[24]
El señor Degel, es realmente increíble, no puedo creer que este bailando de la mano con el que se supone es el mafioso mas buscado, además de ser un psicópata. Ya lo alistamos, Saga consiguió un chaleco antibalas y yo ayude a que se disimulara por debajo del traje de color blanco con tonos rosados pasteles que nos dieron.
Para evitar posibles "reconocimientos" Saga y yo, nos hemos quedado en los costados de la sala, aquí hay demasiadas personas usando atuendos ostentosos por lo que nosotros pasamos un poco desapercibidos por usar uniformes y además de estar algo sucios.
¿Por que a nosotros no nos dejaron cambiarnos?
— Me siento pequeño aquí...
— Puff...y ¿recién te das cuenta, Sorrento?
— Además nos vemos muy mal y estamos totalmente sucios. ¿Tu no te sientes incómodo?
— Para nada, no es mi primera vez y eso es lo que menos me preocupa en estos momentos.
Tiene razón pero igual me siento incómodo. Regresamos nuestra vista al señor Degel que se mantiene bailando muy elegante junto al jefe de la mafia.
— Mira allá —Saga me señalada a un hombre que acaba de entrar a la sala y parece muy exaltado— Esto no esta bien, Sorrento no le quites los ojos de encima al señor Degel. Yo me encargo de ir tras ese pelirrojo. Por el momento debemos evitar que nadie de estos hombres deje la sala, incluido el jefe.
Antes de poder decir algo Saga ya se ha ido empujando a las personas para ir tras ese chico.
Pero creo que ya es un poco tarde. La noticia ya ha llegado a los oídos de quien menos se quería.
(...)
Últimamente eh olvidado que no hace mucho era solo un estudiante, que su única preocupación era terminar sus estudios y dejar de dar tantos dolores de cabeza a mi padre.
Es increíble creer que ahora mi preocupación es seguir vivo.
Haber, explico la situación: Camus hace unos cinco minutos lucia mas calmado, incluso logre distraerle un poco con el tema de lo que tiene el señor Degel para que se le olvide un poco y se lo explique en otra situación un poco mas calmada, pero ahora regreso a estar ansioso.
El general dijo que saldría primero a ver el perímetro, acaba de regresar, acompañado del hombre que maltrato al Señor Minos y nos dio la noticia de que estamos rodeados. Actualmente no hay ninguna salida.
— Minos, déjame decirte que tus amigos y tu no son muy inteligentes—el señor Minos que se encuentra actualmente siendo cargado por Sísifo solo puede ocultar su rostro, no tiene muchas fuerzas para discutir— Quiero que consideren lo siguiente: si me dan a ese chico y regresan educadamente a sus celdas hare que todos esos hombres se larguen—señala la salida— además de que la ira de mi hermano disminuirá. ¿No les parece un trato sencillo?
El general que estaba a un costado del señor Aiacos, deja salir una risa ronca para luego pararse a un mas cerca del señor Aiacos, además de que al estar de ese modo logra intimidar lo por la diferencia de altura.
— Lo que acaba de decir es totalmente, —el general lo sujeta del cuello de su camisa y lo alza un poco del suelo, Aiacos estaba a nada de gritar pero el general le cubrió la boca con una mano y parece que le va a sacar la misma— ...no sabe lo cansados que estamos de esta situación y no tiene idea de cuanto quiero aplastar su cabeza contra el suelo. Aunque eso me reduciría a su nivel.—hace una breve pausa y dirige su mirada al arma que trae Aiacos en una mano— ¿pero que intentas con esto?—el general le quita el arma que traía el señor Aiacos con solo arrebatárselo de la mano, sin ningún esfuerzo y seguidamente se la tira a Manigoldo.
El general en si, ya estaba furioso pero ahora sus venas están más marcadas y ahora todo el parece como si creciera en cólera. Nosotros, que estamos técnicamente atrás de el estamos temblando, incluso mi hermano a preferido mirar a otro lado porque le tiemblan las manos al igual que Manigoldo que no se como alcanzo a atrapar el arma.
Siento que hasta el mismo diablo se asustaría de verlo.
