me puso el cinturón comencé a quedarme dormido.

-Antes de que te duermas, ¿Aun vives en el departamento al que te fui a dejar la primera vez?

-Sí, todavía vivo ahí... -Nunca más vuelvo a tomar de está manera.

No conversamos de nada porque literal que me quedé dormido apenas salimos y me desperté poco antes de llegar a mi casa, ahora que me siento un poco mejor, no puedo creer que me subiera a su auto...

Este entró al estacionamiento, se orilló y se estacionó frente a mi bloque.

-Lo-lo lamento mucho, me quede dormido... -Harry soltó unas risitas y me miró.

-No te preocupes, sé que estas cansad-- -Ambos nos asustamos cuando escuchamos algo golpeando el vidrio que estaba al lado de mi asiento, ambos miramos y resulto ser que era Killua.

Harry paró el motor y nos bajamos.

-Hola un placer conocerte -Harry miró a Killua y le estiró la mano.

-Ojalá pudiera decir lo mismo -Se veía molesto, miró la mano de Harry, la ignoró y luego me miró. -Hola -Se acercó y me dio un besito. -¿Qué tal la cena?

-Bien, regular -Sé que está celoso, pero me da ternura cuando me cela. Fui apoyarme en Killua, pero calculé mal y casi termino en el suelo si no es porque Killua me sostenía. -Gra... Gracias

-¿¡Estás borracho!? -Killua estaba sorprendido.

-No, no... No -Me enderecé con su ayuda y lo miré. -Yo no... No estoy borracho

-¿Y entonces qué? ¿La pizza en vez de albaca tenia marihuana o qué?

-No estoy borracho... Estoy ebrio... -Killua se golpeó la frente mientras suspiraba.

-Me hubieras llamado para ir por ti -Acarició mi frente.

-No podía desbloquear ni el celular, así que lo traje -Harry le habló a Killua y este molesto lo miró.

-Tú que estabas ahí pudiste llamarme, mi número está en sus contactos de emergencia, no es necesario desbloquear el celular para llamar a esos contactos -Si que se veía molesto. -No me gusta que MI esposo se vaya en autos con desconocidos

-No soy ningún desconocido, soy su jefe

-No hablo de desconocidos para Gon, habló de desconocidos para mí y te dejó en claro que me importa una mierda quién eres -Me cargó como princesa. -A la otra me llamas y se acabó

-Mínimo deberías dar las gracias ¿No?

-Sí, sí, sí ya lárgate -Lo fulminó con la mirada hasta que Harry se fue. -Tsh, que desagradable, ¿De verdad tienes que trabajar con ese tipo? -Me miró y luego miró al estacionamiento.

-¿Con quién...? -Lo miré confundido, Killua suspiró entre risas y entró a pedir el ascensor. -Tengo sueño y frío... -De reojo pude notar que me miraba sonrojado. -¿Qué...?

-Ven aquí... -Me rodeó con un brazo y me puso debajo de su abrigo. -La-lamento no haber ido por ti, pero estaba esperando a que me llamaras para ir por ti... -Apoyó su cabeza en la mía y se quedó un momento en silencio.

-Estás calentito -Entramos al ascensor y nos quedamos aferrados. -Killua... -No aguante más, me le abalance y lo bese desesperado.

-¡Mhm! -Este me correspondió, cambiamos de posición y fue él el que me puso contra la pared del ascensor. -Gon... -Este se acercó a mi cuello y me respiró en él, se sintió tan bien que no pude evitar soltar algunos gemidos.

-Ah... -Avergonzado me sostuve de sus hombros. -Killua... -Nos miramos y volvimos a besarnos.

Comenzamos a besarnos de una manera muy efusiva hasta que llegamos a nuestro piso, pero eso no nos detuvo, simplemente fuimos caminando de manera lenta y torpemente hasta la puerta de nuestro apartamento.

-N-no abre... -Jadeando lo miré mientras con una mano trataba de abrir la puerta. -¿Por qué le pusiste seguro...?

-Mi amor así no se abren las puertas -Soltó una risita y él abrió la puerta mientras mordisqueaba mi oreja izquierda y con su mano disponible tocaba mi trasero.

-¡A-ah! -Avergonzado tapé con fuerza mi boca. -¿Por qué tú si puedes abrir las puertas y yo no puedo...? -Killua se alejó un poco y volvió a reír mientras cerraba la puerta.

