Tú eres la causante de todo mi dolor
Fui a mi casa y me cure mi pierna con vendas, la puse alrededor de mis heridas y ya, no sé si funcionan así, pero por lo menos paro el sangrado, caminaba algo cojo, pero era mejor que nada, también me puse en la mano, y camine hacia la casa de Isa. Cuando llegue, le escribí a Cristóbal que saliera, que nos íbamos a ver en un parque, un parque muy lejos de su casa, él como buen amigo que es, acepto, pero no puede estar mucho tiempo porque tiene que cuidar a su hermana. Él se fue, así que yo entré a su casa, recogí la llavede repuesto que estaba debajo una piedra, abrí la puerta y me acerqué al cuarto de ella y la abrí, allí estaba ella, viendo un video con los audífonos puestos, como la primera vez que la vi, yo entre y me senté.
- te estaba esperando.
- me escuchaste entrar ¿Verdad?
- sí, no escucho nada con los audífonos puesto, pero sabía que vendrías cuando Cristóbal se fue, sé que mataste a todos mis amigos, era algo obvio, no me di cuenta de inmediato, pero poco a poco se te fue callando la máscara poco a poco.
- bueno, es verdad, yo los mate, adivino que ya sabes por qué.
- por todo lo que te hice y la verdad, está bien, haz lo que quieras, a mí ya no me importa.
- ¿Unas últimas palabras?
- lo siento, no debí jamás hablarte, debiste haberte quedado como el amigo de mi hermano y jamás haber sido mi amigo, tú eres el peor error de mi vida.
- qué bueno, el sentimiento es mutuo, todo esto no hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido, pero no se puede cambiar el pasado.
- todo esto es tú culpa, si fueras más normal, quizás nada de esto pasara o tal vez si no me hubiera encariñado de ti, nada de esto pasaría.
- no entiendo ¿Cómo que ser normal? y ¿Alguna vez te encariñaste conmigo?
- ser como los otros, eso significa ser normal, no ser extraño y aunque no lo parezca, sí, si me encariñe contigo
- y ¿Dónde está mi anormalidad? Porque yo me veo como los otros, tal vez no con los mismos ojos o los mismos pensamientos, pero yo era normal, soy como ellos, o lo era, antes de que me trataran como una perra, así que te pregunto ¿Por qué no soy normal? – ella río.
- ¿Acaso no te has visto en un espejo? ¿Acaso no sabes cómo eres? – ella se volvió a reír más fuerte.
- cuidado, que tu risa pueden alertar a tus vecinos.
- no me arrepiento de nada, pensé que con todo lo que hacía podías ser normal y podría pasar tiempo contigo, sin que nadie me juzgara por estar con un raro, pero no, no fue así, nunca cambiaste, seguiste siendo el mismo.
- si lo hiciste, pero no creo que fueras como deseabas.
- sí, pero así me gustas más, podrías ser mi guardián, pero no lo harás, porqué soy la causante de todo ¿O me equivoco?
- si lo es – puse su cuchillo en su cuello – este es tu final.
- no lo es, sé que aun sientes amor, sé que me amabas, se te notaba a kilómetros y aun sientes eso o un poco, ya que ya tienes alguien en tu corazón y se llama Sam.
- sí, pero igual te matare, lo sabes.
- merezco esto, merezco morir por tus manos, no lo voy a evitar, yo intente hacer algo bien y no lo logre, hice todo lo que pude, pero no lo logre, no me arrepiento, pero sé que merezco morir por tus manos ¿Me entiendes?
- no.
- yo hice lo que pensé que era correcto, tu haz lo que piensas correcto, así que no te detengas, hazlo, hasta tu último aliento, haz lo que te guste - ella sonrió - así lo hice yo y si me dieras la oportunidad de volverlo hacer lo haría, porque pienso que es lo correcto y hasta que no lo logre no me detendré, hasta que no me mates lo seguiré haciendo, entonces te digo que mátame, sé que piensas que es lo correcto, así que no me defenderé, no hare nada.
- está bien, aunque prefiero que te defiendas, pero está bien, vas a sufrir.