— Ahora vas a escucharme, mas te vale que entiendas todo. No tengo paciencia en estos momentos.—Es gracioso ver como ese hombre que maltrato sin pudor a su propio hermano ahora parece un cachorro asustado y sumiso— Vas a salir, pedirás que bajen sus armas y se retiren. Nos llevaras a donde esta la escoria de tu hermano, mas te vale que no intentes nada que haga que me arrepienta de dejarte vivo. ¿Entendiste?
No responde en seguida y apenas baja su vista al suelo, cuando de repente su reacción sorprende a todos.
— Jajaja...lo siento —el que habla es Aiacos, es posible que no le tema a la muerte que se digno en reírse y escupir en la cara del general— ¿Enserio cree que haré eso?... Aunque quisiera no podría....
El general no pudo aguantar más y lo estampó contra el suelo de un solo movimiento con su brazo.
— ¡¡A-aspros!! — el que habla ahora es el señor Minos, no levanta su mirada pero trata de gritar lo más que puede— no, no lo mates. Él dice la verdad... aunque quisiera no podría hacer lo que le pides!!
— ....
El general detiene su ataque de ira contra Aiacos y solo se mantiene viendo a un punto muerto.
— Entonces, Minos, ¿Sugieres que dejemos que todo lo que vivimos a causa de ellos, sea tomado en vano? Si es así, entonces no tengo más órdenes que darles, pueden empezar a despedirse.
Todos nos mantenemos en silencio.
Se que todos estamos cansados, asustados con ganas de solo salir de aquí los más pronto posible y sin embargo sabiendo que estemos a punto de morir, a mí en lo personal, ganas de rendirme no me faltan pero también tengo sentimientos acumulados que no sé muy bien cómo expresarlos.
Quisiera cerrar los ojos y que cuando los habrá, que todo esto sea una maldita pesadilla.
— Aspros, —vuelve a hablar Minos— y-yo ya no puedo seguir con esto y si te soy sincero estoy muy feliz de al menos poder haberte visto de nuevo.
Aspros solo deja salir un suspiro mientras el señor Minos continúa.
— L-los hombres...que están afuera, no obedecen a nadie que no sea mi.. bueno, al jefe, ¡¡ Y solo viven para matar!! Crees que no tengo miedo, ¿Sabes cuántas vidas eh visto ser torturadas y para finalmente morir? ¡¡¿Sabes al menos cuánto eh soñé que un día pueda ser libre de mis pesadillas?!! Y que en las noches no me despierte asustado......No quiero que ellos también sufran, podrías no rendirte...has lo que me prometiste!!! ¡¡No puedes romper una promesa!!
— Eres realmente...hasta te acuerdas de esa locura en estos momentos—Aspros regresa su mirada a nosotros— Pero lo intentaré pero no por la promesa estúpida de la cual hablas,Oh! y más te vale que no pienses en hacer lo que estoy pensando.
— ¡¡G-gracias!!...—Minos trata de sonreír pero solo parece sentir dolor—Ahora, escuchen mi último as bajo la manga.
(...)
Por favor, ¡¡señor Aiacos ya salga de ahí!!
Acabo de llegar junto a la barricada que mande a preparar a Surt, además de enterarme que adentro de la "bodega" esta el hermano de Hades, al parecer había llegado antes que mis soldados, entonces no podemos empezar con lo planeado.
¡¡Maldición!!
— ¿Qué le toma tanto tiempo?
Siguen pasando los minutos y no sale, me decido por mandar a alguien para que vaya a ver que sucede y que también saque de una vez a Camus, pero no logro hacerlo antes de que a nuestras espaldas suenen un par de disparos, junto a varios gritos y que mi vista de con una escena realmente caótica.
Jamás lo había visto tan herido, ni tan vulnerable desde hace tanto...
No está sólo, en realidad está rodeado de el resto de invitados que han salido corriendo del edificio que en parte se está cayendo y también arde en llamas...pero no sé porque, si se supone que cree un plan de contingencia si sucedía algo como esto.
— ¿s-señor?...¡¡Señor Hades!!
Está herido. E,el j-jefe...
—¡¿Por qué?!
Regreso a ver a los que están a mi lados y no hacen nada, solo están ahí parados.
— ¡¿Por qué no hacen nada?! ¿Qué esperan vayan a proteger a su lid-?
— Ni tu, ni ellos se van a mover de aquí. Si alguno de ustedes llega moverse estos hombres morirán.
¡¿Este imbécil sigue vivo?!
Es el general más estúpido que jamás eh conocido y no solo me está amenazando a mi, regreso mi vista y ya encontré al otro líder, Aiacos están siendo arrastrado con un arma en su cabeza.
Más patético no puede parecer.
— General— hablo y el presiona más su arma contra la cabeza— usted se da cuenta que está siendo rodeado por más hombres que los suyos. Y cree que solo con una amenaza no..
— Estoy consiente de varias cosas y usted se olvido que si mueren los dos grandes líderes, todos estos hombres también estarían muertos o...¿me equivoco?
Que....como, es cierto lo que dice este animal.
Si los dos grandes líderes de la mafia llegan a caer...todos, absolutamente todos los que tuvieron una relación con ellos, ya sean sirvientes, asesinos y los que incluso están en el gobierno serían expuestos por el simple hecho de haber hablado con ellos.
Su fin seria obvio, perderían todo.
Incluido sus vidas.
La inseguridad se apodera de los soldados y algunos ya han bajado las armas.
Pero tal vez exista aún una posibilidad de salir de esto.
— General se olvida que yo...soy el sicario más buscado y más peligroso de todo el mundo, ¿cierto?
Entonces para esto es lo que me preparé todos estos años, que final mas !!Emocionante¡¡.
(...)
— Wow, si hubiera sabido que desde aquí se podrían ver las constelaciones, hubiese pedido que me dejen la mansión a mi. Aunque padre me lo hubiese negado de todas formas.
— Señor Minos, ¿Ya se encuentra mejor?
— Bueno, Camus, no siento mis piernas pero creo que ya puedo estar más tranquilo.
Está demasiado tranquilo, que asusta, hemos decido separarnos del resto, fue lo mejor de lo contrario siento que seríamos un estorbo.
Vinimos por uno de los túneles a las afueras del lugar y ahora estamos en una camioneta algo vieja, estamos: mi hermano, Loki, el señor Minos y yo.
— No dejan de sonar disparos —el que habla es Loki— debería ir a-
— ¿Ir a que? —Albafica está recostado enzima del volante y no está de muy buen humor— Vas a morir ni muy bien pongas un pie ahí, sabes que no eres bueno con ningún arma, tampoco sabes defenderte sin desmayarte antes, le tienes miedo a la sangre a los mosquitos y odias a los militares...a tu tío y a ti padre, ¡¡el punto es que eres un miedoso!! y si vas...me...me..
Albafica dice algo por lo bajo ya nadie lo escucha.
— ¿Tu...?—Loki que está sentado en el asiento del copiloto se acerca a la cara de Albafica— ¿Qué sucede Alba...?
— Eres un tonto...y no quiero que alguien más te mate.
— Pfff... entonces no quieres que muera en manos de alguien que no seas tú.
Mi hermano solo gira su rostro a otro lado y Loki deja salir un suspiro.
No tenemos mucho que hacer aquí, solo esperamos que den la señal acordada.
— Hey, Camus ¿Cómo te sientes?
— Umm, Señor Minos, a decir verdad tengo mucho miedo y...solo espero que esto ya terminé.
— Es entendible, a veces olvido que ya tienes dieciséis años, como pasa el tiempo ahora me siento mas viejo...ha...
El señor Minos me abraza como puede.
— ¿Usted...también ya me conocía?
— Te conocí cuando eras un bebé, estaba en el hospital en el que naciste y...trate de salvar a tu padre. Por eso y otros asuntos que son difíciles de explicar ahora, eh estado ayudando a este par, aunque ellos jamás lo supieron.
Loki y Albafica lucen bastante sorprendidos.
— ¡¿Eras tu y jamás no lo dijiste?! ¿Por qué?
— Porque si lo hacía es posible que tu padre descubriera todos mi planes y me mandará a callar, aunque aún así lo hizo varias veces. Además de que no quería poner a un par de jóvenes en peligro.
Loki guarda silencio y regresa su vista adelante.
— Voy a ir.
— ¿Por qué tienes tanta urgencia de ir?
— No puedo quedarme aquí, sin hacer nada. Es lo que eh hecho prácticamente toda mi vida y además, deje algo en la mansión.
—....
—???
—???
Albafica se sienta derecho, toma aire y mira a Loki.
— ¡¡¿QUE COSA DEJASTE?!!,¿ACASO ES MAS IMPORTANTE QUE TU VIDA?!!! ¡¡IDIOTA!!
— ¡Ay! Casi me dejas sordo —Loki lo dice un poco exagerado para luego abrir la puerta del carro— Es de suma importancia, pero no puedo decirte que es ya lo descubrirás después.
Loki se estaba bajando del carro pero Albafica lo detiene jalando, no tan brusco ni tan débil de su camisa.
— Porfavor...
— ¿Alba?
Mi hermano toma un poco de aire y le tiembla la mano que sujeta el borde de la camisa de Loki.
Hasta que finalmente lo suelta.
— Podrías, porfavor, cuidarte en el...camino.
— Lo haré, nos vemos en un rato.
Veo como Loki va corriendo en dirección de regreso a la mansión.
Albafica no ha dicho nada y se quedó viendo un rato la puerta abierta del lado del copiloto.
— El se fue...—deja salir un suspiro y con un tono melancólico suelta al aire— y...no va a volver.
— Mmh—lo dice casi en un susurro el señor Minos
— ¿Por qué dices eso?—Le pregunto a mi hermano sin quitar la vista de donde se fue Loki.
— Porque lo decía su mirada, sus acciones y yo, en el fondo ya lo sabía. Lo conozco, eh vivido la mitad de mi vida a su lado y se cuando oculta algo. Sabía que él no podría dejar este mundo así de fácil. Además de que es un mentiroso, el más grande de este mundo; pero si te soy sincero creí que si vendría con nosotros y que empezaría desde cero junto a nosotros.
El señor Minos no volvió a decir más, mi hermano se recostó como pudo en los asientos del frente y logró dormirse, aunque parecía quejarse por lo bajo.
Yo me quedé al lado del señor Minos, regresando un par de veces mi vista a la mansión, viendo si realmente lo que dijo mi hermano se cumplía.
No había ninguna señal de Loki.
Por lo que llegue a asumir que o le sucedió algo o efectivamente nos mintió.
También estuve, manteniéndome en espera para que los demás puedan regresar y dar la señal de salida.
Miraba a la luna, cada vez se alzaba más en el cielo y creía como si estuvieran pasando años de espera.
Hasta que antes de caer dormido escuché como unos helicópteros se acercaban.
— Son...
— Helicópteros—termina la oración el señor Minos que se ha despertado— Así que ya llegó la ayuda, hey Camus dame la bengala.
— ¿No cree que es muy pronto?
— En realidad siento que es el tiempo indicado; de lo contrario el resto no saldrá con vida.
Y así el señor Minos tubo que usar la bengala, la usaríamos en caso de emergencia pero al parecer hubo un cambio de planes.
Uno de los helicópteros empieza a descender por dónde estamos nosotros.
Desde arriba de otro helicóptero un hombre se asoma y nos grita:
— ¡¡Hola!! ¡¡Perdón por llegar tarde, Soy el subgeneral Defteros!! tú debes ser Camus y ellos, supongo que tus ¿amigos?, suban a ese helicóptero los llevará a un lugar seguro!!! ¡¡El resto siga avanzando!!
El primero en subir, o mejor dicho ser llevado al helicóptero es el señor Minos, yo estaba apunto de subirme pero mi hermano se había quedando viendo el bosque que rodea la mansión y creo saber la razón.
— ....¡¡Hermano!! ¡¡Date prisa!! ¡¡No te preocupes, el estará muy bien!!
