Cada persona tiene un monstruo en su interior
Me levante, era un nuevo día, quizás no me peguen hoy, ya que estarán muy tristes llorando por Pablo. Me vestí y camine al colegio, llegue a la escuela a las ocho, justo a tiempo para entrar; cuando entre al salón vi que el profe no estaba y todos estaban cerca de Oscar.
- cuenta Oscar ¿Qué paso? ¿Por qué te llevaron a la comisaria?
- ¡no pueden dejarme tranquilo, no quiero hablar de eso, pero ya que, se los diré, como quieran, pero si Isa les pega no será mi culpa, será su maldita culpa, entienden! – Oscar se calmó – lo que pasa, es que Pablo se suicidó y al parecer yo entre a su casa, antes de suicidarse y quería saber porque lo hizo, pero no estuve ahí, eso pareció raro, si decía que no sospecharía de mí y si ya lo hacen sospechan más, algo raro pasa, muy raro, pero no puedo hacer nada.
- deberías decirle eso a Alberto y a John – ni yo sé a qué se refería Ana.
- ¿Quién putas son ellos?
- es que me leí una historia policial, y los nombres de los protagonistas se llamaban así, a lo que me refiero es que deberías decirle que no fuiste.
- ¿Cómo? Estaba en mi casa solo, no tengo cuartada, además ya les dije que simplemente hable con él, no note nada extraño, hablamos del amor y otras cosas, pero nada extraño y que nunca pensé que se suicidara.
- algo anda mal, primero Laura y luego Pablo, alguien o algo lo está matando, alguien nos quiere matar, voy a morir, tenemos – Oscar la detuvo.
- para, mira, déjala la paranoia, nadie los está matando – la miro – no estamos seguro, puede que sí o puede que no, pero no podemos confiar en los policías, ellos ya cerraron el caso, fue suicidio, si alguien vuelve a morir – hizo silencio por unos segundos – te hare caso, algo estaría mal, pero no va a pasar, solo fue un choque y un suicidio, nada más.
- eso ni tú te lo crees, todos sabemos que algo está muy mal.
- no lo sabemos, no lo sabemos y si tienes razón, quien lo está matando, vez a alguien capaz de matarnos ¿tú lo crees? Todos nos temen, son incapaces de lastimarnos o ¿acaso un fantasma nos persigue para matarnos por ser malas personas? O ¿será que alguien e hizo un trato con un demonio para matarnos? ¡no me vengas con esas idioteces! Así que silencio, que, si Isa te escucha, te rompe la cara.
- veo que nadie me quiere escuchar, mejor me corto la lengua – me acabas de dar una idea, cumpliré tus órdenes.
- ven no seas así, no quise decir eso, lo siento – y allí fue Oscar a disculparse con Ana, ellos dos me dan un aire de novios, no sé por qué no lo son, un consejo Oscar, de enemigo a enemigo, aprovecha el tiempo que tienes, no sabes cuando mueras, aunque sé que no tienes mucho, así que aprovéchalo mi pequeña presa.
El calladito se acercó a mí, sigo sin saber su nombre, así que lo llamare calladito mientras tanto; como decía, él se acercó con una sonrisa, me daba miedo esa sonrisa.
- hola Daniel ¿Cómo dormiste? ¿dormiste con Sam? – lo mire con odio – tranquilo, no le diré a Isa y Fred no le ha dicho nada, así que tranquilo – lo mire a otro lado – me lo merezco, bueno voy directo al grano, ayer te defendiste, un poco, cuando nombramos a Sam, te enojaste y te "defendiste" – hizo comillas en el aire cuando defendiste – creo que estas enamorado, como sea, lo que te digo es que, esa era el Daniel que quería ver, te voy a decir algo, si esto sigue así, si te sigues defendiendo, serás problema para Isa, lo sabes, así que si sigues así, tendrás más problemas que los de ahora y lo sabes, así que, si te conozco, no te vas a defender, así que te alejaras de ella – todo lo contrario, voy a seguir con ella, si a ustedes les molesta, voy a seguir a su lado – yo creo que es lo mejor, pero es tu vida, has lo que quieras.
