Puntos de Interés.
Una semana había pasado desde que el pintor había llegado a ese pueblo pintoresco aún seguía viviendo con su amigo, de hecho se sentía como en casa ya que Darian parecía un padre para el de día salían de casa para disfrutar de los distintos lugares de esa agradable ciudad, Encre salía algunas veces solo ya que de vez en cuando le agradaba dibujar en su libreta a solas cuando sentía que la inspiración llegaba necesitaba desahogarse ahora se encontraba caminando por el centro del pueblo admirando todo, veía como el panadero entregaba sus pedidos de baguettes recién hechos como no había desayunado decidió comprar uno el panadero como gesto de amabilidad se lo regalo el esqueleto albino le agradeció junto con una gran sonrisa luego escucho como llamaba a una muchacha con algo de impaciencia esto le causo gracia así que cuando se retiró lo hiso riendo tiernamente.
Luego vio la tienda siguiente esta era una floristería tenía un sinfín de flores hermosas de distintos colores y tamaños pero las que le llamo más la atención fueron las orquídeas blancas sin dudas su flor favorita, había una hermosa muchacha sentada en frente del puesto Encre le pregunto cuanto costaban, la bella chica le dijo que un ramo por cinco de oro con gusto lo compro, siguió su camino encontrándose con la taberna del sitio esto no le llamo la atención ya que habían individuos tirados en el suelo desmayados por la borrachera que tenían encima, paso de largo encontrándose con algo más agradable una bella fuente de piedra caliza color blanca esta se encontraba un poco alejada del pueblo era tranquilo decidió sentarse ahí para comenzar a dibujar... las horas pasaron ocasionando que el sol se volviera a ocultar sin darse cuenta ya era de noche Encre se había quedado dormido a la par de la fuente.
Estaba soñando profundamente hasta sintió un ruido que era tenue al principio pero después fue aumentando el último fue un aullido fuerte, se asustó despertando de golpe cuando observo su entorno comenzó a sentirse nervioso porque se encontraba en el exterior no estaba a salvo tampoco veía mucho todo era oscuridad absoluta se levantó con cautela comenzando a dar pasos nerviosos, trataba de buscar con la mirada a algún guardia pero extrañado no podía localizar uno todo era silencio no se oía ni un alma en los cascos antiguos, hasta que escucho un grito proveniente de un callejón más asustado que antes comenzó a correr sin ningún rumbo solo quería salir de ese lugar... pero algo lo hizo caer al suelo con fuerza alzo su mirada pudo notar a una enorme bestia peluda su mayor temor se hizo realidad... ser comido por un hombre lobo... cerro sus cuencas para esperar lo peor... escucho un chillido proveniente de la criatura algo lo había atacado.
Cuando presto más atención pudo notar a un enorme sujeto de huesos azabaches, con una enorme capa de color negro y rojo junto con un antiguo traje elegante de colores opacos este mato a la criatura desangrándola y lanzándola contra el suelo, esa bestia comenzó a convulsionar ahogándose con su propia sangre, Encre estaba horrorizado ya que parte del fluido rojo lo salpico en todo el cuerpo pero recobro la razón a la hora de ver como ese el que había asesinado a la bestia se acercaba lentamente, reacciono se levantó con el poco coraje que le quedaba comenzando a correr sentía como eso lo perseguía intentando flanquearlo no sabía cómo lograba correr tan rápido, se metió por una callejuela ese fue un gran error ya que no había salida miraba por todos lados hasta que volvió a sentir esa presencia detrás de él, giro su cabeza con gran temor ahí estaba ese ser que lo persiguió.
Sabía que le haría daño poco a poco lo acorralo contra la pared... alguien salió de una puerta de madera que se encontraba a la par de ellos llamando su atención esa tercera persona tenía un arma con palabras amenazantes le advirtió que se alejara, esa criatura solo se reía de forma macabra por esos comentarios ridículos el tercer sujeto comenzó a disparar en dirección a ese demonio ocasionando que se alejara de inmediato tomo al pintor de la manga para hacer que entrara en su taberna, cuando se encontraban en el interior sellaron la puerta con cerrojos de metal lo único que oyeron a continuación fue un grito aterrador que provenía de esa criatura, Encre se encontraba acostado en el suelo realmente agotado con las pocas fuerzas que le quedaban logro sentarse para agradecerle a ese hombre que apareció para salvarle los huesos.
