Un día en el hospital
Me llevaron al hospital más cercano que había, no tuve unas heridas graves, lo más grave es lo del hombro, pero ya me cocieron, así que estoy levemente bien, puedo mover el brazo sin que me dañe, también es que me aplicaron anestesia, así que no siento nada; estaba con los ojos cerrados cuando llego Sam.
- ¡Daniel! – me abrazo fuertemente, por suerte estaba anestesiado, así que no sentía nada – idiota, no me vuelvas a asustar así, pensé que estabas mal herido.
- no es nada, solo un pequeño cortesito, no es nada del otro mundo, creo que ya mañana saldré de aquí y si yo estoy mal, deberías ver al otro – yo reí
- veo que estas bien y eso me alegra mientras estas aquí ¿Quieres que te acompañe?
- no hay cama y no creo que te dejen, no quiero que duermas en una silla, así que ve a mi casa, estará sola, mi papa está en un viaje, así que no está en la ciudad, ve a mi casa y duerme.
- pero no quiero dejarte solo.
- estaré bien, te lo prometo, no me iré de aquí, confía en mí, nada malo me va a pasar – le cogí la mano – todo estará bien, fue un pequeño rasguño.
- bien, te hare caso, pero si mañana bien temprano voy a estar a tú lado y no me voy hasta que te saquen de aquí o que me saquen de aquí – yo me reí.
- trato hecho, bueno y – abrieron la puerta, era el demonio, era la persona que más odio, Isa entro a mi cuarto y miro a Sam.
- lo siento, no quería interrumpir, pero quiero hablar con Daniel a solas, ya sabrás porque, solo quiero hablar con mi amigo, nada más.
- ¿Amigos? – ella río – ustedes nunca serán amigos, como lo tratas – ella volvió a reír – amigos, que divertido.
- bueno no somos amigos – Isa se acercó a ella – ni lo seremos, por qué odio a tu novio, lo detesto – se acercó a Sam – pero por lo menos él no es un monstruo, pero tú, eres horrible, físicamente, eras tan hermosa, hasta que yo te lo quite.
- tu, eres la peor, tal vez sea horrible físicamente, pero por dentro soy mejor que tú.
- y eso que importa, la realidad es que solo importa el físico, no el interior.
- si claro, no es nada importante – la miro desafiante – si fueras amable, tal vez no te matarían, ni a tus amigos, si fueras amable, todo el colegio te amara, pero no es así, te temen, pero alguien se levantó y los está matando uno a uno ¿Qué se siente saber que tus amigos mueren uno a uno y tú no puedes hacer nada? Además ¿Qué se siente saber que uno de tus amigos era el asesino? – ella río – mereces todo lo que está pasando, esto y más – Sam se fue – ya no quiero hablar contigo, sería una perdida de mi tiempo – salió y cerró la puerta.
- puedes creerlo, como es capaz de decir eso.
- pero es la verdad – me miro con odio - o ¿Me equivoco? Todo lo que acaba de decir es verdad, que eres una mala persona y que tal vez por eso estén matándote, además es cierto lo que dijo, Sergio era el chico de la máscara y me intento matar.
- lo sé, pero, igual no lo creo, el no sería capaz de hacer así, además la máscara está en evidencia, tal vez no sea la misma, tal vez... – ya me canso.
- ¡Cállate! Que importa si no lo es ¡Me intento matar! Aunque bueno, ustedes han estado a punto de matarme varias veces – tome aire para calmarme – mira, sé que es difícil de aceptarlo, pero es la verdad, Sergio era el asesino, si quieres buscamos la noticia donde estaba la evidencias contra él, dame el celular.
- ¿Por qué?
- ¿Quieres ver las pruebas contra Sergio? Ahí están, para que te asegures.
- te creo – ella miro para abajo - ¿Para qué vine aquí? No debí, eres una mala persona y no me arrepiento en lo que te hice, tal vez estuvo mal, pero no me arrepiento, lo volvería a hacer varias veces, tuvo consecuencias, obviamente, cada acción tiene una reacción, adiós – se va y cierra la puerta dura y luego de un tiempo Sam entro.
- ¿Qué paso? ¿Por qué se fue tan enojada?
- hablamos, se enojó y ya.
- ¿Estarás bien solo?
- no lo sé, la soledad es difícil, aburrida y hasta abrumadora, pero solo serán unas horas, estaré bien.
- bueno, me tengo que ir ya para tu casa, nos veremos mañana a primera hora, adiós guapo.
