Prólogo
Evan, ese soy yo, un chico normal bueno, yo me consideró normal.
De donde yo vengo las cosas son muy diferentes a lo que se hace comúnmente. Desde que tengo uso de razón me han enseñado que tengo que proteger, cuidar y nunca abandonar a la persona que se me otorga.
Te contaré un poco mejor esto, para que me entiendas.
Cada día nace un nuevo bebé; cada día, en ese mismo instante nace un nuevo guardián. Aquel que se entrenara para cuidar de ti, para cuidar de tus sueños.
Cuando la persona duerme, el guardián debe estar atento, ya que los sueños son distintas dimensiones, donde existen peligros. ¿Qué pensabas? ¿Qué todo lo que vives en un sueño es mentira? No, todo es verdad.
Yo soy un guardián. Al principio no acepte está realidad, ya que mi destino era cuidar de alguien que nunca me lo iba a agradecer.
Rompí todas las reglas y ahora estoy pagando las consecuencias.
•Regla 1:
No dejar que la persona te vea.
•Regla 2:
No hablar para que está no escuche tu voz.
•Regla 3:
Nunca mirarla directamente a los ojos.
•Regla 4:
Mantenerse alerta cuando el individuo se sumerja en un sueño.
•Regla 5:
Prohibido enamorarte.
Ahora comprendo todo, comprendo porque hicieron ese reglamento. Lastima que fue demasiado tarde.
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