Albafica parece estar limpiándose el rostro, cuando me regresa a ver me muestra y sus ojos demuestran que estuvo llorando.
— ¡¡Ya voy!!
Y así todos nos subimos, desde lo alto veo la mansión cayendo en pedazos.
En mi corazón solo guardo un anhelo, veo por ultima vez esa mansión mientras me pongo el collar que eh estado ocultando y atesorando desde el momento en que se me dio.
Estoy seguro que nos volveremos a ver.
(...)
— ¡¡Nunca había visto tanta sangre derramada desde el atentado de hace doce años!!
Este imbécil, luce emocionado por ver como sus propios hombres están a nada de morir.
El plan de ataque en un inicio funciono, estuvo mal que usáramos de amenaza la vida de este hijo de p***, pero no teníamos de otra.
Nos garantizo algo de tiempo pero estamos totalmente muertos en vida.
El resto de engendros que sirven al jefe de la mafia están rodeándolos junto a los otros líderes que han estado reunidos, ahora Saga y Sorrento están en el piso luego de haber recibido golpes por la espalda. Mi hermano, Milo está en una batalla de cuerpo a cuerpo con la mano derecha del jefe.
¿Cómo llegó a eso? Pues no tengo idea, Sísifo y Manigoldo apenas y están de pie además de estar atentos a que nadie nos dispare por la espalda de nuevo; y el General, el está siendo ahorcado por su peor pesadilla.
Así que llegamos a mi posición, estoy presenciando una escena que en mi vida quise ver.
Dejando de lado los cadáveres a mi lado y que estoy herido a muerte, tengo a Degel en mis brazos, su traje blanco está manchado de sangre, sus piernas están raspadas, su piel es igual al tono de una hoja en blanco, fue disparado dos veces en el pecho y no abre sus ojitos.
El grandísimo imbécil se digno en atacar a Degel, es un desgraciado lo quiero matar.
— Degel, porfavor no me dejes, se que nos conocemos de hace poco y además de que nos llevamos una diferencia de edad que no sé cuánto será, pero te ves joven no te preocupes por eso...pero porfavor abre los ojos....no te vayas...yo yo te...
— Emmm Kardia,....Kardia estoy cof...cof...bien
— Aún puedo escuchar su voz...
— ¡¡Kardia!! —el que grita es Manigoldo— ¡¡No dejas respirar al señor Degel!!!
— Así que ya despertó— está es la voz del demonio
— N-no te distraigas—el otro demonio que tengo de jefe.
Al parecer le dio un golpe a Hades.
Y yo por fin alzo mi mirada y efectivamente Degel me estaba mirando entre asustado y confundido.
— ¡¡Estás vivo!!
— C-claro que cof..cof..que estoy vivo, mira—tuve que mirar a otro lado porque pensé que Degel quería sacarse la camisa— mira, esto Sorrento cof..me puso.
Ah...
Es un chaleco antibalas, y yo pensé que...
Saben, no importa lo que pensé.
Pero la tos, eso sí que..es aún más preocupante.
Inmediatamente me levanto de donde estoy y lo alzo en mis brazos, su pulsó está muy acelerado esto es peor de lo que esperaba...
Antes de poder hablar o tratar de correr a algún lado para dejar a salvo a Degel, vemos cómo el cielo se ilumina de rojo y aparecen unos helicópteros.
Ese era el bengala que se le dio al señor Minos, los helicópteros son..
— ¡¡General ya llegaron!!
El que grita es Sísifo mientras dispara a otros tantos y se defiende.
El general no se molestó en regresar a ver, está en una pelea a muerte con el otro imbécil.
Pero Hades, su rostro si cambio drásticamente.
Por primera vez creo que acaba de sentir miedo.
Al parecer dio una señal con un silbido a su aliado, el cual seguía peleando con mi hermano.
Mando al suelo a Milo y tomó un arma.
Todo esto mientras yo dejaba a Degel en manos de Manigoldo.
Tome otra arma que le quite a un cadáver, tenía dos balas, los helicópteros se acercaban más y de ellos bajaban el resto de mis hombres junto a otros, además de estar al frente Defteros.