- está bien.
Unos minutos después llego la profe al salón, nos dio la clase, no me acuerdo que dijo, no puse atención, como siempre, todo era muy aburrido, pero al final nos puso en equipos, me toco estar con Oscar, perfecto, me voy a morir, aceptamos de mala gana, ni él ni yo queríamos estar juntos, luego salimos al descanso, Oscar me saco del salón a encontrarme con ellos.
- ya estoy aquí y traje a nuestro amiguito.
- no tenías, pero ya que, que se quede, tal vez Sam sabe algo.
- ¿saber sobre qué? – Alicia me miro con cara asesina.
- ¿de qué va a hacer? ¡pues que el maldito de Pablos murió y Oscar fue el último que lo vio, pero él nunca estuvo ahí!
- tranquila Alicia, no toquemos el tema.
- está bien Isa... ¿Qué paso con Mariana? – en ese momento me di cuenta que no estaba, con todo lo que paso, no conto ni un chiste, el ambiente no era el mejor para contar chiste o para hacer una fiesta.
- conto un chiste del suicidio de Pablo y yo le rompí la nariz, así que no vendrá, a partir de ahora no volvemos a tocar el tema ¿está claro? – todos respondieron que si señora – soy señorita, pero está bien.
- entonces que haremos, ya tenemos dos funerales.
- ¿tú que crees Oscar? Vamos a ir y ya, dejaremos el tema en el pasado y los recordaremos, pero tenemos que seguir con nuestras vidas, adivino que todas las personas del colegio saben de esto.
- no es mi culpa.
- lo sé Daniel, sé que Oscar les dijo, Ana me dijo – Oscar miro a Ana – que te preguntaron hasta el cansancio y les respondiste y les dijiste todo, no te culpo, todos tenemos un límite, y tu llegaste al tuyo, no te voy a lastimar, eres mi amigo y yo jamás te daría daño, además no eres como esa mierda que está a tu lado – me apunto – si eres mejor que esa mierda, no te pegare.
Luego Fred me quito la comida y se la comió, me sacaron del grupo y hablaron de cosas, la verdad ni me interesaba, caminé por el colegio y me encontré con Sam.
- hola ¿Cómo vas?
- pues no voy a comer, me quitaron el almuerzo.
- pobre, te daría algo, pero ya me comí todo
- no te preocupes, no es la primera vez que me pasa, pero espero que ya sea la última vez que me pase.
- ¿Estas nervioso? Yo si no creí hacer trabajo equipo contigo, menos para – le tapé la boca.
- no lo puedes decir, es nuestro secreto, si alguien se entera, será nuestro fin ¿entiendes? – le destape la boca y me miro.
- está bien, no diré nada, pero igual no lo puedo creer, hacer equipo contigo para hacer eso, es como un sueño.
- ¿Es un sueño porque lo mataras o porque haremos algo juntos? – yo me reí y ella miro hacia abajo.
- no te lo voy a responder – sonó la campana – bueno es hora de despedirnos, nos vemos hoy en mi casa, no llegues tarde.
- no lo hare – fui corriendo a mi salón para no llegar tarde.
