Camine a paso fuerte hacia el salón de clases que me correspondía… no sabía cuál de todas era. Pero eso ahora no me importaba… espero que la clase me quite de la mente la espada que tengo enterrada  en el pecho por culpa de Liam, es una herida profunda pero soportable… al entrar me acorde al instante que me tocaba la materia que más me gustaba en toda mi carrera “arte abstracto” esas horas eran las únicas que valían la pena para mí´, las demás no tanto… me acomode rápido en mi asiento y espere impaciente a que el profesor diera inicio, debía de admitir que además de la materia, el profesor "Mason" era otro de los motivos por los cuales me gustaba tanto estas tres horas de clases, sonaba estúpido de mi parte decir eso, ya que es una persona que era muy mayor para mí, pero es que era inevitable fantasear con aquel bombazo de hombre que tenía en frente, a veces lo veía a él para inspirarme en mi arte y debo admitir que esos dibujos me quedaban fantásticos… aunque el sentimiento que tengo por Liam es muy diferente en comparación, es más fuerte y genuino… este más bien parece un capricho hormonal y atracción física… sin embargo lo que siento cada vez que mis ojos logran impactar con la figura de Liam es más profundo, como si me estuvieran apretando por dentro, como si me estuviera arrollando un tren a toda velocidad, como si mi mundo interno estuviera siendo arrancado de su lugar porque está siendo azotado por un fuerte huracán… si comparo, las emociones que me produce el profesor, quedan en vergüenza delante de las que tengo por Liam…

- Señorita Alice, preste atención – di un salto sin querer provocando que mis compañeros se rieran mientras me disculpaba con el profesor con cara de disculpas… este me miraba curioso y dubitativo – es muy raro en usted distraerse en esta clase ¿acaso se debe a algún problema? – negué con energías, ¿Qué hacia yo pensando esas cosas? mis compañeros se volvieron a reír, fruncí el señor molesta ¿Qué les parecía tan gracioso? ¿Me veo como un payaso o qué? – Bien – pronuncio vacilante mirándome fijamente a los ojos… me daba escalofríos que me observara así, se acercó a mí de manera discreta, y me susurro al oído, provocando un poco de tensión en el ambiente – quiero que te quedes después de clases para hablar de esta distracción ¿Esta claro? – asentí con las mejilla ardiéndome por la vergüenza de la incómoda situación.

La clase transcurrió normal después de eso… aunque no tanto para mí, no podía evitar sentirme nerviosa, tendría que quedarme con el profesor a solas y obviamente se daría cuenta de mi perdida de voz… y me pediría explicaciones, definitivamente le mentiría… no me tacharía de psicópata con alguien más… no señor. La clase dio inicio y yo comencé  a pintar en el lienzo con pulso firme, y las líneas comenzaron a tomar forma… dando lugar a una figura, una figura que deseaba que mostrara mi yo interno… y eso conseguí, mostraba incomprensión, sentimientos represados, pasión, timidez, vergüenza, locura, miedo, temor y tristeza… era el cuadro perfecto de un bosque, pero éste se encontraba en una tarde obscura con árboles desintegrándose desde la raíz… apenas y salen unos leves destellos del escaso sol por la copa de los árboles… en el medio de todo este lúgubre escenario se encuentra una mujer elevada en el aire… mirando el cielo que está siendo tapado por las hojas de la copa de los arboles… su mirada es vacía, no presenta ninguna clase de expresión o emoción, su cuerpo desnudo se encuentra golpeado y maltratado… hay heridas en su cuerpo que sangran, y que cuando caen contaminan el bosque… volviéndose un sedimento seco y negro cuando tiene contacto con alguna cosa… debajo de ella, se expande un agujero negro en donde se encuentra una criatura de piel podrida y gris, tiene una sonrisa ancha, siniestra y burlona, unos ojos completamente rojos y unas uñas largas y puntiagudas capaces de traspasar cualquier cosa… alza su brazo para tratar de alcanzar a la mujer que está en el aire,  sus largas uñas están a un centímetro de alcanzarla… a lo lejos del bosque se encuentra una figura borrosa… esbelta, de apariencia resplandeciente y de hermoso semblante, porta una espada en su mano, y se dirige en dirección a la criatura de muerte.

Estaba satisfecha con mi obra de arte, representaba de manera precisa lo que sentía, incluso podría decir que plasme mi corazón allí, era una manera artística de mostrar mi mundo interno. Estaba tan anonadada con mi arte, que no me fije que todos mis compañeros estaban detrás de mí ojeando lo que había hecho… hasta que mi profesor me saco de mi discusión mental.

- Alice… ¿Podrías explicarnos qué significa lo que pintaste? – fue entonces donde me di cuenta que todos me observaban a mí y a mi dibujo con caras intrigadas, abrí los ojos avergonzada y nerviosa, ya que me di cuenta que no solo todos habían visto una parte de mí en ese lienzo, sino que también el profesor me estaba pidiendo que hablara… estoy frita – Alice ¿Te  encuentras bien? – el profesor denotaba preocupación en el rostro, confundida no tuve de otra que salir de allí, me levante bruscamente de la silla y sin dar explicaciones, me fui a paso rápido del salón de clases… con el profesor Mason llamándome desde atrás, que situación más humillante.