- lo se.
Luego de ahí, la empecé a torturar, primero le puse algo en la boca para que nadie la escuchara gritar, una lastima, quería escucharla gritar; luego de eso le hice cortes en su pierna, luego le clave un cuchillo en su ombligo y no lo saque. Cogí una soga y la ahorque, y la deje ahí colgada, sin poder respirar, hasta casi matarla, la baje para que pudiera respirar y seguir jungando con ella; luego con la misma cuerda que la ahorque, le amarre las manos y con un bate que estaba en la casa le empecé a pegar, a reventarla como si fuera una piñata, esperando a que salieran mis dulces. Cuando me sentí satisfecho, la agarre del pelo y la lleve a la cocina , llene un balde de agua y le metí en la cabeza al balde por un minuto y la saque, la dejé respirar por unos segundos y metí otra vez su cabeza al balde; lo hice como tres veces, me parecía divertido, aunque no quería llegar a su limite, por qué se demayaría y no podría seguir jungando con ella. Cristóbal no demoraba en volver, así que debo terminar rápidamente, cogí mi pistola y le dispare seis veces, primero en ambas rodillas, una en un pulmón o donde yo creo que quedaba el pulmón, otro en el estomagó y dos en la cara. Cogí todas mis cosas y me largue de ahí, disfrute todo lo que le hice a Isa, lo volvería a hacer si me dieran la oportunidad, pero las cosas buenas duran muy poco. Fui a mi casa y me cambié, mi querido padre no estaba aún en casa, le escribí a Cristóbal que lo siento por no ir, que tuve otras cosas que hacer más importantes que pasar tiempo con él, me disculpe otra vez y que no quería decir que el no fuera importante, luego le pregunte en donde estaba y él me dijo en su casa, adivino que ya vio a Isa, le pregunte si quiere salir y él dijo que si, eso me pareció raro, muy raro, pero eso no es todo, también dijo encontró algo en su casa, algo desagradable, por eso necesitaba salir, ya sus padres vienen a la casa y no quiere estar en ese momento; yo le dije que había una edificio abandonada, que podíamos explorar si él quería, para ver si encontrábamos un fantasma o un edemonio que vive ahí. Él acepto, además le dije que trajera algo muy importante, él acepto y dijo que no veríamos ahí en una media hora, camine hasta el edificio abandonado y subí unos piso y lo espere, me senté en el suelo y vi hacía la ciudad, eran tan hermosa y con esa hermosa vista me pregunte ¿Por qué no lo hice antes? Y en ese momento de paz, me puse a recordar todo lo que paso y me explique a mí mismo todo, como si estuviéramos en la historia, como si alguien estuviera leyendo esto, que estupidez, solo estoy loco, nadie está leyendo mis pensamientos, solo estoy loco. Luego de un rato de decirme loco, mi maldito, pero buen amigo por fin llego, y trajo lo que le pedí.
- ¡¿Por qué mierdas te demoraste tanto?!
- lo siento, no me grites, es que hay varias razones, la primera, la cosa que me pediste no es tan fácil de encontrar, segundo te traje un regalo que tampoco fue fácil de encontrar, tercero no me dijiste en que piso estabas – ese si fue mi error – y cuarto y, por último, me encontré una niña muda con su hermano, al parecer la niña se quería suicidar y su hermano la detenía, así que les quise ayudar.
- y ¿Qué paso?
- no te diré, hasta que te perdones.
- eres muy mala persona, pero está bien, lo siento Cristóbal, no quise gritarte, debí considerar varias cosas que no pude, lamento ser un mal amigo, no volverá a pasar.
