Capítulo 24: Al Fin
Capítulo 24: Al Fin
-¿Te gusta cómo va quedando? -Sonreí mientras puse el último peluche que compramos en la pieza de Shieru.
-Me encanta... -Gon abrazó con fuerza mi espalda mientras admiraba la pieza de Shieru. -Me gustaría más si Shieru estuviera aquí...
-Mi amor, esto ya lo habíamos hablado -Me giré a verlo, tome sus mejillas y lo llene de besos. -El llegará pronto, pero lo primero es que él se recupere... Nació antes y aún está bajo peso
-Si se hubiera quedado en mi guatita un poco más... -Sollozo me miró.
-Hicimos lo que mejor pudimos y tú -Sonreí y le apreté las mejillas. -Aguantaste lo que mejor pudiste, no hay nada que pudiéramos hacer -Solté una risita y lo puse contra mi pecho. -Shieru quería conocer a sus papás y no quiso quedarse más tiempo en tu guatita -Gon soltó unas risitas y se separó un poco de mí.
-Te amo tanto... -Me dio un besito y admiró un poco más la pieza.
-¿Le gustaran las estrellitas? -Lo miré y solté unas risitas. En el techo de la habitación le pegamos estas estrellas que brillan en la oscuridad. -¿Todo esta en orden verdad? -Me acerqué a la cómoda, revisé el primer cajón y toda la ropa que le habíamos comprado esta bien doblada y ordenada, así fue en cada cajón.
-Te esmeras en mantenerme tranquilo, pero tu también estas ansioso -Sonrió y me abrazó con fuerza. -Todo esta en orden Killua, mira, aquí esta el estante con sus peluches, los cajones con los útiles de aseo, en los cajones de abajo están los pañales, el sillón esta limpio, la cuna esta impecable, con los respaldos acolchados, el móvil esta bien instalado, el mudador está bien, las piezas de goma del piso también están bien, todo está en orden... -Sonreí aliviado al ver que sí, todo estaba bien.
-¿Y-y afuera? -Salí de la pieza y revisé el departamento.
-Cada esquina de cada mueble, tiene esponjas, hay dispensadores de alcohol por todos lados y Pochi tiene su rinconcito en la cocina, ya que no puede quedarse en nuestra pieza por un tiempo... -Me miró con una mueca y luego miró a Pochi. -Pero apenas pueda volverá a la habitación
-Mhm -Entre risas me acerqué a él. -Pareciera que te llevas mejor con Pochi que conmigo
-Sí, a veces sí -Me hice el ofendido y lo miré. -Mentiras mi amor
-No si no -Me hice el indignado y me fui a la pieza.
-¿Qué tengo que hacer para que me creas? -Me detuvo tomándome de la mano y me abrazó por la espalda mientras besaba mi cuello.
-Mhm... -Sonreí y acaricié sus manos. -No sé, ¿Qué podrías hacer...? -Me giré, lo tome del trasero y lo bese con pasión.
-iMhm Killua! -Entre risas se abrazó con fuerza a mí. -Podría... Dejarme tocar donde tu quieras por un ratito
-¿De verdad? -Emocionado lo miré, me asintió y yo lo recosté en la cama, lo iba a besar cuando Pochi se subió a la cama y nos empezó a lamer a los dos. -¡Pe-pero Pochi! -Gon comenzó a reírse a carcajadas mientras que yo lo miraba celoso a Pochi.
-Pochi mi amor no se ponga celosito -Sonrió y lo lleno de besos. Lo miré serio y bien celoso.
-Tonto... -Le di una nalgada y me senté a su lado.
-¡Ay Killua! -Soltó unas risitas y también se sentó en la cama. -¿Te pusiste celoso?
-Shi -Inflé las mejillas y miré a otro lado.
-Pero mi amor -Iba a besarme cuando sonó el timbre. -Yo voy -Un poco más molesto infle los cachetes.
-Uy la manía del destino por siempre interrumpirnos -Bufé molesto y salí de la pieza. -¡Alluka! -Sonreí feliz los miré a todos.
-¡Onii! -Feliz se me tiró a los brazos y yo lo abracé con fuerza. -¡Te extrañe mucho!
-Y yo a ti -Lo llene de besos y me acerque a saludar a nuestras visitas. -Hola Mito-San -Sonreí y la abracé con fuerza.
-Hola Killua, ¿Cómo están? -Miré a Gon y ambos sonreímos.
-Muy bien, pese a todo -Gon se apoyó en mí.
Acomodamos a las visitas en la sala de estar mientras yo servía algunas cosas para picar.