-Gracias señor por salvarme-
-Tiene que tener más cuidado a las horas que sale joven- le dio un vaso de agua fría.
-Es que me quede dormido cerca de una fuente y no me di cuenta cuando oscureció- lo dijo en un susurro ya que estaba apenado de como sucedió todo eso pero el contrario logro oírlo.
-Como dije tienes que tener más cuidado la zona de la fuente no está muy protegida-
-Dudo que pueda ir a casa a estas horas- coloco el vaso ya vacío en una mesa.
-Puedes dormir aquí, lo bueno de esta taberna es que hay habitaciones para las personas como te llamas, tengo que registrar tu nombre- abriendo un libro enorme
-Me llamo Encre señor...-
-Grillby, me llamo Grillby un simple tabernero en una ciudad común... con problemas de infestación de chupasangres- soltó un suspiro su voz se oía cansada.
-Nunca pensé que este sitio llegara a esto- se oía triste parecía recordar situaciones nostálgicas.
-Ya visitaste esta ciudad-
-Mmmm... si cuando era apenas un niño pequeño mi madre solía traerme aquí, recuerdo como todo era calmado y pacifico-
-... Ven te conduciré a tu habitación, también te daré algo de ropa esa esta manchada de sangre-
-Gracias señor-
El tabernero guio al pintor hacia la planta alta de la taberna Encre lo seguía en silencio pero aun así se sentía a salvo y agradecido, gracias a ese tabernero fogoso salió con vida de ese apuro noto como abría la puerta de una habitación pequeña pero acogedora con amabilidad entro para mirarla con detalle, su atención se desvió hacia los comentarios de su salvador ya que este le entrego un camisón cálido para que se cambiara el desastroso atuendo que tenía puesto en esos instantes... ya a solas se despojó de sus sucios harapos para limpiarse la sangre con un pañuelo húmedo, sin esperar se colocó dicho camisón este le llegaba un poco más arriba de sus fémures un poco avergonzado trato de bajárselo pero con hacer esto la parte de arriba bajo un poco dejando ver sus delicadas clavículas, ya agotado apago todas las velas para recostarse en la cama logrando quedar dormido profundamente...
De lo que no se dio cuenta el pintor fue que alguien con un interés notorio lo había visto cambiarse ese ser quedo fascinado por el arte tan hermoso que tenía en frente de sus cuencas, quería tenerlo para el solo quería sentir esos bellos huesos albinos contra los suyos, en su interior se propuso obtenerlo lo observaría por unos días para después tomarlo en su posesión...
Sin tardar amaneció Encre aún estaba dormido realmente quedo agotado por lo de la noche anterior una hora más paso logrando que despertara de su sueño, bostezo al mismo tiempo que tallaba sus cuencas se levantó para asearse y buscar algo de ropa se colocó un atuendo que tomaría prestado... bajo por las escaleras notando como ya a esa hora habían borrachos tomando cerveza tan temprano, vio a Grillby este le preparo un plato cálido de comida con justo lo comió le pidió permiso de llevarse el traje luego se lo traería, salió de ese lugar para ir a casa de su amigo y explicarle lo que sucedió a la hora de desaparecer... llego a la puerta de la casa tocándola con cuidado el dueño de inmediato abrió, Darían al ver a Encre soltó un suspiro de alivio lo abrazo para después conducirlo al interior de hogar preparo té con algunas galletas, Paulino al enterarse que su mejor amigo estaba en casa se sentó al lado de este con cariño.
-Que fue lo que te paso Encre nos tenías preocupados a Paulino y a mí-
-Lo siento Darían, pero fue horrible por mi torpeza casi me matan pero alguien me ayudo, un tabernero llamado Grillby me salvo- menciono mientras jugaba con sus dedos nerviosamente.