-Tal vez deberías tomar más seguido -Puso sus manos en mi trasero y comenzó a masajearlo con fuerza.

-Mhm ah... -Lo rodeé con los brazos y acaricie su cabello. -¿Qué es eso? -Fue cuando miré la mesa donde al parecer había unas velas prendidas con una cena esperando. -¿Quién cena?

-¡Y-yo prepare la cena, aunque cuando ya estaba terminando me di cuenta de que tú vendrías de comer y sería ridículo que comieras esta cena cuando ya cenaste! ¡N-no tienes que comértelo si no tienes hambre! ¡A-además se me cayó el salero en la sartén así que seguramente estará todo muy salado y...! -Me giré a verlo y pude verlo muy, muy avergonzado y a un color rojo peor que el de una tetera a punto de estallar. -S-sé muy bien que esto no arregla nada, pero... -Me miró y se me acercó. -Pero ya no quiero estar así de mal contigo, yo realmente extraño como éramos antes... A-antes de las peleas que yo siempre ocasiono... -Me siento algo feliz de que se me esté pasando lo ebrio.

-Killua -Lo miré realmente sorprendido, no creí que el Killua, mi lindo marido sería capaz de hacer algo como esto. -Estoy feliz de haberme casado contigo... -Sonreí y lo llené de besos. -Cenemos ¿Sí? -Lamí sus labios y lo miré avergonzado. -Ya luego follamos -Killua no podía creer lo que había dicho y volvió a ponerse colorado.

-E-eso suena bien -Soltó unas risitas mientras yo acariciaba su cabello.

La cena fue maravillosa, estuvimos muy a gusto, solo nosotros dos y nadie más, además me aseguré de tomar bastante agua para entrar en mis cabales luego y disfrutar bien de este momento.

Soy alguien que cumple sus promesas, por lo que apenas terminamos de cenar se vino lo bueno.

-Bueno y tal como lo prometí -Me senté entre sus piernas y lo miré deseoso. -Aquí estoy... -Lo rodeé con los brazos y me aferré a su cuello. -Ven aquí -Sonreí y lo besé apasionado.

El beso se convirtió en un intercambio de saliva y en un intenso toqueteo.

-¡Mhm! -Jadeando dejé que Killua me toqueteara como gustase, pero realmente no hacía mucho más que acariciarme lo que es mi espalda baja. -No seas tímido... -Tomé su mano y la puse en mi trasero. -Ah... -Sonrojado tome sus mejillas. -Abre la boca...

-Ah... -Killua sonrojado abrió la boca llena de hilillos de saliva, me le acerqué y volvimos al beso con lengua.

Aun así, con todo lo que llevábamos haciendo no me sentía a gusto por lo que subí la intensidad del beso y comencé a mover las caderas sobre su entrepierna.

-Go-Gon -Killua tomó la iniciativa, me puso contra la mesa y comenzó por besar mi cuello mientras me bajaba el pantalón.

-¡A-ah! -Avergonzado lo miré. -Mhm... -Con lágrimas y me aferré a su cabello. -¿Y-y si vamos a la pieza...? -Lo miré rojizo.

-Pe-pero -Levantó la mirada y al verme con cara de súplica me cargó en sus brazos llevándome a la cama. -Yo... -Nos miramos y soltamos una risita. Killua trató de sacarse la camisa, pero no podía desabrochar. -E-es que yo... -Volvió a intentarlo, fallando. Suspiró y soltó una risita. -Lo siento estoy muy nervioso... -Ambos nos reímos mientras lo ayudaba.

-Y yo -Sonreí y lo puse contra la cama. -Te necesito dentro -Me senté en su entrepierna y seguí frotando mi trasero contra su miembro. -Ah... -Me recosté sobre él y comencé a gemirle al oído. -Quiero... -Lo miré con lágrimas. -Quiero que te vengas dentro y sigas embistiendo... -En ese momento poco a poco se puso colorado.

Dios por favor si en algo te apiadas de mí, solo te pediré una cosa, que nuestros celulares no suenen a menos que sea de vida o muerte.

Me levantaría a apagarlos, pero eso mataría la magia ¿No?

Killua recién se me estaba poniendo encima cuando su celular sonó, ambos nos miramos.