-¿Cómo esta Shieru? ¿Les han dicho cuando le darán el alta? -Dejé unos vasos con bebida y me senté al lado de Gon que tenía a Pochi en las piernas.
-Bueno es... -Nos miramos y respiramos profundo. -Tiene que llegar a un peso para que sea dado de alta -A Gon le afecta hablar del tema y de hecho le sentía la voz algo temblorosa.
-Ah entiendo, ¿Y cuánto va pesando?
-Tiene que pesar tres kilos y medio más o menos y recién esta llegando a los tres kilitos... -Sonreí y abracé a Gon mientras le susurraba. -No te pongas triste ¿Sí? Falta muy, muy poquito... -Me asintió con una leve sonrisa. -¿Quieren ver fotos de nuestro bebito? -Me levante a buscar nuestro primer álbum de Shieru.
-¡Que lindo! -Alluka vio las fotos y sonrió maravillado, Mito-San al ver las fotos no pudo evitar reírse.
-Killua es igualito a ti
-Igual de guapo que su papito -Gon beso mi mejilla y acaricio mi cabello. -Espero que no sea igual de burro también, pero bueno hay que quererlo igual
-Ja ja muy chistoso -Le arrugué la nariz y lo miré coqueto.
Estuvimos toda la tarde a gusto conversando, de hecho, en algún momento nos pusimos los cuatro a cocinar, hicimos unas galletas, un queque y un pastel chiquito hasta que un poco antes de que se fueran los llevamos a que conocieran la pieza de Shieru.
-Esta muy, muy lindo -Mito-San entró y se quedo admirando muy feliz el cuarto. -Estoy muy orgullosa de ustedes chicos -Sonrojado miré a otro lado, para nosotros, mucho más para Gon, pero es como una madre y que diga que esta orgullosa realmente me hace muy feliz.
-Shieru tiene mucha suerte, va a ser un niño muy afortunado -Alluka sonrió mientras tomaba unos de los peluches de Shieru. -¡Pero...! -Nos miró y soltó unas carcajadas.
Gon y yo nos habíamos puesto a llorar.
Estábamos tan emocionados, tan felices por todo lo que estábamos viviendo y tan ansiosos por recibir a nuestro chanchito, que no podíamos contener más las lágrimas.
Mientras llorábamos nos mirábamos y soltábamos unas risitas.
-Idiota estas llorando -Lo miré y me acerqué a limpiarle la cara.
-Y tú también -Tomo mis mejillas e hizo lo mismo. -Ah Killua... Te amo tanto
-Y yo a ti mi vida -Bese su frente y acompañamos a Mito-San y a la puerta. -Vayan con cuidado y tu... -Me acerqué a Alluka. -Tienes que portarte bien y mándame dulces a la oficina de vez en cuando... -Lo último se lo dije a susurros.
-Alluka si le vas a mandar dulces a mi lindo y precioso marido -Sonrió malvado mientras se acercaba. -Que sean de esos sin azúcar -Lo miré con una mueca.
-Aguafiestas...
-Lo hago porque te amo idiota -Me dio un besito y se acerco a despedirse de Mito-San, cuando tomo sus cosas recordó algo.
-Ah, lo había olvidado -Tomo una bolsa y nos la entrego. -Esto es para ustedes, de nuestra parte
-N-no tenían que... -Gon sonrió y recibió la bolsita.
-No es mucho, pero ojalá les guste, es con mucho amor y cariño
Nos despedimos y revisamos la bolsa, había varios sets de stickers de Winnie Pooh, de esos que son grandes para pegar en las murallas y básicamente eran muchas cosas para bebés, pero todo, todo era de Winnie Pooh.
-Mito-San... -Gon sonrió mientras miraba una mantita tejida a mano. -Estoy muy feliz Killua... -Con lágrimas me miró.
-Pero ya no llores... -Sonreí y sequé sus lágrimas. -Estas muy sensible
-Son las hormonas... -Avergonzado me miró. -Ven acompáñame a pegar los stickers.
Tomamos todos los sets de stickers que nos habían regalado y los pegamos por toda su habitación, ahora sí que se veía bonita su pieza.
Nos fuimos acostar apenas terminamos, pero ni siquiera pudimos dormir de la emoción.
Los días fueron pasando y Shieru fue progresando poco a poco, pero aun no estaba listo para irse a casa con nosotros.
-Hola mi amor -Sonreí al entrar a la sala donde lo tenían. -Mi gordito, ¿Cómo estás?
-Siempre se pone de muy buen humor cuando ustedes llegan -Tami se acercó y nos miró.
