Capitulo 30
Después de un rato, Ana, Esmeralda y Dylan estaban sentados comiendo los postres que recién acababan de hacer.
-Prácticamente estando aqui, me estoy dando una idea de cuanto dinero tienen-comento de repente Ana.
-Bueno, aunque la verdad es que casi no lo gastamos Ana-dijo Dylan con una sonrisa que se fue tornando triste- Supongo que estas enterada de que... regalamos parte de nuestro dinero.
Ante esto, Ana asintió mientras tomaba un cupcake, quería hacerles demasiadas preguntas pero se limitaría por que sabía que era un tema delicado para ellos.
-Y díganme algo, ¿A cuantas personas les brindaron ese apoyo?
-No tenemos una cifra exacta-respondió Esmeralda desviando la mirada, cada una de esas ayudas significan la perdida de una persona.
Dylan agacho la mirada y soltó un suspiro.
-Generalmente le damos el apoyo a las personas que pierden a algún familiar en algunas de nuestras masacres-añadió el ojiverde un tanto avergonzado.
Ana los observaba con una sonrisa materna, sin duda se notaba la culpa que tenían por lo que hicieron en un pasado... y eso lo admiraba de unos jóvenes que sufrieron desde muy corta edad.
-¿Por qué se avergüenzan al hablar de ello?-cuestiono Ana llamando la atención de Dylan y Esmeralda- Quiero decir, aceptaron sus errores y tratan de remediarlos.
-Si pero... matabamos por vengarnos, para desquitarnos, para asimilar el dolor de la muerte de... Adrián... matamos a tanta gente inocente, una vida nunca se vuelve a recuperar-dijo Dylan con una mirada melancólica
-Pero tratan de cambiar eso, díganme ¿Cuántas personas salieron adelante por el apoyo que les dieron?
Dylan y Esmeralda se miraron e hicieron una pequeña sonrisa de lado, la voz tranquila y las palabras de Ana realmente eran reconfortantes... no negarían que les hacía recordar a sus padres...
-No tenemos una cifra-respondió Esmeralda.
-Pero me imagino que de ese apoyo lograron ayudar a esas personas a salir adelante.
-Si, supongo que estas en lo correcto-comento Dylan.
-¿Podrían darme un ejemplo?-pregunto Ana recargando sus codos en la mesa.
Esmeralda y Dylan se miraron, Ana si que sabia como sacarles una sonrisa recordandoles lo bueno de lo malo.
-Bueno, ¿conoce a los empresarios Kaosuke, Yoon, Giovanni, Abdel y Adara?-pregunto Dylan.
-Por supuesto, son empresarios reconocidos a nivel mundial por el gran éxito de sus empresas y admirados por el apoyo que brindan a los más necesitados-respondió Ana.
-A ellos les dimos el apoyo, pero al que le dimos primero el apoyo fue a Kaosuke... él perdió a su padre en una de nuestras masacres, nos odiaba a muerte, sin embargo decidimos investigar sobre él y resulto que, prácticamente, estaba a punto de llegar a la pobreza pues su padre trabajaba para sacarlo a él y a su familia adelante... Kaosuke vivia en una comunidad necesitada en Japon, iba a abandonar sus estudios para trabajar y así tener dinero para que su madre y sus hermanos tuvieran un plato de comida en la mesa diario y fue entonces que decidimos remediar lo que hicimos-comento Dylan.
Esmeralda se levanto y fue a la cocina, planeaba preparar el postre favorito de su mejor amigo y ahora que estaba distraído contando aquella historia, se le facilitaría darle la sorpresa.
-Llegamos a su hogar en la madrugada y decir que estaba enojado es poco, sus ojos nos veían con odio puro-añadió Esmeralda desde la cocina- Sus hermanos menores y su madre nos veían bastantes asustados y con lagrimas que caían por sus mejillas... tratamos de calmarlos y aunque no confiaban en nosotros decidieron dejar de un lado el miedo aunque Kaosuke aun nos quería matar. Les dimos la mochila en la que llevábamos el dinero, Kaosuke miro el dinero y fue cuando exploto diciéndonos en la cara que habíamos sido unos idiotas al esperar que con dinero comprariamos cada lagrima derramada y la vida que le arrebatamos a su padre, ahí nos dimos cuenta que las cosas serian más complicadas de lo que creíamos.
-En ese entonces aun nos veíamos muy amenazantes y por ello su madre nos veía con un notable temor al escuchar como nos hablo su hijo-dijo Dylan recargandose en la silla- Fue difícil hacer que aceptaran el dinero pero finalmente lo logramos... pero lo hicimos con una condición que ellos aceptaron.