-Ah... -Suspiré y miré a otro lado, siempre pasa lo mismo. -Contesta... -Algo molesto me senté con rapidez en la cama, lo cual no fue tan buena idea, pues me senté tan rápido que me dieron náuseas, pero traté de disimularlo un poco.

-No quiero contestar -Killua tomó mis muñecas con fuerza, me estampó contra la cama y las puso sobre mi cabeza, el que me estampara contra la cama solo hizo que me mareara aún más.

-¡Ah! -Lo miré sonrojado y algo sorprendido. -¿Ki-Killua...? -Miré a otro lado mientras respiraba profundo.

-No pienso contestar -Desabrocho su pantalón y me miró deseoso. -En estos momentos estoy pensando con "esa" cabeza... -Este comenzó a besar mi estómago y poco a poco fue bajando hasta mi miembro.

-¡A-ah...! -Avergonzado miré a otro lado mientras sentía como besaba y lamia sobre mi pantalón, este desabrocho mi pantalón con dificultad y cuando al fin lo había desabrochado su celular volvió a sonar.

Ambos nos miramos esperando a que alguno hiciera algo hasta que Killua reaccionó.

-Apagaré esa porquería... -Molesto se levantó y fue a buscar su celular a su mochila.

-Con razón nunca contestas el celular si lo tienes en la mochila... -Me tapé la boca mientras trataba de contener el vómito. -Mhm... -A lo lejos pude ver que Killua apagó su celular sin siquiera mirar la pantalla.

-Bien, ahora... -Tiró su celular y se me acercó. -Nadie nos va a interrumpir -Soltamos una risita mientras nos volvíamos a besar.

-E-eso realmente me gusta -Me recosté lentamente en la cama y Killua se puso sobre mí.

En lo que nos besábamos escuchamos sonar el teléfono fijo.

-¿¡Esto es una maldita broma!? -Tomé un cojín y me lo estampé en la cara, olía a Killua.

-Cálmate iré a ver qué pasa -Acarició mi vientre y luego se fue por el teléfono.

-Oh se me están pasando las nauseas -Me senté en la cama mientras olía el cojín.

Al segundo Killua llegó con el teléfono y me miró tratando de explicarme mientras aún sonaba.

-¿Quién es? ¿Por qué no contestas? -Lo miré molesto, no es que este molesto con Killua, estoy molesto con el mundo y eso incluye hasta a las hormigas.

-L-lo que pasa es que...

-¡Dame eso! -Le quité el celular y contesté. -¡No sé quién eres, ni que mierda quieres, pero estamos ocupados, así que llama el próximo año y déjate de joder! -Corté y tiré el teléfono. -Ya no hay teléfono, ni nauseas, ¿Podemos hacerlo ya? Por fis -Me senté de nuevo en la cama y lo miré.

-¿¡Qu-qué acabas de hacer!? -Killua sorprendido me miró mientras se tomaba la cabeza.

-Ay no me digas -Suspiré pesado y lo miré. -Una amante seguramente

-¡Ojalá fuese una amante! -Iba a decirle algo cuando el teléfono volvió a sonar. -¡Dame ese teléfono! -Killua se estaba acercando al teléfono en el suelo, pero yo lo tomé primero.

-¿Quién habla? -Molesto miré a Killua. -¿La amante de Killua o qué?

-Habla el jefe de Killua, es un gusto hablar con usted Gon de Zoldyck -En ese momento quedé en blanco, realmente petrificado y muerto de la vergüenza, miré a Killua quien también deseaba que ojalá se lo tragara la tierra.

Tome el teléfono y lo puse contra mi pecho para que no escuchara nuestra conversación.

-Dime que no era tu jefe al que le hablé así antes... -Muerto de la vergüenza lo miré con lágrimas. -Killua por favor dime que no era él...

-Sí, era él... -Levantó la cabeza y me miró sin saber que hacer. -Y-yo hablaré con él -Lo miré y volví a ponerme el teléfono en la oreja.

-Ho-hola, buenas noches -Realmente hasta me costaba respirar. -Yo... -Sobé mi nuca y miré a Killua. -La-lamento lo que dije antes yo... Estaba algo molesto y lo dije sin pensar, lo siento

-No sé preocupe, todos tenemos noches malas, pero sería tan amable de darme con su marido por favor

-S-sí, como no... -Me acerqué a Killua y antes de pasárselo a él, volví a hablar con su jefe. -D-de veras lo lamento, aquí se lo paso... -Le pasé el teléfono a Killua y este se fue a hablar con su jefe fuera del cuarto. -¡No puedo creer que esto me pase a mí!

Avergonzado me lancé a mi lado de la cama.

Estuve un rato con la cara contra el cojín arrepintiéndome de todo, hasta que Killua regresó al cuarto.

-Gonny, ¿Estás vivo? -Killua lentamente se asomó.

-Desgraciadamente sí -En ese momento Killua me golpeó el trasero con un libro. -¡Ay! -Levanté la cabeza y me miró molesto. -No lo decía en serio... -Suspiré y lo miré. -¿Qué quería?

-Primero quiero decirte que no está molesto, ni nada, así que cálmate -Suspiré algo aliviado. -Me llamó para decirme que uno de mis subordinados está en urgencias

-¿¡Qué!? -Sorprendido lo miré. -¿Qué le paso? ¿Quieres que te acompañe al hospital? -Me senté en la cama y lo miré.

-No te preocupes, quédate y descansa por mí -Se me acercó y me llenó de besos. -De verdad lo lamento... -Solté una risita y le sonreí.

-Relájate mi amor -Tomé su mano. -Si me hubiera llamado mi jefe también me hubiera ido -Le di un beso y me recosté en la cama. -Llámame cuando llegues ¿Sí?

-Si, me daré una ducha rápida y me voy-Sonrió y se fue a bañar.

-Bueno mi amor -Lo vi irse y suspiré.

Lo primero que hice fue ir a la cocina y prepararle una colación, seguramente se le venía una noche muy larga. Una vez listo, puse la colación en una bolsa y la guardé en su mochila.

Me quedé en mi cama viendo tele con un té de manzanilla al lado, pues aún estaba algo mareado y con náuseas, fue mucho movimiento para una noche de ebriedad. Bueno aún tenía tiempo para recomponerme pues no quería dormirme hasta que supiera que Killua había llegado bien a su destino.

-¿Aún no duermes? -Killua salió en toalla y me miró mientras se secaba el pelo con otra toalla.

-No tengo sueño -Sonreí y lo miré. -¿Te pondrás el corset? -Me miró y soltó la carcajada sonrojado mientras me asentía. -Bien -Sonreí y lo miré.

-Te gusta mucho cuando me los pongo ¿No? -Abrió el closet y comenzó a vestirse.

-Te ves increíblemente sexy cuando te lo pones -Sonreí y me mordí el labio. -Además de hace tiempo que no te veo con uno

-Pues agárrate de la cama -Killua se puso los pantalones de su uniforme para luego meter la camisa dentro de su pantalón.

-Ahora que te veo bien, también tienes un buen trasero -Sonreí y lo miré desde la cama.

-No le llega ni a los tobillos al tuyo -Soltamos una risita mientras yo veía vestirse.

Mi lindo y adorable esposo prosiguió a ponerse la corbata azul y aquí llego mi parte favorita.

-Venga -Del clóset Killua sacó un corset para hombres de un color azul que iba a juego con su uniforme. Este se lo puso como chaqueta, lo ajustó por el frente y una vez eso listo vino mi parte favorita. De la espalda tomó dos cordones para poder apretarlo, acomodó el corset y jaló de los cordones apretando el corset a su hermosa figura.

-¡Ah! -Rojizo me dejé caer a la cama tapándome la cara con un cojín. -Amo cuando te los pones -Sonreí avergonzado.

-Me alegra mucho que te gusten tanto -Sonrió y se me acercó, cuando lo vi, ay, Dios mío, ya llévame.

-Te ves tan delicioso -Sonrojado lo miré, tomé sus mejillas y lo llené de besos. -Cuánto me gustas, te amo, te amo mucho -Le di unos besos y lo solté.

-Yo también -Sonrió y acarició mis mejillas. -Te llamaré cuando llegue y cuando venga de regreso

-Bueno mi vida -Acaricié su mano y sonreí. -Te metí una colación en la mochila, por si te da hambre -Lo miré y este se me vino encima comiéndome a besos, no pude evitar reírme.

Nos llenamos de besos y luego Killua tuvo que irse.

-Ah... -Sonreí y me recosté en mi cama feliz.