-¿Cómo no se va a poner de buen humor si esta viendo a su mamita? -Sonreí mientras miraba a Gon jugar con Shieru.
-Bueno Shieru ha progresado muy bien, estamos a muy poco de cumplir con el peso que necesita
-¿Escuchaste eso mi bebé? Pronto podrás irte a casa conmigo y con tu papito -Gon sonrió ansioso. -Conocerás a Pochi también
Estábamos los tres jugando y conversando con Shieru cuando sonó mi celular.
-Hola... -Me sorprendí un poco al escuchar que era el director del colegio de Haruka e Iruma, me conto que Iruma se había peleado con Haruka y que como los padres de Iruma no están, él había pedido que yo fuera. -Esta bien, voy de inmediato -Apenas dije esas palabras Gon me miró algo molesto.
-¿Qué paso? ¿A dónde vas ahora?
-Haruka e Iruma se pelearon en el colegio... -Lo miré y luego miré a mi bebé. -Y como sus papás no están en el país pidió que yo fuera a la dirección
-Bueno... -Suspiró un poco y me miró.
-¿Nos juntamos en la casa? -Me asintió y me acerque a darle unos besitos. -Nos vemos -Me acerqué a mi gordito y le lancé besitos. -Nos vemos luego mi guatón
Cuando estuve en dirección pasaron muchas cosas y una de las más graves fue lo que Iruma dijo de Haruka, de hecho, fue tan grave que Leorio se me vino a golpes.
-Cuando lleguemos a casa vamos a conversar seriamente -Miré a Iruma algo molesto mientras yo me limpiaba la sangre que me caía de la nariz.
-Sí, esta bien... -Apenado agacho la cabeza mientras se ponía a llorar.
Bueno apenas llegamos a casa Gon casi se infarto al vernos todos heridos, Gon nos curo las heridas a los dos y luego pidió una explicación.
-Y-yo tampoco se muy bien que es lo que paso -Lo miré aun algo confundido.
-Killua, Leorio no te hubiera dejado así por las puras -Me miró molesto mientras se sentaba al lado de Iruma. -Iruma, ¿Tú sabes que paso? -Sollozo asintió.
-Pasa que... Leorio y Kurapika conocieron al novio de Haruka...
-¿Qué tiene que ver eso? -Confundido lo miré.
-Que era Kuroro -Gon y yo quedamos helados.
Iruma nos contó que un poco antes de Leorio y Kurapika supieran quien era, él se había enterado de una parte de la historia por accidente, nos dijo que se había enojado mucho con Kuroro y que como no pudo decirle en ese instante a Haruka, le exigió a Kuroro que le contara en cierto plazo.
-El día en el que se enteraron de quien era su novio, bueno quedo la caga en su casa, Haruka no pudo más y se fue a la mitad de la discusión... -Sollozo se limpio un poco las lágrimas. -Llego a mi casa y... Me contó un poco de lo que había pasado... Y-yo dije "Ah, ya te enteraste" y Haruka interpreto que yo ya sabía todo, no me dejo explicarle nada, quiso cortar lazos, tomo todas sus cosas y se fue, creo que ese día se fue a la casa de sus abuelos... Después no volvió a la escuela, pero hoy que regreso, trate de hablar con él, pero no me quiso escuchar y... -Nos miró y se puso a llorar a mares. -Dijo cosas feas y yo también...
Gon se sintió muy mal por Iruma y le dijo que después cuando se calmara podíamos seguir hablando, también dijo que si quería se podía quedar unos días, lo acompaño a la pieza de huéspedes y ya al rato regreso conmigo.
-Ah... -Suspiró y se me acercó. -No te molesta que se quede, ¿Verdad? Y-yo se lo propuse sin consultarte y... Discúlpame mi amor...
-No te preocupes, no me molesta -Este se sentó en mis piernas y acaricio mis heridas. -A-ay co-con cuidado...
-L-lo siento -Sonrió un poco y acaricio mi cabello. -Ay mi amor, tu linda carita se arruino
-¿Cómo que se arruino? -Entre risas nos miramos y luego hubo un silencio. -Se complicaron las cosas para ellos, ¿No?
-Bastante... ¿Deberíamos llamarlos?
-No lo sé... -Miré a otro lado y bufé. -Yo hoy, ni mañana, ni pasado llamaré a Leorio, ¿Sabes por qué me pego?
-No, ni idea -Gon me miró confundido.
