Nunca creí ser tan importante para muchas personas, siempre creí que solo lo sería para mis padres y amigos solamente. Pero cuando llegué a la manada junto a los demás lo confirmé, ellos me ven como su luna y se preocupan por mí. No dejaron de preguntarme cómo estaba hasta que llegamos a la casa de Ethan, pero ni ahí me salvé de las chicas y los de servicio. Todos estuvieron tan pendiente de mí por todos estos días, porque han pasado tres.

-¿Necesita algo más, luna? -pregunta Ivonne.

-Estoy bien, gracias.

Ella hace una reverencia, a pesar de decirle de que no hacía falta, y se retira cerrando la puerta tras ella. Me levanté de la cama y fui hasta el espejo de cuerpo entero a un lado, me miré en este antes de levantarme la remera hasta descubrir mi herida. Ya solo quedaba una cicatriz, después todo estaba cerrado y curado.

-Mm... -me quejé viendo la cicatriz y luego ver las demás.

Miré mis brazos y piernas, comparando mi piel de ahora con la de antes del ataque a la manada. Nunca tuve que preocuparme por mi vida hasta que eso ocurrió, y desde entonces no paro de tener cicatrices. Me gustaría que estas también desaparecieran... o al menos que dejaran de aparecer nuevas.

Me alejé del espejo para salir de la habitación, quería alejarme por un momento y dejar de sobre pensar las cosas, aunque era realmente complicado. Bajé las escaleras a paso rápido, quería ir a pasear para animarme, pero percibí un aroma distinto antes de bajar por completo. Una loba extraña. Miré hacia la sala y la vi sentada en uno de los sofás, se veía muy cómoda pero al verme parece extrañarse.

-¿Quién eres tú? -pregunta ella.

-Creo que... yo debería preguntar eso. Jamás te había visto aquí -comenté acercándome con cautela.

-¿Tú a mí?

Ella se levanta del sofá, tragué un jadeo de sorpresa al verla. Alta... cabello ondulado negro, ojos grises, piel de porcelana y piernas perfectas. Se le veía muy bien con el vestido corto que llevaba, marcaba perfectamente sus atributos. Es... muy linda...
Es justo lo que no necesito en estos momentos. Me estremecí incómoda, tratando de cubrir mis brazos con mi ropa, hice una mueca que disimulé.

-A..Aún... no sé quién eres ni cómo entraste -dije tratando de desviar mi atención de su perfecto cuerpo.

-Pues estaba abierto, Ethan nunca cierra la puerta, así que solo entré -dice, haciéndome llamar la atención el que tuviera la confianza de llamar a Ethan por su nombre-. Soy Emma, por cierto.

Emma... ¿Podrá ser? ¿Es la misma Emma de la que me han hablado? La ex Mate de Ethan...

-¿Emma? -asiente- ¿La ex de Ethan?

-Bueno... pues sí, se podría decir. Supongo que ahora soy solo la ex... -suspira desanimada- ¿Y tú quién eres? Eres tan linda... perdón mi atrevimiento.

Ella sonríe con dulzura, me sorprendía tanto au actuar... No es para nada como me la había imaginado, creía que sería más... malvada.

-Y..Yo... am...

-¡¿Pero qué...?!

El rostro de Emma cambia rápidamente. Yo me giré y vi a Ethan en la entrada, mirándonos con tantas emociones cruzando por su rostro todas a la misma vez. Pero la que predominó al final fue la ira hacia Emma.

-Ethan... Qué gusto verte de nuevo, no sabes la tortura que fue estar lejos de ti todo este tiempo -habla Emma dulcemente.

Ethan, en cambio, se acerca a mí sin despegar su mirada asesina de Emma pero al verme cambia drásticamente y me observa completa.

-¿Estás bien? -pregunta en susurros.

-Sí... -respondí simple.

-¿Qué mierda haces aquí, Emma? -Ethan vuelve a mirar a su ex, pero a la vez me coloca tras él.

Ella nota eso, pude ver una emoción fugaz cruzar su mirada... como si fueran celos. Pero aún así sonríe.

-¿Es tu pareja? -pregunta Emma mirándome.

-Mi Mate -corrige Ethan y Emma se vio sorprendida por poco tiempo.

-Es muy hermosa... -menciona acercándose.

-Lo es.

La tensión era tan abrumadora que no sabía ni que decir o hacer, tampoco me animaba a moverme siquiera un centímetro. Emma se acerca lo suficiente como para estar frente a frente con Ethan y que él le soltara un gruñido de advertencia para que dejara de acercarse.

-¿Qué haces aquí? Creí aye había sido claro en no querer volver a verte.

-Ethan... -finalmente deja de mirarme a mí-. Te extraño... vine porque quiero que volvamos a estar juntos.

-Me engañarte con el puto rey vampiro, Emma. ¿En serio crees que olvidaré eso?

-Pues ella olvidó tus malos tratos -me apuntó.

Abrí los ojos de par en par por lo que dijo, ¿cómo es que ella sabe eso? ¿De dónde salió esta mujer?

-Ethan... perdóname, por favor... Cometí un error, ¿sí? Así como tú con ella... todos merecemos ser perdonados, ¿no crees?