Luego tuvimos más clase aburrida, la mejor de todas era castellano, pero esa no la teníamos, así que era muy aburridor, demasiado, casi me duermo mientras el profe hablaba; en el otro descanso si comí, pero no fui con Sam, no me llevaron con ellos, me pegaron contra la mesa y luego me amarraron con una cuerda después de haber comido, así dure el resto del descanso, amarrado a mi silla, me han hecho peores cosas; mientras estaba amarrado me pregunte ¿Por qué no lo hice antes ¿Por qué no me defendí? No les hice pagar por todo lo que me han hecho, lo bueno es que es mejor tarde que nunca. Cuando se acabó el descanso, Ana llego y me desato; luego vino la profesora, no paso nada interesante en la clase; cuando se acabó yo cogí mis cosas y salí corriendo, si ellos me atrapan me golpearan y tengo que estar lo mejor físicamente para esta noche, por suerte salí sin que me lastimaran, seguramente me peguen peor mañana, sino se deprimen por la noticia. Me estuve en mi casa por una hora, alistándome, planeando en lo que voy a hacer, esta vez iba a ir en taxi, esa casa era muy lejos, y llego como nunca, no llego así de simple; llegue a la casa y le page al taxista, toque el timbre y ella me abrió la puerta, otra vez no había nadie en la casa, eso ya me parecía raro, luego le preguntare, jugamos con la Xbox y le ayude con la tarea, ella no quería aceptar, le daba pena aceptar, pero yo le suplique que lo hiciera, ella ayer me curo y le tengo que devolver el favor. Cuando el sol se había escondido, nosotros nos alistamos, ella sabía que los padres de Fred no van a estar, están con sus padres cenando, Fred no le gustan esas cosas y a ella no la dejan salir a esos eventos, me pareció muy raro. Cuando estábamos listo de salir yo la cogí de la mano y la detuve, tenía que salir de dudas
- ¿Daniel?
- ¿Por qué tus padres nunca no están? ¿Por qué normalmente estas sola en casa? ¿Acaso pasa algo entre tus padres y tú? Por favor dime, pero si no quieres, te entiendo, pero sea lo que sea estaré a tu lado, soy tu amigo – ella miro hacia abajo.
- mi mama es una modelo y mi padre es un cirujano plástico, mi mama es muy guapa, demasiado hermosa y mi papa hace que la gente sea más bonita, ¿Cómo crees que es su hija? Perfecta físicamente, hermosa, pero no soy así – empezó a llorar, yo la abracé – nunca te dije algo importante de mí ¿sabes porque llevo siempre el pelo así? - ¿Para esconder algo? – escondo un secreto, algo que no estoy orgullosa, algo que por mí, me arrancaría – se quitó el pelo en la cara y se vio una cicatriz en el cachete, era grande – me lo hicieron, Isa me lo hizo – la abrace más fuerte, ella no podía hablar, se notaba que intentaba, pero no podía, simplemente no podía – cuando éramos pequeñas, era su amiga, ella estaba celosa de mi hermosa cara, de ser perfecta según ella, así que cogió un chillo y – hizo silencio – ya sabes lo que paso, ellos no me creyeron, le creyeron a ella, no me acuerdo que dijo, me duele recordar, cada día me golpeaba, me decía cosas malas y demás, hasta que se cansó de mí y fue por ti, no me volvió a hablar, no me volvió a hacer nada – volvió a hacer silencio, su voz se empezaba a quebrar – mis padres le daban asco esto, mi cara, me lo decían en la cara, sin pena me lo decían, lo que hice fue tapármelo con mi cabello y ya, ya era su hija o media hija, pero por lo menos me sonreían cuando me veían y no me decían nada malo cuando me veían, por eso odio a Isa y le tengo miedo, pero quizás esta noche no – ella lloro por varios minutos y se calmó – ven me cambia y hagamos esta actuación – ella se fue arriba y tuve que esperarla más ¿No dijo que se iba a cambiar? Que hace ¿maquillándose? – ya vine – luego ella salió con una minifalda, una blusa, estaba peinada, se pintó los labios de negro, se maquillo y se echó perfume, yo estaba atontado viéndola, ella se acercó – veo que a ti también te gusta este nuevo estilo - ella río.
- claro – apenas podía hablar, se veía muy hermosa, y yo como un idiota votando baba por ella.
- espero que Fred también piense lo mismo que tu – miro para abajo, esta mujer si tiene baja autoestima.
