Capitulo 13
No tarde mucho en estar lista, hoy iba vestida para darme un chapuzón, mi atuendo consistía en un traje de baño completo negro, me había colocado un vestido color salmón y mis sandalias blancas. Llevaba mi cabello suelto, sé que era tarde pero no importaba, porque si Axel me acompañaba mi madre no me reñiría, o por lo menos no demasiado.
- Estoy lista, ya podemos irnos Axel.- comenté a mi mejor amigo que estaba teniendo una buena plática con mi madre.
- Bien -dijo este-. Señora yo se la cuido, no se preocupe.
- Adiós mami, trataré de no volver tan tarde.
- Siempre dices los mismo Aylis pero nunca lo cumples. - abandonó la casa tras sus palabras, no puedo replicar a eso ella tiene todo la razón.
Juntos empezamos a caminar hacia la playa, suponía que eran cerca de las cuatro de la tarde, pero poco me importaba la hora al momento de volver a mi lugar seguro.
Al llegar fui recibida por la brisa marina, tan salada y reconfortante, creo que sólo aquellas personas que se encuentran tan rotas como yo entenderán lo que significa la brisa marina para nosotras.
Me quito el vestido y las sandalias, se las doy a Axel.
- No me digas que me trajiste de mochilero. - expresa disgustado.
- No, te traje para que seas mi guardaespaldas. - sonrío. - me voy a bañar.
Corrí hasta el agua, estaba fría obviamente, porque el sol pronto se iría y llegaría la noche.
Me sumergí profundamente entre las olas del mar, hace muchos años existió en nuestro pueblo una leyenda sobre una sirena que se hacía pasar por humana y traía a los hombres hasta el mar, los ahogaba y luego se los comía, si, no es una historia bonita.
Nadie sabía porque la sirena hacía tal atrocidad, otros cuentan que su esposo la engaño y por eso ella se vengaba de esos hombres.
Esta playa en la que estoy sumergida lleva el nombre de "Playa de Sangre" por ese motivo, es una de la más visitadas a nivel turístico en el día está llena de gente pero se vacía al llegar la tarde.
A mí la verdad, poco me importa esos cuentos, son solo leyendas inventadas para infligir temor a los niños, he de mencionar que yo era una niña cuando la escuché mis padres crían que con esas historias dejaría de visitar estas y las otras playas del pueblo pero no, no pasó, mi fascinación por el mar no tiene fin.
Vuelvo a la superficie, desde donde me encuentro logro observar a mi amigo que está sentado en la arena. El sol ya casi no se nota, solo se logran ver sus últimos rayos de luz, esos que son de varios colores.
Salgo del agua para ir con mi amigo.
- Pareces un pez - me dice en cuanto me he acercado lo suficiente.
- Tal vez lo sea - le guiño un ojo y me siento a su lado. - Haber necesito saber cuáles son tus planes con mi hermana. - pregunto, necesito saber qué es lo que en verdad se trae con ella, puede que Iris sea más grande que yo pero eso no significa que deje de cuidarla sobretodo en aspectos como estos.
- Mis planes son quererla, amarla, besarla y hacerla sentir especial entre mis brazos.
Awww, que romántico y cursi.
- Wow, no sabía que podías llegar a ser tan romántico. - me burlo.
- Te llamo mi luz de mar y crees que no soy romántico, me ofendes Aylis.
Ruedo los ojos.
- Bueno, tal vez si seas un poco romántico. - le apoyo.
- Escucha hace cinco años cometí el gran error de alejarme de ella e irme a Canadá, sé que no puedo cambiar el pasado ni dar marcha atrás, tampoco quiero hacerlo lo único que deseo en estos momentos es demostrarle a Iris que a pesar de todo lo que ha pasado la sigo amando, ¿sabes?, ella es la única a la cual he amado de esta manera tan profunda.
<< Es que todo de ella me enamora, sus lindos y bondadoso ojos castaños, su radiante sonrisa, ese pequeño lunar que tiene en el cuello y que seguramente nadie nota, sus manos pequeñas que al entrelazarse con las mías se ajustan perfectamente, y ese carácter mandona, cuando se pone mandona me gusta mucho más...
- Es hermoso que hables así de mi hermana, sé que eres un buen chico quizás un poco mejor que Vladimir, y es que vamos ¿qué doctor se enamora de su paciente? Me parece muy poco profesional, pero al ver que mi hermana era feliz debía aceptarlo, todos lo amaban incluso Luke. Sin embargo, voy ayudarte a que la enamores o si ella ya está enamorada, haré lo posible para que se vaya contigo sólo tengo una condición.