Amo cuando se pone tierno y romántico, lo único que espero es que esta vez sí dure y no se vaya a poner de nuevo en plan "Me voy al departamento de Alluka llego más tarde", "No creo poder llegar a la casa, el trabajo bla, bla, bla".

Killua no pudo llegar hasta la mañana siguiente, aun así, eso no me molestó pues sé que es por un compañero lastimado y supuse que llegaría cansado por lo que me esmeré en arreglar la casa y hacerle un rico desayuno.

-Hola -Killua entró con su mochila y chaqueta en la mano.

-Hola -Sonreí y fui con él. -¿Cómo te fue? ¿Cómo esta tu compañero? -Tomé su mochila y chaqueta mientras nos dábamos unos besitos. -Siéntate el desayuno está listo -Sonreí y fui a dejar sus cosas a la pieza.

-Está mucho mejor, creo que pronto le darán de alta -Sonrió y se aflojó un poco la corbata. -¿Cómo estás de la caña? -Sonrojado lo miré mientras se sentaba a la mesa. -Que rico se ve esto

-Me alegra que le den pronto el alta y estoy mucho mejor de la caña... -Avergonzado me senté a su lado y acaricié su mano. -Come antes de que se enfrié -Sonreí mientras lo miraba.

-Gracias gordito hermoso -Sonrió, se acercó a mí y me besó.

-Mhm -Solté una risita y lo rodeé con los brazos. -Oye Killua... -Sonrojado lo miré.

-Dime mi amor -Realmente se veía como si soltara corazoncitos.

-Lo he estado pensando un tiempo y... -Lo miré y poco a poco me puse colorado. -Sa-sabes que ya tenemos treinta años y medio ¿No...?

-No me lo recuerdes -Soltó una risita mientras tomaba una taza de leche con chocolate.

-No has pensado... -Inhale y lo miré avergonzado nivel Dios. -¿No has pensado en ser papá...? -Este se atragantó con la leche y comenzó a toser con fuerza. -¿¡E-Estás bien!?

-S-sí estoy bien, es solo... -Avergonzado miró a otro lado mientras aún tosía. -Es solo que me tomaste por sorpresa -Ambos nos quedamos muy avergonzados y mirando a otro lado.

Luego de un tiempo de silencio decidí hablar.

-¿E-es que acaso no quieres...? -Se que ni siquiera he tenido mi primer encuentro sexual, pero no quiero esperar a tener cuarenta años para tener un hijo...

-¡N-no es que no quiera Gon! -Me miró y tomó mi mano. -¡Claro que quiero! ¡En especial si es contigo! -Poco a poco ambos nos pusimos como tomates y nos alejamos.

Ambos instintivamente nos dimos la espalda para poder calmarnos, pero simplemente no pude evitar soltar una carcajada, carcajada que contagió a Killua y también comenzó a reírse.

-Ay ya que me duele la guatita -Killua aún riéndose se retorció y se tomó la guata.

-Killua -Me levanté de mi asiento, fui con él, tomé sus mejillas y lo besé. -Yo... -Avergonzado me senté en sus piernas y lo miré avergonzado. -Qui-quiero tener un hijo contigo...

-Si me lo pides así, no hay manera en la que pueda de decir que no... -Killua me tomó de mi espalda baja y me besó mientras soltaba unas risitas. -Te amo

-Y yo mi vida -Sonreí y cuando estaba por venirse lo bueno, Killua se alejó un poco. -¿Qué pasa?

-¿No me dijiste que hoy tenías turno? -Sorprendido lo miré y luego vi la hora.

-¡No puede ser! -Me levanté rápido y fui a la pieza a cambiarme de ropa.

-Relájate corazón yo te voy a dejar en moto, es más rápido -¿Los dos juntos? ¿En la moto de nuevo? ¡La vida se me está arreglando!

Cuando terminé de vestirme arreglé mi mochila y fui con él.

-Ya vámonos -Lo miré y sonreí.

-Vamos -Fue a un mueble y sacó dos cascos. -Venga -Tomó mi mano y bajamos al estacionamiento.

El camino se me hizo malditamente corto, justo hoy cuando quería que fuese eterno.

Cuando llegué a la entrada casi me quedé helado cuando vi a Harry, apenas Killua se detuvo y apagó el motor de la moto me bajé.

-Gracias por traerme -Sonreí y guardé mi casco.

-No te preocupes -Este se sacó el casco, lo dejó en el asiento de atrás y me miró lindo. -Me llamas cuando termines y vengo por ti -Sonrió y me abrazó con fuerza. -Y quién sabe si de regreso a casa hacemos un bebé -Soltamos una risita. -Te amo mucho, mucho -Tomó mi mejilla y me besó tierno.

-Mhm -Sonreí y le correspondí. -Ya -Lo alejé y le di un besito. -Yo te llamo -Killua se puso su casco, encendió la moto y se fue.

Casi me morí cuando me di cuenta de que en todo ese rato Harry nos estuvo mirando.

-Ho-hola... -Lo miré y me le acerqué. -La-lamento la hora, se me había olvidad--

-Hola -Me miró realmente serio, era la primera vez que lo veía tan serio. -Trabajaras en el turno de mañana en la mañana para cubrir tu falta -Iba a quejarme porque el turno de la mañana del día Domingo es de siete de la mañana hasta las dos de la tarde y eso es mucho más que mi retraso del día de hoy. -No quiero quejas, a trabajar -Prendió un cigarro y se fue.

-Ah... -Suspiré y me fui a trabajar. -Y yo que quería pasar el Domingo con Killua...

Dios no sé porque pecado me estas castigando, ¡Pero creo que ya lo he pagado lo suficiente!

Pase el día trabajando y atendiendo lo que es la clínica veterinaria con mi equipo, aunque ellos se fueron temprano, yo me quedé unas horas más para compensar mi retraso, yo soy el jefe veterinario por lo que sin mí no se toman decisiones importantes y claro que mi ausencia en la mañana fue un gran retraso, por lo que como auto castigo me quedé unas horas extras.

-Hola -Miré hacia la puerta que era de donde provenía esa voz y vi a Harry apoyado en el umbral. -¿Cómo vas?

-Hola... -Lo miré y seguí con el papeleo que tenía acumulado de la mañana. -¿Se le ofrece algo?

-No estés a la defensiva... -Se me acercó y bajó la pantalla de mi notebook. -Quería pedirte disculpas por lo de la mañana, fui realmente agresivo y no es necesario que vengas mañana

-No es eso, me lo merecía y aun así vendré mañana, ahora déjame trabajar por favor -Me aparté, quité la mano que tenía en mi notebook y lo volví abrir para seguir trabajando.

-Si no estás molesto por lo de la mañana entonces, ¿Por qué estás molesto? ¿Pasó algo con tú maridito? -Ahora sí estoy molesto.

-¡Estoy molesto por lo descarado que eres! -Me levanté de mi asiento y lo miré molesto. -¡Los problemas que tenga con mi marido son cosa mía! ¡No suya! ¡Así que no se meta más!

-Yo no he hecho nada, solo estaba preguntando, si te pones así por algo será -Se cruzó de brazos y me miró.

-¡Agh! Déjame en paz, antes de que decida denunciarte -Nos quedamos mirándonos y muy molestos ambos, estaba muy molesto, pero en el fondo... También estaba muy asustado.

-¿Sabes qué? Ven mañana para el turno de la mañana -Me miró molesto y se fue.

-¡Uy! -Suspiré y miré a otro lado. -Ese idiota... -Me senté en una silla y le escribí a Killua para que viniera por mí, respondió casi de inmediato diciendo que ya venía por mí.

No sé qué hacer con Harry, es muy incómodo y molesto, pero no quiero renunciar a mi trabajo, realmente me gusta mucho trabajar aquí y aun no estaba del todo seguro de poner una denuncia...

-Ah... -Suspiré mientras miraba como mis manos jugaban con mi celular. -¿Qué...? -Confundido miré mi muñeca con un moretón. -¿Cuándo...? -Traté de recordar si me había golpeado, si me había apretado la muñeca, pero nada se me venía a la cabeza. -¿Habrá sido Killua por accidente...? -Miré mi muñeca, era grande como para que no me diera cuenta de algún golpe. -Ah... -En ese momento quedé helado... -¿Qué pasó... En el auto de Harry... Camino a mi casa...? -Asustado miré el moretón, estaba comenzando a hiperventilarme cuando escuché pasos acercándose, pero rapidamente me escondí en el baño. -Killua... Llega pronto...

Con el paso de los minutos logré calmarme y solo salí del baño cuando Killua me aviso que ya había llegado al estacionamiento. Tomé mis cosas rapidamente y me acerqué a la salida, pero en recepción me tope con Harry. 

-¿Podemos volver hablar...? -Me miró y se me acercó.

-No -Miré a otro lado y mantuve la distancia.

-No te enojes, realmente lo lamento -Suspiró. -Me dejé llevar por lo que sentía en el momento y por eso decidí castigarte con el turno de mañana

-No quiero seguir hablando y no quiero seguir teniendo este tipo de relación contigo, tú eres mi jefe y se acabó -Algo asustado traté de terminar pronto la conversación  

-Pero Gon -Me miró y volvió acercarse a mí.

-Entiende que estoy felizmente casado -Lo miré molesto y volví a alejarme.

-Casado sí, ¿Pero feliz?

-¡Uy! -Ya no me lo aguantaba más y cuando fui a darle una cachetada fue que alguien nos interrumpió.

-¿Cómo dijiste? -Casi me morí cuando vi que Killua lo estaba tomando por el cuello de la camisa y que lo estampaba contra la muralla. -Repítemelo en la cara imbécil

-Killua déjalo no vale la pena... -Asustado me acerqué a él y traté de alejarlos.

-¡Repítemelo en la cara imbécil! ¡Eres capaz de decirle las cosas en la cara a mi esposo, ¿Pero a mí no!? -Killua lo soltó de un puro empujón. -No quiero volver a saber que le hablaste así a MI marido, ni que lo volviste a molestar, ni nada parecido, porque a la próxima te las verás conmigo ¿Quedó claro? claro?

-De verdad déjalo, no vale la pena -Tomé su mano y lo jalé. -Ya vámonos a casa -Tomé sus dos manos y lo jalé al auto.

-¡Te vas a acordar de mí! -Fue lo único que dijo antes de irse en dirección a su oficina. 

-¡Y por lo bonito de tu rostro no será! -Killua lo miró irse y le sacó la lengua como hacen los niños pequeños. -Imbécil -Lo miré y no pude evitar reírme a carcajadas. -¿Tú de qué te ríes? -Soltó una risita y me miró.

-Ay Killua -Me tomé la guatita mientras aun reía. -Le sacabas la lengua como si fueses un niño de primaria peleando con su mejor amigo -Sollozo traté de no reírme más, Killua es lo único que me hace falta para que todos mis miedos se vayan...

-Perdón por defender al amor de mi vida de mi supuesto mejor amigo -Me abrazó con fuerza mientras me hacía cosquillas en el cuello. -¡No te rías más!

-¡Ay Killua ya! -Traté de alejarlo de mi cuello. -¡Para que me duele la guatita! ¡Killua!

-Arrepiéntete idiota -Me miró y sacó la lengua.

-Tengo una idea mejor -Lo tomé de la camisa, lo jalé hacia mí y me devoré su lengua. -Mhm... -Era obvio que Killua estaba como tomate, creo que no se esperaba este desenlace.

-Mhm... -Killua se recompuso y puso sus manos en mi trasero. Entre risas me volví a alejar.

-¿Tanto te gustan? -Nos miramos entre risas.

-Cariño cuándo has visto unas nalgas tan perfectas como estas -Sonrió, me levantó del trasero y dio unos giros mientras yo me afirmaba de él.

-¡Killua! -Me afirme con fuerza de él. -¡Nos van a ver! -Me bajó y nos quedamos mirando un momento con ojos llenos de amor.

-Que nos vean... -Acarició mi cabello mientras sonreía. -Que me sientan envidia de estar con alguien como tú -Avergonzado me escondí en su pecho.

-Y-ya vámonos a la casa tonto -Sonreí y le di un beso mientras caminábamos al auto. -Veamos si hacemos un hijo en la tina -Sonreímos y soltamos una risita.

-Hacer uno en el auto me parece mucho más excitante -Reí y lo llené de besos.

-¿Y qué esperamos?

-A que te metas al carro -Sonrió y me miró coqueto.

-Vale -Sonreí, solté su mano deje mi mochila en la parte de atrás del auto, lo miré atentamente y me senté en el asiento del copiloto.

Apenas cerré mi puerta Killua se acercó y se sentó en el asiento del conductor, cerro su puerta, les puso pestillo a las puertas del carro y así nos quedamos los dos solos como siempre habíamos querido.

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