Desaparecido.
Eran aproximadamente las diez de la noche varios cuerpos heridos se encontraban en un centro médico algunos estaban vendados otros enyesados esa tarde de ese mismo día se habían reportado muchos heridos, muertos y desaparecidos los médicos y enfermeras estaban sumamente atareados al igual que los guardias que mantenían una alta vigilancia por si se volvían a aparecer criaturas que amenazaban con la vida de los habitantes, en el segundo piso de la instalación se encontraban dos esqueletos albinos dormidos en distintas camillas uno de ellos tenía un brazo vendado ya que se lo había roto el otro solo tenía ciertos vendajes en el cuerpo que cubrían sus heridas no tan graves, el esqueleto mayor dormía tranquilamente recuperándose del trauma que recibió por un impacto de un empujón que le provocó un vampiro fuerte Darían comenzó a mostrar signos de que dentro de poco se despertaría, una doctora de piel amarilla con lentes de una estatura no muy alta estaba a punto de inyectarle unos anestésicos para el dolor que provenía de los huesos rotos, pero antes de hacerlo pudo observar como su paciente abría sus cuencas de a poco con timidez dejo la bandeja donde tenía las jeringuillas en una mesita que se encontraba al lado de la camilla, con dulzura le preguntaba cómo se sentía.
-Señor Darían, como se siente...-
-Ahh... donde estoy...- con su mano derecha toco su rostro agobiado –Ahhh mi brazo, que fue lo que paso-
-Tienes el brazo roto, en el ataque un vampiro te empujo con mucha fuerza ocasionando la fractura- tomando las jeringas con los analgésicos –Debo inyectarte para que no te duela-
-Ataque...- menciono con la voz débil al mismo tiempo que cerro sus cuencas -¡Encre! ¡¿Dónde está Encre?!-
-No sé quién es monsieur Darían... relájese su estado no es el mejor-
-No, debo encontrarlo debe de estar en peligro- con inquietud trato de pararse pero un dolor insoportable en su brazo se lo impidió – Ahhh mi brazo-
-Por favor vuelva a su camilla debo inyectarlo para que no le duela-
-B-Bien...- se volvió a recostar recibiendo una inyección que sanaría su dolor- Señorita conoce a un guardia llamado Azure, necesito hablar con el de inmediato-
-Él está herido, ahora se encuentra dormido en otra habitación, pero si quiere hablar con un guardia conozco a Eterna ella si está disponible-
-Eso sería de gran ayuda, si podría hacerme ese favor se lo agradecería mucho... de verdad...-
-Enseguida le notifico, por el momento descanse lo necesita-
-Por cierto cómo te llamas-
-Me llamo Lofy, seré su doctora y la de su hijo hasta que sanen-
-Mi niño, me alegro que esté a mi lado y se encuentre bien- con cansancio miro a su hijo que se encontraba al lado izquierdo de la habitación, hasta que cerro sus cuencas para quedar dormido.
-Descanse monsieur Darían...- menciono la doctora antes de retirarse de la habitación para notificarle la desaparición a Eterna.
La pequeña doctora caminaba por los pasillos del centro médico viendo con compasión a todos esos pobres heridos que agonizaban de dolor por sus heridas graves o por enterarse que sus familiares murieron en manos de vampiros, paso por varias habitaciones donde se hacían operaciones de emergencia paso por dos pasillos mas donde pudo ver en el final de estos a una mujer pez con un gran sombrero de cazador y armada hasta los dientes, a la hora de que Lofy se acercaba más sentía como su corazón comenzaba a latir con rapidez desde hace algún tiempo ella se había enamorado de esa cazadora le encantaba que fuera tan valiente, fuerte, y decidida a la hora de hacer su trabajo cuando Eterna noto la presencia de la pequeña doctora le regalo una sonrisa alegre junto con un abrazo esto solamente provoco que la contraria se sonrojara carmín su rostro parecía un tomate completamente rojo.
-H-Hola... E-Eterna c-como estas...- menciono realmente nerviosa por ese afecto recibido.
-Me siento increíble pequeña Lofy, hoy mate cinco vampiros asquerosos- dijo orgullosa haciendo una pose de victoria.
-E-Estas herida déjame curarte...-
-No te preocupes ya estoy sana, son solo rasguños sin importancia- menciono mientras se sentaba en un sillón de terciopelo.
-Oh... me alegra que te sientas mejor... oh casi lo olvido el monsieur Darían quiere hablar contigo de una desaparición... creo que el chico que desapareció se llamaba... Encre- luego de que dijera eso se asustó ya que Eterna se levantó con rapidez para salir corriendo por los pasillos- ¡Eterna espera!
-Maldición...- con ira en su voz maldecía, por haber fallado en su misión de proteger al joven pintor de las manos de los vampiros.
