Pasado.

Escuchar una y otra vez el sonido desgarrador que provoca las alarmas que anuncian la muerte de algunos parecía ser de las pocas cosas que mantenían vivo el lugar. Ver como temblaba la tierra cada vez que pasaba ese vehículo. La construcción poco estable que era hogar para muchos solía atraer al miedo. No era un día especial. La ventana abierta dejando ventilar la habitación que mostraba paredes desgastadas aguardaba para ser habitada antes de venirse abajo.

— Reporte de misión — En voz alta repetía las palabras que su mente le ordenaba escribir en un pequeño diario. Al final, se podía leer:

Reporte de misión:
El sujeto no muestra preocupación. Todos los días sale a las 10: 20 a.m para alcanzar el tranvía. Lleva el mismo maletín y traje. Llevo casi una semana observando con atención sus movimientos y no entro la estrategia para acabar con él.

NOTA:
Aprender nuevas técnicas que me faciliten mi trabajo.

Guardo el diario en su chaqueta que posteriormente la dejaría junto al resto de pertenencias : Un par de relojes y algunas monedas. Se dejó caer en la cama. Un grito lo levantó de inmediato. Observo la cama.

— ¡ Estúpido animal ! — Estaba enfadado. Un gato se había colado por la ventana. Parecía no molestarle la presencia del asesino, por lo cual se volvió acomodar — Eso sí que no — Lo agarró dejándolo en la ventana.

Al siguiente día se volvió a encontrar con el mismo gato. Repitió la acción. Ya en la noche no tenía otra alternativa que abrir la ventana. Volvió a acomodarse en su cama. Pronto sentiría un bulto sobre él. Temió y apuntó de sacudir la sabana notó al animal.

— ¿ Otra vez tú ? —. Se avergüenzo, no era el asesino que actualmente conocemos ahora. El animal dio alguno maullidos. — ¡ Largó ! —. Al igual que la noche anterior el animal permaneció en la cama. Todas las noches del mes era lo mismo. Las estrategias del asesino cobraban frutos y el gato siempre se salía con la suya. Los rumores sobre un asesino lo hicieron famoso. Muchos esperaban que fallará, sólo se trataba de un principiante.

Volvió al igual que siempre a su hogar. Lo primero que busco fue al gato, sólo para gritarle. No lo que encontró. Pensó que tal vez llegaría más tarde. No Lo hizo. Se quedó en vela esperando su llegada. Las gotas de sudor caían de su frente — ¿ Por qué hace calor aquí ? —. La ventana estaba cerrada. Se acerco para abrirla. Tan pronto lo hizo se encontró con la tierra nada mirada del animal. El asesino sólo formó una sonrisa. El gato entró y tomó Su lugar de siempre esperando sacar de quicio al asesino. — ¿ Por qué no hiciste algún ruido para que te dejará entrar ? — Se contradijo a lo que al inicio pedía. El gato dejo oir su maullido.

Tan pronto como amaneció el asesino salió, antes de cerrar la puerta se aseguró que su amigo siguiera dentro. En la noche le llevaría algo para comer. Su día paso rápido, completo la misión. Pronto volvería a su verdadero hogar y con él a un nuevo amigo. En su diario cambio algunas notas " Sacar al gato. En caso de no poder con él, terminar lo más pronto la misión y jamás volverlo a ver " ahora decía : " Llevar alimento necesario para el amiguito. Será un largo viaje ".

Presente

Intercambiaron miradas que provocaban más incomodidad en ambos. — ¿ Qué tal tu trabajo ? — No era la pregunta apropiada. ¿ Qué esperaba que contestará ? Las personas muertas son más agradables por que no hablan o quizás… " Me va de maravilla. Mañana tengo que asesinar a un empresario ¿ Quicieras acompañarme ? ". Esa serían algunas respuestas.

— Todo bien —. Sus palabras eran mejor que lo pensado. Pero no del modo en que contestó.