Se llegó la fecha en que Ozi y Susan viajaron a México cuando llegaron a la ciudad, tomaron otro vuelo con rumbo a Guadalajara.

Cuando llegaron a la ciudad abordaron un taxi que los llevó a un elegante hotel donde ya tenía una habitación reservada, llegaron a las siete de la noche, tomaron un largo baño de tina, enseguida se vistieron con su ropa de dormir, pidieron servicio al cuarto encargando una opípara cena.

Después de asearse los dientes ordenaron que se llevaran el servicio de la habitación y se dispusieron a descansar, durmieron muy bien, al siguiente día se levantaron se dieron una ducha se vistieron con ropa casual salieron de la habitación, se dirigieron al comedor del hotel desayunaron.

Cuando terminaron se dirigieron a la salida abordaron un taxi, pidiéndole al chofer en perfecto español los llevara a la dirección de la inmobiliaria querían instalarse cuanto antes en lo que iba a ser su hogar temporal, por el tiempo que durara la búsqueda de Cuca, cuando llegaron a la inmobiliaria los recibió una elegante mujer.

-A sus órdenes señores ¿En qué le puedo servir?

-Hace tiempo me comunique con ustedes.

-A ver déjeme ver, me regala su nombre por favor.

-Jack Scott.

-A mire aquí está su solicitud, usted o puedo decir ustedes.

-Oh perdón, ella es Susan mi pareja.

-Necesitan una casa habitación o departamento, tenemos tres residencias y dos departamentos en una zona residencial, si gustan en este momento podemos ir a verlos para ver cuál se ajusta a sus necesidades, podemos ir en mi coche o en el suyo y me siguen, como gusten.

-Por el momento no tenemos auto, por lo tanto, vamos en el suyo.

-Bien vamos, mi nombre es Carlota Miramontes para servirles.

-Mucho gusto, cuando guste.

La mujer los llevó a las tres residencias, se quedaron muy impresionados, por lo visto el dinero que habían ahorrado les iba a durar más de lo calculado, todo era mucho más económico que en Ottawa, podían vivir desahogadamente por algún tiempo y si encontraban un empleo iba a ser mucho mejor.

La residencia que eligieron estaba en medio de un jardín muy grande y bien cuidado, era un poco grande para los dos, pero en ese momento pensaron que no estaba nada mal que montaran su consultorio en el mismo lugar, la casa contaba con teléfono, se rentaba amueblada o sin muebles solo variaba un poco el precio, la mujer les dijo.

-Miren señores, contamos con una agencia de empleo si gusta le puedo proporcionar los servicios de una señora para que los atienda, su esposo es chófer de un taxi en los puede mover por la ciudad mientras se familiarizan con la ciudad.

-Nos parece muy bien.

-De antemano le digo que son personas de toda mi confianza, ellos tienen muchos años trabajando para nosotros.

Hicieron los trámites necesarios, el contrato de arrendamiento era por seis meses, con suerte en ese tiempo encontrara a su madre.

Antes de irse Carlota les entregó su tarjeta de presentación con su número telefónico, por un poco más de dinero ella se iba a encargar de hacer todos los pagos, la pareja quedó muy complacida.