- así me gusta, bueno, lo que paso es que su hermano le gritaba que no lo hiciera y la tenía de la mano, yo me acerqué y le pregunte ¿Qué paso? ¿Por qué tanto alboroto? Y él respondió que se quería suicidar, yo le pregunte ¿Por qué se quiere suicidar? Y ella dijo que es una inútil, que no sirve para nada y que lo mejor es morirse, todo esto en lengua de señas y traducido por su hermano obviamente, yo me le acerqué y le dije, no seas estúpida, el suicidio es muy estúpido, solo tienes una vida, aprovéchala hasta el máximo, porque lo único que sabemos de la muerte es que es el final, no sabemos si hay un más allá, pero si quieres hacerlo, hazlo, no hay mayor libertad que una persona escoja la muerte o eso creo yo y antes de que lo hagas, piensa en como afectara todo esto a tu familia y amigos, tienes que pensar muy bien lo que vas a hacer y me fui de ahí, no quería hablar más con ellos, no podía ayudarla, además se cómo eres tú, te enojarías, además ya le dije lo que le tenía que decir, ya no podía hacer nada allí.
- y ¿No sabes si se suicidó?
- no, pero espero que no, espero que lo que le dije le haya hecho cambiar de parecer.
- yo creo que sí, tú puedes cambiar a alguien con solo palabras.
- a todos, menos a ti verdad.
- sí, ni tu ni nadie, nadie puede cambiarme.
- no empieces a cantar.
- siempre le quitas lo divertido a las cosas, bueno ¿Trajiste lo que te pedí?
- una foto de tu y mi hermana, una caja de cerrillos, gasolina y el diario de mi hermana.
- no sabía que tu hermana tenía un diario y yo no lo pedí, pero bueno.
- es para eliminar información, para que no descubran que tú los mataste y que tú eres el niño de la máscara - ¿Cómo sabe? – por tu cara veo que es verdad y que tengo razón, te preguntaras ¿Cómo lo sé? Simple, leí el diario y es muy obvio, te conozco, solo tú podrías matarlos, además compare lo del fondo del video y simplemente compare con la persona y medio una estatura cerca a la tuya, así que busque alumnos con el mismo tamaño y simplemente descarte a los que no me parecían.
- ¿Hiciste todo esto en unos días?
- tuve muchos días sin ti, demasiados tiempo libre, así que me puse como meta saber quién era él chico o la chica enmascarado y pues ciertas pistas me llevaron a ti, como tu color de ojos y tu cabello, estatura y algunos relatos que me daba mi hermana que ya está muerta.
- lo siento.
- no, no lo sientes, si lo sintieras, no lo hubieras matado, pero eso ya no importa, la verdad es que yo también la hubiera matado, pero pienso que todo se puede arregrar hablando, sino pensara así, la mataría, pero tengo esta idea, no todo se solucionan a golpees o puños, si eres amable tal vez las cosas no escalen a peor.
- nada ira a peor, toda ira a mejor, aún no he terminado con esto y lo sabes bien, dame la foto, la gasolina y el fosforo.
- claro ¿Para qué?
- matar a alguien, matar a mi yo del pasado, matar a todos los recuerdos con tu hermana, tengo que acabar con todo y seguir mi vida – le cogí las cosas y le prendí fuego a un barril y metí la foto – mira como el pasado se quema.
- ¿Cómo conseguiste encender el barril?
- aquí vive o vivía muchos vagabundos y para calentarse se necesitaba fuego, así que encontré un barril con leña y simplemente lo encendí.
- ¡¿Qué?!
- tranquilo, si alguien nos ataca, yo te defiendo y me defiendo.
- está bien ¿Ahora qué?
- quiero leer su diario, para ver que dice, obviamente habla de mí, pero quiero ver que dice de mí exactamente.
- está bien toma – me dio el diario – antes de que te vayas a leer, te contare un secreto, tú me contaste algo secreto, yo haré lo mismo y lo que pasa es que, soy gay.
- o que bien, la verdad no es tan wooow, la verdad yo casi me vuelvo gay por pasar tiempo con Isa y si tu llevas todo este tiempo con ella, era obvio que le ibas a perder el gusto a las mujeres – ambos reímos – bueno nos vemos después.
Y me largue de ahí, yo me distraigo fácil así que necesito total silencio, así que no necesito tener a un Cristóbal hablándome, además me incomoda si alguien me ve mientras, leo es muy incómodo y no podre concentrarme y no sabre que estaré leyendo.
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