La mujer al ver la cara de desilusión de Ozi exclamó.

-Pero no se agüite (apure), mire lo que pasa es que no se llegar, ella una vez que vino me llevó a donde vive, si viera que casota tiene bien chula, tiene un cuarto bien grande para cada uno de sus hijos y otro todavía más grande pa ella y su marido, con decirle que tiene otro cuarto con un retrato grandote de su niño, dice que algún día va aparecer su criatura y pos ya tiene listo su cuarto.

Cuando me dijo eso las dos lloramos, no crea es de admirarse la fe que tiene esa mujer de encontrar a su hijo. Dios la premió con ese marido, y mire lo más bonito de ella es que sigue igual de sencilla a pesar de que ya es rica nunca se le ha subido el dinero, espéreme tantito.

La mujer se levantó y se adentró en la casa regresando con un papel doblado en la mano.

-Mire aquí me apunto el número de teléfono, me lo dio pa que le hable cuando yo quiera platicar con ella.

Ozi respiro tranquilo, casi le arrebató el papel de la mano a la mujer disculpándose al momento.

-Perdón señora.

-No se preocupe, se ve que tiene prisa por ver a Cuca.

-Si señora para mi madre es muy importante saber de ella.

-Ya lo creo que sí imagínese el gusto que le va a dar a Cuca saber de su mamacita y sobre todo si eran tan amigas como dice, aunque se me hace raro yo no me acuerdo que ella haiga tenido amigas que se hallan ido a vivir al norte.

-Señora fue un placer platicar con usted, pero ahora nos tenemos que ir.

-Qué lástima que yo no tenga teléfono si no de aquí mismo lo dejaba hablar.

-Usted ya ha hecho mucho por nosotros, muchas gracias por la comida estuvo riquísima.

-No pos no hay de que, cuando gusten venir a echarse un taquito aquí tienen su pobre casa.

-Gracias señora lo tendremos en cuenta ahora con su permiso nos pasamos a retirar.

-Pasen, pasen que Dios los acompañe.

Ozi y la religiosa salieron rápidamente de la casita de la mujer y se dirigieron al lugar dónde habían dejado el coche, sor Natalia fue la que habló primero.

-Creo que por fin dimos con tu madre.

-Yo no voy a cantar victoria hasta no estar seguro de que se trata de la misma persona.

Se dirigieron en silencio hasta llegar al asilo, Ozi le dijo a la religiosa.

-Madre podría hablar usted por favor.

-Claro que si doctor.

La religiosa marco el número telefónico una voz al otro lado de la línea contestó.

-Residencia de la familia Sanchez López.

-Me puede comunicar con la señora Refugio.

-Ella habla que se le ofrece.

-Mire habla Sor Natalia del asilo del Sagrado Corazón de Jesús.

-Se trata de algún donativo.

-No señora nada de eso.

-Entonces dígame en que le puedo servir.

-Señora es un asunto algo delicado, preferiría hablarlo con usted personalmente y no por teléfono.

- ¿Le pasó algo a mi esposo o alguno de mis hijos?

-No señora no se alarme, no es nada de eso.

-Le suplico que me adelante un poco el asunto que quiere tratar conmigo.

-Mire hay un joven que sospecha que usted es su madre.

Cuca quedó impactada por la noticia duro unos segundos sin hablar tuvo que sentarse ya que sintió que las piernas se le doblaron por la impresión, la voz de la religiosa al otro lado de la línea la volvió a la realidad.

- ¿Se encuentra usted bien?

-Si gracias, mire madre he recibido tantas llamadas como la de usted, que si esto se trata de una broma...

-No señora por favor no se trata de ninguna broma, pero como le dije en un principio, este asunto no se puede tratar por teléfono, necesitan verse para así disipara sus dudas, no es seguro que ustedes sean madre e hijo.

-Tiene usted razón, ¿cuándo será posible que nos veamos?

-Cuando usted me diga.

-Le parece bien mañana mismo aquí en mi casa.

-Claro que sí, me puede dar la hora y el domicilio por favor.

-Les parece bien a las diez de la mañana.

-No, no en la mañana nos es imposible, pero en la tarde después de las cinco de la tarde.

-Está bien los espero mañana a las cinco de la tarde.

-Si claro ahí estaremos.

Enseguida Cuca les dio el domicilio, ella hubiera querido entrevistarse con ellos en ese mismo momento, pero tenía sus dudas además quería que su esposo estuviera presente, esa misma noche cuando su marido llegó le comentó de la extraña llamada.

-Hoy me habló una mujer que dice ser religiosa dice que hay un joven que cree que es mi hijo.

- ¿Te pidió dinero?

-No, no nada de eso.

-No te ilusiones recuerda que como esa llamada hemos recibido cientos.

-Si es verdad, pero por las dudas les pedí que vinieran mañana.

- ¡Pero cuquis!

-No me digas nada, los cite a las cinco de la tarde no quiero que los muchachos estén presentes.

-Está bien, mañana lo conoceremos y a ver qué pasa, aunque no te hagas ilusiones han pasado varios años.

-veinticinco años y tres meses para ser exactos, pero estoy segura que si ese joven es mi hijo lo reconoceré al instante.