- adiós hermosa – ella se fue y cerró la puerta.
Quedé en total silencio, estaba otra vez solo, la peor parte de mi día es la hora de dormir, porque estoy solo, me tormento solo, recuerdo mi pasado, lo feliz que era antes, un niño que podía comerse el mundo, un niño que era capaz de ahora, ahora ya no me conozco, incluso antes de matarlos, no me conocía, porque no me defendía, eran tan débil, me odiaba, además no podía hacer nada para parrar los sentimientos, normalmente lloraba cada noche, pero esta noche no llore, que pena si alguien me veía, soy un inútil, incapaz de hacer algo, que es incapaz de estar solo. No sé cuándo me dormí, pero lo hice, porque desperté y era de noche, como la una de la mañana, vi por toda la habitación y vi a un niño pequeño sentado en mi habitación, yo me asusté, no sabía si era un fantasma o un niño de verdad, además ¿Qué es peor? Que sea real o un fantasma.
- hola, ¿Cómo estás?
- ¿Bien? – de seguro es una broma nada más.
- sabias que yo morí aquí – yo me asuste bastante – aunque ¿Cómo lo sabrías? – él me miro y sonrió, yo no sabía que hacer, mi cerebro se apagó – espero que tú tengas más suerte que yo – él se río – es mentira, no estoy muerto, soy una persona que viva, así que no tengas miedo, soy de carne y hueso – es se volvió a reír.
- ¡No vuelvas a hacer eso estúpido! – el río.
- bueno, solo estaba aburrido y te vi, así que quise asustarte ¿Qué te paso?
- me atacaron, me clavaron un cuchillo en el hombro y me lo cocieron, creo que mañana me voy de aquí y ¿Tú porque estás aquí?
- mi padre se enfermó y yo lo estoy acompañando, pero se durmió y el lugar era muy solo y odio estar solo, no podía hacer nada y me tenía que quedar ahí sí o sí, me aburrí tanto que camine por todo el hospital, sin que nadie me viera, hasta que llegue aquí.
- ya veo, a mí tampoco me gusta la soledad, es demasiado aburridora como dices tú, no tienes nada que hacer y sientes que mueres por dentro y más a un niño como tú que mantiene corriendo y tiene todas las energías del mundo.
- no soy un niño, ya tengo ocho años – si claro, no eres un niño – y es verdad, estar tanto tiempo solo sin nada que hacer, es tedioso y más cuando no tienes sueño y quieres correr ¿Cómo soportas la soledad? – yo reí, el me miro confundido.
- eso es lo curioso, no lo hago, yo odio estar solo y la única razón no es el aburrimiento, cuando creces la vida se vuelve más difícil, más complicada, hasta se te puede complicar respirar, cuando estoy solo me siento mal, no hay cosa más dura que la soledad.
- pues, creo que tienes razón, aunque yo no sé, yo todavía no he vivido eso, ni lo quiero vivir.
- lo vivirás, tarde o temprano terminaras solo por un tiempo y es algo que no se puede cambiar, pero es parte en la vida, la vida normalmente es una mierda, pero es muy bonita solo dos cosas, la primera es que solo es una y solo se puede vivir una vez, no sabemos si hay otro lado, solo sabemos que es el fin y el otro es que incluso en los peores momentos hay buenas cosas, que hacen tu vida feliz y quieras seguir viviendo la vida, como tus amigos, parejas o familia.
- debió haberte pasado algo malo por hablar así.
- pues sí, la vida, literalmente me paso tantas cosas que si te digo no me creerás, es algo que lo tienes que ver para creer.
- no creo eso, yo creo que es algo tan malo que ni quieres recordar, algo malo que te paso ti o algo que tú hiciste mal y te arrepientes de eso y no quieres tocar, cuando yo me como cosas que no son mías, evito siempre el tema, además estas en el hospital, así que algo malo te paso.
- pues, tienes razón, me intentaron matarme, pero no pudieron, solo me dejaron un poco herido, pero no es eso a que me refiero, me paso cosas peores, muchas peores, porque eso solo es la punta de las cosas que me paso.
- vaya, que vida de mierda – yo reí – bueno fue un gusto hablar contigo, pero me tengo que ir, no sé si vuelva a verte.
- creo que me veras, por cierto, mis compañeros salieron en las noticias.
- si y ¿Por qué? ¿qué hicieron para aparecer?
- los mataron – él se quedó callado – la persona que me intentó matar los mato y aparecieron en la noticia como, niños aparecen muertos o, alguien mata una chica en una fiesta, el asesino sigue suerte o cosas así.