Ellos se encargaron del resto de soldados enemigos, siendo arrestados junto a los líderes vivos y Aiacos.
El general estaba de nuevo en el piso, vio que yo estaba listo para disparar y me dio la señal de hacerlo.
No sabía que él arma que tomo la mano derecha del jefe no era para disparar a Aspros.
Le disparó a mi hermano al mismo tiempo que yo le disparaba a ¿el?
El en vez de correr a otro lado se puso en frente del jefe de la Mafia y recibió el disparo en la cabeza.
Volví a disparar en seguida y el recibió de nuevo el disparo, esta vez en el pecho, cayendo en los brazos de su jefe.
Estoy en shock, los sonidos de quejidos de personas siendo arrestados, los helicópteros, las pequeñas granadas que fueron lanzadas, mi hermano fue disparado y acabo de fallar en matar al blanco.
— ¡¡Ve por tu hermano!!
El grito es de mi superior que ya está en pie de nuevo, junto a Defteros ambos rodean al mafioso más buscado, por su parte el está arrodillado al frente del hombre que acabo de matar y se ríe como loco.
— Quedas bajo arresto, no tienes derecho a nada...y deja de reírte como un p*** loco.
— Hermano así no va la...olvídalo, ya será juzgado ante un juez.
— Jajajajajaja y-yo, ¿ante? ¿Ante que? ¿Un juez? Jamás todos ustedes van morir, ya verán jajaja ¡¡Julián, Julián míralos están diciendo que me llevaran ante un juez!!!— sus risas se mezclan con llantos y quejidos— ¡¡Julián, responde!!! ¡¡Es una orden!!! jajaja ¡¡¿Por qué me vez así?!!!!!¡¡¡Julián, Maldita sea, eres un imbécil mas!!
¿Qué estado debe de estar su cabeza para hablar con un muerto que recibió un disparo en el cerebro?, más siento lastima por el que acaba de morir.
Yo estoy con mi hermano que está que se desangra.
— ¡¡Te dije que vayas con los demás, este no es...!!
— y...dejarte solo, ja, jamás. Y sabes no voy a morir, eres un exagerado. Mira, solo es un rasguño.
Este niño, ¡¡¿Acaso no sabe lo grabé de la situación?!!
— ¡¡Kardia!!!¡¡El s, señor Degel, se desmayó!! Ahora si no responde!! Deja a Milo, Sísifo se encargará de..
— ¡¿Qué dijiste?!
Mi vista se dirige únicamente a Degel.
Está en los brazos de Manigoldo, y parece haber...
— ¡¡¿Defteros que helicóptero está por despegar?!!
Corro lo más rápido, cargando a Degel de nuevo en mis brazos, su pulsó es débil ahora está más frío que antes.
Le digo a Sísifo que también me ayude a traer a Milo y nos subimos al helicóptero que nos señaló Defteros.
— Date prisa y llévame al hospital más cercano...
— P-pero..
— E dicho al hospital más cercano.
— ¡¡S,si Capitán!!
Ver a sus seres queridos morir ante sus ojos es lo peor que una persona puede presenciar.
No quiero volver a vivir esto.
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¡¡¡Holi!!!
Primeramente, debo una disculpa por mi ausentismo en actualizar la historia.
Excusas no tengo.
Solo puedo decir que no me convencía lo que escribía 😢
Y pues para evitar que se asusten mucho, déjenme decir que Kardia es un tanto exagerado, así que guardemos la calma.
Ya en el siguiente capítulo trataré de solucionar algunos cabos y los juicios serán llevados de manera rápida para no aburrir o seguir con tanto sufrimiento
Oh, y aquí se marca el fin de Julián aunque es mas que obvio les dejo este fanart que encontré como despedida de los loquitos. 😥😌
¿De aquí en adelante lo que habrá son capítulo dulces?
Posiblemente. 😉
Y les agradezco, y siempre lo haré por leer un intento de historia(?
(No tengo palabras para describir está aberración )
¡¡Muchas gracias!! 😘
Manzanita Fuera 🍎😆
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