Mis patas ardían, empecé a dar pasos descoordinados hasta que tropecé conmigo misma y caí rodando por el suelo. Ya no podía seguir, quería llorar. Me volví a mi forma humana, arrastrándome por el suelo al no tener fuerzas para levantarme, enterre mis dedos en ma tierra y la apreté en mis puños.
-Ethan... ¿Dónde estás? Te necesito...
Sollocé y me hice bolilla en mi lugar, abrazándome a mí misma para buscar consuelo y calor. Pero de repente escuché pisadas, miré tras de mí y abrí los ojos de par en par cuando vi una figura conocida.
-Ethan...
-Mi luna.
Él corre hasta mí y me abraza con fuerza mientras yo me dejaba y lloraba en su pecho, estaba un poco frío pero no me importó. Estaba aquí.
-Estás aquí, me alegra verte... -mencioné-. La manada... nos atacaron, todo sucedió de nuevo. Tengo miedo...
-Está bien, Thalía. Ahora estás conmigo -sonríe.
Lo miré a los ojos y acaricié su mejilla hasta bajar por su cuello, me detuve allí, volví a mirar sus ojos. Podía sentir que sus manos aprisionaban mi cintura por lo que le di un zarpazo en el rostro con mis garras fuera.
-¡Agh!
Me aparté arrastras y lo miré alerta.
-No eres Ethan... -demandé mientras él empezaba a reír.
-Eres más lista de lo que creí -me miró a pesar de tener las marcas de mis garras cruzando su rostro, se levantó y se me acercó-. ¿Conoces las habilidades de un rey vampiro?
Me levanté y traté de huir pero él se colocó frente a mí en menos de un micro segundo.
-Somos más rápidos...
Traté de volver a golpearlo pero sujetó mi muñeca y me acorraló contra un árbol mientras aún sonreía.
-Somos más fuertes -gruñí mientras trataba de alejarme pero sujetó mi barbilla y me hizo mirarlo-. Más hermosos que cualquier otro y con una habilidad más.
-¡Tsk! -me quejé cuando cortó mi mejilla y limpió la sangre.
-Podemos tomar la apariencia física de quienes bebemos su sangre.
-¿Qué le has hecho? ¡Dímelo!
Se acercó tanto que podía sentir su pecho contra el mío, aparté la mirada pero él se acercó a mi cuello.
-¿De veras quieres saber? Quizás no te guste la respuesta.
-Tú... ¡Tú! -mordí su oreja y se la arranqué haciendo que se apartara.
-¡Maldita sea! -me golpeó en la mejilla haciendo que cayera al suelo-. Primero dañas mi rostro y ahora mi oreja.
Me sujeta del brazo y me levanta con brusquedad mientras yo gemía del dolor. Lo miré molesta.
-Me haces enfadar, mujer.
Noté como los demás vampiros empezaban a acercarse él me lanza a ellos, pude sentir tantas pares de manos sobre mí que era un asco.
-Vámonos.
Dejaron de jalarme solo para obedecer a su rey. Me llevaron con ellos cubriendo mi boca con un pedazo de tela amarrado desde atrás, al igual que encadenaron mis muñecas en mi espalda. Traté de forcejear pero las cadenas de plata solo me lastimaban más. Usaron su velocidad borrosa para llegar más rápido hasta lo que parecía ser el cambio de guerra. Fue peor ver todo esto en persona. No había nadie más que cadáveres... y Emma.
-Mi querido rey... haz vuelto -dice ella recibiéndolo con los brazos abiertos.
-Y con una buena cacería.
Ambos me miran cuando los vampiros me lanzaron al suelo sin cuidado. Gruñí de nuevo y traté de apartarme, pero Emma se agacha hasta mi altura y pasa un dedo por mi barbilla.
-Te lo había advertido, que te mataría.
Aparté mi cabeza y volví a gruñir. Ella ríe y se levanta cuando el rey la toma por la cintura y la hace inclinar su cabeza para clavar sus colmillos en su cuello y así beber su sangre. Emma suelta un gemido apropósito y me mira con victoria.
-Al fin, aquí están -el rey sonríe soltando a Emma.
Todos nos dimos la vuelta viendo hacia la oscuridad del bosque. No había nada pero podía olerlo...
Lobos empezaron a aparecer, muchos de ellos. Algunos heridos y otros recuperados. Se acercaban gruñendo y deseando acabar con esto de una vez. Pero entonces lo vi acercarse más que los demás, caminando a paso pesado, como si tuviera un aura oscura a su alrededor por la ira y deseos de matar. Ethan mantiene su mirada fija en mí, lo veía tan herido que me preocupaba como perdía sangre a cada paso que daba.
-Me sorprende que sigas de pie, sí que eres un hueso duro de roer -comenta el rey.
Escuche un chasquido de dedos y alguien me quita la tela de la boca con brusquedad. Tosí y escupí por el mal sabor pero esto solo hizo reír al rey.