- lo siento, debes estar sufriendo en este momento.
- no, la verdad que no, no me importaban ellos, no eran mis amigos, además me hacían la vida imposible, así que no me siento triste por eso, es normal, solo me preocupaba, de que tal vez a mí me quisieran matar.
- vaya, bueno, me tengo que ir, pásala bien esta noche y que ningún fantasma te quiera agarrar las patas y tampoco mueras – el salió.
- no moriré, no hasta acabar con todos ellos, ellos me arruinaron mi vida, yo les arruinare la suya – me quede en silencio – iba a contar un chiste sobre Pablo, pero tal vez se mueran de la risa – me reí solo – por eso no tengo amigos y estoy solo ¡qué persona de mierda soy.
Luego me dé un tiempo me dormí, después de hacerme mierda mentalmente me pude dormir, por suerte y me desperté ya por la mañana cuando un rayo de sol me daba en la cara, el doctor hablo y dijo que en unas horas puedo salir sin ningún problema, por suerte y que debo tener mucho cuidado en salir de noche, porque hay muchos locos fuera, luego de unas horas Sam vino.
- hola ¿Cómo esta? – me abrazo fuerte.
- bien – le empecé a acariciar el pelo – bastante bien, dormí un poco mal y aquí hace mucho frio, pero aparte de eso, todo bien.
- pobre de ti, pero lo bueno es que ya te vas y esperemos que no vuelvas, además te extrañe, aunque duermo mejor en tu casa que en la mía, porque en la mía nadie me quiere ver, en cambio en la tuya sí.
- siempre serás bienvenida en nuestra casa.
- y ¿Qué paso anoche?
- un niño me asusto intentándose pasar como un fantasma, y la verdad es que le creí, me asusto demasiado, luego hable con ese niño de varios temas sin importancia, aunque creo que no me entendió, pero quizás me equivoco.
- y ¿Qué hace un niño aquí?
- pues se quedó a acompañar a alguien, a alguien de su familia y como estaba aburrido camino por todo el hospital y decidió asustarme y ya.
- ¿Seguro que no era un fantasma? Eso me suena a un fantasma.
- tranquila no es un fantasma – hizo un pequeño silencio – creo o eso espero – luego pensé bien las cosas – no era un fantasma, no te preocupes, yo sé que no es un fantasma.
- está bien, no es un fantasma.
Luego ella se quedó todo el rato hablando conmigo, hablamos de varias cosas sin importancia, de cosas comunes y que no recuerdo, porque si es una charla con alguien que es normal, se me olvida, no necesito esa información, aunque no creo que necesite toda la información que tengo en el cerebro; luego de unas horas una enfermera entro al cuarto y me miro.
- hola ¿Tú eres Daniel?
- si soy yo ¿Qué necesita?
- ya se puede ir de aquí, pero si quiere quedarse con mucho gusto, solo que todo esto saldrá más caro en la cuenta del hospital.
- no muchas gracias, ya extraño mí camita.
- está bien – hizo un pequeño silencio – tu tuviste más suerte que el otro que estuvo en esta misma habitación – yo la mire confundida.
- porque lo dices ¿Qué le paso al anterior paciente?
- murió, era un niño pequeño, la gente dice que su alma vaga por todo el hospital, pero donde más se aparece es este lugar – yo ya estaba asustado, pero miré en donde estaba Sam y ella estaba peor que yo, le iba a salir el alma por los ojos – es una lastime, pero así es la vida – Sam se veía pálida, la enfermera vio a Sam y se río – si valió la pena – ella siguió riendo – no se tienen que asustar, no es cierto, sí conocí al chico y me pidió hacerle esa broma – ella volvió a reír – debieron ver sus caras – ella se fue de aquí, me aguante las ganas de reírme, la verdad es que Sam estaba demasiada asustada. cerca de estar desmayada.
- vámonos de aquí ya – se veía enojada.
- claro – nunca la vi tan enojada, me daba un poco de miedo.
Salimos del hospital y nos fuimos a mi casa, el resto del día no hice nada, me quede recuperando de mi brazo, ella me dio de comer y me preparo comida, como si yo no fuera capaz de hacerlo, pero bueno, tampoco me molesta, estuve en la cama todo el día, pero no estuve solo, Sam siempre estuve a mi lado; cuando era de noche se me ocurrió algo, algo que puede que acabe con Isa de una vez, si un símbolo muere, hay que revivirlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro