Me levanté de la cama y fui hasta la ventana. Me había hartado de estar acostada y pensar así que quería hacer lo mismo pero levantada. Después de todo, no tenía nada más que podría hacer estando encerrada aquí. Miré el cielo estrellado, la luna llena alumbrando la oscura noche y sentí la brisa fresca que golpea mi rostro.

Todas mis heridas estaban terminando de sanar, gracias a que Zack y Aarón traen la médico para curarme, las heridas están cicatrizando bien. Mis fuerzas estaban regresando pero sabía que no sería igual... No hasta que mi Mate me acepte. Si no lo hace, no me sentiré completa, no seré fuerte.

-Thalía -volteé cuando escuché la puerta de la celda abrirse y vi a Aarón-. Te traje la cena.

-Gracias, ¿no viene Zack contigo? -cuestioné.

Ellos dos siempre vienen a visitarme juntos. Era raro que uno de los dos no viniera.

-Ah, tiene cosas de Beta que hacer. Vendrá mañana y te traerá el desayuno mientras yo entreno a los novatos -responde dejando la comida sobre la cama.

-Entiendo.

Me acerqué para empezar a comer. Sonreí agradecida, él se acomodó al otro lado de la celda y se apoyó en la pared mientras esperaba a que terminase.

-Lo siento, no pudimos hacer que nuestro Alpha cambie de parecer... En estas dos semanas, no quiso dejarte salir.

-Al menos lo intentaron -le dediqué una sonrisa leve-. Oye... ¿puedes contarme sobre él? Cosas buenas, quiero decir.

-Creí que no querías saber nada acerca de nuestro Alpha -enarca una ceja mientras sonríe de lado.

-Ya sé, ya sé. Es solo que... bueno, es mi Mate, claro que quiero saber.

-A ver, déjame pensar.

Él suspira mientras piensa en qué decirme pero entonces sonríe como si recordara algo gracioso y dulce a la vez.

-En realidad tiene una debilidad por los cachorros, hablo de los animales. Siempre quiso un perro y criarlo como suyo, pero sus padres nunca se lo permitieron porque no tendría tiempo de cuidarlo.

-¿Es en serio? -asiente-. Es raro, un lobo teniendo una mascota.

-Lo es, un poco -ríe leve-. Pero yo tenía uno y él siempre iba a mi casa por el perro y no por mí.

Parece recordar algunas cosas porque ríe un poco y niega con la cabeza por el recuerdo.

-Una vez, rocky, mi perro, se escapó al bosque y él mandó a los guardias a hacer una búsqueda. Estaba preocupado en verdad.

Sonreí con ternura, no podía imaginarte a Ethan de ese modo pero lo intentaba. Quería tener una imagen suya siendo alguien agradable y sensible.

-Cuando murió Rocky fue el más afectado... ni yo lloré tanto como él. Me hizo pensar que ellos eran más unidos que conmigo. No me molestaba, en realidad, me aliviaba el no tener que bañarlo yo.

Ambos reímos un poco por el comentario, nos quedamos en silencio en lo que yo comía más de la comida.

-¿Qué más? -pregunté.

Aarón volvió a quedarse pensativo, esta vez por más tiempo, hasta que sonríe más ampliamente.

-Es un romántico sin igual, de verdad.

-No te creo -negué con la cabeza-. Imposible.

-Créeme lo es. Veía novelas románticas, lee sobre romance y aplica todo eso a la realidad. Verás, una vez con Emma...

-¿Quién es Emma? -pregunté.

Parece reaccionar y darse cuenta de que había cometido un error, pero ya era tarde para ocultarlo. Apoyó su mano sobre su nuca con nerviosismo y ni siquiera me miró.

-Ella es... bueno, ella era... su Mate.

Nos quedamos en silencio nuevamente, pero ahora uno más incómodo. Miré mi comida, sin poder evitarlo me había sentido mal por ello, pero no quería demostrarlo.

-¿Bueno y qué hizo? Me estabas contando que es un romántico, no te lo puedo creer aún -dije volviendo a sonreír.

Él me observa pero me devuelve la sonrisa y continúa con su relato.

-Pues imitó una escena de uno de sus libros. Cuando le pidió que fuera su novia lo hizo a lo grande. Con un camino de margaritas, palomas y música. Hasta se puso elegante para el momento.

-Suena muy lindo, cursi, pero lindo.

-Sí, lo fue.

No pude evitar pensar en ello, imaginar ser yo aquella mujer y no ella. ¿Cómo es que Emma pudo engañar a Ethan así? No merece tener un Mate si después de todo lo dejará por alguien más. Debió ser doloroso para Ethan, y más si la ha marcado...

-¿Él... llegó a marcarla? -pregunté con cautela.

Aarón me ve sorprendido pero parece relajarse un poco.

-No. No lo hizo. Ella no quería, y ahora suponemos el porqué.

No quería, sin embargo, sentí un gran alivio al escucharlo. Si la hubiera marcado entonces todo sería peor porque a pesar de rechazarse el uno al otro, tendrían esa marca para el resto de sus vidas. Me sentía feliz por él porque, tuvo suerte de que ella no quisiera que la marcara. Pero es horrible la razón por la que no quiso hacerlo.

-¿Has terminado? Ya no estás comiendo -pregunta él, cambiando de tema.

Miré el plato, no faltaba mucho así que di unos cuantos bocados más y se lo entregué de nuevo. Él lo toma y se acerca a la puerta de la celda para salir.

-Descansa, Thalía -comenta antes de salir.

-Gracias... igual tú, Aarón.

Me sonríe una última vez para luego irse y dejarme sola de nuevo. Me acerqué a los barrotes y me sostuve de estos mientras miraba la salida y a Aarón desaparecer por estas. Tenía la ligera esperanza de ver bajar a mi Mate para que me sacara de aquí, pero esas eran solo tontas fantasías. Volví a la ventana y me quedé un tiempo mirando la luna que se veía hermosa como siempre a pesar del lugar en donde me encontraba.

-Diosa Luna... ayúdame, sácame de este lugar para que pueda tener una vida libre como mis padres han querido. Te lo ruego... si no puedo estar con mi Mate, al menos déjame experimentar lo que es la libertad.

Bajé la mirada con tristeza mientras suplicaba al cielo que me escuchara, pero no obtuve respuesta, jamás la tuve y jamás la tendré. Así que regresé a la cama y me acosté para dormir por lo menos algo, porque esta cama no me permitía dormir mucho por lo incómoda que era. ¿Quizás si le pido a los chicos pedirían una más cómoda? Quisiera que me concedieran al menos eso, si no puedo salir.