-Bueno no entendí muy bien que fue lo que paso, pero Iruma dijo algo de que Haruka en algún momento sintió algo por mí -Gon estaba completamente sorprendido, realmente estaba que no se lo creía. -Y Leorio pensó que entre Haruka y yo hubo algo...
-¿¡Qué...!? ¡Pe-pero...! ¿¡Cómo se le ocurre si quiera pensar que eso es verdad!? -Gon estaba tan indignado que se levanto y comenzó a pasearse por la sala con lágrimas. -¿¡Por eso te pego!? ¡Uy es que yo lo mato!
-Gon cariño -Entre risas lo miré mientras me levantaba y tomaba sus manos. -Tranquilízate, yo también estoy enojado, pero bueno... -Tome sus brazos y los puse alrededor de mi cuello. -Están pasando por un momento muy complicado mi amor... -Lo miré a los ojos con la intención que me mirará devuelta, pero realmente estaba indignado.
-Sí, lo sé, pero no justifica que pensará eso de ti... -Evito mirarme mientras le caían unas lágrimas. -Somos amigos, de hace tantos años, somos como hermanos...
-Cariño, las cosas en casa no están bien, es normal que Leorio este alterado a mi también me molesta que me golpeará, créeme -Besé su mejilla y lo abracé con fuerza. -Pero podemos hablarlo, tú tranquilo
-Mhm... -Asintió y se aferró a mí. -Está bien, pero cuando vea a Leorio le voy a dar una paliza -Sonreí mientras soltaba una leve risita.
Iruma no sé quiso quedar mucho tiempo con nosotros, le insistimos que se quedará un poco más de tiempo, pero solo logramos que se quedará por tres días, literalmente que casi que lo tuvimos que obligar.
-¿De verdad no quieres quedarte un tiempo más? -Entre a la pieza de huéspedes y lo vi arreglando su mochila.
-Y-ya abusé mucho de su amabilidad... -Sonrojado me miró. -Además en cualquier momento puede llegar Shieru -Ambos sonreímos. -No quiero molestarlos más
-Pero no quiero que vayas a tu casa a estar solito de nuevo, sé que no es lo mismo estar en una casa solo, a estar en casa acompañado...
-Por eso no se preocupe -Sonrió y me miró. -M-me voy a quedar en la casa de mi novio... -Sonrojado miró a otro lado.
-¿Andamos de novio? -Gon entró y lo miró. -Tienes que cuidarte Iruma, no vayas a quedar... -Lo miró y le hizo señas de panzón por el embrazado.
-¡N-no, claro que no! -Avergonzado miró a otro lado. -S-sí me cuido -Apenado cerró su mochila.
-¿Te vas a quedar las dos semanas con él? -Lo miré y me asintió. -Iruma sé que no soy quien, para pedírtelo, pero... ¿Puedes dejarnos la dirección de su casa? -Se sorprendió un poco. -N-no me malinterpretes, pero no sabemos quién es y te vas a quedar dos semanas con él
-Mhm... -Me miró mientras lo pensaba.
-No somos Leorio ni Kurapika, pero también te queremos mucho y nos preocupamos por ti... -Gon acaricio su cabello y lo miró.
-Esta bien -Sonrió un poco y anoto la dirección en un papelito. -Aquí esta
Tomamos once por ultima vez juntos y luego lo acompañamos a tomar un taxi a la casa de su novio, solo nos fuimos a casa cuando lo vimos tomar el taxi.
-Ah... -Gon se apoyo en mi mientras mirábamos televisión en nuestra pieza con Pochi en la cama. -La casa no se sentía tan vacía con Iruma aquí...
-Sí, lo sé... -Se que suena egoísta, pero se sentía bien tener su compañía, de todos modos, nosotros también lo vemos como un hijo.
No habían pasado muchos días cuando Tami nos llamo muy urgido diciendo que Kurapika se había intoxicado con una sobredosis de pastillas. Apenas supimos con Gon salimos volando, no nos importo el pleito que habíamos tenido, simplemente ahí estuvimos para ellos.
Él nos contó un poco de lo que había pasado este último mes, ya sabíamos algo gracias a Iruma, pero con Gon si nos enojamos mucho al escuchar de la actitud que habían tenido él y Haruka con Kurapika durante este último mes, realmente es de no creer, pero no era el momento para recriminarlos, solo nos quedamos con los dos dándoles consuelo.
Gracias a Dios no había pasado mucho desde que Kurapika ingirió las pastillas, así que no surgieron mucho efecto, entramos con ellos y vimos a Kurapika cansado, pálido, más flaco y con unas ojeras, que Dios Santo me libre. Haruka habló un momento con él y luego por petición de Leorio lo sacamos de la habitación.