- mira, si Fred no le pareces linda es porque es un completo idiota o le gusta los hombres – me acerque a ella – y que importa, el no importa, lo que importa es la opinión que están a tu lado, como yo – ella se acercó más y me beso, yo correspondí su beso, como no hacerlo, esa minifalda que tenía ella, esos labios negros que tiene, era un ángel caído del cielo, que cayó de cara, pero un ángel es un ángel, además me acabo de dar mi primer beso, ¿cómo negar mi primer beso? Luego de un tiempo, nos separamos, ella me vio fijamente, no la pude ver a la cara, me daba vergüenza.
- bueno, empecemos con nuestro plan.
Caminamos hasta la casa de Fred, nadie dijo nada, yo no podía hablar; estábamos en su entrada, ese plan tiene que salir perfecto, luego de esto hay que empezar a matarlos lo más rápido posible, no creo que fueran tan idiotas como para no darse cuenta de esto, empezaran a sospechar, así que hay que matarlos rápidamente.
- Oye Daniel, sé que por ahora somos dos, pero te voy a decir algo, pase lo que pase ella va a caer, cualquier cosa que hagamos llevara a la caída de Isa, todos odiamos a Isa, todos, así que tarde o temprano la veremos sufrir, como dice mi abuela, todos los caminos llevan a roma – yo le sonreí.
- bueno, es ahora o nunca, vamos a acabarlo, si te sientes en peligro, vete de ahí, aléjate de él, el daña a cualquier persona y no quiero que te lastimes.
- tranquilo hermoso, tendré cuidado.
Ella toco el timbre y yo me oculte, Fred abrió la puerta y la hizo pasar, luego cerró la puerta, la llevo a un sofá y se sentó, no sé qué decían porque no los podía escuchar, luego de un tiempo él se fue, seguramente a la cocina, ella aprovecho y me abrió la puerta y volvió a sentarse en el sofá, yo entre y cerré suavemente la puerta y me escondí en un lugar donde los pueda ver, pero el problema era que estaba lejos y no los podía escuchar; creo que Sam le dijo que pusiera música por qué él puso música, era el baile de los que sobra de los prisioneros, un una hermosa canción, por suerte yo me aguante las ganas de cantar. Luego Sam se acercó a Fred era mi momento, fui a la cocina a buscar un arma, un cuchillo o cualquier cosa que lo pueda matar, cuando los volvía ver, vi que Fred le levanto el pelo y la vio por completo, él se asustó y la empujo, me aguante las ganas de golpearlo tengo un mal presentimiento sobre esto. Luego la tiro y la empezó a patear, luego cogió su bate y le pego en la panza, tenía que hacer algo; levanto otra vez el bate y lo empuje, él se sorprendió de mi presencia.
- No la toques
- ¿Qué haces aquí? – no le respondí.
- Sam vete de aquí, déjame este idiota a mí.
- no te dejare, estamos esto juntos, somos un equipo y no te abandonare.
- está bien, pero escóndete, no quiero que salgas lastimada.
- qué bonito, pero me explican ¡¿Por qué mierdas estás en mi casa?!
- ¿Tú que crees que hago?
- ¡No lo sé, por eso te pregunto!
- cuando te gane te digo – me puse en posición de pelear.
- ¿Tú ganar? – él se río – eso lo veremos.
El me intento pegar con el bate, yo corrí de él, él rompía todo con el bate, espejos, jarrones y dejaba marcas en la paredes, tengo miedo de que me golpee con eso; yo era más rápido que el así que lo pude perder y me escondí debajo de una mesa, él no me vio y siguió derecho, yo lo seguí, pero me lleve una grata sorpresa, que él me estaba esperando en una esquina, cuando pase por ahí me golpeo por la espalda y yo caí al suelo. Él levanto el bate y yo le pegue en el lugar donde más duele para un hombre, me levante y le pegue una patada en la panza y lo hice caer, cogí su bate y le pegue varias veces en la cabeza, pensé que lo mate por qué le rompí la cara literalmente.
