24.- Fiestas Navideñas
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Estar juntos era cómo aquellos momentos de antaño, de nuestra amistad. Era como volver a vivir esos sentimientos y emociones y eso me gustaba.
Además de cuidar de ti, eso en especial, me hacía pensar que yo era la única persona... Que debía estar a tu lado.
Era lo que sentía y sobretodo era suficiente para mí, para ser feliz, teniendote a mi lado.
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24.- Fiestas Especiales.
(Si, en pleno Marzo e.e)
Ronaldo no se había perdido ninguno de los partidos una vez que Portugal perdió. Decía uno y mil pretextos para verlos todos.
Pero la realidad era que solamente se enfocaba en el de la selección Argentina prestandole atención a una persona en especial.
Javier no le había dicho nada, incluso los había visto con él... Pues sabía que le estaba costando dejar ir a Lionel. Aferrarse a ello era la única cosa que mantenía el lazo de ambos aún ahí, latiendo débilmente.
Pero si tenía la intención de deshacer ese lazo.
Antes de eso quería estar mejor físicamente, el lazo seguía débil y su salud por ello también. Quería estar un poco mejor pues sentía que, de lo contrario... Era capaz de implorar de rodillas volver con Leo, eso era algo que no quería llegar a hacer en especial
Y eso era algo que no quería hacer. Pues quería estar con Javier haciendo las cosas bien.
Hablar y quedar en buenos términos con Lionel y romper esa unión sanamente. Para así rehacer su vida de la mano de Javier.
Por eso no había hablado con Leo, se sentía vulnerable todavía y eso podría hacerle sentir un momento de debilidad. Era mejor esperar un poco a qué también su salud este mejor.
Eso era lo preferible.
Por otra parte, estaba seguro que Leo no haría alguna infidelidad, por decirlo así. Sabía de buena fuente, es decir, de Javier... que aquel amante que tenía Messi, también lo había dejado... no sabía tampoco que Guillermo había sido el amante pues El Chicharito no le dijo nada de lo que sabía. No tenía caso decirle en ese momento en que su salud estaba mal. Ya vería el momento justo. Pero estaba seguro que Leo, no volvería a hacer nada que ponga en riesgo su vida.
Al menos estaba seguro que las cosas estarían en paz y eso le motivaba a mejorar también.
Hasta que finalmente el Mundial llegaba a su último partido, jugándose Argentina contra Francia la copa del mundo.
El partido había sido llevado hasta el segundo tiempo extra dado al 3 a 3 por parte de ambas escuadras... eso no desalentaba a sus aficionados en las gradas.
Memo estaba junto a Andrés poniendo atención a todo, de vez en vez a Julián quién se esmeraba teniendo varios pases pero también Leo lo hacía bien, en especial teniendo a Mbappé como rival quién había ayudado al empate y con ello pasar a penales.
Había varias emociones en el juego pero Argentina confiaba en Dibu para frenar cada gol dado.
Terminando finalmente con un marcador en penales de 4 a 2... Argentina se había coronado campeón. Haciendo estallar de alegría el estadio, y kilómetros más allá, seguramente el país estaba haciendo lo mismo. La copa era para los Argentinos.
Todo era felicidad para la Selección Argentina en la cancha, Andrés sonrió sabiendo que Guido estaba feliz y todo ello se lo merecían dados los esfuerzos que habían hecho.
También Memo había sonreído... pero por Julián.
Y en México, alguien más también había sonreído.
Pese a ser una victoria, Lionel Messi no se sentía de ese modo.
Las cosas estaban tranquilas después de ello y con el paso de los días las cosas comenzaron a tomar su rumbo, en algunos casos, empezar los preparativos para las fiestas Navideñas.
En Navidad, Ronaldo lo quiso pasar con Javier en ambas festividades Navideñas.
— ¿Seguro?.— Aunque Hernández había dudado una vez más.— Mira que no quiero causar molestias o que tú quieras pasarlo con tu jefa.
— No te preocupes lindo, quiero pasarlo contigo.— Se le ocurrió algo extra.— Pero...
— Dime.— Su novio sonrió.