-Ven, vamos por un cafecito -Acaricie sus mejillas y seque sus lágrimas.
-Tuve mucho miedo... -Sollozo se abrazó con fuerza a mí. -Si algo le hubiera pasado, no me lo hubiera perdonado nunca...
-Pero no le paso nada -Gon se acercó y le hizo cariño. -Podrás disfrutar de tu mamá muchos años más, no te preocupes
Esos días fueron difíciles, ya con Shieru pasábamos en el hospital, pero ahora si parecíamos que vivíamos allí, pasábamos a ver a Kurapika, cuando estaban en terapia íbamos con Shieru y cuando la terapia terminaba los íbamos a acompañar para platicar como en los viejos tiempos, antes de que todo se complicara.
-No me hagan reír que me duele -Kurapika se retorció un poco en su camilla mientras se tomaba la pancita.
-Perdóname Kurapika no quería te doliera la pancita -Me disculpe con Kurapika, pero solo logré que se riera un poco más. -¿Cómo están los mellizos?
-Están bien, mucho mejor, se les bajo la fiebre, pero siguen en observación -Leorio se acomodo al lado de Kurapika y acarició su cabello. -¿Y Shieru?
-¡Le falta tan poquito para cumplir con el peso! -Gon emocionado me miró. -Falta tan poco... -Sonreí y tomé su mano.
-Que buena noticia -Kurapika sonrió feliz también. -Realmente me muero de ganas por tomar en brazos a ese pequeñín
-Sí, nosotros también -Junte mi cabeza con la de Gon y los miramos. -¿Cómo esta Haruka? Con todo lo de... Kuroro...
-No hemos hablado mucho más de lo que hemos hablado en la terapia -Leorio miró a otro lado molesto. -Pero Haruka se ve mejor
-Sí, estoy mejor -Miramos a la puerta y lo vimos entrar con algunas cosas para comer. -Tampoco me voy a morir... -Apenado miró a otro lado y se acercó a Kurapika. -¿Cómo te sientes?
-Estoy bien, estoy bien -Sonrió y le acaricio la mejilla a Haruka. -Oye, no tienes porque fingir... Esta bien no sentirse bien a veces
-Mamá...
-Se te nota en los ojitos mi amor... -Apenas dijo eso Haruka no pudo más y comenzó a llorar.
No es nada fácil por lo que están pasando, pienso en Haruka y no me imagino cuando debe dolerle, la inseguridad que todo esto le ha causado.
Estuvimos juntos un poco más y luego nos fuimos a casa, pero ya a la noche cuando estábamos por dormirnos tome una decisión.
-Cariño -Salí del baño, me acosté en mi lado y lo abracé con fuerza. -Mañana voy a ir a la oficina
-¿Qué? ¿Por qué? -Algo sorprendido me miró.
-Tengo que arreglar unos papeles, además tengo que traer algo de trabajo a la casa, ya sabes que tengo que ayudar a mi equipo...
-Esta bien... ¿Tardaras? -Le negué y suspiró. -Bueno mi amor, pero no te tardes -Le asentí. -Buenas noches
-Buenas noches, mi amor -Besé su mejilla y lo abracé con fuerza.
A la mañana siguiente me levante temprano, me arregle y preparé el desayuno para Gon y para Pochi.
-Gon, ya levántate flojito -Sonreí y dejé la bandeja en su velador.
-Mhm, no quiero -Soltó una risita mientras se estiraba. -¿Ya te vas? -Le asentí. -Que te vaya bien, ¿Me avisas cuando salgas y nos juntamos en el hospital?
-Shi -Feliz le acaricie la mejilla. -Nos vemos, me llamas cualquier cosa y vas con cuidado -Me asintió mientras bostezaba. -Flojo -Tome mi mochila y miré a Pochi. -Nos vemos Pochi -Le hice cariño y me fui a la oficina.
Cuando me subí al auto noté que teníamos todo listo para la llegada de Shieru, teníamos esos transportadores para bebés que se adaptan al auto, yo ya tenía esas típicas láminas de "Bebé a bordo" y teníamos un bolso con algunas cosas que podría necesitar el día que venga a casa.
-Ah... -Sonreí, prendí el auto y manejé a mi oficina.
Realmente no tenía nada que hacer en la oficina, pero...
-Espero que este... -Me estacioné y fui directamente a mi oficina, claro que al entrar a la oficina donde estaba mi equipo todos me recibieron felices y muy a gusto.
-¡Jefe! ¡Que bueno verlo!