- Estuvo fácil, siempre pensé que ustedes eran como unos monstruos poderosos que son invencibles, pero no son así, son solo monstruos débiles que usan el miedo para ganar, no saben ni como defenderse, debí hacer esto desde antes – el me acuchillo en la pierna, pensé que lo mate, pero no, la próxima vez los remato, tengo que estar seguro que lo mate; yo caí al suelo, el me quito el bate, se escuchaba como le costaba respirar.
- te... mataré – me empezó a golpear con el bate hasta que no me pude levantar – eres... un monstruo... debes morir – Sam vino por detrás y con una cuerda lo empezó a ahogar, no pudo soltarse y se murió o se desmayó, tengo que asegurar su muerte; Sam me ayudo a levantarme.
- gracias – cogí el bate – hay que asegurar su muerte, te pediría que no vieras.
- yo quiero ver morir a ese hijo de puta, acabemos con lo que empezamos.
- está bien – me acerque a él – por cierto, Pablo te dice que lo siente, por todo lo que hizo o algo así me dijo, lo bueno es que estarán juntos en el cielo, si es que existe – levante el bate – sé que estas vivo, te escucho respirar levemente, y una última cosa, todos tenemos un monstruo adentro, yo tengo uno y lo acabas de ver, ustedes siempre me muestran su monstruo interior todos los días, espero que esto te duela parasito – y le golpee en la cabeza uno y otra vez, las paredes se llenaron de sangre, también me cayo sangre en el pantalón; pare cuando él no tenía cara, puse mi mano en su pecho, había muerto – listo, es hora de eliminar la evidencia.
Ambos cargamos el cuerpo y lo llevamos a la cocina, yo lo corte en pedazos y le dimos su carne a los cerdos; mientras los cerdos disfrutaban la carne de Fred, limpiamos toda la case donde había sangre, todo quedo limpio, el único problema seria los daños que hicimos en la casa, no creo que lo podamos reparar, pero está bien, no los policías no van a sospechar de nosotros, por ahora, a los que les tengo miedo son mis compañeros, ellos si verán que algo raro pasa, también me cambie de ropa porque tenía sangre. Luego de limpiar todo fuimos donde los cerdos y vimos que ya se comieron toda la carne, cogimos los huesos y nos fuimos a un cementerio, desenteramos una tumba, pusimos los huesos en esa tumba y lo enterramos otra vez, nadie va a encontrar a Fred, va a morir en el olvido sin una tumba propia. Luego fuimos para mi casa, teníamos que estar lejos de la escena del crimen; cuando llegamos a mi casa, ella curo la herida, era buen curando a la gente.
- Lo hicimos.
- sí, ya solo quedan catorce si contamos al nuevo.
- ¿Ahora que hacemos?
- tu descansar, yo seguiré, cuando necesite tu ayuda te la pediré.
- está bien y otra cosa ¿Quiere ser mi novio? – ella miraba a otro lado.
- pues, si quiero, pero primero hay que terminarlos, matarlos, porque si salimos y ellos están vivos, nos van a joder la vida todo lo que quieran, no hay que dejarlo.
- bueno – miro para abajo, le cogí la mandíbula, levante la mirada y la bese.
Sonó su teléfono, ella se separé de mi y agarró el telefono, eran sus padres, le preguntaban dónde estaba, ella dijo que con un amigo y les invento algo, luego colgó.
- me tengo que ir, mañana hablamos, duerme bien.
Nos despedimos con un abrazo y se fue, mañana será un nuevo día, poco a poco acabaremos con todos, me alegra tener una compañera y alguien que me ayude con esto, me acosté, mañana matare a otro de sus amigos, no sé cuál va a hacer, pero lo disfrutare y es lo único que importa.
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