— ¿Que te parece si pasamos las fiestas de Pascuas en Portugal con mi mamá?.— Ronaldo sonrió.
— Me parece bien.
Así la Navidad lo pasaron sin ningún contratiempo y todo fue divertido, en especial el tema de las Posadas.
— No sabía que al ponche se le ponía alcohol.— Ronaldo vio sorprendido a Javier vaciarle un poco de brandy a su vaso.
— Cállate wey que te van a oír.— Javier susurro escondiendo la pequeña botella de alcohol. Pero enseguida recibió un golpe en la espalda con un bastón.— ¡Abuela!.— se quejó al verla.
— Deja de embriagarte y darle un mal ejemplo a Cris y ponte a repartir los aguinaldos para los niños.— Le regaño su abuelita.
Tras eso Ronaldo se empezó a reír pero comenzó a ayudarle a Javier a entregar unas bolsitas de dulces para los niños que había en la Posada. Aunque la mayoría quedó encantado de ver al Bicho ahí, siendo uno de su idolos se entendía la emoción en los más pequeños.
Pero en realidad, a Ronaldo le encantaba pasar las fiestas junto a Javier y su familia, el ambiente era bastante acogedor y adoraba la sensación de sentirse como en casa.
Bueno... casi siempre.
— Olvídalo Javier no voy a subir.
— Deja de ser tan fresón y ven conmigo.
Javier lo jalo del brazo y subieron al vagón del metro, que no era similar al de la ciudad de México pero, el de Guadalajara tenía lo suyo.
Ya habrán subido a ese varias veces antes y ni así se acostumbraba el Portugués.
Habían ido a comprar despensa para la cena de Año Nuevo, aunque algunas cosas como tomas el tren era algo a lo que el Portugués no se iba a acostumbrar realmente.
— ¿Que te pidió tu mamá para que compremos?
— Aquí dice.— Reviso la hoja de la lista.— Perejil, cilantro... Wey ¿tu los sabes diferenciar?
La cara de Ronaldo reflejó su respuesta.
— Olvida lo que pregunte.— Prosigió Hernández viendo la lista.— También dijo que encarguemos el pavo.
Iban hablando de lo que comprarían, sentados a unos metros de las puertas, notaron como el vagón se llenó rápidamente.
— Ya vamos a bajar...— Javier le aviso tomando su mano.
— Está bien.— Ronaldo asintió, entrelazando sus dedos con los de Javier.
No solo porque le gustaba sujetar así su mano, sino que, al levantarse no se separarían entre la multitud que quiere bajar y la que no deja pasar al momento de abordar el vagón.
Aunque también por otro detalle más.
Siendo reconocido y además de atractivo... alguien le había tocado el trasero al Portugués.
— Oigan eso es mío.— Se quejó El Chicharito cuando se dio cuenta de ello.
— Ya deja eso...— lo jalo Ronaldo pero se burló besando su mano.
— Es lo único malo del metro, que quieren manosearte.— Había gruñido ligeramente su descontento.
— Así te quiero.
Ronaldo le dio un beso en la frente y sonrió, eso hizo sonreír también a Javier.
Comenzaron a caminar de la mano para atender las compras y a veces a uno que otro fan que los lograba identificar...
Estaban llamando más la atención claramente.
Pero fuera de ello, para ambos todo era lindo.
En especial cuando llegó Año Nuevo y se dijeron algunos de sus propósitos aunque, no siempre los '12 propósitos' se acaban cumpliendo.
— ¿Sabías que tengo propósitos desde el 2018?.— Se burló Javier.
— Parece que los estás coleccionando...— Ronaldo se burló también.
— Aunque, es igual...— Lo vio.— ¿Tienes algún propósito?
— Bueno... a nivel personal...— Sonrió al verlo.— Y sentimental... solo quiero estar a tu lado y hacerte siempre feliz.
Tras decir eso Javier sonrió y lo abrazó, enseguida Ronaldo lo rodeo con sus brazos cariñosamente y le beso la frente.
Quería cumplir ese deseo, pues ese dulce Omega de atrayente aroma, era con quien quería estar el resto de sus días.
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