Regrese a casa después de eso, no quería más situaciones incomodas y comprometedoras, y lo peor de todo aquello es que al final termine dejando en el salón mi hermoso trabajo… BRILLANTE ALICE… la próxima vez dibuja un simple circulo y ya.

Camine agobiada hasta mi habitación, tome mi teléfono y los auriculares, me encamine a paso lento hacia mi cama y me lance sin rodeos, me acurruque con las sabanas y encendí la música del celular, una vez la primera melodía empezó a tocar mis tímpanos, mi mente sucumbió a otro mundo alejado de la realidad… todo se hizo negro para mí y me quede dormida.

De repente me desperté y comencé a abrir mis ojos despacio, ya no cargaba los audífonos puestos, de seguro que moviéndome dormida se me salieron, pero… entonces ¿Qué fue lo que me despertó? Espere unos segundos en silencio y al rato escuche una voz cansada y baja pronunciar mi nombre, Salí disparada de la cama y baje las escaleras para ver de quien se trataba… pegue dos golpecitos a la puerta y pude escuchar su voz en respuesta dejándome congelada.

- Alice ¿Estás allí? – mi corazón se desboco fuera de su lugar, demonios… aun no lo veía frente a frente y solo por la voz ya me ponía nerviosa ¿Qué debía hacer? ¿lo dejaba allí afuera hasta que se fuera? o ¿le permitía pasar? A todas estas ¿Qué hacía aquí? – por favor Alice… déjame pasar – me dolía dejarlo así, y a pesar de lo molesta y decepcionada que estaba con él, abrí la puerta despacio y me asome para verlo, éste me miraba de manera fija sin titubeos, le respondí con la misma mirada hasta que me canse y lo deje pasar, entro elegantemente en la sala de estar y se sentó en el sofá, me miro como diciéndome “¿te vas a quedar ahí parada o te vas a sentar?” vacilante cerré la puerta y me dirigí al asiento que daba enfrente del sofá… pasaron unos cuantos minutos incomodos en silencio entre Liam y yo… hasta que no soporte más la estúpida escena, me levante para ir a la cocina a comer algo, me estaba dando hambre… lo vi formulando alguna cosa que decir… pero al final no dijo nada, bien, sigamos jugando este juego del silencio… agarre unas galletas, dos vasos y los llene de leche… lo puse en la mesita que estaba entre nosotros y me senté agarrando lo que me correspondía… si agarraba o no, ya era su problema.

- Alice… escucha… lo que dije esta mañana no fue lo que quise decir… lo exprese mal… - lo miraba interrogante, no le creía en lo absoluto… no me iba a creer ese cuento chino de que ahora si me creía – sé que debes estar insultándome mentalmente en este momento, pero debes tratar de comprender… yo, al leerlo, me di cuenta de que aquel “Chace” del que hablaste en la carta era el mismo con el que vi que hablabas en aquel muelle…  - vaya… a este no se le olvida nada – y tenia deseos de haber estado contigo en ese momento para protegerte… sentí impotencia ¿sabes? – Me miraba con ojos sinceros – me dio pena saber lo mal que lo has estado pasando todo este tiempo… y sé que eso no me incumbe pero... me… importas, ese es el problema, no quería decirte eso porque entendía que en este momento no quieres pensar en mi como un amigo o algo más, puesto que no sabes en quien confiar y quien podría querer apuñalarte por la espalda – mi ojos estaban abiertos de par en par, ¿Él… había… pensado así todo este tiempo? – Quisiera que pudieras confiar en mí… y me dejaras abrir esa coraza que tienes – me dedico una mirada de ruego y me sonreía de lado – por favor… eso es lo que deseo desde que te vi sola en aquel muelle – Estupefacta por toda aquella confesión, me quede en silencio unos segundos, me concentre en cada una de sus palabras que se me olvido por completo había perdido la voz, pero quise hablar y dar una respuesta a esa confesión… algo sorprendente sucedió.

- quiero que lo hagas... Liam – le dedique una sonrisa cálida, este solo me observaba con los ojos como platos… no fue entonces que me di cuenta sino un minuto después de pensar bien las cosas – p- pude-e ha-blar - ¡¡¡¡¿PUEDO HABLAR?!!!! ¡¡¡¡REGRESO MI VOZ!!!! – Liam… puedo… hablar –

¡¡¡¡¡HOLAAAAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡¡¡NUEVO CAPI!!!!! DISFRUTENLO!!! XD ¡¡PORFA VOTEN Y COMENTEN!! ¡¡VOTEN Y COMENTEN!!

SALUDOS DESDE VENEZUELA!! <3