La cazadora corría por los pasillos del centro médico en busca del esqueleto albino pasaba por varias habitaciones ya que no sabía dónde se encontraba, hasta que recorrió dos pasillos viéndolos de reojo y ahí pudo ver a Darían dormido en su camilla junto a dos esqueletos más, uno era su hijo Paulino que se encontraba despierto soltando algunas lágrimas de tristeza el otro esqueleto era Azure quien lo consolaba dándole carisias en la espalda para poder calmarlo y que le dijera como fue el secuestro de Encre, Eterna paro en seco mientras regulaba su respiración por correr tan rápido caminaba dando pasos calmados para no despertar y alterar a los que se encontraban dentro de la habitación, ella al ver como el pequeño esqueleto estaba nervioso titubeando decidió hablar con una voz calmada.
-Paulino cálmate, por favor necesito que me hables claro para entender lo que sucedió con el pintor- menciono Azure con un tono dulce mientras acariciaba el cráneo del joven.
-Snif... Snif... e-el... f-fue horrible, mi p-padre me cargaba m-mientras corríamos con el pintor-
-Azure, Paulino como se encuentran que fue lo que paso con Encre- dijo la cazadora acercándose a los presentes.
-Eterna me alegro verte, creo que ya sabes que fue lo que paso con el pintor Paulino trata de decirme como ocurrió- menciono el esqueleto guardia que se encontraba sentado a la par del más joven.
-Prosigue Paulino te escuchamos- con una voz calmada se dirigió al esqueleto de cuencas estrelladas.
-Mi padre me cargaba mientras corría con Encre a su lado, cuando casi llegábamos a la entrada del pueblo... un enorme vampiro de huesos oscuros apareció en frente de nosotros, por instinto tratamos de alejarlo... pero...- sus cuencas comenzaban a humedecerse.
-Cálmate, continua- Azure de nuevo lo consolaba.
-Ese sujeto, con fuerza tumbo a mi padre él se golpeó fuerte su cabeza dejándolo inconsciente... yo solo lloraba sobre su pecho... pero logre ver como tomaba a Encre con fuerza para llevárselo-
-Viste por donde se fueron- con inquietud menciono la cazadora.
-...Al bosque negro...-
Luego de esas palabras la cazadora llevo sus manos a su cabeza abriendo sus ojos completamente, ese lugar era territorio de vampiros y hombres lobo por un momento temió lo peor de que al pobre pintor lo habían descuartizado, con impotencia se sentó en una silla de madera mirando hacia afuera por una ventana enorme que se encontraba dentro de la habitación Azure quedo sin aliento por lo que le comentaba Paulino el esqueleto de orbes azules tenía su cuerpo herido tenía unas costillas rotas con dificultad se levantó de donde estaba para hablar con Eterna de como encontrarían pruebas de que Encre yacía muerto... pero una pequeña esperanza en ellos seguía viva de poder encontrar al joven pintor con vida... otra presencia había entrado a la habitación un hombre fogoso con ropas de cazador antiguo estaba de pie en frente del marco de la puerta, este se encontraba armado con una voz seria se dirigió hacia la mujer pez le notifico que se uniría a la causa de encontrar al joven pintor, Eterna suspiro con alivio se alegraba que un antiguo cazador dotado de estrategias la ayudara en esa investigación...
-Grillby me alegra que estés aquí-
-Eterna... solo lo hago por el pintor... ese chico es como un hijo para mí-
-Entre más mejor... por donde iniciamos-
-En el primer lugar donde lo capturaron... en los prados- menciono el hombre fogoso mientras preparaba sus armas –Ven te daré algunas armas-
-Bien, Azure quédate aquí y cuida a Darian y a Paulino si te necesitamos enviare un mensaje para buscarte-
-Cuenta conmigo Eterna-
-Bien si eso es todo sígueme-
-Hora de acabar con esos chupasangre- enérgica se levantó para seguir al cazador.
-Suerte chicos...- dijo Azure con preocupación en su voz, temía que algo malo les pasara.
-Señor Azure... encontraran a Encre... ¿verdad?...-
-... Lo intentaran Paulino, ahora duerme tienes que descansar-
-Bien...- su voz se oía triste pero ahora tenía un toque de esperanza.
En una zona apartada del pueblo entre la vegetación de ese bosque oscuro, entre árboles frondosos y la espesura del bosque había un imponente castillo de color opaco algo demacrado las enredaderas decoraban las paredes de ese majestuoso lugar, hay vivían seres despiadados que asesinaban a los mortales por diversión o para alimentarse, todos los habitantes del castillo se encontraban comiendo algunos aperitivos nocturnos que consiguieron esa misma tarde en la cacería exitosa que había ocurrido en ese patético pueblo de alimento, un vampiro en específico había tomado unas cuantas copas de sangre con una amplia sonrisa en su rostro los presentes se extrañaban por esa aptitud que tomaba su superior pero no le preguntaron por qué ya que no querían molestarlo... eran las doce y media de la noche todos se encontraban durmiendo en sus camas acepto un individuo que se encontraba en sus aposentos observando al precioso trofeo que tenía en su posesión, le encantaba verlo de pies a cabeza no se cansaba de apreciar esos delicados huesos albinos, poco a poco el pintor se despertaba de su sueño abrió las cuencas con lentitud confundido observo por toda ese lugar no sabía dónde se encontraba, con miedo se sentó en esa cama pero no realizo más movimientos al escuchar una voz familiar que lo hizo temblar.
-Ya despertaste joven pintor-
-...- con miedo apretó las sabanas de su boca no salía ninguna palabra.
-Vamos no muerdo... tan fuerte- lo dijo con un tono de burla para después reírse entre dientes.
-¿Q-Quien eres tú?-
-Mmmm... se me olvidaba, te desmayaste antes de escuchar mi nombre- se levantó de su asiento para dirigirse hacia donde estaba el pintor.
-A-Aléjate no te acerques-
-Qué lindo eres, Encre- lo asecho hasta que lo acorralo colocándose encima de él, tomo sus muñecas con fuerza para seguido posicionarlas encima de su cabeza- Eres mío, solo mío- de forma seductora acerco su boca hacia su cuello pretendía marcarlo para que nadie más lo tocara, pero de inmediato se separó al sentir plata en su cuello. -Ahhh demonios...-
-¿Qué?-
Al ver esa reacción Encre recordó que tenía un crucifijo de plata junto con una daga del mismo material, con agilidad tomo esa pequeña arma para clavársela al vampiro en el hombro escucho como soltaba un grito de dolor, aprovecho esto y salió velozmente de esa habitación vio lo antiguo del lugar pero eso solo duro unos segundos, ya que empezó a correr por los largos pasillos con la esperanza de encontrar la salida, para su suerte encontró las escaleras que descendían hacia el salón principal y al fondo se encontraba la dichosa puerta hacia su libertad... con alivio corrió hacia ella lamentablemente esa suerte no le duro cerca del pintor se encontraba otro ser este al verlo y escuchar como su señor grito no dudo en atraparlo, ato al esqueleto albino con unas cuerdas desde los pies Encre cayó en el suelo muy confundido trato de quitarse las ataduras torpemente eso solo fue en vano ya que el que le tendió la trampa lo tomo del brazo.
-Mira a quien tenemos aquí... una deliciosa presa-
-Suéltame, me quiero ir de aquí- repetidas veces forcejeaba pero no conseguía soltarse del agarre.
-No tú no te vas si mi maestro no dice lo contrario-
-M-Macabre- abrió sus cuencas sorprendido el que lo había agarrado era el hermano de su mejor amigo.
-Como sabes mi nombre, mortal- como no recibía respuestas decidió recurrir a la fuerza bruta, pero no lo consiguió ya que otro cierto vampiro apareció detrás de ellos -Señor mire atrape al que intentaba escapar-
-Que escurridizo eres pintor... pero nunca lograras escapar de mis garras- con su mano derecha tomo ese collar de plata para quitárselo bruscamente y tirarlo al suelo –Bien hecho Macabre, descasa yo me encargo desde ahora- cargo a Encre desde las caderas para llevárselo de nuevo a su habitación.
-Otra vez coqueteando con mortales... no tienes remedio Fallacy-
Fallacy tenía agarrado al pintor con fuerza desde las caderas este pataleaba y golpeaba la espalda de su captor desesperadamente para intentar liberarse de ese chupasangre, pero no podía era simplemente imposible entraron de nuevo a la habitación el esqueleto oscuro cerró la puerta con llave quería asegurarse que ese incidente no volviera a ocurrir, luego lo tiro hacia la cama para seguido colocarse arriba del pintor y cubrirle la boca con una mano, esa cuencas profundas se centraron en las cuencas del joven Encre miro esas pupilas que tanto le parecían familiares, ahí fue donde todo tomo sentido ya había visto antes esas cuencas, la noche donde fue atacado, ese día cuando salió de la casa que compraría... esa tarde trágica donde fue capturado... ahora lo entendía... el vampiro sintió como el cuerpo ajeno dejo de luchar esa oportunidad la aprovecho, comenzó a lamer los pómulos del pintor hasta que sintió la necesidad de subir el nivel.
-Sabes tan bien mi pequeño pintor... pero como te portaste mal a la hora de mostrar mi lado amable... serás castigado-
-...- cerro sus cuencas con fuerza no quería saber que le haría, hasta que sintió un dolor punzante en su cuello... ese vampiro lo estaba marcando- ¡MMMM!
-...- Fallacy mordía los delicados huesos del cuello del pintor, esa sangre era realmente deliciosa y única pero tuvo que detenerse no quería matarlo esas no eran sus intenciones –Como suponía, eres un exquisito mangar-
-Mgh- luego de eso no lo soporto se desmayó de nuevo, Fallacy solo sonrió para seguido acomodarlo en la cama y acostarse al lado del pintor.
-Duerme mi pequeño Encre- luego de decir esto abrazo al pintor desde las caderas para dormir abrazando a ese despampanante cuerpo que tanto le fascinaba.
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