Parte/5
Al día siguiente Otilia se levantó muy temprano, tenía que preparar el desayuno para el señor cura y el vicario, ellos desayunaban muy bien, la mujer preparo carne de cerdo con salsa de jitomate muy picosito, unos frijoles refritos, café con leche, puso el pan en la panera que el panadero le entregaba todas las mañanas recién sacado del horno.
Preparo la masa para las tortillas, las empezó a hacer, cuando los sacerdotes se sentaron a la mesa, ya tenía varias tortillas recién hechecitas, les sirvió el suculento desayuno, ya para terminar, los hombres escogieron una pieza de pan de la variedad que había en la panera, concha, oreja, piedras, bísquet, polvorón, cocol, y un ojo de buey, una de cada una.
Mientras eso sucedía en la cocina, Oziel despertó al verse solo se asustó, vio que no estaba su madre con él se puso rápidamente los zapatos y salió disparado de la habitación, con tan mala suerte que encontró la puerta de la calle abierta ya que por un descuido Otilia la había dejado así cuando recibió el pan.
El niño salió a la calle eran las ocho y media de la mañana, estaba llena de gente los dueños de los juegos mecánicos y los comerciantes estaban muy atareados desarmando, los juegos mecánicos y otros los puestos, tenían que irse a la siguiente colonia para armar todo y estar listos para cuándo llegará la virgen de visita al templo de Santa Rita de Casia.
El niño vagaba por la calle, lloraba, desconsoladamente, una joven, se puso a su altura, le preguntó.
- ¿Qué pasa pequeño?
-Quelo a mi mamá.
- ¿No la encuentras?
El sacristán estaba algo retirado cuando vio a la joven con el niño pensó.
Qué bueno que ya llegó la mamá del crió.
El niño solo miraba a la joven con sus grandes ojos negros anegados de lágrimas, la chica lo tomó de la mano y lo llevó por la calle, preguntándole a todo el que se encontraba.
- ¿Conocen a este niño?
La respuesta era siempre la misma.
-No, nunca lo he visto.
Fue con su madre está la recriminó.
-Sofía por fin apareces, ya estamos listos para irnos y tu sin aparecer ¿Y este niño de quién es?
-Cuando venía para acá me lo encontré creo que está perdido, ya le pregunté a varias personas, pero nadie lo conoce.
-Pero Sofía tu no entiendes, siempre andas recogiendo, perros, gatos, y ahora un niño.
-Pero amá no compares al niño con los animales, míralo está asustado no encuentra a su mamá.
-Y tú ya te crees detective ¿O qué?
-Pero amá, ni modo de dejarlo en la calle, lo pudo haber atropellado un coche.
- ¿Y qué piensas hacer con él?
-Por lo pronto darle de almorzar.
- ¿Tienes hambre mijo?
El niño asintió con la cabeza.
-Ándale Sofi, vete por el menudo, te traes tortillas de pasada mientras yo hago café, tráele leche al niño y un pan porque en cuanto almorcemos nos vamos al otro templo.
Sofía tomó una olla y fue por el menudo se llevó al niño no perdía la esperanza de que alguien reconociera al pequeño.
Cuando regresaron se acomodaron a desayunar los padres de Sofía, sus dos hermanos Chema y Toni, dos muchachotes con grandes bíceps por el rudo trabajo, ya que todos los días armaban y desarmaban la rueda de la fortuna que tan felices hacia a grandes y chicos, Sofía le sirvió un plato de menudo al pequeño con sopitas, (tortilla en pedacitos en el caldo de menudo), su madre replicó.
-Pero Sofía por qué le das menudo al niño, no le trajiste su pan y su lechita.
-Si amá, ahorita que se termine su caldito le voy a dar la leche y su pan.
-Pero hija esta re-chiquito donde le va a caber tanta comida.
-Ya veremos, que tal si tiene más hambre.
Pero a lo contrario que doña Meche la madre de Sofía pensó.
- Y si tuvo más hambre a que muchachito este.
-Mire amá que te dije, el niño se está tomando su leche y ya casi se termina su pan, a pesar de estar tan flaquito come mucho.
Lo que pasa es que este muchachito está repleto de lombrices, mira nada más que panzota tiene.
-Ay amá, como es, no está tan panzón.
-Como no, mira cómo le brilla el bule, (estomago).
-Mientras acaban de des-arman la rueda de la fortuna lleva al niño a la delegación.
-Oyes amá y si nos quedamos con él.
- ¡Pero te has vuelto loca o que! En primer lugar, su madre debe andar vuelta loca buscándolo, en segundo lugar, nos pueden meter a la cárcel por roba chicos y en tercer lugar con que lo piensas mantener, como si nos fuera también con la rueda de la fortuna, ya ni la amuelas.
-Ya no me regañes, yo no más decía, ¡Y si nos esperamos hasta mañana para llevar al niño a la delegación y lo dejamos sentadito para ver si alguien lo conoce!
Está bien vamos a esperar hasta mañana, pero solo hasta mañana.
Las personas siguieron con sus tareas, cuando terminaron salieron al otro templo y empezaron a armar la rueda de la fortuna la calle quedó lista para recibir a la Santísima virgen.
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