¡Que emocionante es esto!

Siempre quise venir aquí, bueno, solo quería venir a Francia por este museo y por la catedral de Notre Dame, y ¿por qué no también a la torre Eiffel? La torre Eiffel no me llama tanto la atención.

Prefiero disfrutar este momento. Casi lo olvido Milo está a lado mío, con un montón de folletos que yo le di, sobre este lugar y algunas cosas que compre en el camino aquí; también estamos junto a un grupo de turistas que han organizado un viaje, la mayoría ya son personas jubiladas que les gusta viajar por el mundo.

— Como les dije al comienzo del recorrido, este lugar en principio fue un matadero y tras la segunda guerra mundial se convirtió en un museo, que constan hoy en día con más de 4.000 obras de arte moderna y contemporáneo; hoy en día el Museo Abattoirs es un lugar trascendental de la cultura en Francia, ya que, además del museo, suele organizar conciertos, performance y proyecciones; —la señorita hace una pausa y alza más su voz— ¡bien señores y jóvenes para mí a sido un placer enseñarles un poco de lo hermoso que hay en este museo y su historia, ahora pueden ver cualquier obra o pasar al restaurante!

Veo que todos comienzan a dispersarse y a Milo casi dormido a mi lado.

— Eh...Milo

Bosteza y luego me mira.

— ¿Ya acabo? — Se estira un poco y vuelve a bostezar— Ahora, ¿qué te gustaría hacer?

Me sonríe como lo ha estado haciendo cada vez que regresaba a verlo.

— Milo ¿por qué solo me preguntas? ¿qué me gustaría hacer o ir? Si a ti no te gustan las cosas que a mí me gustan y te terminas aburriendo.

— No es que no me gusten Camus, ¡es que no las entiendo! Por ejemplo —me toma de la mano y me lleva a una obra que está hecha con metal— ....mira esto según lo que dijo la señorita fue "esto representa la destrucción, el caos y blablabla" yo lo que veo aquí es como una hoja arrugada y que han dicho que es arte, si eso es arte, Camus, ¡te puedo mostrar mi mochila que está llena de arte!

No se que lo que me parece más gracioso: si Milo haciendo muecas, la manera en que quiso hablar como la señorita o que parece un niño pequeño haciendo una rabieta. Antes de que le pueda responder algo, el sigue hablando pero más calmado.

—....Pero sabes pude ver cómo te llenas de emoción, sonreías o te reías con esos chistes que no entendí y cada vez que hablaban de cómo y por qué surgió alguna obra, lo que hay detrás de cada persona, de cada artista al realizarla su pasión, lo que pasó para que llegara a este lugar y tú emoción al escuchar aquello, eso, para mí fue la obra de arte más hermosa jamás vista.

No se que decirle. Jamás me había quedado sin palabras o no saber que responder. Creo que me estoy olvidando de que lo odió.

Solo se me ocurre bajar la mirada, tratar de ocultar mi sonrojo -que es muy notable- y decirle:

— ...g-gracias...

— Ahora si, Camus ¿Qué te gustaría hacer?

— Hay algo que a los dos nos gusta hacer Milo

Le sonrió, si, le sonrió y él me mira confuso.

(...)

Estoy en el paraíso, este restaurante es el mejor del mundo...

— ¡Camus! ¡Esto es delicioso!

Grito de emoción llamando la atención de todos las personas que también están aquí.

— Lo se, Milo, lo sé.

Esto es riquísimo, por lo general de tarde se comer comida congelada, algo que guarde del recreo o una manzana, pero esto ¡Es delicioso!

Pero las manzanas lo superan, obviamente.

Desde que eh pasado tiempo con Camus, me di cuenta que soy un idiota al lado de el, además de que le hice daño.... lo eh pensado demasiado y quiero pedir de una manera genuina perdón, incluso tratar de que me dé una oportunidad de que se de cuenta que no soy el tipo de persona que cree.

Una vez acabamos de comer esos platillos tan sofisticados Camus pidió un postre, se llama...tarta aun pomes o algo así se significa pie de manzana y es delicioso.

— Sabía que te gustaría.

Luego de esa cena nos llega un mensaje diciendo que debemos ir directamente al centro donde nos estamos quedando, es para no perder tiempo y decirnos lo que se llevará acabó mañana.

Mientras estamos caminando tomados de las manos, se me ocurrió decirle justo en ese momento lo que pude haber dicho antes pero creo que es el momento perfecto.

— Camus... — el asiente con la cabeza y me mira, está a lado mío tomando mi mano, yo estoy que me muero de nervios— Camus...yo....te quiero pedir perdón...

Camus se para en seco y deja de sostener mi mano.

— Camus, Enserio yo lo lamento...

Me interrumpe.

El cielo se oscurece rápido, se que va llover.

— Milo — alza a verme de nuevo— yo...yo ya te había perdonado pero no pude dejar de odiarte por lo que me hiciste y quiero que entiendas que aunque me pidas mil y un veces perdón jamás podrás arreglar lo que ya sucedió. 

Sigue caminando y se aleja de mi.

— Lo se, ¡Camus!

Se detiene, estamos a unas dos cuadras del lugar y no hay casi nada de gente, dos o cinco personas a lo mucho.

— Se que estás herido y no te culpo por odiarme, aún así quiero que me dejes intenta-

— Milo, fue un estupendo día, gracias, lo pasé de lo mejor pero yo no...Milo...

Me acerco a el, está comenzando a llorar y el cielo ya está totalmente oscuro y las primeras gotas de lluvia caen.