-Hola, hola -Sonreí. -Chi-chicos después nos ponemos al día, vine por algo puntual y después tengo que ir a ver a mi bebé -Sonrojado sonreí un poco. -¿Pueden llamar a alguien a mi oficina?
-Uste diga jefito, ¿A quién le llamamos?
-Quiero a Kuroro en mi oficina lo más pronto posible -Cada uno se fue a su puesto a trabajar y uno llamo a la oficina de Kuroro, respiré profundo y entré a mi oficina. -Tontos -Sonreí y me acerqué a mi escritorio, había varios regalos, más que nada para Shieru. -Quiero ir a verlo... -Sonreí mientras me sentaba y los revisaba con cariño.
Al rato alguien toco mi puerta.
-Adelante -Me acomodé en mi asiento y comencé a guardar los regalos.
-Permiso... -Fue cuando Kuroro entró. -¿Me necesitaba...?
-Sí, cierra la puerta no quiero que nadie escuche esta conversación -Terminé de guardar los regalos y me acomodé en mi escritorio, soy el jefe, debo portarme como uno.
-Está bien -Cerró la puerta, se acercó y se paró a una distancia razonable de mi escritorio, manteniendo las manos en la espalda y la cabeza agacha. -Mhm...
-¿No me miras? -No quiso contestar. -Mírame -Levemente me negó con la cabeza. -¡Mírame! -Cuando Kuroro levantó la cabeza para mirarme, simplemente no supe que decir.
-¡Ngh...! -Me miró mientras trataba de contener un poco las lágrimas, pero no podía dejar de llorar. -Lo siento... Pero no puedo dejar de llorar...
-Pe-pero no llores... -Sin saber muy bien que hacer me acerque a un mueble y saque dos tazas, a una le iba poner unas cucharadas de azúcar para Kuroro, pero note que mi frasco con azúcar no estaba, algo molesto salí de mi oficina a ver a mi equipo. -¿Quién saco mi azúcar del mueble de mi oficina?
-A-ay jefe que pena, pero... -Se miraron entre ellos hasta que uno hablo.
-Su esposo llamo antes de que usted llegará y pidió que le quitáramos el azúcar porque...
-¿Por qué? -Los miré esperando una respuesta.
-Porque usted no sabe controlarse -Avergonzado los miré y suspiré.
-E-esta bien, ¿Quién tiene un poco de azúcar? No es para mí, lo prometo -Uno de ellos me paso unas bolsitas de azúcar individuales. -Gracias
Regrese a mi oficina he hice un agua con azúcar para Kuroro, siempre me dijeron que sirve para las penas.
-Toma, es agua con azúcar... -Se lo pase y trate de no mirarlo mucho a la cara pues este seguía llorando.
-Gracias -Apenado lo recibió y le dije que se sentara en las sillas frente a mi escritorio. -Perdón es que yo...
-N-no te preocupes -Lo acompañé y le ofrecí unos dulces mientras se calmaba, una vez se calmo decidí hablar. -¿Có-cómo te sientes desde lo de...? -Uy la pregunta weona Killua.
-Bu-bueno... -Miró abajo mientras jugaba con sus dedos. -Ha sido difícil... -Hizo una mueca y me miró. -Ya estaba muy acostumbrado a su presencia, a sus mensajes... ¿Cómo está él...?
-Ha pasado por mucho, las cosas en su casa no han estado muy bien... -Respiré profundo y le conté un poco lo que ha pasado en esos días. -Los mellizos se enfermaron, Kurapika entro en depresión postparto y pues, lo más grave es que... -Dude si decirle, pero era necesario que lo supiera. -Kurapika tuvo un intento de suicidio...
-¿¡Qué!? ¿¡E-esta bien!? ¡Es mi culpa...! -Sollozo me miró. -Yo...
-Kurapika esta bien, Leorio lo encontró a tiempo, no le paso nada, de verdad...
-Yo... -Apenado me miró. -Nunca debí involucrarme de nuevo...
-¿De verdad te arrepientes? ¿Te arrepientes de haber conocido a Haruka ahora...? -Miró abajo y lo pensó unos minutos.
-No, no me arrepiento de haberlo encontrado luego de tantos años, se que les cause mucho daño, pero... -Me miró serio y completamente decidido. -Lo volvería hacer, lo volvería a buscar porque lo amo, lo amo con todo lo que tengo para dar... -Respiró profundo. -De lo que si me arrepiento es de lo que le hice a Kurapika y Leorio, pero no de todo lo que he vivido con Haruka porque lo amo -Lo miré serio y luego sonreí.