Rodé los ojos internamente. Su manipulación era tan evidente... Esperaba que Ethan no cayera en esto. Lo volteé a ver, seguía con la mandíbula tensa pero no dice nada. No le está afectando... ¿o sí?

-¿Recuerdas... todas esas cartas que me has hecho? -pregunta ella buscando en su cartera, saca un gran monto de estas-. Las guardé todas, y al leerlas todos los días... me arrepiento tanto de lo que hice que, no te valoré y ahora me doy cuenta.

Sus disculpas no son sinceras y lo sé... Es tan evidente... Ethan, por favor no caigas.

-Todas nuestras citas fueron las mejores, todos nuestros recuerdos jamás podría olvidarlos. Así que por favor... Ethan...

Me sorprendí cuando tuvo el descaro de acercarse tanto que apoyó sus manos en el pecho de Ethan y apegó sus cuerpos. Retrocedí por el asombro pero más me sorprendió cuando Ethan la apartó y se limpió el cuerpo como si el toque de aquella mujer le causara asco.

-No vuelvas a tocarme.

Emma hace una mueca por el rechazo de Ethan, pero a la vez se veía con intensiones de continuar con esta farsa.

-Solo quiero arreglar las cosas -suplica ella-. Por favor, Ethan... Ámame, hazlo de nuevo. Te necesito.

Todos nos quedamos en silencio por un segundo que parecía eterno. Ethan suspira profundo como si se viera derrotado y Emma se veía con una expresión de victoria que me hizo dudar por un segundo.

-Emma...

-¿Sí, amor...?

-Vete a la mierda, mujer.

Ethan la toma del cuello al tenerla desprevenida, veía tan claras sus intenciones de golpearla pero algo lo detenía.

-¿Crees que siento algo por ti? Mi amor por ti murió en el mismo instante en que tú te olvidaste de nosotros al engañarme.

-Pero Ethan...

-¡Silencio!

Me sobresalté cuando escuché su voz de Alpha retomando en la habitación, o quizás en toda la manada.

-¡No quiero volver a escucharte! Tu voz me irrita tanto que me dan ganas de arrancarte las cuerdas vocales.

La simple imagen me causa escalofríos. Ethan parecía apretar más el agarre en el cuello de Emma... quería matarla. Me acerqué y apoyé mi mano en su hombro, tratando de calmarlo un poco.

-Ethan... -murmuré-. Oye, tranquilo.

-No me pidas eso, mi Luna... -me mira de reojo-. No puedo hacerlo, no después de esto. Se atrevió a intentar besarme en frente de ti, no puedo dejarla salir impune de esto.

-Lo sé... -miré a Emma por un momento-. Pero mejor castigo para ella... es que vea esto.

Con una mano giré delicadamente el rostro de Ethan hacia el mío, me paré en puntillas de pies para alcanzarlo y uní nuestros labios repentinamente que hasta Ethan no supo como reaccionar. Permaneció inmóvil por un tiempo hasta que soltó a Emma para tomarme por la cintura y acercarme a su cuerpo, pronto tomó el control total del beso, no era algo que me molestara... besaba muy bien.

Sonreí una vez nos separamos por la falta de aire, pero escuché un sollozo a un lado. Ambos volteamos a ver como Emma lloraba con rabia en su mirada.

-Tú... ¡Tú...! -ella se acerca con claras intenciones de matarme.

Ethan me coloca detrás de él y sujeta la muñeca de Emma cuando la levantó para golpearme. La lanzó al suelo, consiguiendo que se golpeara con un mueble, ella suelta un quejido pero no se levanta. Estaba llorando aún más fuerte.

-Deja de actuar, ambos sabemos que esas lágrimas son falsas -comenta Ethan-. Nunca has sido capaz de sentir nada por nadie que consiga hacerte llorar.

-Ethan, mi amor... eso no es verdad.

-No me llames de tal forma. No soy nada tuyo.

-¡Lo eres! ¡Eres mío!

Chasqueé la lengua con asco de escucharla decir eso. De repente sentí que mi loba toma el control, pero estaba bien, ella se encargaría de esto. Salí de detrás de Ethan quien intentó detenerme pero yo no lo hice, me acerqué a Emma y me agaché hasta estar a su altura. La miré un segundo, analizandola. Sí, su piel es perfecta, ella es hermosa... pero todo eso se pierde una vez que conoces su verdadero rostro.

-Pobre de ti... -murmuré-. Tan hermosa y tan horrible a la vez. No mereces a alguien como tu pareja, no sabes valorarlo.

-¡Cállate! -ruge entre dientes.

-¿Por qué debería? Tú has empezado -apoyé mi mano en mi barbilla y la atraje a mí, pudiendo ver el brillo dorado de mis ojos -signo de que mi loba tiene el control- en los suyos-. ¿Que Ethan es tuyo? Me haces reír... eres tan graciosa.

Reí amargamente entre dientes mientras ella hacía temblar su labio inferior, soltó mi agarre en su rostro y me miró con odio. Dejé de reír para suspirar profundo y mirarla como si no fuera más que inferior a mí.

-Ethan me pertenece a mí, y no solo porque yo lo digo. Sino porque me ha escogido por sobre ti. Es a mí a quien quiere y desea, tú ya no eres nadie para él o para esta manada. Su luna soy yo.