"Y al viento las campanas
Dirán que ya eres mío
Y locas las fontanas
Se contarán su amor"*

La canción sonaba de fondo, mientras recordaba, una suave arena en la más profunda niebla, en Siria, donde la vi a mi abuela por última vez.

Mi cama lo único que hacía, era traerme recuerdos que ni si quiera sabía que tenía en mi cabeza. Acariciando las sábanas heladas, que recibían mi sudor espeso, y mi frialdad extrema.

"La noche que me quieras
Desde el azul del cielo
Las estrellas celosas
Nos mirarán pasar." 

Y mi garganta, se trabó. Y no podía respirar; no podía vivir.