— Camus, por favor solo dame una oportunidad...

— Milo ¿por qué no solo me dejas en paz? ¡¿Por qué quieres que te dé una oportunidad?! Enserio, ¡no te entiendo! Apareces como si nada de vuelta en mi vida Que es una mierda de vida....¡¿por qué?!

La lluvia se hace más fuerte y algunos truenos se escuchan.

Hasta el clima me odia...

— Por qué pude ver que cometí un error, que soy un idiota, que te lastime más de lo que estabas. Te destruí Camus y sin siquiera conocerte...

Quiero abrazarlo, sus ojos están llenos de lágrimas, mi corazón no para de latir como loco, vuelve a alzar la mirada y me da una cachetada...

Eso no me dolió pero me duele verlo llorar y no poder hacer nada.

— Milo, yo...yo...

Se cubre la cara con sus manos.

— Camus, por favor...— lo abrazo, por fin intento calmarlo un poco— solo....no llores, ¿si? Está bien odiame, y no te culpes por  hacerlo, —lo abrazo como si mi vida dependiera de ello, puedo sentir su corazón que está igual de acelerado que el mio— cuando termine este concurso, no volveré a verte Camus, haremos como si nunca nos conocimos pero ya no llores...

Estoy totalmente empapado, Camus no lo está tanto porque técnicamente, lo estoy cubriendo. No quiero dejar de abrazarlo, se que luego de esto ya no volveremos a hablar, ni siquiera podre ver esa sonrisa tierna.

La lluvia va disminuyendo. Camus sigue llorando, debi decirlo de otra forma.

(...)

— ¿No crees que es un buen momento para disparar?

— Están locos, el amo dijo que lo llevemos con el cuando todo esté arreglado, no se acuerdan ¿qué recién se está recuperando del accidente?

— Y ¿qué se supone que hagamos hasta eso?

— ¿No es obvió? buscar el momento perfecto, este es un lugar muy abierto y no creo que al amo le guste que le digamos lo fácil que fue, incluso, podríamos hacerlo cuando esté en la exposición en la que va a participar, así le llevamos un recuerdo del lugar al amo, incluso debemos crear una distracción para las autoridades de aquí....mmmm.....están aburridos ¿cierto?—los otros dos asienten—....el primero que me traiga el retrato de la Mona Lisa le daré, déjenme ver cuánto tengo —reviso mi chequera— ¿qué les parecen cinco mil euros?

Y así veo como dos imbéciles salen corriendo al museo del Louvre. Se que los dos lo van a lograr pero así dejan de hacer tantas preguntas.

Mientras menos sepan más estáran a salvo. Eso espero.

(...)

Camus deja de llorar y volvió a verme a los ojos.

Ya está más calmado y acepto hablar sobre lo sucedido hace años. 

— Milo, no te entiendo en lo absoluto, enserio. Dime ¿por qué debería darte una oportunidad?

— Yo no quise hacerte lo que te hice, en la escuela, no quería que todos se enteraran que..

— No, no lo digas por favor.

— Esta bien...es que no tenía opción, Camus...

Camus me miro confuso, es que si, no tenia opción.

— ¿Por qué?

— Cuando te vi por primera vez en la escuela yo quería ser tu amigo, te vía tan delicado y tranquilo, todo lo contrario a mi...

— Milo, solo responde mi pregunta, ¿Por qué lo hiciste?

— y si me odias aún más, ¿por hacerlo?

— Solo responde.

Me estoy jugando una oportunidad para estar con Camus...Bueno, al menos podré darle mi versión de la historia.

—  Tu madre me pagó dinero para que yo divulgará esa información y que te hiciera daño.

— Mi madre está muerta Milo. Esa no era mi madre.

¡¿Que?! ¡Entonces quién era esa mujer!

— Creo que te refieres a mi tía, ni es mi tía ella solo es una señora que.... mejor sigue Milo.

— De acuerdo, en ese momento mi familia estaba en bancarrota y mi madre estaba enferma, necesitaba ese dinero para pagarle el tratamiento. Ella tenía Cáncer.

— Yo no... sabía..

— Igual no justifica el hecho de que te lastime —hago una mueca y dejó de abrazar a Camus— pude haber rechazado el dinero o puede haber buscado la manera de ganarlo de otra forma, incluso me uniría a...—casi digo algo que es realmente innecesario— el punto es que me pagó aquella señora pero-

— ¿Tu madre se..se...?

— Ella murió, Camus. El mismo día en el que te encontré en aquel callejón y te...lastime, la impotencia que sentía no me dejó pensar con claridad y tú terminaste pagando...por mi culpa y todo por que acepte ese maldito dinero.

— Milo...

No se que le pasó a mí corazón pero siento que acabo de quitarle un peso de encima, siento las manos delicadas de Camus en mis mejillas.

Yo estaba llorando. Creí que era la lluvia pero en realmente eran las lágrimas que habían estado siendo acumuladas por años.

— Creí que no llorabas, Milo. — me seca las lágrimas— se lo que es perder una madre y se lo que se puedes llegar a hacer para que esté contigo y no sufra. Lo se Milo. Tal vez...no conozco verdaderamente lo que debes sentir, pero se perfectamente lo que es el dolor de perder algo..

— Lo siento, Camus...

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Holi!!  😋

Esto estuvo  un poco sad 😭😭😭

Por cierto, aquí están algunas fotos del museo les Abattoirs:

Esta es una de las obras que Milo no entiende ⤴️

Este es el restaurante que visitaron ⤴️

Manzanita Fuera 🍎💛