-Dime viste un vampiro, Encre- el joven lo dijo emocionado, pero recobro la postura al ver la mirada de su padre enojado. –Lo siento no debí preguntar-
-Está bien, ya no importa pero si quieres saber, primero vi a un hombre lobo, nunca en mi vida me sentía tan aterrado-
-Y luego que pasó-
-Paulino ya es suficiente- con molestia menciono a su hijo.
-Está bien Darían, luego vi como otro ser alto lo mataba en frente de mis cuencas... nunca vi algo igual pero lo que me llamo más la atención fue la mirada del sujeto, esas orbes se veían profundas y misteriosas...-Encre comenzó a fantasear por la mirada tan profunda de ese ser, una parte de él quería descubrir de quien eran esas cuencas tan profundas pero otra parte no quería saberlo.
-Amigo, estas bien te distrajiste por unos segundos-
-Ahhh... si estoy bien, no sé qué me paso-
-Debes estar cansado mejor recuéstate, no salgas por hoy Encre-
-Sí, creo que es lo mejor-
El pintor subió las escaleras entrando a su habitación decidió darse un baño ya que la noche anterior no pudo asearse como acostumbraba, se cambió ese traje ya que quería estar cómodo con sus ropas habituales no salió el resto del día de sus aposentos solo se mantenía pintando cuadro tras cuadro el rostro de ese ser pero nada, siempre le faltaba algo a su enigmática cara solo pintaba esas cuencas que lo hipnotizaban esas preciosas orbes que lo volvían loco, aun así un aroma exquisito lo despertó de su trance de artista un aroma a tarta de canela y nuez salía de la parte de debajo de la casa supuso que su amigo estaba cocinando con ánimos salió de su habitación hacia la cocina, topándose con ya algunos conocidos en la sala del hogar.
-Azure, Rufuos ¿Qué hacen aquí chicos?-
-Solo queríamos visitarlos, tenemos algunos días que no los vemos- dijo el esqueleto de orbes azules.
-Encre me entere lo que te paso, por eso fabrique esta daga es solo para ti cuando estés en problemas úsala- saco una cajita con la daga dentro de ella para entregársela al pintor- Además es de plata herirá mejor a los enemigos-
-Oh... muchas gracias ahora que lo mencionas no me puse el collar que me regalaste cuando nos conocimos, creo que debería ser más cuidadoso-
-Eso en cierto si no cumples con las normas lamentablemente todo será más difícil para nosotros los guardias, ya que casi no hay personal durante las noches-
-Ya veo... y eso a que se debe Azure- se sentó al lado del guardia.
-El rey tiene conflictos con algunos reinos de afuera y necesita mayor protección en su castillo, lamentablemente eso afecta a los demás pueblos ya sabes por el ataque constante de vampiros-
-No te preocupes de ahora en adelante no recorreré tarde las calles de la ciudad-
-Eso sería estupendo Encre-
-Hola señor Azure como esta- con decisión el joven de ojos estrellados se dirigió al guardia.
-Bien pequeño Paulino como te encuentras-
-Cuando sea grande combatiré contra esas criaturas horrendas como lo hace usted-
-Awww Paulino que lindo eres- dijo el pintor enternecido por las acciones del menor.
-La tarta esta lista, vamos les serviré un trozo a cada uno-
-Yey yo quiero ser el primero en probar papa-
Los cinco esqueletos comieron esa tarde un delicioso postre junto con té de manzanilla, estaban teniendo una conversación agradable esa tarde fue tranquila para todos en especial para el pintor que guardaba todos esos bellos recuerdos en una libreta de dibujo para después recordarlos con detalle antes de irse a dormir por las noches... pero esa misma mirada profunda lo mantenía observado durante todo el día, inclusive observarían al pintor el tiempo necesario hasta ser revelada su verdadera apariencia de vampiro y ser secuestrado por este mismo individuo, ya que quería tenerlo para el solo... quería que fuera de su propiedad...
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