-Lo lamento, luna... Haré que reciba mejores tratos a partir de ahora. Debemos tratarla como se merece, ¿no es cierto, Alpha? -se burla el vampiro.
Vuelve a chasquear los dedos y alguien me golpea hasta que pisa mi cabeza contra el suelo. Solté un quejido y lágrimas del dolor, la plata en mis muñecas era la peor parte. Los lobos frente a nosotros rugieron para demostrar su descontento y ganas de atacar de nuevo. Ethan se mantenía firme, sin moverse o apartar la mirada de mí.
-¿No harás nada? Creí que amabas a esta mujer -comenta Emma-. Aunque, entenderé si no lo haces. Después de todo, es un horror.
-Es verdad, por algo la he traído. Pero, si no te importa, no tiene caso mantenerla aquí... con vida.
Alguien me levanta por el cabello y deja al descubierto mi cuello, el rey se acerca como para beber hasta la última gota de mi sangre pero de repente algo lo golpea tan fuerte que terminó destrozando uno o dos árboles tras él. Sentí que caía de nuevo pero todo fue en menos de dos segundos, un brazo cálido me sujeta y me cubre los ojos con su otra mano.
-No mires.
Cerré los ojos pero escuché el desgarre de la carne y huesos mientras sentía la sangre salpicando y varias cosas cayendo al suelo. El grito de Emma me hela la sangre pero lo escuché más lejos que antes. No me animaba a mirar aún, tenía miedo con lo que fuera a encontrarme, hasta que un tierno beso en mi frente me tranquilizó.
-Estás a salvo, mi luna.
Poco a poco abrí los ojos hasta encontrarme con aquellos que me miraban con ternura y alivio. Me sonríe y sentí como la plata en mis muñecas se destroza en pedazos hasta caer al suelo. Lo abracé por el cuello con el miedo desapareciendo de mi cuerpo.
-Eres tú de verdad... -susurré aliviada.
Él me rodea y me regresa el abrazo besando la marca en mi cuello hasta causarme verdaderas descargas placenteras.
-La manada -recordé y me separé para verle al rostro-. Ethan hay que hacer algo.
Ethan asiente en respuesta. Escuchamos al rey vampiro acercarse de nuevo, solo que me espanté al ver que la mirad de su cabeza hacia arriba se estaba regenerando y él no había muerto.
-Ese ha sido un buen golpe, lo admito, Ethan.
El nombrado mira a Zack y Aarón, me deja con ellos y vuelve la mirada hacia el rey quien sujeta unas cadenas hechas de plata.
-Pero no creas que podrás vencerme.
-Tu mayor error fue creer que traer a mi Mate aquí me volvería débil. Ahora sí que no te permitiré acercarte, hijo de puta.
Ethan se transforma y corre hasta él tan rápido que ni los vampiros tuvieron tiempo de reaccionar. El rey se defiende e intenta atacarlo pero Ethan iba con todo en este momento. Solo que su herida aún sangraba, no lograba detener por completo la hemorragia, pero sabía que lo estaba intentando, porque o sino se estaría desangrando mucho peor.
-No puede... Deben detenerlo, si pierde más sangre morirá -supliqué mirando a Zack y Aarón pero ellos miraban a su Alpha hasta agachar la cabeza.
-Ethan siempre ha sido difícil para todo. Matarlo es como intentar matar a alguien inmortal.
-Más ahora que tiene una razón más fuerte para terminar con esto de inmediato -Aarón me mira- ¿Cómo está Trish?
Mordí mi lengua con preocupación y resoplé con desespero.
-Su clan se ha unido a los vampiros... -dije simple.
Aarón maldice por lo bajo y mira a Ethan rogando porque acabara de una vez para poder irnos. La pelea era tan intensa y pareja que me preocupaba más, ¿podrá ser capaz de ganar? Debo confiar en que sí lo será.
-Luna, déjeme revisarla -una loba de la parte médica se me acerca con sus cosas y ayudantes.
Me cura mis heridas mientras la pelea entre ambos líderes continúa. No podía dejar de mirarlos y rezarle a la Diosa que Ethan estuviera bien. Los vampiros miraban a su rey pelear pero no parecían querer unirse a ellos, y recordé a Ethan mencionando que para ellos... su rey es un tirano. ¿Y si solo estaban siguiendo órdenes? ¿No nos atacarán ahora, cierto?
Mi concentración se pasa hacia Emma, que estaba gruñendo molesta por ver como Ethan se volvía más fuerte y con más probabilidades de matar al rey. Su mirada pasa a la mía, ambas nos retamos sin palabras. Podía ver sus intenciones de usarme como distracción para darle la oportunidad a su pareja de matar a la mía. Pero los lobos a mi alrededor gruñen, interponiendose entre ella y yo. Haciendo que su idea no ocurriera.
Suspiré profundo y agradecida con los que estaban aquí por defenderme. Se sentía bien ser luna de una manada como esta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro