"¡Cuidado que están aquí!" Gohan se volvió al lado de Piccolo esperando ver a un Saiyajin autoritario. Sin embargo, sus ojos se fijan en el rostro familiar de uno de los amigos de su madre. Escuchó a Piccolo reír suavemente.

"Así que eres solo tú, ¿eh? ¿Qué estás haciendo exactamente? Sabes que no vas a ser de mucha ayuda. Por otra parte, asumo que no eres el único que participa en esta misión".

"Así es." Krillin se rió orgulloso de su mayor fuerza. "Viene toda la pandilla".

"¡Oye, te recuerdo ahora!" Gohan gritó de repente. "Eres una de las personas que conocí en casa del maestro Roshi".

Krillin se volvió hacia Gohan con una sonrisa. "El nombre es Krillen. Eres Gohan, ¿verdad? Apenas te reconocí. Seguro que te has mejorado. Sin embargo, mantuviste la cara de tu madre, rasgos suaves pero fuertes".

"Sí, así que creciste con mi mamá. Ella me contó muchas historias. Dijo que tú y ella eran muy buenos amigos y que entrenaste para compensar la baja estatura".

Krillin frunció el ceño y gruñó ante ese comentario. "¿Rikku te dijo ahora qué?"

"Chicos, están aquí". Piccolo rompió la amistosa conversación. Krillen y Gohan miraron al cielo y vieron a Vegeta y Nappa flotando sobre ellos. Flotaron hacia abajo con un aire de confianza y fuerza en su postura.

"Parece que nos has estado esperando."

"Lo diré una vez," replicó rápidamente Piccolo. "Olvídate de lo que sea que tengas aquí y vete. Si eliges luchar contra nosotros, lucharemos a muerte".

"Esa voz," Vegeta ignoró el comentario de Piccolo. "Ya veo, entonces eres tú quien derrotó a Radditz." Al ver la cara de sorpresa de Piccolo, Vegeta tocó su scouter. "¿No te dijo Radditz que estos también podrían usarse como comunicadores?"

"Oye, ¿el grande no es un Namekien?"

"Sí, casi tiene sentido que Radditz tenga dificultades para derrotarlo".

Piccolo escuchó la palabra 'Namekien' y borró todo lo demás. Por encima de la Tierra, Kami descansaba en el borde de su mirada con los ojos cerrados. "Entonces, no soy de este mundo. Podría haberlo sabido".

"Ah, ja," dedujo Vegeta. "Debes ser tú quien creó estas bolas de dragón".

"De ninguna manera, ¿cómo sabes sobre las bolas de dragón?"

"No solo sabemos de ellos, es la razón principal por la que estamos aquí. Tu amigo puede ser Namekien, pero el resto de ustedes son bichos para nosotros".

"Nappa quítate tu scouter."

"¿Por qué para qué?"

"Estos llamados bichos pueden alterar sus niveles de poder a voluntad, por lo que son prácticamente inútiles, ¿no crees?"

"Ah, lo recuerdo, así es como Radditz se golpeó antes. Bajó la guardia debido a las lecturas. Bien pensado Vegeta."

"Ya basta de hablar. Veamos qué pueden hacer estas plagas. Todavía nos quedan seis saibamen, ¿verdad?"

"Ja, Vegeta tú y tu retorcido sentido del humor." Nappa sacó un vial de debajo de su armadura en el interior había seis semillas verdes. Clavándolos en el suelo y vertiendo una sustancia extraña encima, Nappa comenzó a reír. Se levantaron casi de inmediato seis hombrecitos verdes.

"Ugh que asqueroso. Al menos son más bajos que yo." Krillin trató de mantener una actitud positiva observando cómo los saibamen mostraban una breve demostración de su poder.

"Los tres frente a ti son tus objetivos". Vegeta explicó. "Dales un saibamen de una vez."

En otro mundo, Rikku derribó a las serpientes. Podía sentir todo lo que estaba sucediendo en la tierra. El repentino crecimiento de seis nuevos poderes la inquietaba. Los tres poderes más fuertes comenzaron a luchar contra uno, renunciando un poco, lo que la confundió. Debe ser Gohan. Podía sentir su fuerza desde allí, pero aún no confiaba en ella. "No te preocupes hijo, estoy en camino." Rikku aterrizó por una fracción de segundo poniendo más poder en su vuelo al abrir los ojos entrecerrando mientras se concentraba en ir tan rápido como podía todo el tiempo sintiendo la batalla que estaba participando en la Tierra. La llegada de tres poderes más le dio a su corazón un suspiro tranquilo. "Bueno aquí viene la caballería"

Tien, Yamcha y Chiatosu estaban al lado del resto de sus amigos. "Parece que todos están aquí excepto Rikku. ¿Alguna palabra sobre qué tan pronto llegará?"

"No tengo idea, pero tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos. Tenemos que alargar esta pelea el mayor tiempo posible para hacer tiempo para su llegada".

"1,2,3,4,5,6 es interesante que tengas el mismo número de jugadores que nuestros saibamen. ¿Por qué no jugamos un pequeño juego? Cada uno de ustedes puede turnarse para luchar contra uno de nuestros saibamen."

Piccolo gruñó. "¡De ninguna manera no estamos peleando en tus términos!"

"Whoa, cálmate Piccolo, esto es perfecto. ¡Esto podría darle a Rikku algo de tiempo para llegar aquí!"

"Estoy dispuesto", estuvo de acuerdo Tien. "Estos pequeños idiotas no me asustan". Tien subió al escenario listo para un poco de calentamiento. Vegeta eligió un saibamen al azar y lo envió a encontrarse con Tien cara a cara. La batalla no duró mucho. Tien hizo que la cosa se arrugara como una piel de lagarto seca. Chiaotsu vitoreó felizmente flotando en el aire.

"¡Así se hace, Tien!"

"¿Cómo es esto posible?" Gritó Nappa. "El poder de un Saibamen es 1200 que los hace tan fuertes como ..."

"¿Como qué Nappa?" Vegeta sonrió.

"Como Radditz."

"Je, débil. Me parece que el hombre de tres ojos es más fuerte." Vegeta rió de repente muy intrigado por el juego. Estaba ansioso por ver quién más podía encontrarse con los saibamen por igual, si no superior. Miró al saibamen que había fallado y levantó los dedos. La criatura gritó cuando un rayo rápido lo atravesó y explotó.

"Vegeta, ¿por qué hiciste eso?"

"No pudo completar su misión y cuidar al terrícola. Ya no era necesario. Si el resto de ustedes, saibamen, no quieren compartir su destino, mi sugerencia es que no pierdan. Ahora, ¿de quién es el próximo?"

"Déjame probarlos". Dijo Yamcha.

"Yamcha, soy capaz de hacerlo", intervino Krillen queriendo tener su turno, pero Yamcha lo miró.

"Ya te han deseado de vuelta una vez. Si me voy y pasa algo malo, al menos sabremos que puedo ser revivido. Además, creo que es hora de que estos Saiyajin se den cuenta de que no pueden empujarnos. Voy a limpiar todo cinco a la vez! "

En Snake Way, el corazón de Rikku de repente dio un tirón de mal agüero. "Tengo el mal presentimiento de que algo va mal. Ya no puedo sentir a nadie. Debo estar acercándome a la caja. ¡Esperen todo lo que puedan, chicos!"

Sobre la Tierra, Kami mantuvo sus propios sentidos fijos en el Checkout listo para teletransportarse en el momento en que sintiera la presencia de Rikku. "Esto no le va bien, Sr. Popo. Siento que algo terrible está a punto de suceder. Todavía no hay señales de Rikku".

"¡Ten fe Kami, Rikku estará aquí para salvar el día en el último momento!"

En el campo de batalla, la prensa había acampado sobre la escena de la pelea tratando de registrar la batalla que se desarrollaba debajo. Esto les dio a todos los que vieron un breve espectáculo de la acción de los alienígenas y los protectores de la Tierra.

Yamcha estaba por encima de su presa sonriendo con orgullo. Había practicado su Kamehameha durante años y el entrenamiento finalmente dio sus frutos y le dio la victoria que había estado buscando. "¿Qué te dije? Ahora, ¿qué tal si acabo con el resto?"

"Ahora que me gustaría ver". Vegeta dijo riendo. "Lástima que no tendré la oportunidad."

"¿Qué?" Yamcha de repente sintió el acercamiento y se dio la vuelta justo a tiempo para ver como el saibamen se envolvía alrededor del cuerpo de Yamcha. El agarre mortal dejó a Yamcha incapaz de separarse. Los ojos del Saibamen le dieron un escalofrío de terror cuando se iluminaron y el saibamen explotó. Yamcha gritó cuando su cuerpo quedó atrapado en la explosión. Cuando la luz y el polvo se dispersaron, todo lo que quedó fue el cuerpo roto de Yamcha en el suelo.

Los combatientes Z se estremecieron de terror al ver a su amigo acunado en el suelo inmóvil. Krillin corrió a su lado buscando el pulso, pero no encontró nada. Gritó su corazón adolorido por la pérdida de otro amigo. "¡No! ¡Yamcha!"

En Kame House, la transmisión pública les dio a todos allí una muestra impactante de lo que sucedió. Bulma se sentó al frente con los ojos llenos y llorosos. "Yamcha..." Ella había estado enamorada de Yamcha durante años. A pesar de sus peleas, ella nunca lo había superado. Ahora, al ver su cuerpo lisiado sin posibilidad de que ella pidiera perdón o que le contara sus verdaderos sentimientos, comenzó a llorar y a llorar.

El corazón de Rikku dio un vuelco de nuevo y supo que era su ominosa premonición. Algo malo había sucedido y todavía faltaban horas para el registro. "Maldita sea, tengo que acelerar. ¡Vamos Rikku!" se entrenó a sí misma.

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¡NUUU POBRE YAMCHA! ¡La batalla no ha terminado! Rikku finalmente llega a la Tierra en el siguiente capítulo... "Así que finalmente nos conocemos, Karat".