Inicio de Narración

Existen tantas muertes inexplicables o muy crueles que son cubiertas por el engaño y quedan impunes. La gente al enterarse sólo se crea falsos escenarios y suposiciones. Es algo que da igual si se resiste, es  inevitable , no se puede huir de ella, vas a caer en cualquier momento. Mi presencia te causa escalofríos, pero no conoces a quien realmente tienes a tu lado. No soy un enemigo ni un aliado. Sólo soy más que una simple alma más en el juego de la vida. Camino entre las calles, decido regresar a mi planeta, digo mi por qué desde que tengo memoria ese a sido mi hogar, mi cede de trabajo. Cuando preparó mi almuerzo descubro un encargo, me acerco, puedo darme cuenta que lo que pensé al inicio no es como tal un encargo es más bien una carta de un tema diferente.

La tomó, reviso quién es el remitente de la carta, no dice nada, sólo al abrir unas cuantas palabras « Te espero en el Palacio del señor Champa » eso decía todo. Se trataba de la señorita Vados, pero era una forma algo extraña de dejarme un mensaje. Siendo ella cada día sorprendía más a la gente con sus acciones. Aveces se burlaba del dios, pero otras se preocupaba por el. En fín, termine con el almuerzo y decidí ir de inmediato al planeta del dios.

Pase frente a la patrulla Galáctica, hace mucho que no me divertía huyendo, nunca me atraparon y está vez menos lo harían, el patrullero suspira y sigue en lo suyo ignorando por completo, después de aquel intento sólo me resigno y sigo con mi viaje, ¿En que momento se me ocurrió hacer tal acto? Mi pensamiento fue algo infantil en aquel momento, pero eso no importa. Llego al Palacio, el Dios sale a recibirme junto a su asistente, la señorita Vados.

— pensé que tardaría más—.

— Señor Champa, usted debería dejar de alterarse, no es bueno para la salud — ahí estaba nuevamente esa actitud, esa preocupación del Ángel hacia el Dios.

— Fue extraño encontrar la nota, supongo que necesita algo de suma importancia si me ha llamado — dije al final, ya quería irme y seguir con mis misiones pendientes.

— se que no quieres estar aquí — era evidente mi incomodidad — sólo te llame para que no te preocupes por los patrulleros esos… —el Dios se mostró algo feliz, pero lo disimulada, no era el único, en el fondo era mi más grande sentimiento del momento — podrás hacer tu trabajo como siempre, además necesito que estés listo, no sabemos si Zeno-sama quiere organizar otro torneo, sigo confiando en ti — sólo me regaló una sonrisa.

— Gracias — Fue lo único que contesté, después le di la espalda para retirarme.

— Señor Hit — hablo de manera gentil el Ángel — tengo un encargo para usted — se acercó y me dio un papel con una dirección en especial — espero y no se moleste con migo—.

— ¿Es una misión peligrosa?—.

— no sabría decirle— después de aquello me dispuse a retirarme— la misión empieza cuando este listo—.

Me dirigí de inmediato a la dirección, no quería tener más encargos, ya tenía suficientes. Llegué a un planeta que al parecer había sido deshabitado ya 250 años atrás.

— Es un error — dije en voz alta para después revisar la dirección.

— No lo es — esa voz me sonó tan familiar, es como si  el tiempo jamás hubiese pasado — requiero de tus servicios, sólo es por eso — se que al final sonrió.

Fin de narración