Ana los miro con curiosidad ¿Una condición? Esperaba que solo les entregaran el dinero, es decir, ya les habían arrebatado a un ser querido...
-¿Qué condición?-pregunto Ana.
Dylan y Esmeralda tardaron en contestar hasta que el ojiverde soltó un suspiro y desvío la mirada mientras que Esmeralda seguía preparando el postre de su amigo.
-Primero, no es nada malo-respondió Dylan mirando a Ana- La condición era que el dinero lo usaran para un bien, Kaosuke debía terminar la escuela y sacar a su familia adelante con el trabajo que el desee y si llegaba a tener éxito debía ayudar a las demás personas sin que se creyeran superiores por el simple hecho de tener dinero.
Esperaba otra respuesta, pero realmente la sorprendieron así que Ana lo observo con asombro ¿Buscaban mejorar la vida de las demás personas? Eso es de admirar.
-Eso lo hicimos con la intención de que no... fueran por malos caminos... como nos paso a nosotros-añadió Esmeralda colocando los cupcakes en el horno.
-Así que, ustedes dan parte de su dinero a las personas que necesitan ayuda con la condición de que ¿sean mejores personas en un futuro?
Dylan asintió con una ligera sonrisa de lado, le hubiese encantado que el apoyo que ellos dan se los hubieran dado en un pasado.
-Pero también, estamos brindando nuestra ayuda en algunas comunidades necesitadas... a algunas personas les regalamos alguna casa e inclusive nos encargamos de los violadores, acosadores, rateros y otros mas que atormentan esas comunidades... por esas ayudas es que algunas comunidades no nos delatan y al contrario nos ayudan a escondernos cuando necesitamos ayuda-dijo Dylan con una sonrisa nerviosa.
Ana sonrió y soltó una ligera carcajada mientras negaba con la cabeza, eso explicaba bastantes cosas.
-Es por eso que no nos dicen donde están-menciono Ana con cierta gracia- Digo, apenas me entere que el joven Oliver los ayudaba... ¿Cómo lo apoyaron?
-Bueno, no es una historia muy feliz... a su hermana la violaron y nos encargamos del violador, también le dimos el dinero suficiente para que buscara un hogar para su familia y cuando termino sus estudios nos contacto para pedirnos ayuda para tener un hotel-respondió Dylan con una sonrisa melancólica, no podía olvidar el rostro de aquella mujer inocente que fue víctima de las necesidades enfermas de alguien, Ana pareció percatarse de ello y decidió cambiar el tema.
-Los empresarios ¿también les ayudan?
Dylan asintió para después dirigir su vista a el reloj que estaba colgado arriba de la puerta de la cocina.
-Bueno, me tengo que retirar antes de que Talon quiera venir a buscarme o que Gabriel y Jack lleguen-dijo levantándose mientras tomaba otra rebanada de brownie.
Ana se levanto y con una sonrisa materna lo abrazo, Dylan estaba algo aturdido pero después de unos segundos le correspondio, ese abrazo le recordó a sus padres y a Adrián, una lagrima cayó de su mejilla mientras disfrutaba la calidez del abrazo... era un abrazo maternal, ese que hace años necesitaba y que casi olvidaba como se sentía. Se separo con una sonrisa y Ana quito el pequeño rastro de agua que estaba en su mejilla.
-No importa lo que pase en Talon, sigue siendo tu-susurro Ana con una sonrisa.
Dylan asintió mientras le devolvía la sonrisa... ¿Quién diría que volvería a tener la oportunidad de sentir un abrazo tan cálido?
Esmeralda salió de la cocina con algunas manchas de harina y con una caja de carton para repostería, se acerco a Dylan y lo abrazo, no quería volver a separarse de él, quería estar más tiempo a su lado, pero sabía que no podrían...
-Te cuidas Limoncillo.
-Tu igual Cookie.
Se separaron del abrazo y finalmente le dio la caja.
-Más te vale que no te los acabes en una noche.
Al mirar lo que contenía la caja, Dylan asintió con una sonrisa, hace tiempo que tenía antojo de esos cupcakes. Se dio la vuelta para salir por la puerta de atrás la cual daba a la piscina y antes de abrirla volvió a verlas.
-Aun no se cuando sera nuestra ultima misión, pero yo te mandare mensaje para que se vayan preparando-comento sonriente y salió de la casa dejando a Ana y Esmeralda solas.
(...)
Habían pasado unos 10 minutos desde que Dylan se fue y Ana y Esmeralda estaban platicando para matar el tiempo. Afuera de la casa ya se encontraban Gabriel y Jack quienes miraban con cierto asombro ¿Enserio Esmeralda y su amigo vivían ahí?
-¿Estas seguro que aquí es la ubicación?-pregunto Morrison algo asombrado.
-Si-respondió Gabriel.
Se acercaron a la puerta de la gran mansión y algo dubitativos la tocaron.
-Si no es aquí, estaremos en problemas por que ni tu ni yo traemos las mascaras-comento Jack.
-Ya deja el drama-dijo el ex-mercenario cruzándose de brazos.
Después de unos segundos escucharon como comenzaban a abrir la puerta.
-Ya llegaron.-dijo Esmeralda con una sonrisa mientras abría la puerta invitándolos a entrar- Pasen.
Jack la miro para después asentir lentamente y por consiguiente entró pero a diferencia de él, Gabriel no demostraba ninguna expresión, sino que tenía una cara neutral, bastante seria y seguía afuera de la casa, metió la mano en la bolsa de su sudadera y saco un dardo.
-¿Qué esconden ustedes dos?-susurro para si mismo volviendo a guardar el dardo.
Después de unos segundos entro a la casa y la miraba un poco asombrado, se acerco a lo que, para él, sería la sala de estar y miro con detenimiento la lujosa casa ¿casa? Mejor dicho mansión moderna. Observo la gran ventana que daba a la piscina... ¿Gran ventana? Se supone que la ventana era la pared.
-Gabe ven hicimos postres-llamo Ana.
El ex-mercenario asintió y se acerco, se sento y tomo un brownie aunque estaba bastante intrigado y confuso.
-Wow Esmeralda, sabia que Dylan Cruz y tu tendrian dinero, pero no imagine que tendrían esta casa-comento Morrison
Esmeralda soltó una ligera risa y negó con la cabeza.
-Fueron años de trabajo Jack-dijo sonriente.
Gabriel la miraba con detenimiento pero desvío su mirada para ver aquella casa, tenía dudas pero decidió no decir nada o al menor guardarlas para después.
-Bueno Jack, Gabriel ¿Qué ocurrió?-pregunto Ana.
-Casi nada nuevo, solo que Zk y Crow atacaron otra vez-respondió el ex-mercenario.
-Bueno, seguramente deberán de haber noticias en la televisión-dijo Esmeralda levantándose y fue a la sala de estar, tomo el control y prendió la gran pantalla.
Jack fue con ella y se sentó a su lado pero cuando Ana estaba a punto de ir con ellos Gabriel la tomo del brazo.
-¿Qué sucede Gabe?-pregunto Ana.
-Tengo que hablar contigo-sentenció el ex-mercenario mirando de reojo a Esmeralda.
-De ser así hay que hablar haya afuera-dijo Ana al percatarse de la seriedad en su voz.
Gabriel asintió y salieron a la piscina, estando ahí Ana se cruzo de brazos mientras miraba como el ex-mercenario le daba la espalda y tenía su vista fija en algo que tenía en su mano.
-¿De qué quieres hablar Gabriel?-pregunto nuevamente Ana.
-Quiero que me digas ¡¿Qué carajo hacían tu y Esmeralda en la masacre de Zk y Crow?!-respondió algo exaltado el ex-mercenario.
-¿De qué hablas?-cuestiono Ana tratando de evadir la pregunta... ¿Cómo sabia eso?
Gabriel se giro para mirarla y en su mano estaba un dardo.
-En la masacre, estaba tu dardo y esta claro que tu y Esmeralda estaban en el lugar donde Zk ataco.
Ana lo observo por unos segundos y miro a Esmeralda quien estaba mirando la televisión al lado de Jack.
-Por que no se molestaron en decirnos que estaban presentes en la masacre-añadió Gabriel con el ceño fruncido y con los brazos cruzados, por el tono de su voz, daba la impresión de que se estaba conteniendo para no gritarle por lo molesto que estaba.
Ana soltó un suspiro, tenía que inventar alguna historia creíble y rápida.
-Bueno... cuando íbamos de regreso a la sede Zk y Crow atacaron, Esmeralda y yo nos escondimos, tratamos de comunicarnos pero no podíamos ya que Crow hackeo cualquier forma de comunicación, después algunos hombres se percataron de nosotras, nos defendimos y antes de que las cosas empeorarán Esmeralda me comento que tenía una casa lejos de esa zona y sin pensarlo 2 veces corrimos hasta aquí-respondió Ana- Y después no les dijimos nada por que Esmeralda y yo acordamos en no hacerlo.
-Se puede saber el por que-cuestiono Gabriel.
-Porque ya no nos dejarían salir... y quería entrenar a Esmeralda una ultima vez-contesto Ana- Y también por que sabia el como reaccionarias al saber que Esmeralda estuvo ahí.
Gabriel soltó un suspiro y cerro los ojos, comprendía eso, pero algo simplemente no cuadraba, una parte de él le decía que estaba mintiendo.
-Esta bien ya entiendo-dijo mientras se quedaba pensando un tiempo.
Miro nuevamente la mansión, sabia que Dylan y Esmeralda tenían dinero pero ¿Por qué tanto? No podía creer el hecho de que fue un ahorro de años pues Dylan era un famoso diseñador grafico, sus trabajos costaban arriba de los 10,000 pero aun así no seria suficiente para tener aquella mansión ya que el joven hace poco tiempo se graduó y comenzó a tener cierto reconocimiento por sus trabajos.
-Ahora... ¿En qué trabajan o en que están metidos Dylan y Esmeralda para tener dinero?
Ana lo observo algo perdida ¿Qué se supone que debía contestar? Gabriel era alguien que conocía muy bien los trabajos ilegales y sabía cuando alguien le mentía, era muy hábil y en cierto punto muy tenaz, descubriría cualquier cosa.
-Supongo que es por que Dylan es un reconocido diseñador grafico y sus trabajos son muy costosos, Adrián también les ayudaba y tal vez también por el dinero que ellos ganaban por sus postres-respondió Ana.
-No soy estupido, trabaje bastante tiempo con Talon y aunque se que Dylan y Esmeralda han tenido que trabajar a corta edad, no tendrían el dinero para tener esta casa.
Ana lo observo y se dio la vuelta, sabía que eso pasaría.
-Eso no me corresponde a mi decirlo-susurro Ana de una manera inaudible.
Antes de que Gabriel preguntara que fue lo que dijo, Ana entro a la casa y se sento al lado de Jack.
El ex-mercenario se quedo afuera y se sentó en uno de los escalones que estaban al lado de la piscina, algo simplemente no cuadraba. Al pasar un rato Esmeralda lo observo desde el marco de la puerta, paso saliva y se acerco a él con ciertos nervios.
-¿Qué sucede Gabriel?-pregunto la ojiazul atrás de él, después de que Ana le dijera sobre las sospechas que tenía su comandante.
-Nada-respondió un poco frio el ex-mercenario mirando el cielo estrellado en busca de respuestas.
Esmeralda se sentó a un lado de él y lo miro un tiempo, de cierta forma le dolió el tono en el que lo dijo.
-Se que algo te sucede-dijo en un susurro, tenía miedo de que descubriera que ella era Zk pero aún más miedo de que él quisiera alejarse de ella.
Se levanto y antes de que se alejara Gabriel la tomo de la mano y la jalo hacia él, haciendo que Esmeralda se sentara en su regazo lo que la hizo sonrojar.
La abrazo con algo de fuerza, ella se había vuelto una parte esencial en su vida... Esmeralda simplemente se dejaba abrazar y tenía su cabeza recargada en el pecho de Gabriel mientras olía su perfume. Después de unos minutos se miraron a los ojos y Gabriel fue acercando su rostro al de su recluta y recargo su frente con la de Esmeralda.
-Posiblemente te castigue otra semana sin entrenamiento-comento.
-¿Se puede saber el por que?-pregunto Esmeralda con una sonrisa mientras colocaba su mano en la mejilla de Gabriel.
-Porque entrenaste con ella y no conmigo-respondió el ex-mercenario recargando un poco su rostro en la mano de la ojiazul.
Esmeralda lo observo unos segundos, no cambiaría a ese hombre por nada del mundo. Gabriel la miro a los ojos aunque de un momento a otro su vista se perdió en sus labios, se acerco lentamente a estos y finalmente la beso.
Sus labios se entrelazaban suavemente, mientras que Esmeralda acariciaba con delicadeza la mejilla de Gabriel... era un beso que los 2 disfrutaban y que los hizo distraerse de sus pensamientos.
En esos momentos una pregunta apareció en la mente de Gabriel e hizo que prestara suma atención en ello.
¿Cómo es que vivió todos esos años sin sus abrazos y sin sus besos?
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Espero les haya gustado el capitulo, lamento la demora pero no se me ocurría alguna idea para este cap. 😅
Gracias por leer.
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