-¿Quién diría...? -Solté una risita. -¿Quién diría que el yerno de Leorio serias tú...? -Hubo un momento de silencio y luego ambos soltamos unas risas, pero luego de las risitas vino un silencio nuevamente.
-¿Por qué me mandaste a llamar?
-Porque creo que era justo que alguien escuchara tu opinión... -Sonreí mientras lo miraba. -Sé que hiciste muchas cosas malas y es por lo que todos te juzgan ahora, pero... -Suspiré mientras miraba una foto de Gon que tenía en el escritorio. -Pero yo también hice muchas cosas malas... Y creo en ti -Sonreí y me puse de pie para acercarme a él. -Yo realmente creo que cambiaste
-¿D-de verdad...? -Con lágrimas me miró algo sorprendido.
-Sí, sabes -Me apoyé en el escritorio al lado suyo y lo miré. -Yo creo que... El cambio viene cuando uno conoce a la persona correcta, pasa que él tuyo era muy chiquitito cuando lo conociste -Ambos nos reímos otro poco. -Pero yo creo en ti... De verdad creo que cambiaste y... -Respiré profundo. -Si quieres una mano yo te voy a ayudar... -Sus ojitos le brillaron mientras trataba de no llorar.
-Solo quiero verlo... -Con lágrimas me miró. -Quiero verlo, quiero hablar con él
-Haré lo que pueda, hablaré con Haruka
Nos quedamos un rato más en mi oficina conversando hasta que tuve que irme a ver a mi bebé.
-Hola mi amor -Vi a Gon esperándome afuera de la sala donde estaba nuestro guatoncito. -¿Cómo estás?
-Hola -Lo tomé de la cintura y le di un beso- Bien, aquí esperándote para ver a nuestro gordo -Sonrió y acaricio mi cabello. -Extrañaba verte en uniforme
-¿Qué? ¿Me veo guapo? -Sonreí mientras Gon se ponía de puntitas para llenarme de besos.
-Muy guapo mi amor -Entre risas nos meloseamos un poquito.
-Hola, lamento interrumpirlos -Tami apareció y nos miró. -Veo que las cosas están muy bien
-Mejor que nunca, hoy es un buen día -Gon sonrió y se apoyo en mí.
-Que bueno, esperemos que esas energías nos ayuden a que hoy sea el día -Ansioso nos miramos con Gon. -Vamos a ver a Shieru
Apenas llegamos con él se puso a dar esos gritos de alegría que hacen los bebés cuando juegan.
-Oye insolente, ¿A quién le gritas? -Lo miré mientras se reía y se movía en su cunita.
-Killua, déjalo, no le digas insolente -Entre risas nos miramos.
-Uhh, ya se está viendo quien será la mano dura y quien será el que va a consentir a este bebé -Tami entre risas nos miró mientras tomaba en brazo a Shieru. -Uy que esta pesado este bebé -Nos acercamos a las mesas donde Tami tenia que hacerle el control. -Ayúdenme a que no se ponga tan mañoso mientras lo examino
Tami lo comenzó a examinar mientras que Gon era el que lo distraía.
-Hola mi amor -Sonrió y se acercó a él.
-Ah... -Shieru estiro sus manitas y trato de tocar su carita. -¡Ah!
-Tan lindo -Disimuladamente saqué mi celular y les tomé unas fotos, traté de ser disimulado para que las fotos salieran de manera natural y porque aquí están prohibidas las fotos, porque hay otros bebés.
-Todo en orden, ahora la prueba que tanto estábamos esperando -Gon y yo nos pusimos muy ansiosos porque de verdad faltaba muy poco para cumplir con el peso mínimo, así que hoy, podría ser el día. -Ven aquí -Tami lo tomo y lo puso en una pesa especial para bebés. -Tres kilos... -Estaba que me desmayaba. -¡Tres kilos setecientos! -Sonrió feliz. -Felicidades, este pequeño al fin podrá irse con ustedes
-¡Ah! -Con Gon no pudimos contener la alegría y soltamos algunos gritos de felicidad.
-¡Mi amor! -Sollozo lo abracé con fuerza.
-Al fin... -Gon llorando se me abrazó.
-¿Trajeron sus cositas? -Ambos nos miramos llenos de lágrimas.
-A-ah, están en mi auto, están en mi auto -Sonreí aliviado de que tuviéramos todo preparado.
Con Gon tuvimos que ir al estacionamiento por la bolsa de guagua de Shieru.
-¿Está todo en el bolso verdad? -Lo miré abriendo la puerta del auto.