- La que tú quieras.
- No le rompas el corazón. - digo, ese es uno de los peores sentimientos que puede haber y es tan difícil enfrentarlo.
- Jamás haría algo como eso, créeme. - todos dicen eso y al final terminan haciéndolo.
- Bien, voy a suponer que te creó.
- Me ofendes Aylis. - dice, puede que en verdad esté ofendido pero me vale.
- Me vale Axel, todos los hombres mienten y tu eres hombres igual entras en el paquete, puede que tú no seas igual que ellos porque te conozco pero por si las moscas.
- Si me conocieras no dudarías de mí. - expone, se nota que está enfadado.
- Si te conozco, pero en estas cuestiones todo puede convertirse en nada en solo segundos.
- Está bien, dejémoslo así. - dice finalmente, se hace un silencio ambos observamos el mar que está en frente de nosotros.
Es tan relajante estar sentada frente al mar, sentir el viento soplar sobre tí, sin duda es lo mejor que existe.
- Quiero llevarla al Waraira Repano, ya tengo los boletos solo me falta el sí acepto. - dice, su última frase me hace soltar una sonora carcajada. - No te burles Aylis.
- Lo siento, pero eso fue gracioso - me mira feo, pero se rié después y yo me le uno-. Vale, vale pongámonos serios. - cosa que no sucede porque ambos explotamos a carcajadas al mirar nos, me duele el estomago de lo mucho que me he reído.
- Ponte seria Aylismar. - dice riéndose y me empuja suavemente.
- Ponte serio Axel - le contesto, pero seguimos burlándonos uno del otro, nuestra crisis de risa parece acabar cuando tomamos aire por varios segundos. - Bien. -digo -. No creo que ella acepte ir contigo para Venezuela pero tranquilo, hare lo que pueda para convencerla.
- Te lo agradezco.
- No es nada. - sonrío -. Solo quiero lo mejor para ustedes.
El me abraza mientras vemos el atardecer, hace frío pero no quiero irme, no todavía.
Todo lo que puedo ver y escuchar son las olas del mar, como dije esté es mi lugar seguro. Mañana tengo que llamar a mi hermano, necesito saber ¿qué ha pasado?, y si todo está bien, como desearía que las cosas hubiesen sido diferentes pero en aquel entonces yo aún era una niña.
Al pensarlo un poco no se justifica, no puedo basarme en que yo era una niña para huir de mis errores, debí asumir lo que pasó aquel día pero fui tan, pero tan cobarde que lo menos que hice fue eso, mis padres ni siquiera lo saben uno de mis más grandes temores es que se descubra lo que pasó aquel verano.
Me levanto, sacudo mi trasero para ir nuevamente hasta el mar.
- Espera loca a dónde vas - grita mi amigo.
- A bañarme por supuesto.
- Con este frío, te va a dar hipotermia. - grita pero yo ya estoy entrando al agua -. ¡Aylismar!
Ignoro su gritería de niña, si puede que el agua esté fría pero no me a dar hipotermia Axel es un exagerado. Me sumerjo, olvidando por un momento mis problemas, sólo me concentro en nadar y disfrutar el mar.
No sé con lo que me topare al salir de aquí, no hablo de mis padres o de Axel sino de ese asunto que no he tenido tiempo para pensar porque estaba muy ocupada lamentándome por lo que me hizo Luis, es por eso que no he llamado a mi hermano. Desearía ser un pez o una estrella y vivir por siempre en el mar.
Subo nuevamente a la superficie, nado por un rato hasta que los gritos de Axel diciéndome que ya deberíamos volver me cansan e impiden disfrutar de mi tranquilidad, es por eso que prefiero venir sola, así como dice el dicho "mejor estar sola que mal acompañada".
Salgo del agua marina.
- No te vuelvo a traer Axel, odió que me grites no dejas que me relaje. - estoy enojada, odio cuando me gritan para alejarme del mar, mi madre es igual.
Ruedo internamente los ojos.
- Es tarde Aylis, lamento si te moleste pero debemos volver, por dios que no eres un pez.
- Per diis qui ni iris in piz - le remedo y saco mi lengua de manera infantil. - Pásame mi vestido por favor. - le pido, me lo coloco a penas me lo pasa al igual que mis sandalias.
- ¿Ya podemos irnos? - pregunta.
- Si, ya podemos irnos. - le confirmo. Y salimos en dirección a mi casa.
Hola mis amores.
¿Qué les pareció el capítulo?
Voten y comenten, me gustaría saber si la historia está siendo de su agrado.
Besos
Se despide Esmeralda.
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