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Capitulo 16

Aylismar

Estoy pálida, estática en mi lugar sin saber que decir o cómo actuar, no doy crédito a lo que ven mis ojos y estoy segura que puedo desmayarme en cualquier momento.

-Así qué, tu eres la amiga de mi hermana ¿no?- pregunta en cuanto me ve.

-Si.. si – titubeo. – la misma.

-Es un placer conocerte… - hace una pausa y agrega -. Al fin.

Me tiende su mano y con el nerviosismo al mil por ciento se la acepto, mis manos me sudan y temo que se de cuenta de que estoy muerta del miedo, bueno… quizás estoy exagerando un poco.

-El placer es mío, me llamo Aylismar. – no debí decir mi nombre pero debía corresponder a su presentación ¿no?, Dejarlo así sin presentarme como se debe es de mala educación.

-Yo soy Gael.- me dice su nombre.

La seguridad con la que me mira, me tiene atrapada en sus enigmáticos ojos color verde. Me pregunto sí se acordará de mi, aunque como está aquí de todos modos ¿acaso no se ahogó?

Yo vi como se hundía, lo vi todo no entiendo porque está aquí y vivo. Sé que es él porque esos ojos han torturado algunas de mis noches.

-Hermanito, Aylis quería un poco de pan de mantequilla le podemos dar verdad? -. Dejo de prestarle atención a él y me fijo en lo que su hermana ha dicho, Dios es vergonzoso. ¿En qué estaba pensando cuando decidí venir con ella?

En los panes simplemente en eso. Me recuerda mi conciencia.

-No, eso no es verdad. – me apresuro a decir -. Sólo acompañaba a Emmie, estoy de paso.

-Eso no fue lo que me dijiste. – dice modo pensativa, alguien que la calle por favor.

-Cállate – la codeo. – eso no es verdad. – repito -. Bueno, yo ya me voy.

-Te vas tan rápido. -. Pregunta él. -. Podemos acompañarte.

-Si, me voy y no creo que puedan hacerlo verás, voy a la playa luego te veo Emmie. – me despido y trato de alejarme, pero su mano en mi brazo me detiene, giro mi rostro encontrándome con su mirada.

He dicho ya, que tiene unos ojos que te atrapan, sí llegará a resultar ser el mismo que hace unos años conocí,  acaso es posible que me reconociera. Una parte de mi espera estar equivocada.

-Ten, espero y lo disfrutes. – espera ¿qué? Me tiende un pan y mi mano toca la suya cuando decido agarrarlo, siento una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo.

-Gracias.

Es lo último que digo antes de marcharme, por Dios ¿Qué fue eso?, ahora más que nunca tengo que hablar con Luke.
Llegó a la playa, colocó mis cosas en una de las rocas más grandes y empiezo a desvestirme. Me aplicó el protector solar en todas las partes de mi pequeño y esquelético cuerpo, excepto en la espalda porque se me hace difícil y no llego.

-¡Aylis!

Escucho un grito y a lo lejos logro ver una melena pelirroja corriendo hacia mí dirección.

-Emmie, ¿Qué haces aquí? -. Pregunto al tenerla cerca.

-Pues he venido a darme un chapuzón, mi hermano  estuvo de acuerdo pese que no tengo traje de baño. – explica, y en mi mente sólo quedó la palabra “hermano”, esto no puede ser.

¡Por qué me odias tanto vida! – exclamo para mis adentros.

-Entiendo, - me esfuerzo en darle una sonrisa-. Estaba aplicando me el protector pero no llego a mi espalda, ten lo puedes usar si quieres. – se lo entrego y me bajo de las piedras para dirigirme al mar.

-Ese es un lindo traje de baño. – dicen a mí espalda, no hace falta que me volteé para saber de qué se trata de él.

-Gracias. – es lo único que me atrevo a decir, su hermana se le acerca creo que le está hablando o pidiendo algo no estoy segura. No he entrado al agua porque estoy esperando a que se me sequé un poco el protector.

-Aylis puedes venir, por favor. – pide Emmie, me le acerco -. Verás ya que no pudiste echarte protector estoy segura que mi hermano te puede ayudar con eso verdad Gael. – veo como se le queda mirando, tiene la misma mirada que a veces utilizaba mi madre para obligarme hacer algo que no quería.

-Sí. – corrobora lo que dice su hermana.

-No hace falta, de verdad estoy bien así. – aseguro.

-Claro que sí, no tengas miedo él es un caballero bueno los dejo. – Dice y se adentra en el agua antes de que pueda decir algo.

-Si no quieres no lo hagas. – sentir tus manos en mi piel desnuda estoy segura que no quiero, pero tampoco quiero que se me note mucho que fui a la playa.

No quiero escuchar dos largas horas de porque no debo ir a la playa, para ser más exactas no quiero escuchar los regaños de mi madre. Por lo que aceptó la propuesta pero esta me las vas a pagar Emmie Mary del Carmen, sé que no se llama así pero da igual.

-Esta bien, voy a confiar en ti. -. Me coloco al frente de él para que proceda aplicarme el protector.

Mala idea.

Muy mala idea.

Malísima idea.

Siento sus manos esparciendo el producto en mi piel, y un cosquilleo eléctrico me recorre todo el cuerpo, puede algo tan simple darnos placer, yo creo que sí.

Cierro los ojos por un momento disfrutando del momento, cuando los abro logro ver la sonrisa de Emmie sobre nosotros, sobre mí.

Que horror, pero que me pasa. Por dios que estoy en un lugar público.

-Puedo hacerte perder la cabeza de otras maneras Aylismar. – dice en la puerta de mi oreja y me alejó inmediatamente.

-¿Qué?. – el no ha dicho eso, no lo dijo o sí.

-Ya me has escuchado. – Tiene una maliciosa sonrisa en su rostro, recorre mi cuerpo con su mirada, me siento desnuda ante ese análisis. Trago grueso, me dirijo al mar si de algo estoy segura es que no quiero estar cerca de este chico.

El agua me recibe como si fuera un manto suave, nado lejos justo en donde el agua llega a mi cuello, me sumerjo dentro de ella y créame que me siento en paz. Nado un rato más sumergida, es más toco incluso la arena con mis manos, logro medio abrir los ojos y ver cómo se disuelve. Y hubiera seguido disfrutando más de aquella paz si una brazos no me hubiesen jalado hacia la superficie.

Doy una fuerte exhalación al recibir de nuevo el aire fresco.

- ¿Estás bien?. – me pregunta Gael, logro reconocerlo pese que estoy un poco desorientada.

- Si, lo estaba de echo siempre lo estoy, dime ¿acaso una ya no puede nadar a pleno gusto aquí? – pregunto molesta. – no tenías ningún derecho en sacarme del agua. – gruño.

- Pensé que algo te pasaba, Emmie te gritaba y tú no respondiste. -. Dice modo apenado.

-. No recuerdo haber escuchado su grito, pero de igual manera no tenías derecho. – me cruzo de brazos.

- Pues lo hizo, además quién puede durar tanto tiempo bajo del agua – indica – nadie puede hacerlo.

-. Te equivocas, yo puedo hacerlo. – le reto. -. Y puedo durar mucho tiempo, eso no indica que me esté ahogando o que, necesito de su ayuda. No vuelvas a privarme de estar bajo el mar Gael. – espeto molesta.

- Mis disculpas sirenita, no era mi intención ahora anda, puedes volver a tu lecho marino. – dice, me permito observar lo y noto que está completamente metido con su ropa, la cual se le pega a su cuerpo, vale sólo diré que tiene un buen cuerpo.

Karen siempre dice que puedes verlo todo más no tocarlo, creo que hoy seguiré su consejo.

- No me llames así, no tenemos la suficiente confianza para que vengas a ponerme apodos.

- No necesito de tu permiso para llamarte como a mí se me de la regalada gana. – se acerca más a mi, quiero retroceder pero su mano en mi cintura me lo impide. – Así como tampoco lo necesito para hacer lo que tengo pensado hacer. – dice y se acerca mucho más a mí, su respiración se mezcla con la mía. Y sé, que debo alejarme pero no puedo, se acerca más y solo falta un leve impulso de alguno de los dos para que nuestros labios se unan, cierro mi ojos en espera de algo que nunca llega.

Su risa es la que escucho y lo empujo llena de coraje.

- ¡Imbécil! – le insulto.

Que vergüenza, como pude dejar que se acercara tanto. Se supone que hice un juramento para impedir esto.

En realidad tu juramento fue para que tú corazón no volviera a enamorarse, no para impedir que alguien te besara.

Oh, gracias conciencia, fue de muy grata ayuda tu aclaración.

Peleo con mi conciencia. Es que la palabra estúpida debería estar grabada en mi frente.

Después de lo sucedido, nade hacia otro punto de la playa pero decidí salirme al recordar que él se encontraba mojado de pies a cabeza. Al salir le encuentro sentado sobre una roca, me regala una sonrisa coqueta en cuanto me acerco a él.

-Lamento que te hayas mojado tanto por mí culpa. Y.. - me interrumpe.

-Shss, no digas nada fue mi error. – dice, con otra sonrisa en el rostro. Y tiene razón yo no lo mandé a ir a buscarme y menos que se metiera con toda esa ropa en la playa.

-Bueno, si es como tú dices un error tuyo, por lo menos déjame ayudarte para que tu ropa se seque.

-No me voy a poner tu vestido. – aclara lo que me hace soltar una risita nerviosa, que después se convierte en un más escandalosa al imaginarlo usando uno de mis vestidos. – Anda, ríete todo lo que quieras.

-Tranquilo. – doy unas cuantas exhalaciones para dejar atrás la risa. – No se trata de eso, espera un segundo vale.

Voy hacia donde están mis cosas, saco mi toalla y una bolsa de Doritos para luego irme de vuelta a donde se encuentra él.

-Mira, toma quítate la ropa y te cubres con esta toalla mientras se te seca. - le explicó mientras le entrego la toalla.

-Sé que te gustaría verme sin ropa, pero fuiste tú la que dijo que no teníamos la confianza suficiente para ese tipo de acercamientos. – expone y quiero golpearlo por lo que ha dicho.

-Mira imbécil yo… - se empieza a reír en mi cara.

-Era broma. - se burla de mi. Pero que pesado.

-No me hace gracia.

-Hubieras visto tu cara. – continúa riéndose.

-¿Cuánto tienes seis? – espeto.

-No, tengo la edad suficiente para hacerte suplicar cuando estés bajo de mí. – ok, esto se está hiendo por otro lado.

-Pss, no me hagas reír, sigue creyendo que me tendrás. – le digo segura de mi misma pues nadie me hará cambiar de opinión.

-Apostamos.- soy malísima en las apuestas, no voy a apostar nada y mucho menos con él.

-No, yo no soy de apostar. Ahora me daré vuelta y espero a que me des la señal cuando ya hayas acabado.

-Vale.

Me volteó, y me quedo viendo el mar, Emmie se encuentra nadando de un lado para el otro en la libertad que el agua le ofrece.

Siento sus brazos rodearme y su aliento sobre mi oreja cuando me dice algo en lo que estoy realmente de acuerdo.

-Es una hermosa vista no te parece.

Hola mis amores.

¿Que les pareció el capítulo?

¿Que opinan de este nuevo personaje?

Los estaré leyendo.

Besos y abrazos se despide Esmeralda.

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