-Eh... -Este pensó un poco. -Las mantas nuevas están en tu maleta -Abrí mi maleta y tomé las bolsas con las mantas que nos había regalado Mito-San.
Cuando regresamos lo primero que hicimos fue vestirlo, fue... Fue divertido porque Shieru siempre se reía y hacia caritas.
-¡Mhm! ¡Mi amor! -Gon lo tomo en brazo y lo lleno de besos, feliz le cayeron unas lágrimas. -Al fin te tengo mi amor...
-Ya no llores idiota -Lo abracé y besé su frente. -Que lindo mi amor -Acaricie a Shieru y luego lo tome yo en brazos. -¿No se queda nada?
-No, no sé queda nada parece -Sonrió y tomo el bolso.
Tuvimos que firmar algunos papeles y luego fuimos libres de llevarnos nuestro bebé a donde nosotros quisiéramos.
-Tómalo un momento mi amor -Gon me recibió a Shieru y yo tomé el bolso. -Se ven tan lindos los dos
-Al fin, al fin, al fin -Emocionado acaricio el cabello de Shieru.
-Mhm ah... -Shieru movía sus bracitos y Gon se los tomaba.
Cuando llegamos al auto Gon no quiso dejar a Shieru en este coche especial para los autos, literalmente no quería soltarlo.
Conduje con mucho cuidado hasta la casa, al llegar ayudé a Gon a bajarse del auto pues aún no quería soltar a nuestro bebé.
-¿Me lo piensas compartir? -Entre risas lo miré.
-Ño -Gon lo abrazó mientras él dormía. -Él es mío y solo mío -Entre risas nos miramos.
-Mhm... Te lo dejo unas horitas solo si tú... -Me acerqué a él. -Me sedes esas horas en la cama... -Le susurré al oído y luego se lo lamí.
-¡Ki-Ki-Killua! -Colorado me miró algo sorprendido. -¿Q-qué dices con nuestro hijo en brazos?
-Solo digo que hay que compartir -Me inflo las mejillas.
-Ta bien -Caminamos hacia la puerta de nuestro departamento y al momento de abrir la puerta, alguien de adentro nos abrió.
-¿Eh? -Los dos muy confundidos vimos como se abría la puerta, al abrirse por completo nos lanzaron serpentinas y gritaron.
-¡Bienvenidos! -Sorprendidos miramos bien y bueno, estaban todos nuestros amigos y seres queridos.
-Ah -Sonreí y entramos a casa.
Todos se acercaron a ver a Shieru, no dejaban de repetirnos que era una fotocopia mía, todos lo tomaron en brazos y Shieru... Shieru no dejaba de reír, no ha llorado ni una sola vez desde que lo tenemos en brazos.
-¡Ah! -Reía mientras jugaba en los brazos de Leorio y Kurapika.
-Mira este niño tan hermoso y feliz -Kurapika le dio un beso en la frente y me lo entrego. -Fuiste bendecido de tener estos padres
-Gracias -Algo avergonzado los miramos mientras tomábamos a Shieru.
-Mhm... -Lo miré y Shieru bostezo y comenzó a mover los labios de una manera algo, extraña.
-Eso quiere decir, que tiene hambre -Tami nos susurró y luego nos miró. -Vayan a la pieza tranquilos, aquí no haremos ruido -Sonrió y nos fuimos a la pieza de Shieru.
-Al fin estamos en esta pieza con nuestro bebé -Gon se sentó en el sillón, acomodó a Shieru y luego llego el colado de Pochi a subirse al sillón con Gon y Shieru.
-Tremenda bienvenida nos tenían, hasta Tami estaba aquí -Miré a Pochi. -Pórtate bien
-Bueno Killua si venias manejando como a cinco kilómetros por hora -Entre risas nos miramos y luego miró a Pochi. -No lo molestes, no ha hecho nada -Sonreí y los miré.
-¡Ah! -Shieru nos miró con lágrimas.
-Tie-ne-ham-bre -Entre risas me senté a su lado.
-Y-ya sé... -Avergonzado se acomodó y lo acompañé a que lo amamantara.
-Mhm... -Shieru se veía bastante feliz tomando leche al fin de su mamá, de hecho, nuevamente movía sus manitas y tocaba el pecho de Gon.
-Eh, atrevido eso es mío -Soltamos una risita y Gon se recostó en mi pecho. -Te amo
-Y yo a ti -Sonreí y besé su frente. Ambos miramos a Shieru y dijimos al mismo tiempo.
-Te amamos Shieru -Sonreímos y lo miramos felices.
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