CAPITULO XII
Pude oír a Chace bufar al pronunciar su nombre… ¿Por qué rayos le tenía tanta rabia? La verdad es que no lo sé, y tampoco creo que me importe un comino… es un desgraciado que no se merece ni la más mínima muestra de sentimientos o emociones de mi parte… ¡se ganó que lo aborrezca!
- Alice – me miraba con mirada fría y otra cosa que no podía entender – tú eres mía entiéndelo – reí de forma descarada ¿Era en serio? ¿Se atrevía a decir que era suya? Debía estar bromeando, era un enfermo obsesivo.
- cállate – dije con repudio contenido – no te atrevas a decir estupideces – mire hacia abajo con las esperanzas por el suelo, sabía que nadie podría sacarme de aquí. Liam… esa persona era la única que me mantenía de pie… aunque no se por cuánto tiempo resistiría, sé que eso no será suficiente, pero daré todo para soportar.
- desagradecida – me miraba con rencor, ¿desagradecida yo? Puf, si claro – te brinde mi apoyo, y tú me olvidas como a papel tualet recién usado, ¿es que acaso te olvidaste de todas esas lagrimas que yo tuve que recoger? ¿Qué yo era la persona que te animaba cuando tus compañeros de secundaria te pisoteaban con sus comentarios? ¿O que yo era quien te acompañaba todas esas tardes sola y triste?... deberías de estar contenta de que te tome en cuenta, ¡soy lo único que tienes en este podrido mundo! Soportar mis torturas como agradecimiento de mi amabilidad –
- ¿Por qué no te callas de una maldita vez? – normalmente no me gustaba decir malas palabras nunca… ni aunque estuviera demasiado molesta, pero esto ya era rebasarse – eres un imbécil, te atreves a decir todo eso… fui yo quien decidió traerte aquí y permitirte ser el que me acompañara todas las tardes solitarias, el que secara mis lágrimas, el que fuera testigo de todo mi dolor ante las palabras crueles de todas las personas que me rodeaban… te permití ser el único acompañante que tuviera en mi estúpida vida, ¿y te atreves siquiera a decir toda esa basura? Puff… mejor metete un calcetín en la boca y termina con lo que tengas que hacer conmigo – le escupí con acidez.
Su risa penetro todas mis vías auditivas, lo que me hizo estremecer ¿Qué se proponía ahora? – eres increíble, aún a punto de padecer de la peor manera, sigues siendo fuerte… me impresionas – me miraba con satisfacción – sin embargo por tu lengua tan afilada vas a sufrir todavía más – esta vez me observo con severidad.
Sentí que todo bajo mis pies empezó a calentarse de manera insoportable…hasta gritar hasta que se me rompieran mis cuerdas vocales, su risa ronca se paseaba por todo el lugar en el que me encontraba volviendo el momento más insufrible. Todo eso se detuvo, y cuando apenas pude respirar, caí de forma instantánea en el duro suelo, pero esperen… yo soy Alice Collins, eso no iba a ser lo único que tuviera que soportar. Al momento el suelo que palpaba mi rostro empezó a volverse acuoso y yo comencé a hundirme lentamente, pero mi cuerpo no reaccionaba por el dolor ocasionado por mis destruidos y maltratados pies… quede en la profundidad del agua repentina en el que ahora Chace me había sometido. El aire se escapaba rápidamente de mis pulmones y la presión del agua me oprimía horriblemente hasta asfixiarme, ¿era esto lo que me tocaba vivir? yo siempre había sido buena, eran los demás los que me atormentaban y se mofaban de mí… ¿Dónde estaba la justicia del karma? Creo que se fue por el retrete, junto con mis últimos alientos de vida… sabía que estaba a punto de entregar mi alma a las alturas… el agua entro a mi organismo hasta matarlo del dolor, mis lágrimas simplemente se confundían con el agua. Cerré mis ojos dándome por vencida, entregándome a la espesa oscuridad.
Toda el agua que me rodeaba desapareció en un segundo, dejándome con una conciencia limitada, abrí mis ojos con un horrible pesar, y lo que me encontré no fue nada grato para mí, frente a mí se hallaba un Chace con mirada como poseído por el dios de la locura ¿eso existía? No lo sé… pero los locos debían convertirse a algo ¿o no? Y aquí estaba su divinidad enferma.
- no morirás tan pronto Alice – lo miraba con mirada vacía – falta más – su risa cínica esta vez no me afecto… solo deseaba morir, eso era lo que me gritaba todo mi ser… ser despojado de este mundo.
Miles de puyas afiladas de pronto comenzaron a penetrar hasta lo más profundo de mí, mi rostro sin vida estaba pasmado del dolor indescriptible… esas puyas salían y volvían a clavarse en mi devastado cuerpo… yo ya no tenía forma de sentir algún dolor en mí, estaba completamente destruida por dentro. Me desplome en suelo solido sin tener más fuerzas para luchar…
- Aliceee – canturreo Chace… como lo odiaba – ¿ya te cansaste? Esperaba que resistieras más… vamos… aguanta que todavía no viene lo más divertido jejeje – su escueta risa me asqueaba.
- púdrete – solté con desdén.
- bueno, si esta es tu respuesta – ensancho su sonrisa de malicia – divirtámonos más –
Cientos de Chace me rodearon instantáneamente… acercándose peligrosamente, trague saliva a grande cantidades sin ya no saber qué hacer… y vi en cámara lenta como todos ellos me golpeaban en todas partes hasta magullarme y gritar por clemencia… oía risas por todas partes, y yo perdía todos mis sentidos… ya no sentía, No veía, no oía, no olfateaba, no degustaba… ni siquiera sangre… no soltaba lágrimas. Gemidos desgarradores se desprendían de mis labios produciendo más satisfacción en él.
****************
Zumbidos en todas partes era lo único que podía palpar en mí, ¿cuánto tiempo estuvo golpeándome? Perdí todo el tiempo… ¿abre durado minutos? ¿Días? ¿Meses? No tenía ni idea… Me había quedado por tanto tiempo mirando la negrura que me cubría en toda mi vida… la única persona que había estado conmigo me traiciono y resulto ser el causante de mis peores dolores y pesadillas…
¿Por… qué… Y-yo? – solloce silenciosamente.
Escuche pasos a lo lejos acercándose… pero los sentía más como vibraciones… había perdido mucha capacidad auditiva y otros sentidos… me habían arrebatado todo.
- Alice… ¿sigues allí? – No respondí –umm… voy a disfrutar mucho esto, deje lo mejor para el final- lo vi acercarse lentamente… segundos que me torturaban… ¿más? ¿Qué más quería de mí?... NO…eso no por favor… ¡todo menos eso!
- No – musite sollozante… a lo que Chace le produjo más gracia.
- O sí. Eso si – sonreía con lujuria.
“Noooo” gemía para mis adentros… “que alguien me ayude… sálvenme”. Fue la primera vez que rogaba por misericordia… pero sabía que nadie podría ayudarme, ni siquiera Liam.
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!! ACTUALICE!! perdonen que tardara!! las tareas me estan consumiendo TT^TT aqui les dejo un capi! espero que lo disfruten!!
saludos desde venezuela!! <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro